Serpiente Lamón (Bothriopsis oligolepis y Bothrops chloromelas)

El nombre común de serpiente labón se ha utilizado para referirse a dos especies de víboras que habitan en Perú, que son la Bothriopsis oligolepis y la Bothrops chloromelas. Ambas especies son venenosas, poseen fosetas loreales termosensibles localizadas entre el ojo y la fosa nasal que emplean para poder detectar y localizar a sus presas con mayor precisión.

La Bothrops chloromelas es una de las especies conocidas como serpiente de lamón. Su particular coloración le permite mimetizarse entre la densa capa vegetal que abunda en la selva alta donde habita. Autor fotográfico: Thibaudaronson

Ficha técnica

  • Nombre común: serpiente lamón (a veces llamada achu – jergón)
  • Reino: Animalia
  • Filo: Chordata
  • Subfilo: Vertebrata
  • Clase: Reptilia
  • Orden: Squamata
  • Suborden: Serpentes
  • Familia: Viperidae
  • Subfamilia: Crotalinae
  • Género: Bothriopsis y Bothrops
  • Especie: B. oligolepis y B. chloromelas
  • Tamaño: entre 50 y 120 cm de largo

Características

Son especies de contextura fuerte, coloración oscura entre pardo y oliva con patrones de franjas negras transversales en el lomo, las cuales presentan bordes de color verde claro. Poseen una disposición de escamas ásperas y quilladas en dos o tres columnas que se extiende hasta la su cola que es corta y afinada abruptamente. Estas serpientes tienen una cabeza triangular, cuello corto y las pupilas son eléipticas.

En cuanto a la taxonomía, en la actualidad existen debates relacionados a la inclusión del género Bothriopsis dentro del género Bothrops en cuyo caso este último sería un grupo parafilético. Asimismo, hay investigadores que consideran a estos dos géneros como sinónimos aunque en la mayor parte de la literatura se contemplan por separado.

Veneno

Los géneros Bothrops y Bothriopsis son dos especies capaces de inocular un potente veneno a través de sus colmillos superiores huecos y móviles (solenoglifa). Este veneno está formado principalmente por proteínas y polipétidos el cual es empleado por el animal para cazar, ayudar a digerir a sus presas y también como medio de defensa.

La mordedura de la serpiente labón afecta la piel, el sistema músculo esquelético y varios órganos, e incluye síntomas como dolor intenso en el miembro donde ocurrió la mordedura, seguido de un edema y posterior equimosis y ampollas que pueden convertirse en necrosis. También es posible que se manifiesten hemorragias, alteraciones en tiempos de coagulación y problemas renales. El tratamiento recomendado en todos los casos consiste en la administración del suero específico, conjuntamente con el tratamiento sintomático y local.

El veneno de la serpiente de lamón posee acción proteolítica, coagulante, vasculotóxica y nefrotóxica.

Afortunadamente, la serpiente de lamón está presente en zonas boscosas escasamente pobladas y existen pocos registros sobre mordeduras de esta especie. Generalmente, los ataques ocurren por accidentes, ya que estas serpientes se ocultan y camuflan entre las hojas o en los árboles. La mayoría de las mordeduras a personas se presentan en las extremidades ya sea por accidentes al desplazarse en el hábitat de las serpientes o durante la manipulación en serpentarios.

¿Sabías qué?
En Perú existen alrededor de 33 especies de serpientes venenosas distribuidas en 5 regiones.

Hábitat y distribución

La serpiente lamón habita en regiones poco habitadas y selváticas a una altura de entre 800 y 2.000 m. La mayoría tiene hábitos nocturnos, aunque también pueden cazar durante el día. Se alimentan de roedores, huevos de aves o reptiles.

La Bothrops chloromelas es una especie arborícola se encuentra específicamente en la región de Oxapampa en Perú y la Bothriopsis oligolepis habita en la región oriental de los Andes en Perú y Bolivia.

No existen datos concretos respecto a la cantidad de serpientes de lamón que se encuentran en estado natural. Se trata de especies que habitan en zonas selváticas de altura con poca población humana y no ocurren avistamientos o encuentros con mucha frecuencia.