La física del clima
El Niño es un fenómeno natural que resulta de la interacción entre el océano y la atmósfera. Se produce por las oscilaciones barométricas que afectan la circulación de los vientos alisios provenientes del Pacífico Sur, el calentamiento de las aguas superficiales del mar, las variaciones del nivel del mismo y la influencia de la convergencia intertropical, entre otras variables.
El Niño origina cambios climáticos con altas temperaturas y fuertes precipitaciones que causan efectos desastrosos en la agricultura, las vías de comunicación y los centros poblados. Afecta particularmente a la costa norte de Perú y sur de Ecuador. Produce cambios en la ecología marina que perjudican la pesca tanto industrial (principalmente la de anchoveta y sardina) como artesanal, por la migración de especies marinas debido al calentamiento del mar.
Fuertes lluvias en las montañas pueden ocasionar peligrosos desplazamientos de tierra y aludes.
La contaminación ambiental produce un efecto de invernadero haciendo que las estaciones del año tengan temperaturas más extremas.
Este fenómeno es de gran importancia para las poblaciones y ciudades ubicadas en la zona intertropical, principalmente en América del Sur, debido a las intensas lluvias que afectan tanto a las costas atlánticas como a las del Pacífico. Para ofrecer un mejor pronóstico, muchas instituciones científicas de la región usan la física computacional para realizar modelos físicos-matemáticos en base a un análisis estadístico de 445 estaciones de los Servicios Meteorológicos de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela; de esta manera, se generan simulaciones computacionales de los eventos del clima que ofrecen algunas predicciones. Los países anteriores conforman el CIFEN Centro Internacional Para la Investigación del fenómeno El Niño.
¿Por qué se llama el Niño? Se debe a que los pescadores peruanos y ecuatorianos bautizaron con el nombre de el Niño Jesús la corriente de agua caliente que comienza a manifestarse en la época navideña y que reduce, en ocasiones, dramáticamente la captura de anchoas. ¿Y la Niña?, hay dos componentes claves, uno a nivel atmosférico y otro a nivel oceánico. Con foto en el oceánico, a diferencia de lo que sucede durante el Niño, en la Niña se genera un enfriamiento anómalo de las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial, central y oriental. En consecuencia, la atmósfera se enfría y por la falta de calidez el agua no se evapora, lo que disminuye el nivel de lluvias y tormentas de forma anómala.