La explotación minera se realiza para obtener de manera selectiva minerales y otros materiales de la corteza terrestre, esto supone la existencia de una concentración de mineral, elemento o roca con un valor económico que sustente esta explotación con beneficio para quien emprende esta actividad primaria.
Lo dicho sobre la explotación minera implica el cumplimento de la ecuación:
Valor Producción = Costes + Beneficios
El valor de la producción deviene de la valoración económica del yacimiento, valoración que se obtiene mediante la investigación que permite establecer la naturaleza y características de la mineralización. A partir de estos datos se analiza el costo que implica la explotación minera del yacimiento.
Son muchos los factores que intervienen en la formación del costo y no todos se pueden modificar. Por ejemplo, si el yacimiento está localizado a una distancia importante de centros de transporte o consumo, habrá un costo a asumir; pero otros factores son más flexibles y dependen de las decisiones que se tomen. Abordar una explotación a cielo abierto o subterránea tiene consecuencias de peso en la formación del costo. Pero hay que aclarar que esta decisión tiene condicionantes como la profundidad del yacimiento y la geometría (si está dispuesta de modo horizontal o vertical, su espesor). De todos modos, en todos los casos existe un grado de libertad, mayor o menor, que permite hacer una evaluación y elegir entre distintas alternativas la que se visualice como la más adecuada para cada yacimiento en busca de que la ecuación se cumpla, objetivo que no siempre se logra.
El negocio minero en el mundo
La explotación minera como negocio está experimentando cambios de importancia que tienen que ver con diversas razones. Los principales cambios son:
1. Avances tecnológicos que permiten reducir los costos de operación, lo que ha estimulado las inversiones en el sector.
2. Consolidación de algunas compañías transnacionales que están emergiendo como líderes en la industria.
3. Privatización de importantes compañías estatales, apertura de exploración y desarrollo de esfuerzos para privatizar los actores del sector en los mercados emergentes.
4. El desplazamiento de nuevos desarrollos mineros hacia los países de economías emergentes, donde se encuentran las mayores reservas minerales con menores costos de producción.
El negocio minero no tiene forma de influir en la cotización de sus productos, por tanto las empresas del rubro buscan desarrollar los depósitos que requieran un menor costo operacional, como forma de compensar los vaivenes en las cotizaciones. Para ello necesitan yacimientos de gran envergadura que les permiten reducir por escala el costo por tonelada, afrontando riesgos financieros mediante la asociación entre empresas del sector, lo que implica también una manera de reunir el capital necesario para el emprendimiento.
CLASIFICACIÓN DE PROCESOS Y MINAS
Una clasificación basada en el proceso geológico que ha dado origen a la concentración de minerales permite diferenciarlos en dos grandes grupos:
Por los efectos de esta clasificación y en función práctica se puede hablar de dos tipos de minas: las de superficie y las subterráneas.
Minas de superficie
La extracción en estos yacimientos requiere remover gran cantidad de tierra con maquinaria y explosivos, de este modo se crean inmensos cráteres que pueden llegar a ocupar más de 100 hectáreas y una profundidad de 200 a 800 metros.
Se caracterizan porque el proceso extractivo se lleva a cabo en la superficie del terreno utilizando maquinaria de gran tamaño. Como ejemplos de este tipo de minas se pueden citar a Chuquicamata, La Escondida y Pascua Lama (Chile), Ernest Henry (Australia), Minas de Riotinto y Minas de Tharsis Huelva (España), Alumbrera- Pirquitas- Manantial Espejo (Argentina) y el Cerrejón (Colombia), la más grande de este tipo en el mundo, con una extensión de 69.000 hectáreas y capacidad de producción de carbón.
Las minas de superficie pueden a su vez clasificarse en cuatro tipos distintos que son: las minas a cielo abierto; las explotaciones al descubierto; las canteras y las minas de placer.
Minas a cielo abierto: Por lo general son de metales, tienen la forma de grandes fosas en terraza, con profundidad y anchura en aumento. Abundan en Sudáfrica, donde se explota la chimenea kimberlita, depósitos de mineral en forma cilíndrica que ascienden por la corteza terrestre.
El primer paso para la explotación se da con la perforación y voladura de la roca. Esta se carga en camiones usando grandes palas que pueden ser hidráulicas o eléctricas, o utilizando excavadoras de carga frontal. La tecnología de punta incluye palas que descargan directamente en una trituradora móvil, desde la que se saca de la mina la roca triturada en cintas transportadoras. El mineral se transporta a la planta de recuperación, en tanto el desecho se arroja en zonas asignadas para tal fin. Puede aparecer una tercera categoría de material, el mineral de baja calidad. En ese caso se lo almacena por si en el futuro tuviera utilidad.
Muchas minas empiezan como minas de superficie y, cuando llegan a un punto en que es necesario extraer demasiado material de desecho por cada tonelada de mineral obtenida, se empiezan a utilizar métodos de minería subterránea.
Explotaciones al descubierto: Su uso es frecuente, sobre todo para la extracción de carbón y lignito. La diferencia con las minas de cielo abierto está en el desecho extraído para descubrir las vetas de carbón que, en lugar de ser transportadas a zonas de vertido alejadas, se vuelven a dejar en la cavidad reciente. De este modo las minas avanzan rellenando el terreno y devolviéndole su fisonomía original. Esto hace que alcancen su mayor extensión en poco tiempo. Al completar la explotación el foso que queda se rellena con material de la excavación o puede convertirse en un lago.
Una parte del equipo utilizado es el mismo que se requiere para la explotación de las minas a cielo abierto. Para obtener las rocas de desecho situadas por encima, la llamada sobrecarga, se emplean los equipos más grandes de toda la minería. En Alemania existe una excavadora de cangilones1 que puede extraer 250.000 m3 de material diario. La máquina va montada sobre orugas y es automotriz. Otra máquina de gran tamaño que se emplea sobre todo en explotaciones al descubierto es la excavadora de cuchara de arrastre; una de estas máquinas, empleada en el Reino Unido en el pasado, extraía 50 m3 de sobrecarga cada vez.
Canteras: Se asemejan a las minas a cielo abierto, pero las diferencias están en los minerales extraídos que en este caso suelen ser industriales y materiales de construcción. Por lo general su desecho es mucho menor porque casi todo el material que se extrae es aprovechable. Esto significa que al final de su vida útil en el terreno explotado queda una gran excavación. A pesar de ello, dada la baja cotización de los materiales que se extraen, para que resulten rentables deben localizarse cercanas a los mercados para compensar, bajando el costo del acarreo. Este es el motivo por el que muchas canteras se encuentran cercanas a grandes conglomerados urbanos, lo que le agrega valor a las cavidades generadas que luego serán utilizadas como vertederos de residuos.
Minas de placer: Se da este nombre a los depósitos de partículas minerales mezcladas con arena o grava. Suelen encontrarse en los lechos de los ríos o sus alrededores, ya que en su mayoría son graveras2 de ríos actuales o graveras de ríos fósiles desaparecidos. En esta categoría también se cuentan los depósitos de playas, los sedimentos de lecho marino y los depósitos de glaciares. Los procesos de conformación de este tipo de minas hacen que en ellas se encuentren minerales ya liberados de la roca circundante. Por esto es que el proceso de extracción es relativamente sencillo, con sistemas simples que no exigen grandes movimientos de tierra ni el uso de productos químicos para obtener el contenido útil. El material extraído puede depositarse en zonas ya explotadas a medida que va avanzando la mina, a la vez que se recupera la superficie. Las minas de placer terrestres emplean equipos similares a los de otras minas de superficie. Sin embargo, muchas minas de placer se explotan mediante dragado.
Minas subterráneas
También llamadas de socavón, son las que desarrollan su actividad debajo de la superficie terrestre. La maquinaria utilizada para las tareas es pequeña, sobre todo si se la compara con la usada en las explotaciones a cielo abierto, dadas las limitaciones que impone el tamaño de las galerías. Este sistema está caracterizado por los túneles, cavernas, bocamina o emboquille, cuartel, galería, pozo, chimenea, etc. Los métodos de explotación se dividen a su vez en soportados por pilares, soportados por relleno y de hundimiento. Actualmente la mina subterránea más grande del mundo es “El teniente”, en Chile, que tiene túneles por más de 3.000 km.
La minería subterránea se puede subdividir en minería de roca blanda y minería de roca dura. Los ingenieros de minas hablan de roca "blanda" cuando no exige el empleo de explosivos en el proceso de extracción. En otras palabras, las rocas blandas pueden cortarse con las herramientas que proporciona la tecnología moderna. La roca blanda más común es el carbón, pero también lo son la sal común, la potasa, la bauxita y otros minerales. La minería de roca dura utiliza los explosivos como método de extracción.
Minería subterránea de roca blanda: Este tipo de minería en Europa está asociada principalmente a la extracción de carbón. Para obtenerlo se perfora la veta excavando dos túneles paralelos distantes entre sí unos 300 m (entradas). A continuación se abre una galería que los une y se comienza a trabajar sobre una de sus paredes para la extracción. Este frente se equipa con sistemas hidráulicos de entibado extremadamente sólido para crear un techo que soporte al de roca que queda por encima. En su zona frontal se ubica una cadena transportadora a cuyos lados se sostiene una máquina de extracción, la cizalladora, que se ocupa de cortar el carbón mediante el uso de un tambor cilíndrico con dientes que gira contra el frente de carbón. Los trozos de carbón cortados caen a la cadena transportadora, que los lleva hasta el extremo del frente de pared larga. Es allí donde se produce el paso a la cinta transportadora que lo lleva al pozo o lo saca de la mina. Una vez cortada la longitud del frente, se avanza con el sistema de soporte haciendo que la cizalladora comience a cortar en sentido opuesto para extraer así otra capa de carbón. El techo que queda detrás de los soportes hidráulicos cede y se desploma. De esta manera la extracción provoca una depresión del terreno que se sitúa por encima. Para evitar este efecto, en algunos lugares la extracción se realiza utilizando cámaras y pilares que permiten el uso de máquinas de extracción continua que abren una red de túneles paralelos y perpendiculares, dejando los pilares de carbón que sostienen el techo. Así se desaprovecha combustible, pero se logra, por lo general, que la superficie ceda menos.
Minería subterránea de roca dura: Por lo general en la roca dura para la extracción se recurre a la perforación y voladura. El primer paso consiste en la realización de agujeros con perforadoras de aire comprimido o hidráulicas; luego se insertan barrenos en los agujeros y se los hace explotar, de manera que la roca se fracture y pueda ser extraída. Con máquinas de cargas especiales se recoge la piedra volada y se la transporta hasta galerías generosamente inclinadas. La roca cae por las galerías y es recogida en el pozo de acceso utilizando contenedores especiales (cucharones), para sacarla de la mina. Después lo que es mineral se lo traslada a la planta de procesado y lo que es material de desecho al vertedero.
GRANDES EMPRENDIMIENTOS, GRANDES INCONVENIENTES
La Mega-minería o minería a cielo abierto, pone en dificultades a los recursos naturales del planeta, dejando un pasivo ambiental de gran magnitud, que ni las generaciones futuras podrán salvar
Las consecuencias que acarrean los grandes emprendimientos mineros y las minas a cielo abierto perjudican a la población. Regular la actividad de las grandes compañías multinacionales involucradas en el rubro, no es tarea sencilla. Sus actividades combinan la explotación a cielo abierto con el uso de sustancias contaminantes como el cianuro o el ácido sulfúrico. Se emplean grandes cantidades de energía y aproximadamente un millón de metros cúbicos de gas natural diarios, además de importantes volúmenes de agua durante largos periodos. A esto se suma la generación de pasivos ambientales importantes como escombreras, diques de cola y pilas de sal. La voladura de las montañas exige el uso de 9 toneladas de explosivos, 10 de cianuro para separar el oro de la roca y 300 mil litros de agua potable por día. El agua contaminada con tóxicos y metales pesados se deposita en piletones (diques de cola) que al fracturarse terminan en ríos, arroyos y acuíferos, dañando a la población que los utiliza. Para dar una idea, un anillo de oro es el equivalente a 18 toneladas de desechos tóxicos.
EL ROL DEL ESTADO
Las consecuencias devastadoras que puede generar la explotación minera, tanto en el medio ambiente como en las poblaciones en torno a las cuales se lleva a cabo la actividad, exigen, para ser evitadas o al menos reducidas a su mínima expresión, la aplicación de políticas adecuadas que deben ser establecidas y controladas por el Estado mediante entes de regulación.
EL EJEMPLO DE FAMATINA
El cerro Famatina, en la provincia argentina de La Rioja, tiene una larga tradición minera ligada a la extracción de oro, plata y hierro. Ya los Incas en el periodo prehispánico realizaban extracciones en este cerro que en el siglo XIX comenzó su auge en la materia que se trata. Este auge se consolidó al comenzar el siglo XX con la apertura de una mina altamente mecanizada como fue “La Mexicana”, pero duró solo hasta 1929 cuando la crisis financiera mundial dictaminó su final.
En junio de 1999 comienza una nueva etapa en la región cuando la empresa canadiense Corriente Resources Inc. compra un proyecto de explotación a la empresa provincial Yamiri S. A. y anuncia en setiembre del mismo año el descubrimiento de vetas con alto contenido en oro. Pero a partir de 2004 comienzan las movilizaciones en contra del proyecto acusando a la empresa, por entonces a cargo de la Barrick Gold Corporation, de liberar metales pesados mediante explosiones que afectan el ecosistema de la región.
Bajo las consignas "El Famatina no se toca" y de "Agua sí, oro no", los pobladores realizan cortes de ruta y pintan numerosos murales en Famatina con motivos en contra de la construcción minera. De esa manera lograron, en principio, frenar la obra. Finalmente, la intención de Barrick de explotar el cordón montañoso de Famatina, fue abandonada en 2007 tras las movilizaciones, campañas informativas y cortes de ruta.
Pero a finales de agosto de 2011 la empresa canadiense Osisko Mining Corporation adquiere el contrato para retomar la explotación, lo que origina el retorno de las protestas. Luego de largas controversias en julio de 2013, ante la resistencia de las organizaciones sociales y asambleas regionales, el gobierno provincial rescindió el contrato con los canadienses.
1 Recipiente usado para el transporte.
2 Conjunto de materiales, de tamaño mayor que la arena, procedentes de minerales y rocas fragmentados por los agentes atmosféricos.