Whisky

Símbolo de elegancia y prestigio en la actualidad, el whisky resulta una de las bebidas alcohólicas que cuenta con mayor identidad e historia. Con una amplia variedad y preparaciones en todo el mundo, se trata de una elaboración que parte del arte más refinado del destilado.

Entre las bebidas alcohólicas el whisky se destaca por ser una de las que tiene mayor personalidad, además de contar con un rico legado cultural. Su historia nos permite deducir que tiene su génesis en los procesos de destilado que se utilizaron en etapas prematuras del hombre, para luego auspiciar de medicina y ser eventualmente un vicio prohibido en numerosos países. Veamos aquí la historia de este producto que luego ha dado lugar a la fama de numerosas marcas y convertirse en la bebida favorita de figuras históricas fundamentales.

¿Sabías qué...?
Diamond Jubilee es el whisky más caro del mundo, 158 mil dólares.

El arte del destilado

El whisky es considerado como el aguardiente más conocido del mundo, no sin razón, debido principalmente al impulso que ha cobrado en la cultura popular de finales del siglo XIX y el siglo XX. Se trata de una bebida alcohólica que se obtiene a partir del proceso de destilación de malta fermentada, que puede ser de cereales como cebada, trigo, centeno y maíz, con un proceso de añejamiento que se lleva a cabo habitualmente en barriles de roble blanco. Se la suele calificar como una bebida de alta graduación alcohólica debido a que llega a un 40 y 62 % del volumen y su nombre se remite en primera instancia al latín Aqua Vitae, es decir, “Agua de vida”, haciendo referencia a su poder medicinal.

Al nombre actual se llega tras la denominación al traducirse en gaélico escocés (uisge beatha) y el gaélico irlandés (uisce beathadh), para luego ser adoptada por los ingleses, que simplemente intentaron llevar a su idioma el término uisge o uisce, sonando eventualmente como “whisky”.

Al realizar whisky hay que tomar en cuenta sus principales ingredientes, que van a dar lugar a la consistencia de la preparación: el agua, el cereal, la turba y el aire. Cada uno de los ingredientes tiene su valor y particularidad, el agua que se utiliza en Escocia por sus condiciones geográficas le da un carácter distinto a la bebida que, según sus realizadores, es el espíritu del scotch.

Proceso de elaboración

1. Se limpia la cebada (u otro tipo de cereal) despojándola de las impurezas y la suciedad.
2. El cereal es remojado con agua hasta que germine, a lo largo de un plazo que va de 12 a 15 días.
3. El cereal remojado es llevado a hornos para que sea secado, empleando la turba para dar un gusto a humo en el proceso.
4. Una vez efectuado el malteado, la malta es molida y mezclada con agua caliente, para luego ser vertida en cubas donde los azucares se convierten en un mosto que es utilizado para la fermentación.
5. Se enfría el mosto y se lo deja fermentar con levadura para dar lugar al “wash” o mosto fermentado.
6. A esta preparación se la destila en dos o tres ocasiones (esto depende de la preparación de cada whisky) utilizando alambiques de cobre.
7. Tras ser condensado se obtiene un líquido llamado “low wine” que tras una segunda destilación da lugar al aguardiente.
8. Sin embargo, esto no es aún considerado whisky si no se la rebaja con agua destilada en primera instancia (habitualmente, bajando la graduación alcohólica de 70° a aproximadamente 40°) y luego se lo añeja por un periodo de al menos tres años.

Cebada, uno de los cereales a partir de los cuales se realiza el whisky.
Alambique, el milenario invento que da lugar al proceso de destilado.
No se considera whisky a la preparación hasta que no cuenta con un añejado de 3 años al menos en barriles de madera.

Tipos de Whisky

En primera instancia el whisky se divide entre whisky de malta (hecho con cebada malteada) y whisky de grano (hecho con otros tipos de granos). Luego, la forma en que se prepara y combina la malta y el grano da lugar a nuevos tipos de whisky. Aquí vemos algunos de ellos:

• Mezcla de maltas (Blended o vatted malt): se trata de una mezcla de whisky que es destilada en diferentes establecimientos. Si un whisky es etiquetado como “pura malta” o sólo “malta”, es certero que se trata de un whisky que es mezcla de maltas.

• Whisky de malta de una destilería: este producto es hecho con un grano malteado en particular. Al menos que sea descrito como “single-cask”, se puede tratar de una mezcla que se dejo añejar en varios barriles, dando lugar a un gusto que es reconocible como típico de la destilería. En la mayoría de los casos el nombre de este tipo de whisky será el de la destilería, con indicadores de los distintos tratamientos que se le hicieron a la bebida.

• Whisky mezclado: generalmente están realizados con una mezcla de whiskies de grano y malta, a la cual se le añade caramelo o aguardiente de cereales neutro y sabor. Un whisky que solo aparece descrito como scotch (escocés), irish (irlandés) o canadian (canadiense), probablemente sea una mezcla. Habitualmente se trabaja sobre el gusto para lograr el tono distintivo de la marca, como es el caso del Chivas Regal, pero no se indica el nombre de la destilería. Un caso excepcional es el de Jameson, que cuenta con una destilería propia.

• Cask strenght (o “barril de la fuerza”): se trata de whiskies sumamente raros que son embotellados desde el barril sin ningún tipo de disolución. Solamente los mejores whiskies pueden realizarse con este método.

Barriles donde se mezcla la malta para realizar este tipo de whisky.