Hepatitis A

Hepatitis significa “inflamación del hígado”. El virus de la hepatitis A se contrae cuando una persona come alimentos o toma agua que está contaminada con el virus o tiene contacto cercano con una persona que está infectada.

La infección se puede propagar con más facilidad en lugares cerrados como guarderías, hogares de tránsito y colegios.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la hepatitis incluyen: fiebre, náuseas, vómitos, pérdida del apetito y cansancio. A veces también causa dolor o sensibilidad en el hígado, piel u ojos amarillos (ictericia), orina oscura y heces blanquecinas.

Sin embargo, muchas personas infectadas con el virus de la hepatitis A tienen pocos o ningún síntoma, como por ejemplo en el caso de los niños pequeños es más probable que no tenga síntomas.

La mayor complicación de esta enfermedad es la insuficiencia hepática aguda cuyo tratamiento es el trasplante hepático, con una alta mortalidad.

¿Cómo se previene?

Una forma efectiva de prevenir la hepatitis A es la implementación de medidas higiénicas como lavarse las manos después de ir al baño, de cambiar los pañales y antes de preparar alimentos. Además se recomienda cocinar bien los alimentos, consumir agua hervida o purificada y condiciones ambientales adecuadas, como una correcta eliminación de excretas. En nuestro país, esta enfermedad constituía el 90% de las hepatitis agudas que afectaban a los niños. Sin embargo, con la inclusión de la vacunación desde 2005, la Argentina ha permitido disminuir a cero los trasplantes por esta causa.

Vacuna Hepatitis A

Se aplica una dosis de la vacuna a los 12 meses de vida o a niños que nacieron a partir de 2005 (en el caso de no haberla recibido al año).También está recomendada para poblaciones de riesgo previa evaluación médica.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/257-hepatitis-a

Hemorragia o sangrado

Es el derrame de sangre fuera o dentro del organismo como consecuencia de la rotura de los vasos sanguíneos.
Si la pérdida de sangre es muy abundante debe ser controlada ya que en pocos minutos puede ser masiva y causar un shock, e incluso la muerte. En estos casos se debe llamar al número de emergencias o llevar a la víctima al centro de salud más cercano.

¿Qué hacer?

La medida más importante para el sangrado externo es aplicar presión directa para detener la hemorragia.
1. En lo posible, lávese siempre las manos antes y después de administrar los primeros auxilios a una persona que esté sangrando.
2. Haga presión con la mano, con una gasa o un pañuelo limpio sobre la herida. Si continúa sangrando, ponga más gasa u otro trapo limpio, sin quitar el anterior y continúe presionando.
3. Si la herida se encuentra en una pierna o brazo, eleve dicho miembro por encima del nivel del corazón para ayudar a reducir la hemorragia.
4. Si presenta salida de sangre por la boca, oído, nariz, etc., puede tratarse de una hemorragia interna. En ese caso, coloque una bolsa de hielo en la parte afectada y espere la llegada del personal de emergencia.

Lo que no hay que hacer

• NO aplique un torniquete para controlar el sangrado, excepto como último recurso, pues hacerlo puede causar más mal que bien.
• NO hurgue una herida ni saque un objeto incrustado en ella, pues esto generalmente provoca más sangrado y daño.
• NO retire un apósito si está empapado en sangre. En vez de esto, coloque un nuevo vendaje encima.
• NO trate de limpiar una herida grande, ya que esto puede causar un sangrado más profuso. Consiga ayuda médica.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/438-hemorragia

Gastritis

La gastritis es la inflamación del revestimiento interno (mucosa) del estómago. La gastritis puede presentarse en forma rápida (gastritis aguda) o mantenerse en el tiempo (gastritis crónica).

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más frecuentes de la gastritis son:

-Acidez gástrica.

-Inapetencia.

-Nauseas.

-Vómitos.

-Dolor en la parte superior del vientre o el abdomen.

-Sensación de distensión del abdomen.

-Vómitos con sangre.

-Deposiciones negras.

Sin embargo, a veces la gastritis puede ser asintomática.

¿Cuáles son las causas?

Las principales causas de la acidez son:

-consumo excesivo de alcohol,

-algunos medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno cuando se toman durante largo tiempo,

-infección del estómago por la bacteria Helicobacter pylori,

-fumar,

-consumo de comidas muy condimentadas,

-el exceso de secreción de ácido gástrico, como el provocado por el estrés, generalmente asociado a una cirugía o a una internación.

¿Cómo se trata?

El tratamiento depende de la causa de la gastritis y a veces será necesario recurrir a algún tipo de medicación.

Además de los medicamentos, también se deben mantener algunos hábitos como:

– Evitar la ingesta de comidas y bebidas que agravan los síntomas como pimienta, picantes, café y té.

– Evitar el uso prolongado de irritantes como el ácido acetilsalicílico (aspirina), los antiinflamatorios o el alcohol.

– Masticar bien la comida y comer lentamente.

– Fraccionar la dieta en pequeños volúmenes.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/386-gastritis

Clamidia

La clamidia es una bacteria muy común entre los adultos jóvenes y los adolescentes. Sin embargo, mucha gente no sabe que tiene clamidia porque, aunque están infectados, es posible que no tengan síntomas. 

¿Cuáles son los síntomas?

Si bien aproximadamente el 75% de las mujeres y el 50% de los varones no tienen síntomas de la infección, en la mujer pueden incluir: flujo vaginal, sangrado después de las relaciones sexuales, sangrado entre los períodos de menstruación, dolor abdominal o pélvico. En el hombre, pueden incluir: flujo del pene, ardor al orinar, testículos adoloridos o hinchados. En ambos puede incluir: secreción, picazón o dolor anal.

Bacteria de la clamidia.
Bacteria de la clamidia.

 

¿Cómo se transmite?

Durante el contacto sexual (vaginal, oral o anal) con una persona infectada sin preservativo y de madre a hijo, en el parto.

¿Existe un tratamiento?

Se trata y se cura con antibióticos. Como el varón o la mujer con clamidia a menudo tiene gonorrea asociada, el tratamiento debe darse conjuntamente.
Si la clamidia no se trata, pude aumentar el riesgo de transmisión del VIH y en la mujer puede invadir el área pélvica e infectar el útero, las trompas de falopio o los ovarios causando la EPI (Enfermedad Pélvica Inflamatoria).

¿Cómo se previene?

Usando preservativo durante todas las relaciones sexuales orales, vaginales y/o anales tanto para prevenirla como para evitar reinfectarse.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/113-clamidia#sthash.iUQ1qMja.dpuf

Citomegalovirus

El Citomegalovirus (CMV) pertenece a la familia de los virus que causan el herpes. Está relacionado con los virus que causan varicela y mononucleosis. En la mayoría de las personas, el CMV no presenta síntomas. Al igual que otros virus que causan el herpes, el Citomegalovirus permanece latente en tu cuerpo después de la infección inicial, pero se puede reactivar si el sistema inmunitario está debilitado, y provocar lo que se conoce como Citomegalovirosis recurrente.

La infección con el virus, puede ser seria en el caso de los bebés y las personas inmunodeprimidas.

Es el virus que se transmite con más frecuencia a los bebés durante el embarazo. En general estos bebés no presentan problemas de salud, pero en algunos casos pueden desarrollar discapacidades.

¿Cómo se transmite?

El Citomegalovirus se puede transmitir a través del contacto directo con fluidos del organismo de una persona infectada tales como saliva, orina, heces, semen, secreciones vaginales, sangre, lágrimas y leche materna.

Durante el embarazo, se puede transmitir el virus a través de la placenta. O cuando el bebé está en contacto con fluidos infectados durante el parto o, más tarde, a través de leche materna infectada.

La mayoría de los bebés que contraen el Citomegalovirus durante el parto o a través de la lactancia (especialmente los bebés nacidos a término) presentan pocos síntomas o ninguno. Por esto, las madres infectadas pueden tener un parto vaginal y, en la mayoría de los casos, amamantar a sus bebés.

¿Cuáles son los síntomas?

La mayoría de las personas no presenta síntomas.

En el caso de una infección aguda por CMV (mononucleosis por CMV), los síntomas más frecuentes son:

  • Inflamación de ganglios linfáticos, especialmente en el cuello
  • Fiebre
  • Fatiga
  • Inapetencia
  • Malestar
  • Dolores musculares
  • Erupción cutánea
  • Dolor de garganta

¿Cuál es el tratamiento?

En el caso de la mononucleosis por CMV, al cabo de de 4 o 6 semanas, el paciente se recuperara sin medicación.

En general se recomienda descanso y tratamiento para aliviar los síntomas.

¿Cómo se previene?

Aunque no hay una forma definitiva de evitar una infección, se puede disminuir el riesgo observando las siguientes precauciones:

  • Lavarse las manos con frecuencia y siempre que se toquen pañales o la saliva de un niño pequeño. Restregarlas con agua y jabón durante 15 a 20 segundos.
  • No compartir alimentos, cubiertos para comer o vasos con niños pequeños.
  • Evitar el contacto sexual con una persona infectada.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/475-citomegalovirus#sthash.XshmBNMj.dpuf

Hantavirus

El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta. Los ratones de campo (principalmente los colilargos) lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina.

Virus Hanta, transmitido principalmente por ratones de campo.

¿Cómo se transmite?

– Por inhalación: es la causa más frecuente. Ocurre cuando respiramos en lugares abiertos o cerrados (galpones, huertas, pastizales) donde las heces o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus contaminando el ambiente.
– Por contacto directo: al tocar roedores vivos o muertos infectados, o las heces o la orina de estos roedores.
– Por mordeduras: al ser mordidos por roedores infectados.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas se parecen a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas (dolores de cabeza) náuseas, vómitos, y a veces dolor abdominal y diarrea. Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”, que si bien es poco frecuente puede llevar a la muerte si no ser tratado a tiempo.

¿Cómo es el tratamiento?

No existe tratamiento específico. Aquellos pacientes con síndorme cardiopulmonar por hantavirus deben ser asistidos en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.

¿Cómo puede prevenirse?

– Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
– Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.
– Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías, mantener la higiene con agua y lavandina, colocar huertas y leña a más de 30 mts de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 mts alrededor del domicilio.
– Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones). Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo húmedo antes de ingresar.
– Realizar la limpieza (pisos, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada diez de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
– Al acampar hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.
– Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo). Consulte en el municipio si se dispone de un servicio de control de plagas.
– Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.

 

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/106-hantavirus

GRUPO SANGUÍNEO – SISTEMA ABO – SISTEMA RHESUS

A pesar de que la sangre cumple las mismas funciones en todos los individuos, no es idéntica en todos. Existen diferentes “tipos” de sangre. Esta característica es genética, es decir, nacemos con una sangre que pertenece a determinado grupo. Por lo tanto, nuestro organismo acepta sólo la sangre del mismo grupo (la sangre compatible) y rechaza la de los otros grupos, con reacciones que pueden llegar a ser muy graves.

Los sistemas de grupos sanguíneos más conocidos son el Sistema ABO (grupo A, grupo B, grupo AB y grupo O) y el Sistema Rhesus, conocido como Factor Rh, (Positivo o Negativo). Estos Sistemas están presentes simultáneamente en todos los individuos. Cuando se habla de Grupo y Factor nos referimos al Sistema ABO y Rh.

VIH – SIDA

VIH significa Virus de Inmunodeficiencia Humana. Es un virus que afecta las células inmunitarias, encargadas de protegernos de las enfermedades.


Cada vez más personas viven con VIH sin tener sida. Hoy en día, incluso habiendo tenido sida, se puede recuperar las defensas y volver a convivir con VIH gracias a la eficacia de los medicamentos. El tratamiento no cura la infección pero hace que el virus se multiplique más lento y, por lo tanto, no destruya las defensas del cuerpo. Hoy, con este tratamiento, el VIH puede convertirse en una infección crónica.

¿Cuál es la diferencia entre VIH y SIDA?

No es lo mismo tener VIH que tener sida. Sida significa Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, es la etapa avanzada de la infección causada por el VIH.
El síndrome (conjunto de síntomas) aparece cuando el VIH ha debilitado las defensas del cuerpo.
Esta situación predispone a las personas a desarrollar las enfermedades oportunistas, aprovechando la caída de las defensas.

¿Cómo se transmite y cómo no se transmite? 

¿Cómo SÍ se transmite?

– Por relaciones sexuales (orales, anales o vaginales) sin preservativo.
– Por compartir jeringas, máquinas de afeitar o canutos.
– Por el embarazo, el parto y la leche materna.

¿Cómo NO se transmite?

– Por abrazar y besar
– Por deportes de contacto
– Por la picadura de mosquito
– Por relaciones sexuales con preservativos
– Por compartir el mate

¿Cómo puede prevenirse?

Usar preservativos en todas las relaciones sexuales (anales, orales o vaginales) de principio a fin.
No compartir elementos que puedan tener sangre de otra persona (máquina de afeitar, cepillos de dientes, jeringas, canutos, pipas).
Exigir el uso de materiales descartables o esterilizados al hacerte tatuajes, piercings o implantes.
Realizar un tratamiento en las mujeres embarazadas para que no pase al bebé.

¿Qué podés hacer si vos o tu pareja tienen VIH? 

– Si el que tiene el virus es el varón, el preservativo es la única manera de evitar que la mujer se infecte. Si la mujer no se infecta, tampoco se infecta el bebé.
– Si los dos tienen VIH, igual deben cuidarse usando preservativo para evitar reinfectarse. Las reinfecciones se producen porque el VIH no es siempre igual: existen distintos tipos de VIH (se llaman cepas) que cambian de persona a apersona. Reinfectarse es infectarse con más de una cepa.
– Si la que tiene el virus es la mujer, además de usar preservativos en sus relaciones sexuales, tiene que tomar medidas preventivas para que el virus no se transmita a su hijo. Si estás tomando anticonceptivos o querés empezar a hacerlo, es recomendable que consultes a tu médico para que te de la medicación adecuada a tu tratamiento. De cualquier manera, siempre es importante que, aún estando embazada, utilices preservativo para evitar reinfectarte.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/104-vih-sida#sthash.yaegx8nA.dpuf

Haemophilus influenzae tipo b (Hib)

El Haemophilus influenzae tipo b (Hib) es una bacteria que puede causar enfermedades como otitis, neumonía y meningitis ya que se propaga fácilmente por el estornudo y la tos. Antes de que existiera vacuna contra este microorganismo fue el agente causal que más frecuentemente provocó infecciones graves, por ejemplo meningitis, a niños menores de 5 años.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la Hib dependerán del tipo de enfermedad que lo causa. La meningitis se presenta con mayor frecuencia en niños entre los 6 meses y 5 años.

La epiglotitis es una inflamación en la garganta que puede causar la obstrucción de las vía área, que se produce con mayor frecuencia en niños de 2 a 4 años de edad.

Otras manifestaciones: neumonías y otitis.

¿Cómo se previene?

La herramienta básica para la prevención de esta enfermedad es la vacunación con el esquema completo según edad. También el sistema de salud debe estar atento ante la posible aparición de casos para limitar su diseminación en los no vacunados.

Vacuna Pentavalente

El calendario nacional de vacunación contempla la vacunación con quíntuple celular o pentavalente, a los 2, 4 y 6 meses de vida, y los 18 meses con la cuádruple conteniendo ambas el componente anti Haemophilus influenzae tipo b (Hib).

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/256-haemophilus-influenzae-tipo-b-hib

Suicidio

El suicidio es definido por la (OMS, 1976) como “todo acto por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, o un daño, con un grado variable de la intención de morir, cualquiera sea el grado de la intención letal o de conocimiento del verdadero móvil”.

La representación más extendida sobre el suicidio está asociada a la imagen de un acto individual con un propósito claro. Sin embargo, cada vez más, este evento de la vida humana es considerado en toda su complejidad.
Las conductas suicidas abarcan un amplio espectro: desde la ideación suicida, la elaboración de un plan, la obtención de los medios para hacerlo, hasta la posible consumación del acto. Si bien no pueden asociarse de manera lineal y consecutiva, es fundamental considerar el riesgo que cada una de estas manifestaciones conlleva más allá de la intencionalidad supuesta.

Se considera intento de suicidio a toda acción auto-infligida con el propósito de generarse un daño potencialmente letal.

En la Argentina, se experimentó un significativo aumento del número de suicidios durante la crisis económica a finales de 1990 y principios de 2000, alcanzando el punto más alto en 2003. En la Patagonia se registran más casos que en cualquier otro lado del país. Y la región de Cuyo encabeza la zona que registra menos casos, siendo Mendoza, la provincia con menos víctimas.

¿Cuáles son las causas más comunes?

Para aquellos que presentan cierta predisposición, los factores de riesgo incluyen:
– Problemas psiquiátricos (trastornos depresivos, psicosis, enfermedad bipolar).
– Pérdida de seres queridos.
– Problemas económicos, familiares, laborales.
– Vivir en zonas con escasa luz del día (como en el sur de nuestro país en época invernal).
– Casos de suicidio en la familia (con su correlato genético y social).
– Abuso de alcohol y/o drogas.
– Ser víctima de abuso físico o sexual en la niñez.
– Ser víctima de enfermedades físicas inhabilitantes y/o causantes de mucho dolor.
– Tener acceso a medios para cometer el suicidio (venenos, armas, etc.).

En los jóvenes, el riesgo de suicidio aumenta en los casos de familias mono-parentales y en las zonas de menor densidad de población y cobertura de servicios.

¿Cómo se puede prevenir?

La mayoría de los suicidios pueden prevenirse. Es importante estar alerta a algunas señales que podrían indicar peligro:
– Cambios notorios en el carácter como ser: retraimiento, apatía, insomnio.
– Referencias reiteradas a la muerte.
– Amenazas de suicidio.

Ante señales de peligro, es importante saber que:

– La identificación temprana de posibles víctimas y el tratamiento apropiado de éstas es clave en la recuperación.
– Los grupos de ayuda han probado ser efectivos en el tratamiento de personas en situación de crisis. Estos grupos fomentan la comunicación de los propios sentimientos que es parte importante del proceso de curación.
– Existe además una nueva generación de fármacos más efectivas y con menos contraindicaciones.
– Es fundamental limitar el acceso a posibles medios para cometer el suicidio: cuidar el acceso a insecticidas, instalar protecciones en los puentes, proteger la electrificación de las vías férreas y concientizar sobre la posesión de armas de fuego.

Finalmente, se ha estudiado también el efecto de los Medios de Comunicación en el índice de suicidios y se concluyó que son un estímulo importante en los casos de suicidio por imitación. La manera en que los medios reproducen información sobre actos suicidas debe ser cuidada con mucho detalle en cuanto a las imágenes mostradas, tono de voz y lenguaje utilizado. Es clave que la cobertura que se hace de estos temas sea realizada de manera profesional y con responsabilidad social.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/215-suicidio#sthash.Q5ajKi3x.dpuf