Guerra de Kosovo

Fue un conflicto armado ocurrido en la ya extinta nación de Yugoslavia entre 1998 y 1999, en el marco de las llamadas guerras yugoslavas. El violento enfrentamiento escaló hasta involucrar participación internacional, y marcó los primeros compases de la independencia de Kosovo.

Contexto histórico

Yugoslavia, habitada históricamente por diferentes etnias europeas que convivían bajo la misma administración, experimentaron choques culturales y religiosos que eventualmente llevaron a una serie de conflictos armados conocidos como las guerras yugoslavas (1991-2001). Para 1992, la entonces conocida como República Federativa de Yugoslavia se encontraba formada por las repúblicas federadas de Montenegro y Serbia; esta última contaba con la entonces provincia de Kosovo, habitada en su gran mayoría por albaneses étnicos.

Los albaneses kosovares gozaron de una amplia autonomía dentro de Serbia gracias a la Constitución yugoslava de 1974, lo que les permitía administrar sus asuntos internos libremente. Sin embargo, en 1989, el presidente de la República, el serbio Slobodan Milošević, revocó dicha autonomía, lo que forzó a los albaneses a convivir en protesta pacífica bajo este estado de sumisión durante casi una década. Fue entonces cuando surgió el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) en 1994, un grupo de guerrilleros albaneses que se negaron a seguir sometidos y decidieron tomar las armas, contexto en el que protagonizaron ataques esporádicos contra la policía, políticos y el Ejército de Serbia.

Emblema del ELK.

La guerra de Kosovo

En 1998 la violencia escaló exponencialmente hasta convertirse en una guerra abierta entre ambas facciones por el control de la región, lo que dio inicio a la llamada guerra de Kosovo. La represalia ante los ataques por parte del Ejército serbio fue implacable, dirigida incluso contra inocentes, lo que evidenció un rechazo serbio de naturaleza racial más allá de la mera defensa; aquí destaca la conocida masacre de Račak, donde unos 45 civiles albaneses fueron deliberadamente aislados y ejecutados. La violenta situación condujo a diversas potencias mundiales a actuar, quienes, indignados por la represión serbia, propusieron iniciar conversaciones diplomáticas en la Conferencia de Rambouillet, Francia, pero estas fallaron y la violencia continuó.

Intervención de la OTAN y fin de la guerra

Ante el fracaso de las negociaciones, la comunidad internacional decidió realizar una intervención militar contra Serbia. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desplegó una serie de ataques aéreos durante 11 semanas que se centraron en las infraestructuras hasta alcanzar la capital de Belgrado y, como represalia, el gobierno serbio expulsó de sus hogares a cientos de miles de albanokosovares que huyeron hacia las repúblicas fronterizas. Finalmente, el 9 de junio de 1999, debido a la presión militar, el gobierno de Yugoslavia aceptó firmar un acuerdo de paz y retirar todas sus tropas de Kosovo, cuya administración pasó temporalmente a formar parte de las fuerzas militares de la ONU.

Kosovo en la actualidad

Si bien finalizó la guerra, los conflictos entre ambas facciones no cesaron y se extendieron hasta el siglo XXI. Hoy en día, Kosovo es un Estado soberano de reconocimiento limitado tras haber declarado su independencia de Serbia en 2008.

Aviones de combate F-15E desplegados por la OTAN para apoyar a la población albanesa contra Serbia.