Salud y enfermedad
El ser humano necesita del cuidado de su salud. Es necesario que se tomen las medidas necesarias y que se conozca cuáles son las causas de las enfermedades que pueden ocasionar graves consecuencias al organismo.
¿Qué es la salud?
Durante mucho tiempo se decía que la salud era la ausencia de enfermedades biológicas, pero esta definición fue reemplazada en la década del 50 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que entiende que es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Además, la OMS indicó cuáles son los componentes que integran el concepto de salud:
- El estado de adaptación al medio.
- El estado fisiológico de equilibrio.
- La alimentación.
- Las relaciones familiares y los hábitos.
Hábitos saludables
Se llaman hábitos saludables aquellas acciones que los especialistas de la salud recomiendan implementar para mantener una óptima salud. En las instituciones educativas, desde temprana edad se instruye a los alumnos en este tema para que adquieran conocimiento sobre la prevención de enfermedades y las acciones que contribuyen al bienestar físico.
Durante los últimos años, la medicina no solo se preocupó por el estudio y el tratamiento de las enfermedades transmisibles, sino también por su prevención y por llevar a cabo campañas de promoción a fin de hacer llegar información a la población. Al respecto, la medicina preventiva fue definida por Leavell y Clark como la ciencia y el arte de prevenir la enfermedad, prolongar la vida y promover la salud física y mental.
Dentro de los hábitos saludables destacan:
La higiene: todos los ambientes en los cuales permanece una persona deben reunir condiciones higiénicas tales como aireación suficiente, ausencia de humedad y polvo, y un sistema de eliminación de aguas, entre otras. Asimismo, también es importante la higiene personal.
Descanso: respetar las horas de sueño es esencial para mantener una buena salud y el bienestar emocional porque permite que nuestro cuerpo recobre energía, regenere células y repare tejidos.
Alimentación: una buena alimentación es garantía de una buena salud e influye positivamente en todas las actividades de la persona, entre ellas el estudio.
La alimentación tiene que ser rica en proteínas (carne, pescado, fruta, verdura y leche) y vitaminas, sobre todo A, B, C y D, y sales minerales, como el calcio, el hierro y el fósforo. La base de una alimentación saludable es consumir en forma equilibrada todos los alimentos disponibles.
Actividad física: practicar una actividad física en forma regular y controlada en función de la edad y las características físicas de cada persona, produce un mayor riego sanguíneo y una oxigenación adecuada del cerebro, mejora la respiración, proporciona más relajación, más energías y más concentración, y libera las toxinas del cuerpo.
TrÍada ecológica (agente causal – huésped – ambiente)
Se trata de uno de los modelos más conocidos. Es empleado para estudiar distintas condiciones asociadas a la salud.
Por su parte, la tríada epidemiológica se dedicaba, en relación a las enfermedades infecciosas, a señalar los elementos involucrados en su contracción y propagación.
Está compuesta por el agente causal, el huésped y el ambiente.
El término “agente” se refiere al microorganismo (virus o bacterias, por ejemplo) que causó la enfermedad. Por lo general, son pequeñas estructuras parasitarias que no pueden reproducirse por sí mismas y que necesitan de un organismo huésped para hacerlo. Un virus, al infectar a su huésped, puede dirigir la maquinaria celular del mismo y generar más virus. La mayoría de los virus tienen ARN o ADN como material genético.
El huésped se refiere al humano que puede contraer la enfermedad. Hay una variedad de factores intrínsecos al huésped, comúnmente llamados factores de riesgo, que pueden influir en la exposición, susceptibilidad o respuesta de un individuo a un agente causal. Las oportunidades de exposición a menudo están influenciadas por comportamientos como las prácticas sexuales, la higiene, la edad y el sexo. La susceptibilidad y la respuesta a un agente se relacionan a factores tales como la composición genética, el estado nutricional e inmunológico, la estructura anatómica, la presencia de enfermedades o medicamentos y el desarrollo psicológico.
El ambiente se refiere a factores extrínsecos que afectan al agente y la oportunidad de exposición.
Los factores ambientales pueden ser:
- Físicos: estaciones del año, condiciones climáticas, temperatura y lluvias, entre otros.
- De ubicación: zonas rurales y zonas urbanas.
- Biológicos: presencia o ausencia de animales.
- Socio-económicos: acceso al sistema de salud, sanidad y aseo urbano, entre otros.
- Contaminación: del agua, del aire y del suelo.
Enfermedad
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una enfermedad es “la alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible”.
Clasificación de las enfermedades
A lo largo de la historia han existido graves enfermedades como la peste negra, la viruela, el cólera y la tuberculosis.
Según el número de casos de personas infectadas por un agente patógeno en un área determinada, las enfermedades se clasifican en:
- Epidemia: se produce cuando la infección afecta a un gran número de personas en un corto tiempo.
- Endemia: se origina a en una zona determinada y en una época dada. Generalmente no producen un gran número de casos.
- Pandemia: se produce en una región muy amplia, a menudo en todo el mundo, y el número de personas infectadas es muy grande. La infección se esparce en muy corto tiempo.
Niveles de prevención
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido tres niveles de prevención como objetivos de la medicina: prevención primaria, prevención secundaria y prevención terciaria.
- Prevención primaria: la prevención primaria tiene como objetivo prevenir enfermedades o lesiones antes de que ocurran. Esto se hace cuando se previene la exposición a peligros que causan daños a la salud, se modifican conductas inadecuadas que pueden provocar enfermedades y se aumenta la resistencia del organismo a ellas en caso de que aparezcan.
- Prevención secundaria: tiene como objetivo reducir el impacto de una enfermedad o lesión que ya ha ocurrido. Es decir, se realizan acciones específicas en casos de detección y tratamiento de enfermedades y lesiones con el objetivo de frenar y postergar su avance. Se llevan adelante estrategias para evitar la reincidencia y se realizan tareas de prevención para que no haya problemas en el largo plazo.
- Prevención terciaria: esta orientada a que el impacto de una enfermedad o lesión, cuyos efectos son de largo plazo, sea más leve. Es decir, se brinda ayuda a las personas para que puedan manejar su problema de salud en el tiempo. Por ejemplo, aquellas personas que tienen enfermedades crónicas o personas con discapacidades.