El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo llegando a pesar en un adulto 1,5 Kg. Este órgano recibe permanentemente alrededor de unos 473 ml sangre (correspondientes al 13% del volumen total del cuerpo) y consta de dos lóbulos principales que, a su vez, están formados por miles de lobulillos. Estos lobulillos se conectan con pequeños conductos que, a su vez, están conectados con conductos más grandes que finalmente forman el conducto hepático. El conducto hepático transporta la bilis producida por las células del hígado hacia la vesícula biliar y el duodeno.
El hígado participa del sistema excretor ya que sus células hepáticas representan sistemas químicos complejos que ayudan a la función de todo el organismo, como la síntesis de proteínas, modificación de la composición de las grasas, transformación de las proteínas y grasas en carbohidratos, y de productos de desecho nitrogenados como la urea.
Hígado.
Al hígado llega la vena portal, la cual transporta los compuestos absorbidos en el intestino y en el estómago, incluyendo las substancias que podrían causar toxicidad; también llega la arteria hepática, la cual transporta hasta un 25% del gasto cardíaco y se encarga de oxigenar todos los tejidos del hígado.
Entre las funciones más conocidas del hígado se incluyen las siguientes:
1. La producción de bilis, que ayuda a eliminar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión.
2. La producción de determinadas proteínas del plasma sanguíneo y la producción de colesterol y proteínas específicas para el transporte de grasas a través del cuerpo.
3. La conversión del exceso de glucosa en glucógeno de almacenamiento (glucógeno que luego puede ser convertido nuevamente en glucosa para la obtención de energía).
4. La regulación de los niveles sanguíneos de aminoácidos, que son las unidades formadoras de las proteínas.
5. El procesamiento de la hemoglobina para utilizar su contenido de hierro (el hígado almacena hierro) y la conversión del amoníaco tóxico en urea (la urea es un producto final del metabolismo proteico y se excreta en la orina).
6. La depuración de la sangre de drogas u otras sustancias tóxicas y la regulación de la coagulación sanguínea.