Durante toda la vida nos mantenemos regidos por un ritmo constante para el cual siempre se requiere de tiempo, muchos se angustian por no tener suficiente tiempo para todas sus actividades, toda nuestra vida avanza bajo el rigor de un tiempo que no se detiene, pero pocos pueden definir… ¿qué es en realidad el tiempo?
Incluso para los científicos más experimentados, es difícil poder especificar un concepto del tiempo, el tiempo no es algo físico que podamos tocar o ver, pero sentimos que trascurre y lo medimos gracias al cambio del medio que nos rodea; de esta forma, el tiempo es un concepto físico que permite medir los cambios de los cuerpos. Para poder percibir qué ha trascurrido un determinado lapso de tiempo, requerimos ver cambios en nuestro entorno, sea que veamos cómo el día y la noche se presentan, cómo se mueven los cuerpos a nuestro alrededor e, incluso, cómo vamos cambiando físicamente a medida que envejecemos; todos estos cambios están asociados al trascurrir del tiempo. Nuestros patrones de medidas del tiempo se basan en cambios periódicos que logramos detectar continuamente, de este modo, definimos que pasó un día al ver salir de nuevo al Sol por el horizonte, que transcurrió casi un mes al ver repetirse un cambio de fase de la Luna por completo, y que un año nuevo ha llegado cuando pasamos por un mismo punto de la órbita terrestre.
En la vida cotidiana, usamos los relojes para medir el tiempo, el cual utiliza como unidades los segundos, minutos y horas, que derivan de la división en grados de la rotación de la Tierra durante un día completo.