Los triángulos conforman una de las figuras básicas de la geometría plana, y disponen de ciertas propiedades entre sí, entre las cuales podemos mencionar:
Según sus ángulos, los triángulos se clasifican en:
Triángulo Rectángulo:
Se considera rectángulo si uno de sus ángulos es recto, es decir mide 90º.
Triángulo Acutángulo:
Se considera acutángulo si todos sus ángulos son agudos, es decir, miden menos de 90º.
Triángulo Obtusangulo:
Se considera obtusángulo si uno de sus ángulos es mayor a 90º.
Triángulo Equilátero:
Se considera equilátero si sus tres lados disponen de igual tamaño.
Triángulo isósceles:
Se considera isósceles si dos de sus lados disponen de igual tamaño.
Triángulo escaleno:
Se considera escaleno si ninguno de sus lados son de igual tamaño.