Osteoartritis de cadera

La cadera es una articulación esférica que une el hueso del muslo (fémur) con el hueso de la pelvis, gracias a ella es posible el movimiento de las piernas. Esta articulación es una de las más estables del cuerpo y soporta todo su peso, razón por la que también es propensa a desarrollar ciertas complicaciones como la osteoartritis.

Anatomía de la cadera

La articulación de la cadera se conforma principalmente de dos partes:

  • La cabeza femoral, que es el hueso esférico situado en la parte superior del fémur.
  • El acetábulo, que es la cavidad cóncava en la que se encaja la cabeza femoral.
Huesos principales asociados a la cadera.

La cabeza femoral se une al acetábulo a través de ligamentos para formar la cápsula articular. Esta cápsula está revestida por una membrana sinovial que produce un líquido que lubrica la articulación.

¿Sabías qué?
La cadera está rodeada por músculos de gran tamaño, como los glúteos, los músculos aductores, los cuádriceps y los isquiotibiales. Asimismo, por la cadera pasan nervios y vasos sanguíneos de importancia, como el nervio ciático, el nervio femoral y la arteria femoral.

Un gran soporte, una gran presión

Por lo general, la articulación de la cadera es muy fuerte y estable, pero, al soportar todo el peso del cuerpo, es propensa a sufrir osteoartritis debido a la presión extra a la que es sometida.

La osteoartritis, también llamada artritis por desgaste, es un tipo de artritis que afecta al cartílago que amortigua los huesos de la cadera, por lo tanto, los huesos rozan entre sí, lo que provoca dolor y rigidez .

Diferencia entre una cadera sana y una cadera con osteoartritis.

A medida que el cartílago se empieza a desgastar, los huesos se vuelven más ásperos y el espacio que existe entre las articulaciones se reduce. Esta es la razón por la que los huesos rozan entre sí, lo que, a largo plazo, puede provocar la formación de espolones óseos (osteofitos).

Señales a tomar en cuenta

Algunos de los síntomas más comunes de la osteoartritis son el dolor, la sensibilidad y la rigidez en la cadera, la pérdida de flexibilidad, una sensación chirriante, la presencias de osteofitos e hinchazón. Estos se desarrollan lentamente y el dolor aumenta de forma progresiva con el tiempo, así que cuanto antes se inicie un tratamiento, más probabilidades habrá de disminuir sus síntomas.

Causas

Si bien la osteoartritis no tiene una causa única específica, sí existen algunos factores que aumentan la probabilidad de desarrollar esta condición, entre ellas las siguientes:

  • Edad avanzada.
  • Obesidad.
  • Lesiones articulares.
  • Genética.
  • Tensión articular.