Un caso mediático
Brittany Maynard, de 29 años, sufría un cáncer terminal en el cerebro y eligió la muerte asistida. Se mudó de California a Oregon, uno de los cinco estados de EEUU en los que está permitido y murió el 2 de noviembre de 2014.
¿Sabías qué?
El filósofo inglés Francisco Bacon, en 1623, se refiere a la tradición del “arte de morir” como parte del “arte de vivir”, pero agrega a esta tradición la muerte de un enfermo ayudado por el médico.
Literatura
Tomás Moro en su obra Utopía, hablaba de la muerte asistida como un hecho autorizado oficialmente en una sociedad ideal. Michel Eyquem de Montaigne también escribió sobre el tema
y concluyó en que la eutanasia es una elección personal y racional bajo algunas circunstancias.
¿Sabías qué?
En el medio hispanoparlante se utilizan términos surgidos de la evaluación ética de la eutanasia: se distingue la eutanasia del suicidio asistido, entre otras cosas.
Tal vez sea por la indiscutible verdad sobre nuestra limitada existencia física, todo tema que se relaciona con la muerte nos toca de cerca originando con ello álgidos debates. Existen muchas posturas en torno a la interrupción de la vida: en este artículo abordaremos las diferentes miradas al respecto.
LA EUTANASIA
Muerte digna o asistida es uno de los tantos nombres que se le dan a la eutanasia pero no es tan simple como una sola definición: el concepto presenta varias aristas.
DIFERENCIAS CONCEPTUALES
Según la Organización Mundial de la Salud, la eutanasia es la "acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente". La palabra viene de los antiguos griegos y significa “buena muerte”, ya que eran partidarios de ella. Por ejemplo, Sócrates y Platón creían que una enfermedad que llevara a un alto grado de sufrimiento, sería una buena razón para dejar de vivir.
Sócrates vivía en una sociedad que no condenaba el acto de quitarse la vida. Con el tiempo, el filósofo moriría administrándose cicuta por fallo de la justicia.
Se distinguen varios tipos de eutanasia: la solicitada voluntariamente, a petición del enfermo; la no solicitada voluntariamente, a petición de la familia o por decisión del médico; por acción, cuando se provoca mediante una sustancia letal, y la eutanasia por omisión, cuando se provoca por la omisión de un tratamiento imprescindible.
Algunos casos son sencillos de encuadrar, otros pueden plantear serias dudas. Tal es así, que existen conductas que se confunden con la eutanasia aunque no lo sean, a saber:
- Retiro o no iniciación de tratamientos inútiles y desproporcionados: es una actuación perfectamente ética y profesional, se califica como “limitación del esfuerzo terapéutico”.
- Tratamientos analgésicos que podrían acortar secundariamente la vida: como el objetivo es aliviar el sufrimiento, constituye una actuación perfectamente ética y profesional si se utilizan las dosis adecuadas y la intención no es provocar la muerte.
- Sedación paliativa: la intención es aliviar el sufrimiento del paciente mediante la administración de un fármaco sedante sin intención de provocar la muerte.
Como se puede deducir, la intención aquí es fundamental y es por ello que la ética se encuentra en primer plano a la hora de las decisiones. La obstinación médica por preservar la vida a costa del bienestar del paciente, por ejemplo, es lo contrario a la eutanasia pero también a la ética médica.
Existen casos de tratamientos médicos que pueden ser confundidos con una situación de muerte digna si no se tienen en claro las diferencias, como la sedación paliativa, por ejemplo.
DILEMAS MÉDICOS
Existen cuatro principios de ética en la relación médico-paciente que guían a los profesionales para la toma de decisiones:
-Principio de no maleficencia: ante todo no dañar.
-Principio de beneficencia: hacer el bien.
-Principio de autonomía: informar al paciente para que participe en las decisiones de su tratamiento.
-Principio de justicia: administrar los procedimientos debidamente probados.
A veces, ante situaciones concretas, no es tan fácil aplicarlos e incluso se puede observar que entran en contradicción. Por ejemplo, el principio de beneficencia entra en conflicto con el principio de justicia pues no dar tratamiento por no estar demostrado que sea eficaz desampara terapéuticamente a las personas; o el principio de autonomía con el de beneficencia, pues no siempre la persona está preparada emocionalmente para absorber la información y participar en las decisiones.
En varias ocasiones, los principios por los que se guía la profesión médica pueden estar incluso enfrentados consigo mismos: el que establece informar al paciente con el de hacer el bien; muchas veces los pacientes no están preparados para escuchar la verdad.
En el caso de la muerte asistida, la decisión tomada en estado de salud, puede verse modificada en el estado de enfermedad. La norma debe comenzar describiendo situaciones en las que no hubiera duda razonable. Algo ideal, pero muy difícil de llevar a cabo pues, ¿cuál de todas las situaciones en medicina estaría más allá de una duda razonable?
EL CAMINO DE LAS LEYES
Existen en el mundo posiciones y sentimientos encontrados ya que para establecer un corpus legal que contemple la muerte asistida requiere dar respuesta a una pregunta: ¿Quién tiene autoridad sobre la muerte? Aquí se entrecruzan la ciencia, la religión y el derecho. Este último intenta dar un marco legal para poder tomar decisiones ante una multiplicidad de casos pues entran en conflicto derechos constitucionales, como el derecho a la vida y el derecho a la autonomía personal.
En un tema como éste, al derecho se le presentan múltiples dificultades a la hora de sancionar leyes que contemplen las diferentes consecuencias de generalizar una norma.
AMÉRICA LATINA Y SU POSTURA ANTE LA EUTANASIA
Colombia: el 10 de Julio del 2015 se llevó a cabo la primera eutanasia legal. Desde abril regía un protocolo para la muerte asistida por orden de la Corte Constitucional que establecía el derecho a morir dignamente. El caso fue muy difundido pues fue el primero en América Latina.
Bolivia: el código penal sanciona a la eutanasia con una pena de uno a tres años de reclusión pues se la califica como "homicidio piadoso", aunque se pueden considerar atenuantes e incluso concederse un perdón judicial.
Perú: no está permitida la eutanasia, pero se presentó un proyecto de ley –sin votación hasta el momento – que despenaliza el homicidio piadoso y declara de necesidad pública la implementación de la eutanasia.
Uruguay: la eutanasia no es legal, pero es posible que un paciente decida no recibir un determinado tratamiento de salud en el caso de padecer alguna patología terminal, incurable e irreversible.
Brasil: la eutanasia no está permitida y solo se considera, avalada por el Consejo Federal de Medicina, la suspensión del tratamiento o retirada de los equipos que mantengan los órganos en funcionamiento de un paciente desahuciado.
Argentina: prohíbe la eutanasia por lo que se castiga como homicidio. Desde el año 2012 está vigente la ley de "muerte digna" que garantiza el derecho de los enfermos terminales a rechazar cirugías, tratamientos médicos o de reanimación para prolongar su vida. Esta ley fue aprobada luego de un controvertido caso en el que los médicos se negaban a desconectar los aparatos que mantenían viva a una bebé en estado vegetativo irreversible desde su nacimiento a pesar de la petición de la madre.
México: tiene similar marco legal que Argentina y Brasil gracias a una reforma a la Ley General de Salud aprobada en 2008.
Colombia fue el primer país en hacer legar la eutanasia rompiendo con la tradición que mantenía a América Latina en el grupo de los Estados en los que estaba prohibida.
OTRAS VOCES
La Federación Mundial de Asociaciones para el Derecho a Morir manifestó en sus estatutos que todas las personas deben tener el derecho a morir "con dignidad, lo que significa en paz y sin sufrimiento", y que debe respetarse el deseo libremente expresado por un enfermo informado de su estado de salud.
Esta organización no gubernamental dice que todo adulto que sufre por enfermedades incurables, independientemente de su nacionalidad, profesión, religión, política o decisiones éticas, debería tener varias opciones. Esta ONG tiene 51 asociaciones distribuidas en 23 países.
Stephen Hawking, un referente en el campo de la física y la astronomía, declaró ante la BBC que podría llegar a considerar el suicidio asistido si el cuidarlo se convirtiera en un problema grave o si entendiera que su vida pierde el sentido al no ser productiva. En el Reino Unido, actualmente la muerte asistida es ilegal. Sin embargo, desde la fiscalía de ese país anunciaron que los médicos y enfermeras que ayudaran a los pacientes terminales a acabar con sus propias vidas serían menos propensos a enfrentar cargos criminales.
El famoso físico Stephen Hawking, al igual que muchas otras personalidades importantes, defendía la idea de que las personas tengan opción a la muerte asistida.
Stephen Hawking no solo era conocido por sus descubrimientos en el campo de la física sino también por su lucha sostenida contra la esclerosis lateral amiotrófica. Debido a su experiencia y al inevitable resultado, era considerado una autoridad para emitir su opinión sobre la eutanasia.
LA VOZ DE DIOS
Si bien en la Antigüedad la eutanasia era ampliamente aceptada, esto comenzaría a cambiar radicalmente cuando atentar contra la propia vida pasara a castigarse con la negación de una “cristiana sepultura”; esta consecuencia desde la institución religiosa tendría mucho peso en el mundo occidental ante el dominio de la religión cristiana. Ese rechazo influenció en la legislación civil debido al alcance y repercusiones sociales de ese castigo: la víctima obtenía un entierro degradante y un posterior abandono en la vía pública, luego de la expropiación de todos sus bienes, sin excepciones. Consideraban que las funciones de la Iglesia y del Estado eran desconocidas por quien atentaba contra su vida. Esto era fuertemente condenado por San Agustín pues, según los fundamentos de la misma religión, Dios era quien concedía la vida y también los sufrimientos, entonces, como cristianos, se debía soportar lo que había tocado en suerte. Además, se debe considerar que durante la Edad Media, la Iglesia reglaba las costumbres y las prácticas sociales.
San Agustín consideraba que atentar contra la propia vida era una abominación ya que violaba las leyes cristianas.
Al debilitarse el dominio de la institución eclesiástica, esto fue cambiando. Las decisiones referidas a la vida y la muerte comenzaron a flexibilizarse y complejizarse.
La Iglesia católica considera que el aprecio por la vida humana fue un progreso introducido por el cristianismo y vive el proceso actual como un retroceso.
Actualmente, la eutanasia es un tema que enfrenta un dilema jurídico y ético. Diversas asociaciones luchan contra quienes defienden la posibilidad de elegir una muerte digna. Los argumentos que legitiman a estos grupos van desde el respeto a la voluntad divina hasta el miedo a crear baches jurídicos que den impunidad a posibles asesinatos. Habitualmente, los debates sobre la eutanasia fracasan por prejuicios ya sean religiosos o de otra índole. El tema une y contrapone diferentes posiciones frente a los derechos humanos.
Ilustración de la obra Utopía de Tomás Moro. En su obra, el escritor describía a la eutanasia como un acto habitual en ese lugar ideal.
La eutanasia toca profundamente una fibra sensible en cada uno de nosotros ya que la muerte está estrechamente ligada a la vida: el hecho de apreciar tanto algunas cosas de este mundo se debe a que somos seres finitos que tienen un tiempo limitado en él. Cada posición tiene argumentos que se sostienen desde su particular mirada. Solo queda confiar en la sabiduría de la humanidad para resolver un tema tan delicado como este pues, después de todo, gracias a nuestra superación y nuestras creencias es que estamos aquí.
Michel Eyquem de Montaigne, escritor renacentista, elaboró una serie de ensayos en los que defendía la práctica de la eutanasia.