Lejos quedaron los tiempos en que todos los periodistas eran personas famosas, productores de información que encontrábamos en la pantalla del televisor y en el espectro radiofónico. Hoy, las nuevas tecnologías ponen toda la información a tu alcance, en variados soportes y formatos, y el periodista podés ser vos.
Por Conectar Igualdad
En el viejo periodismo, los lectores —¡cómo no!— leían. Pero se limitaban a eso: compraban el diario y leían. O miraban televisión y, en el mejor de los casos, comentaban las noticias con amigos y colegas. O escuchaban la radio, que hasta hace un tiempo fue el más interactivo de los medios, en tanto te permitía comunicarte de una manera más o menos inmediata… siempre que tuvieras la suerte de poder comunicarte.
Con la llegada de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, todo cambió. De pronto, los lectores se convirtieron también en productores de información y comenzaron a interactuar con las noticias de nuevas formas. Simultáneamente empezaron a cuestionar el rol de los grandes medios, obligándolos a adecuar sus contenidos a los gustos y necesidades de los nuevos consumidores.
Primero fueron los blogs
Durante los primeros años de internet, no era sencillo para los usuarios producir contenidos. Servicios como el de GeoCities —que ya no existe— o cualquiera que ofreciera páginas personales resultaban revolucionarios, pero en verdad publicar información en tiempo real y actualizarla era bastante complicado.
Con la aparición de la web 2.0 y los servicios de blogging, las cosas cambiaron radicalmente. Crear un blog en WordPress o Blogger, entre muchas herramientas más, es muy fácil, y configurarlo toma unos segundos. Ni siquiera hace falta saber de programación o diseño: el sistema ofrece plantillas prediseñadas y simplemente podés elegir la que más te guste… y publicar, publicar, publicar. Sin demoras.
Esa extrema facilidad de uso y su inigualable capacidad para publicar información instantánea hicieron que la aparición de los blogs realmente revolucionara el mundo del periodismo. Incluso iniciativas estéticamente muy simples, que utilizaron únicamente las opciones predeterminadas del sistema, como Blog de Viajes, lograron una repercusión altísima. En muchos casos, estos proyectos se convirtieron en un buen negocio o una buena plataforma de lanzamiento para sus jóvenes creadores.
Y llegaron las redes sociales
El fenómeno que las redes sociales produjeron en el periodismo es muy interesante. Si los blogs dieron, tanto a los lectores como a los periodistas por fuera del circuito de los grandes medios, la ocasión de publicar, las redes sociales —en particular, Facebook y Twitter— aportaron la posibilidad de que la información circulara a una escala hasta hace un tiempo impensada para quien no contara con la estructura mecánica de un medio masivo.
La mezcla de consumo de medios, publicación en blogs y réplica en redes sociales ha sido explosiva. No solo democratizó muchísimo el acceso a la información; también dio lugar a una nueva generación de periodistas que pueden pensarse como tales al margen de su inserción en un medio masivo. Periodistas que pueden ejercer su profesión de manera completamente independiente. Y en cualquier momento, desde cualquier lugar, con equipamiento accesible.
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