Es el derrame de sangre fuera o dentro del organismo como consecuencia de la rotura de los vasos sanguíneos.
Si la pérdida de sangre es muy abundante debe ser controlada ya que en pocos minutos puede ser masiva y causar un shock, e incluso la muerte. En estos casos se debe llamar al número de emergencias o llevar a la víctima al centro de salud más cercano.
¿Qué hacer?
La medida más importante para el sangrado externo es aplicar presión directa para detener la hemorragia.
1. En lo posible, lávese siempre las manos antes y después de administrar los primeros auxilios a una persona que esté sangrando.
2. Haga presión con la mano, con una gasa o un pañuelo limpio sobre la herida. Si continúa sangrando, ponga más gasa u otro trapo limpio, sin quitar el anterior y continúe presionando.
3. Si la herida se encuentra en una pierna o brazo, eleve dicho miembro por encima del nivel del corazón para ayudar a reducir la hemorragia.
4. Si presenta salida de sangre por la boca, oído, nariz, etc., puede tratarse de una hemorragia interna. En ese caso, coloque una bolsa de hielo en la parte afectada y espere la llegada del personal de emergencia.
Lo que no hay que hacer
• NO aplique un torniquete para controlar el sangrado, excepto como último recurso, pues hacerlo puede causar más mal que bien.
• NO hurgue una herida ni saque un objeto incrustado en ella, pues esto generalmente provoca más sangrado y daño.
• NO retire un apósito si está empapado en sangre. En vez de esto, coloque un nuevo vendaje encima.
• NO trate de limpiar una herida grande, ya que esto puede causar un sangrado más profuso. Consiga ayuda médica.
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)
http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/438-hemorragia