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Símbolos aztecas

AZTECAS

Los aztecas son un pueblo de filiación nahua que en un momento de la historia llegaron a constituir el núcleo del imperio más extenso de Mesoamérica, allí donde fundaron México-Tenochtitlán.

Mercado Azteca en Tenochtitlán

Asentaron la cabecera de su imperio en un islote del lago Texcoco que hoy se encuentra prácticamente seco y es el lugar del actual asentamiento de Ciudad de México. Para alcanzar el poderío que tuvieron, los aztecas se aliaron con otros pueblos indígenas de la cuenca lacustre del valle de México, Tlacopan y Texcoco, sometiendo a otros pueblos asentados en la zona centro y sur del actual territorio de México.

La llegada de los españoles produjo un cambio en las alianzas de los pueblos aborígenes. Aquellos que estaban sometidos a los aztecas y debían pagarles altos tributos, como los pueblos altépetl, se aliaron con los zempoaltecas y los tlaxcalecas, lo que fue aprovechado por los españoles que llegaron hacia 1519. Al caer México-Tenochtitlán, aquellos que pertenecían a la elite gobernante fueron colonizados y luego restituidos en sus cargos para que continuaran beneficiándose con los privilegios de que gozaban en los tiempos pre hispánicos. Pero el pueblo sufrió las consecuencias en todas sus estructuras, lo que generó también una resistencia que persiste hasta nuestros días.

Aztecas en canoas atacando barco español en el lago Texcoco

HISTORIA

EL VIAJE DE LOS AZTECAS

El origen de los aztecas, habría estado en un lugar llamado Aztatlán o Aztlán, palabra cuyo significado sería “lugar de las garzas”, de allí su denominación de aztatecas o aztecas, aunque a sí mismos se denominaban culhuas-mexicas. Aztatlán, según se cree, era una isla situada en la laguna de Mexcaltitlan, en la costa de Nayarit, y desde allí habrían salido hacia el año 890 para atravesar las regiones del norte de Jalisco y luego, siguiendo el curso del río Lerma, partes de Guanajuato y Michoacán.

Soldado azteca capturado por su adversario

En su peregrinar, los aztecas llegaron a Chapultepec, y sintiéndose seguros por considerarlo un lugar estratégico para la defensa, empezaron a enseñorearse sobre la región. Los vecinos, alarmados, formaron una coalición para resistirlos. La alianza, encabezada por el pueblo de Xaltocan e integrada por casi todos los pueblos del valle, impuso su estrategia y tras derrotarlos los convirtieron en sus siervos confinándolos en Tizapán.

En un momento de su enfrentamiento con los xochimilcas, los culhuas ofrecieron un trato a los aztecas: convertirse en soldados mercenarios que recibirían su libertad a cambio de 8.000 prisioneros enemigos. Los aztecas tomaron los prisioneros que les eran requeridos y Coxcoxtli, señor de Culhuacán, les concedió la libertad y aceptó que se instalarán en Mexícatzingo. En ese lugar construyeron un templo en honor a Huitzillopochtli y pidieron a Coxcoxtli una hija "para tenerla como una reina y venerarla como una diosa". La mujer les fue concedida y cuando la tuvieron la desollaron. Al enterarse Coxcoxtli lo que habían hecho, los mandó a perseguir por sus soldados, quienes los arrojaron a los carrizales, a orillas del lago, donde se refugiaron en un islote abandonado.

Huitzilopochtli, principal deidad de los Aztecas.

FUNDACIÓN DE TENOCHTITLÁN

Según cuenta la historia los aztecas vieron en su nuevo emplazamiento la señal de Huitzillopochtli: el águila devorando una serpiente sobre un nopal y ahí mismo comenzaron a edificar Tenochtitlán en 1345. Doce años después otro grupo de aztecas se estableció en un islote contiguo, fundando Tlatelolco en 1357. Aztecas y Tlatelolco quedaron sometidos al señor de Azcapotzalco, pagando en los primeros años tributos muy onerosos.

Aztecas rindiendo honor a los dioses en Tenochtitlan.

Recién cuando los aztecas conquistaron Culhuacán en 1367 y los tlatelolcas Tenayuca en 1371, alcanzaron el rango de señoríos Tlatelolco y Tenochtitlán.
Bajo el reinado de Huitzilíhuitl derrotaron a los xaltocameca en 1400, a los de Chalco-Atenco en 1410 y combatieron a los de Texcoco en compañía del señor de Tlatelolco y de otros vasallos de Tezozómoc. Esto le valió el reconocimiento de Tezozómoc, quien le dio en matrimonio una hija suya, unión de la que nació Chimalpopoca, quien sucedió a su padre en el trono de Tenochtitlán en 1417, cuando apenas tenía 12 años.

Esclavos trabajando en las ruinas de Tenochtitlan.

Los tributos impuestos a los aztecas fueron disminuyendo hasta que, con la llegada de Chimalpopoca al trono, por afecto a él, Tezozómoc suprimió esas cargas y permitió que los tenochcas gozaran de una situación de privilegio, cosa que disgustó a una parte considerable de los tepanecas.
En 1434, después de años de intensas disputas en la región, se constituyó la Triple Alianza integrada por los señores de Texcoco, de Tenochtitlán y de Tacuba que, de común acuerdo, se repartieron los territorios hasta entonces sojuzgados y establecieron además el convenio de que los señoríos que posteriormente dominasen deberían pagarles tributo: dos quintas partes a Texcoco, otras tantas a Tenochtitlán y solo una a Tacuba.

Año Acontecimineto
1345 Se funda Tenochtitlan
1357 Fundan Tlateloco
1367 Conquistaron culhuacán
1371 Tlatelolcas conquistaron Tenayuca
1400 Derrotan Xaltocameca
1418 Conquistan Texcoco
1434 Se forma la Triple Alianza

LAS GUERRAS FLORIDAS

Aztecas esclavos

Cuando todo parecía marchar a favor de los tetzcocanos y tenochcas, una prolongada sequía sucedida hacia 1450, agravada por su falta de experiencia en la agricultura, dejó al pueblo sin alimento. La hambruna los llevó a buscar soluciones desesperadas como aumentar los sacrificios humanos en gran escala o venderse como esclavos a los mercaderes totonacos por solo veinte mazorcas.

Las guerras floridas tenían un trasfondo religioso, el objetivo era capturar prisioneros para luego sacrificarlos.

Los sacerdotes evaluaron la sequía como la falta de vigor de la tierra y el poco estímulo que le daba el sol, incapaz de infundirle vida. Entonces creyeron que esto ocurría porque no habían sido debidamente fortalecidos con el vino generoso, como llamaban a la sangre humana, por eso debían derramarla con mayor profusión. De acuerdo al calendario de los aztecas y tetzcocanos, el año constaba de 18 meses y 20 días y en cada veintena debía celebrarse por lo menos una fiesta en que se hiciesen sacrificios humanos. Para eso era necesario asegurar el abastecimiento oportuno de víctimas, que por lo general eran prisioneros obtenidos en campañas. Los aztecas llegaron a un acuerdo con los señoríos de Huejotzingo y Tlaxcala, también azotados por el hambre, mediante el cual se establecía la "Guerra Florida" (xochiyáoyotl), que no tenía como fin obtener prisioneros que uno y otro necesitaban para sacrificarlos a sus respectivos dioses. No existía una enemistad real entre ambos grupos, sino un pacto cuyos resultados creían mutuamente beneficioso.

PRESAGIOS Y PROFECÍAS DE LA DERROTA

Emperador Moctezuma y Hernán Cortés intercambiando regalos.

Los aztecas esperaban el retorno del dios Quetzalcóatl tal como lo anunciaban los presagios, que lo describían en su regreso como un hombre blanco. Antes de su llegada -afirmaban- ocurrirían una serie de fenómenos naturales y catástrofes.

Al cumplirse tres años de la ascensión del emperador azteca Moctezuma, comenzaron a cumplirse los presagios. En 1510 se sucedieron un eclipse de Sol y la aparición de un cometa. Al poco tiempo Hernán Cortés desembarcó en las costas de México.

La llegada de Cortés en 1519 a la capital azteca, Tenochtitlán, fue pacífica. Los aborígenes los recibieron creyendo que podían ser enviados del dios Quetzalcóatl, pero Cortés tomó prisionero a Moctezuma y asesinó a numerosos miembros de la nobleza en el Templo Mayor.

El pueblo azteca enfrentado a Hernán Cortés y sus hombres.

El pueblo se sublevó y Cortés obligó a Moctezuma a hablarles para detenerlos. Pero la respuesta fue una lluvia de flechas y piedras que acabó por matar al propio Moctezuma. Los españoles huyeron, pero fueron perseguidos y acuchillados durante la llamada “noche triste”. Solo unos pocos lograron escapar, entre ellos, Cortés.

Los españoles, que obtuvieron el apoyo de los tlaxaltecas, se reorganizaron y aplastaron sangrientamente la resistencia de los aztecas en Tenochtitlán. Una vez sometida toda la región, el rey Carlos V recompensó al conquistador con tierras y riquezas y nombró a Cortés Gobernador y Capitán General de Nueva España, como se denominó al territorio azteca.

Hernán Cortes y sus soldados saliendo de Tenochtitlan con un botín de oro.

COSMOVISIÓN

Para los aztecas el mundo comenzó por el sacrificio voluntario del dios Nanahutzin, quien se arrojó a una hoguera. Desde este comienzo desarrollaron una visión trágica del universo que los llevó a los ritos violentos y a los sacrificios sangrientos. Los primeros sacrificios los hicieron los dioses para alimentar al Sol con sangre de corazón.

Sacerdotes aztecas realizan sacrificios humanos, eliminando el corazón de la víctima.

Cuatro edades o soles se habían sucedido, cada una de ellas terminaba a raíz de un cataclismo. Al terminar la primera, los jaguares destruyeron a los hombres; en la segunda fue el viento; la tercera terminó en una lluvia de fuego; la cuarta en un diluvio. Nuestra Era, colocada bajo el signo de Nahui Ollín (Cuatro Movimientos), perecerá mediante temblores de tierra.

La visión trágica devenida de su relato de la creación, derivó en abundancia de dioses que requerían del sacrificio humano en los rituales, esto hizo que necesitaran de un cuerpo sacerdotal numeroso, encabezado por dos grandes sacerdotes que llevaban el nombre de Quetzalcóatl. Bajo sus órdenes se colocaba una jerarquía escalonada y una escuela encargada de la formación de novicios. Había, además, brujos y magos que, mediante remuneración, predecían el porvenir, curaban las enfermedades y hacían otros servicios análogos.

Los creadores de la vida eran los dioses Ometecutli y Omecihuatl, quienes tuvieron cuatro hijos: Tezcatlipoca, Xipe Totec, Quetzalcóatl y Hutzilopochtli. Para los aztecas el mundo estaba destinado a ser creado y destruido cinco veces, por eso ante la llegada de Cortés creyeron estar viviendo el periodo quinto de la creación, el final. Lo que no tenían era referencia de la eternidad, no había entre ellos noción de la misma. Sus periodos o edades eran:

Primera edad o Naui Ocelot: Precedido por Tezcatlipoca, fue tiempo de gigantes que terminaron devorados por jaguares. El Sol nunca llegó a tener brillo por completo en este período. Duración: 676 años.
Segunda edad o Naui Ehecatl: Tiempo precedido por Quetzalcóatl en el que mundo estaba habitado por humanos convertidos en monos que debieron sobrevivir al viento ocasionado por los huracanes que destruyeron el mundo y el Sol. Duración: 364 años.
Tercera edad o Naui Quihuitl: Fue precedida por Tlaloc, durante su duración el mundo estuvo habitado por seres humanos que se alimentaban de semillas acuáticas y que fueron convertidos en perros, pavos, pájaros y mariposas, destruidos luego por lluvias de fuego. Duración: 312 años.
La cuarta edad o Naui Atl: Precedida por Chalchiuhtlicue, los humanos se alimentaban de Semillas Salvajes y fueron trasformados en peces; esta edad fue destruida por grandes Inundaciones y el cielo se despedazo. Duración: 676 años.


Dios Tezcatlipoca Diosa Chalchiuhtlicue Dios Tlaloc

CULTURA

El calendario Azteca. Los cuatro soles aztecas

La Pirámide del Sol en Teotihuacán, una de las ciudades más grande de Mesoamérica en la época prehispánica.

Los aztecas tenían grandes conocimientos de matemáticas y astrología, lo que se evidencia en su calendario con figuras de sus días, meses y soles, o ciclos cósmicos. Tardaron 52 años en confeccionarlo y se cree que tal demora se debió al uso de herramientas de piedra. El calendario es de 3,6 metros de diámetro y tiene un peso aproximado a las 24 toneladas. Fue terminado en 1479, o sea que es 103 años más antiguo que el Gregoriano, que es el que se usa en la actualidad. Estaba colocado en el Templo Principal, en Tenochtitlán, la capital del Imperio Azteca, en el sur, en posición vertical, y pintado en rojo vibrante, azul, amarillo y blanco. El calendario estuvo desaparecido durante 250 años, después de que los españoles lo enterraran tras la conquista de Tenochitlan. En diciembre de 1790, mientras se realizaban tareas de reparación en la catedral, asentada donde estuviera el centro de la capital azteca, se lo encontró de manera accidental. En la actualidad se exhibe en el Museo de Antropología de México. La Cara de Tonatiuh está en el centro del calendario, alrededor de la cara se encuentran cuatro cuadros que representan los cuatro Movimientos (conocidos también como los Cuatro Soles, o Cuatro Mundos), que representan los diferentes fines (la Forma en que los Mundos terminaron), primero por animales salvajes, después por vientos, por fuego y por ultimo por inundaciones. Los aztecas creían que vivían en el último Mundo.

Tonatiuh, Dios del Sol.
El siguiente círculo muestra veinte recuadros, cada uno contiene el nombre de los veinte días del mes Azteca:
Coatl, Cuetzpallin, Calli, Ehecatl, Cipactli, Xochitl, Quiahuatl, Tecpatl, Ollin, Cozcacuauhtli, Cuauhtle, Ocelotl, Acatl, Malinalli, Ozomantli, Itzquintli, Atl, Tochtli, Mazatl, Miquiztli

El año azteca consiste de 18 meses, cada uno contiene 20 días, y cada mes tenía un nombre propio; así que esto cubre los 360 días. Cinco puntos fueron adheridos al circulo, que son conocidos como: Nemontemi y que son los días de Sacrificio.

El siguiente círculo está compuesto de cuadros o secciones con Cinco puntos, probablemente representan las semanas con cinco días. Después hay ocho ángulos que dividen el calendario en Ocho partes, que representan los Rayos del Sol orientados hacia los puntos cardinales. En la parte baja del calendario, dos enormes serpientes encierran el calendario y se encuentran cara a cara. Sus cuerpos son divididos en secciones donde están marcados los ciclos de 52 años. A cada inicio de ciclo prendían un fuego. Un cuadrado está tallado entre las colas de las serpientes, en el cual se encuentra la fecha 13 Acatl. Esto corresponde a 1479, el año en que el Calendario fue terminado. Ocho hoyos aparecen esparcidos igualmente en la orilla del calendario, en ellos colocaban palos para que la sombra cayera sobre las figuras del calendario, esto hace suponer que se usaba también para determinar el tiempo Solar.