Citomegalovirus

El Citomegalovirus (CMV) pertenece a la familia de los virus que causan el herpes. Está relacionado con los virus que causan varicela y mononucleosis. En la mayoría de las personas, el CMV no presenta síntomas. Al igual que otros virus que causan el herpes, el Citomegalovirus permanece latente en tu cuerpo después de la infección inicial, pero se puede reactivar si el sistema inmunitario está debilitado, y provocar lo que se conoce como Citomegalovirosis recurrente.

La infección con el virus, puede ser seria en el caso de los bebés y las personas inmunodeprimidas.

Es el virus que se transmite con más frecuencia a los bebés durante el embarazo. En general estos bebés no presentan problemas de salud, pero en algunos casos pueden desarrollar discapacidades.

¿Cómo se transmite?

El Citomegalovirus se puede transmitir a través del contacto directo con fluidos del organismo de una persona infectada tales como saliva, orina, heces, semen, secreciones vaginales, sangre, lágrimas y leche materna.

Durante el embarazo, se puede transmitir el virus a través de la placenta. O cuando el bebé está en contacto con fluidos infectados durante el parto o, más tarde, a través de leche materna infectada.

La mayoría de los bebés que contraen el Citomegalovirus durante el parto o a través de la lactancia (especialmente los bebés nacidos a término) presentan pocos síntomas o ninguno. Por esto, las madres infectadas pueden tener un parto vaginal y, en la mayoría de los casos, amamantar a sus bebés.

¿Cuáles son los síntomas?

La mayoría de las personas no presenta síntomas.

En el caso de una infección aguda por CMV (mononucleosis por CMV), los síntomas más frecuentes son:

  • Inflamación de ganglios linfáticos, especialmente en el cuello
  • Fiebre
  • Fatiga
  • Inapetencia
  • Malestar
  • Dolores musculares
  • Erupción cutánea
  • Dolor de garganta

¿Cuál es el tratamiento?

En el caso de la mononucleosis por CMV, al cabo de de 4 o 6 semanas, el paciente se recuperara sin medicación.

En general se recomienda descanso y tratamiento para aliviar los síntomas.

¿Cómo se previene?

Aunque no hay una forma definitiva de evitar una infección, se puede disminuir el riesgo observando las siguientes precauciones:

  • Lavarse las manos con frecuencia y siempre que se toquen pañales o la saliva de un niño pequeño. Restregarlas con agua y jabón durante 15 a 20 segundos.
  • No compartir alimentos, cubiertos para comer o vasos con niños pequeños.
  • Evitar el contacto sexual con una persona infectada.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/475-citomegalovirus#sthash.XshmBNMj.dpuf