El consejero José Gregorio Argomedo

José Gregorio Argomedo fue un abogado chileno que tuvo una gran participación política durante el período de las luchas por la independencia del país y varios años posteriores a esta. Entre sus contribuciones destaca su posición como consejero y asesor al servicio de las figuras de poder de la época.

José Gregorio Argomeda fue un abogado que debutó en el ámbito político al convertirse en miembro y secretario de la Primera Junta de Gobierno de Chile en 1810. Esto le permitió dar a conocer sus capacidades y su compromiso con la patria, lo que le ayudó a ocupar importantes cargos en los años posteriores.

Luego de la victoria contra los realistas en la batalla de Chacabuco en 1817, Bernardo O’Higgins tomó el puesto de director supremo en Chile y designó a José Gregorio Argomedo como asesor de su gobierno en el área de finanzas públicas, oficial de la Legión del Mérito y ministro de la Corte de Apelaciones. Bajo estos cargos se le asignó la tarea de estudiar la situación financiera para elaborar un plan de hacienda.

Años después, tras la renuncia de O’Higgins a su cargo, Ramón Freire lo sucedió como el nuevo director supremo de Chile en 1823, considerados enemigos políticos durante el gobierno del primero. Sin embargo, a pesar del fuerte vínculo que Argomedo había desarrollado con el antiguo director, Freire confió lo suficiente en su capacidad y su compromiso con la patria para asignarle el cargo de consejero de Estado y vicepresidente del Congreso ese mismo año.

Vivió sus últimos años en activo como presidente de la Corte Suprema, puesto que recuperó al demostrar su inocencia tras ser acusado falsamente de conspirar contra el gobierno, y diputado propietario por Colchagua hasta 1827. Falleció en Santiago el 5 de octubre de 1830.

¿Sabías qué?
Durante el tiempo en el que se desempeñó como asesor de Bernardo O’Higgins, este último quedó tan satisfecho con los servicios y la dedicación de Argomedo que le ofreció la propiedad de unas tierras en las afueras de la capital. Sin embargo, en una muestra de humildad y ética, Argomedo se negó a recibirlas bajo el argumento de que los servicios públicos no debían favorecer los intereses personales ni los negocios privados.
Retrato de José Gregorio Argomedo.