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Cómo enseñar a sumar y restar

Los números naturales son los primeros que utilizan las personas desde muy pequeñas. Cuando la mamá le indica a su hijo que coma “una” cucharada más, al jugar a las escondidas y contar hasta “diez”, al colocarse un “par” de medias, etc. Los niños están en contacto con los números desde muy temprana edad. Esta relación natural entre el número y el niño puede quebrarse al momento de incluir los cálculos matemáticos. Para que eso no ocurra, el docente debe mantener la enseñanza de las operaciones matemáticas dentro de un marco de cotidianeidad. Diagramando actividades que permitan que los alumnos puedan percibirlas como parte de sus vidas. Evitando de este modo la usual pregunta que en años posteriores surge: ¿Para qué me sirve esto?

Orientaciones generales

Inicialmente se los debe incentivar en el cálculo mental, en la reflexión, que les permitirá posteriormente desarrollar el cálculo escrito. Los alumnos deben lograr elegir la forma más conveniente de resolver una situación problemática. El docente debe motivar al estudiante para que memorice algunos cálculos, que luego los utilizará en futuras composiciones y descomposiciones de números.

Los niños deben adquirir diversas estrategias para la resolución de problemas e identificar los cálculos necesarios para cada caso particular.

Para la enseñanza de las matemáticas en el primer ciclo de primaria, el docente debe utilizar el desarrollo de recursos de cálculo como una de las primeras herramientas para la comprensión de situaciones problemáticas. Uno de estos recursos, es el conteo.

Las estrategias que adquirirán los alumnos, dependen de que exploren las propiedades de los números, que en años posteriores aprenderán como tales.

En el caso particular de la suma y la resta, se pueden utilizar descomposiciones para obtener las soluciones requeridas.

Un ejemplo de ello es el siguiente:

En este caso se realizaron descomposiciones de los sumandos para facilitar la operación.

65 + 78=

60 + 5
70 + 8
------------
130 + 13 = 143

Estas descomposiciones dependen de los cálculos mentales que realice cada alumno. La misma suma podría resolverse de otras formas, como la siguiente:

50 + 15
50 + 28
-------------
100 + 43 = 143

En la resta se trabaja del mismo modo:

125 - 84=

120 + 5
-80 + -4
-------------
40 + 1 = 41

Situaciones problemáticas con sumas y restas

Con respecto a los problemas, se requiere la inclusión de cálculos con respuesta aproximada. De este modo los alumnos podrán realizar estimaciones.

Los algoritmos de cálculo, como los desarrollados en los ejemplos anteriores, se utilizan luego de que los niños cuenten con conocimiento de cálculos memorizados, cálculo mental y hayan explorado los cálculos estimativos.

El docente debe abordar este tema, utilizando todos los sinónimos posibles que le permitan al alumno relacionar conceptos. Para la suma por ejemplo, puede presentarle problemas que incluyan las palabras, unir, ganar, agregar, avanzar, etc. Mientras que en la resta puede utilizar términos como quitar, retroceder, perder, descontar, etc.

El maestro sugerirá al alumno que realice sus anotaciones en forma organizada, así, paulatinamente incluirá símbolos que permitan escribir el proceso mental del estudiante.

Algunos ejemplos de problemas con sumas y restas son:

  • Si tengo 15 galletitas de chocolate en un recipiente y agrego 11 galletitas de vainilla. ¿Cuántas galletitas tengo en total?
  • Tenía 26 figuritas y regalé 6. ¿Cuántas figuritas me quedaron?
  • En un minibús escolar hay lugar para 2 niños adelante y 8 niños atrás. ¿Pueden subir 7 niños?

Esta última situación problemática pone en juego la estimación por parte del alumno.

También es útil la realización de juegos, por ejemplo alguno en el que se tenga que avanzar y retroceder casilleros, a fin de motivar la ejercitación de cálculos mentales.

Las actividades deben ser cortas, variadas y en lo posible divertidas. De ese modo se los motivará, teniendo en cuenta de que deben ser felicitados en sus aciertos, pero no abochornados por su fracaso.

Y por último, el docente debe alternar las actividades, siendo éstas individuales, en grupos o de toda la clase. Es necesario recordar que en los primeros años de la escuela primaria, los niños no pueden permanecer quietos mucho tiempo, por ello una buena planificación de la clase es indispensable para que la misma sea satisfactoria tanto para los alumnos como para el maestro.