Desarrollo y subdesarrollo

El contraste es tan fuerte que se habla de dos mundos, el del desarrollo, integrado por países cuya población vive en estado de satisfacción, y el del subdesarrollo, donde los países que lo integran tienen una mayoría de población que no llega a cubrir sus necesidades básicas. Pero, aunque atravesado por la desigualdad que se evidencia en la organización social, las estructuras productivas y los recursos financieros, el mundo es uno y alberga en sí la causa y efecto de esta realidad.

Los países que exportan productos industriales y tecnología de alto valor, realizan inversiones más allá de sus fronteras mediante la instalación de filiales de sus multinacionales.

Países desarrollados

Se denomina así a aquellos países que tienen un importante desarrollo industrial y comercial, y un alto nivel de desarrollo humano en su población. Justamente el índice de desarrollo humano (ver recuadro) es uno de los indicadores más usados para determinar si un país puede o no ser considerado como desarrollado. Este índice considera la riqueza, la educación y la sanidad. Otro indicador relevante es el establecido por el Fondo Monetario Internacional1, basado en el ingreso per cápita2 y en la paridad del poder adquisitivo, fijados en U$S 18.000 y U$S 20.000 respectivamente. Sin embargo, no existe consenso en cuanto a los criterios usados para calificar el desarrollo. Hoy el que tiene mayor aceptación en los ámbitos académicos es el que refiere a la calidad de vida.

1Organismo internacional de ayuda financiera.
2Relación entre el Producto Bruto Interno y la cantidad de habitantes de un país.

De esta manera se incluyen no sólo aquellos países que han alcanzado una avanzada tecnología y un alto nivel de innovación, sino también a aquellos que aún con bajos niveles tecnológicos y de desarrollo industrial, han logrado, por diversas causas, un alto desarrollo humano. Es lo que ocurre con algunos países del Mediterráneo que tienen como impulsor de sus economías a la construcción, la agricultura y los servicios; en muchos casos se incluyen el turismo y las facilidades fiscales, y en otros los recursos minerales. En contraposición están aquellos países que responden al clásico modelo de la industrialización, la innovación y la tecnología, pero unos y otros no son excluyentes y los términos industrializado y no industrializado ya no se consideran sinónimos de desarrollados y subdesarrollados.

¿Sabías qué...?
Se estima que la malnutrición es la causa subyacente de un 35% de todas las muertes de niños. (OMS)

Países SUBDESARROLLADOS

La definición ya implica controversias. Para algunos el término comprende a aquellos países que no han alcanzado niveles socioeconómicos y culturales aceptables; hasta aquí, no habría discrepancias, pero el tema se complica cuando se trata de establecer cuáles son esos niveles.

Más de 1200 millones de personas viven con menos de un dólar al día y 2.000 millones con menos de dos dólares.

Están también aquellos expertos que se inclinan por considerar como subdesarrollados a aquellos países que atraviesan una de las etapas hacia el progreso, manifestado como bienestar y capacidad económica. Pero la idea de que se trate de una etapa hacia el desarrollo tiene muchos objetores que consideran que el subdesarrollo podría llegar, por diversos motivos, a no superarse nunca.

Lo que es claro es que existe una relación directa entre el subdesarrollo y la pobreza, pero también es claro que no es sólo una cuestión económica, razón por la cual los índices de desarrollo han ido cambiando con el tiempo.
Como se ve, la definición es compleja, y mucho más dificultoso aún resulta determinar los factores y encontrar las soluciones.

El 65% de los niños y niñas de África Subsahariana tiene acceso a educación.

CARACTERÍSTICAS SOCIALES Y ECONÓMICAS DE LOS PAÍSES
DESARROLLADOS Y SUBDESARROLLADOS

ASPECTOS PAÍSES DESARROLLADOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS
POBLACIÓN ACTIVA Escasa en el Sector Primario; entre 5% y 10%, dedicado a la agricultura. Concentrada en los sectores secundarios y terciarios. Alta en el sector primario: 50% y más dedicado a la agricultura, debido a la escasez de empleos en los otros sectores económicos; desempleo y subempleo.
INGRESO POR PERSONA Alto o muy alto: Generalmente muy superior a los 2.000 dólares (E.E.U.U), lo que permite tener elevados niveles de consumo per cápita. Bajo o muy bajo; Inferior a 1.000 dólares (EEUU) Bajo poder de compra y de consumo per cápita.
ALIMENTACIÓN Buena en cantidad y calidad e incluso sobrealimentación.
Suficiente ración diaria; superior a 3.000 calorías.
Subalimentación: Insuficiencia de la ración diaria, inferior a 2700 calorías. Desnutrición.
NATALIDAD Y MORTALIDAD Natalidad baja o moderada, mortalidad baja. Crecimiento demográfico lento o moderado (1% e incluso menos) Natalidad y mortalidad altas (especialmente infantil) o moderada. Crecimiento demográfico alto (entre 2,5 y 3%)
EDUCACIÓN Y CULTURA Elevado nivel educativo y cultural, que se refleja en el desarrollo de las ciencias, la tecnología, las artes y los diversos oficios. Bajo nivel educativo y cultural; enorme proporción de analfabetos y de iletrados, precario desarrollo de ciencias, artes y oficios.
ACTIVIDADES ECONÓMICAS Agricultura tecnificada, mecanizada e integrada al alto desarrollo industrial y comercial. Alto rendimiento y productividad. Agricultura atrasada, primitiva o de subsistencia y desvinculada de la industria y el comercio. Rendimiento y productividad muy bajos.
CONSUMO DE ENERGÍA Consumo alto de: Petróleo, gas natural, carbón, electricidad e incluso energía atómica; más de 2000kw/hora de electricidad al año. Nivel irrisorio del consumo de las fuentes de energías; en su gran mayoría menor a 300kw/hora de energía al año.
TRANSPORTE Y
COMUNICACIONES
Modernas, rápidas y eficientes vías y medios de transporte y comunicaciones; red de autopistas, ferrocarriles, barcos, aviones, telecomunicaciones. Precarias e insuficientes vías y medios de transporte y comunicaciones.

Causas

Las causas de las profundas diferencias que existen entre los países desarrollados y los subdesarrollados son múltiples y no sólo de carácter económico. El origen de las mismas puede ser tanto interno como externo, o lo más probable, la suma de ambos factores. El resultado, sumamente expresivo: el 80% de la población mundial habita en países subdesarrollados.

Es notable como en un tiempo en el que los avances tecnológicos en la producción y distribución de energía eléctrica no tienen precedentes, existan en el mundo 1.400 millones de personas que no tienen electricidad en sus viviendas; mientras los 19 millones de habitantes del estado de Nueva York consumen anualmente la misma cantidad de energía eléctrica que los 800 millones de personas que viven en el Sub Sahara africano. ¿Qué dicen los especialistas ante datos tan concluyentes?

Los investigadores están de acuerdo en que las desigualdades pronunciadas implican un escollo para el desarrollo y representan las principales causas de la pobreza. El destino del individuo en estas poblaciones está estrechamente ligado a la suerte, según el estrato socioeconómico en el que nazca, serán las posibilidades que tenga. De la dimensión del capital socioeconómico del marco familiar, y de la red de relaciones de la que pueda hacerse, depende su futuro.
Por otra parte la desigualdad se manifiesta con toda crudeza en el sistema educativo, abriéndose para los que tienen una generosa situación económica, las posibilidades de ingresar en circuitos de nivel superior que terminan por ampliar las desigualdades con aquellos que, por el contrario, deben lidiar con todas las dificultades de la prestación estatal y sus escasos recursos.

Con mercados internos reducidos y escasa capacidad de ahorro, la cohesión social se ve deteriorada, crece la tasa de delitos a lo que se suman otros defectos indeseables. En tanto la superpoblación de las ciudades genera aumento de la pobreza en sociedades que se van deteriorando aceleradamente. Un panorama general que abre las puertas a la corrupción, tanto en el ámbito privado como público. Importantes investigaciones sobre el tema, realizadas en más de cien países, han demostrado una relación directa entre la desigualdad y la corrupción. De allí que se haya llegado a la hipótesis que señala que la corrupción es una cuestión de motivación y oportunidad. En sociedades muy desiguales los grupos poderosos aprovechan su fortaleza para sacar más ventajas mediante prácticas corruptas con una casi garantía de impunidad. Así se forma otro círculo perverso que aumenta la desigualdad.

¿Sabías qué...?
En Etiopía sólo el 2% de la población tiene acceso a celulares.

Consecuencias

Emigración: Es el fenómeno expulsivo de los países que no ofrecen oportunidad de crecimiento a su población, privándolos de sus emprendedores y generando la llamada “fuga de cerebros”, que los deja sin sus científicos y profesionales de mayor potencial.

Guerras civiles y movimientos guerrilleros: Situación que se ha dado en muchos países, gestada en el resentimiento que producen la desigualdad, la falta de justicia, la corrupción. A veces alcanzan tal envergadura que uno de los problemas que se presenta cuando se logra la paz entre gobierno y grupos insurgentes es la reubicación laboral de los ex guerrilleros, como ha ocurrido en Sierra Leona y Angola.

Inestabilidad política y social: El vandalismo y los saqueos como métodos de protesta contra las flagrantes injusticias, aumentan la inestabilidad política, hacen más riesgoso el país y dan con esto razones a los inversores y especuladores financieros para aumentar sus ganancias.

Sobre explotación de los recursos: Se da por la necesidad de los pueblos subdesarrollados de obtener insumos imprescindibles y que ante la falta de recursos sustentables caen en la explotación irracional de sus riquezas naturales por vías como la caza furtiva, o la minería incontrolada que destruye las zonas extractoras y contamina los ríos.

El IDH, Índice de Desarrollo Humano

En las décadas pasadas se utilizaba la renta por habitante de un país para medir su grado de riqueza y desarrollo. Esta variable, sin embargo, no reflejaba la desigualdad en el reparto de la riqueza. Así, por ejemplo, lugares como Brunei o los Estados del golfo Pérsico, ricos en petróleo y poco poblados, aparecían siempre con rentas per cápita muy altas cuando, en realidad, la riqueza se acumulaba en unas poquísimas manos y la gran mayoría de la población permanecía en la pobreza. Desde 1990, la ONU viene elaborando cada año el IDH, que, además de los ingresos medios por habitante, contempla varios aspectos sociales para evaluar el nivel de desarrollo de un país, tales como la alfabetización de la población, el acceso a la sanidad, la esperanza de vida al nacer o la igualdad entre hombres y mujeres, entre otros.