Números romanos

Los antiguos romanos utilizaban un sistema de numeración un tanto extraño para nuestra época. A partir de 7 letras formaban todos los números. Hoy en día si bien ya no se los utiliza de modo frecuente, los podemos ver en decoraciones, en la expresión de siglos, en el nombre de algunos títulos hereditarios, en los relojes, etc. Por estos motivos es importante aprenderlos.

Los símbolos que utiliza el sistema de numeración romano son las siguientes letras en MAYÚSCULAS, cada una tiene un valor asignado.

I V X L C D M
1 5 10 50 100 500 1.000
¿Sabías qué...?
En ningún número romano se puede escribir una misma letra más de tres veces seguidas, sin amargo en la antigüedad se ha utilizado el “I” o el “X” hasta cuatro veces seguidas.

Para escribir un número con los símbolos romanos, debemos seguir algunas reglas:

• Los símbolos I, X, C y M no pueden escribirse más de tres veces consecutivas en un mismo número.
• Si se colocan dos rayas horizontales sobre un símbolo, su valor se multiplica por un millón.
• Un símbolo de menor valor ubicado a la derecha de otro de mayor valor, se suma. Por ejemplo: VII = 7. En este caso al V se le suma II, por eso VII significa 7.
• Un símbolo de menor valor ubicado a la izquierda de otro de mayor valor, se resta. Por ejemplo: IX = 9. En este caso el símbolo de mayor valor es el X y a su izquierda figura el I, de menor valor. Por lo tanto se resta 10 − 1 = 9
• Los símbolos V, L y D se permite escribirlos solamente una vez y no se pueden escribir a la izquierda de otro de mayor valor.
• El símbolo I solamente puede colocarse a la izquierda de V o X, el X solo a la izquierda de L o C, y el C únicamente a la izquierda de D o M.
• Cuando el número supera el valor 3.999, se resuelve trazando una línea horizontal sobre el símbolo la cual multiplica su valor por mil, por ejemplo: 5.000 = \overline{V}, 4.000 = \overline{IV}, 7.500 = \overline{VII}D, etc.

Vemos algunos ejemplos:

CDXLIX
D − C = 400
L − X = 40
X − I = 9
El número es: 449.

CMXCV
M − C = 900
C − X = 90
V = 5
El número es el 995.

La novela

Género literario elegido por los más grandes escritores de la historia, la novela es un recorrido por técnicas, tramas y estructuras diversas, capaces de seguir sorprendiendo en cualquier época y cultura.

Vargas Llosa escribió alguna vez que cada novela es un deicidio secreto, un asesinato simbólico de la realidad fundado en un sentimiento de insatisfacción contra la vida. Pero la estocada del artista es una pincelada creadora de otro mundo, uno nuevo, hecho de palabras, que espera a ser descubierto para vivir en el fenómeno de la lectura. Porque es precisamente durante esos instantes en los que la obra finalmente adquiere un carácter completo: en las manos del lector que le brinda su propio sello, y que será distinto dependiendo de su historia personal y su cultura.

Una novela es entonces un sinfín de posibilidades en potencia, creadas por un autor, pero puestas en juego únicamente gracias a la participación de un lector ocasional. ¿Qué es lo que hace tan especial este género narrativo? ¿Qué nos ofrece que no podemos encontrar en otros? En este artículo nos enfrentaremos precisamente a estas cuestiones para conocer tan sólo uno de los encantos ocultos entre las tapas duras de un libro.

¿Qué es una novela?

Ante todo, cuando hablamos de una novela estamos haciendo referencia a un género narrativo particular con determinadas características que lo diferencian de los restantes, como la estructura en forma de relato, la presencia de personajes y la circunscripción a un tiempo y lugar.

De acuerdo con esta idea, los elementos principales de una novela pueden reducirse a tres: la acción (lo que sucede), caracteres (las personas) y ambiente (el escenario, la época, la atmósfera).

El término novela procede del italiano novella, que a su vez deriva del latín nova: noticias. La palabra había sido designada en principio para denominar a un relato de ficción intermedio entre el cuento y el romanzo. Luego, en el castellano del siglo de oro mantuvo su acepción original de relato breve, pero empezó a aplicarse más tarde para designar a la narración extensa, dejando el concepto de novela corta para el primero.

Sin embargo, a causa de la gran diversidad de modelos que presenta la novela a lo largo de la historia, es difícil elaborar una definición precisa, e incluso es complicado determinar exactamente dónde y cuándo aparece por primera vez.

El problema se incrementa por el hecho de que en este género narrativo confluyen diversos elementos y técnicas que producen cambios sustanciales para cada texto. Así, se explican la multiplicidad de definiciones ofrecidas por autores y críticos sobre la novela.

Escena de la novela Romeo y Julieta de Willam Shakespeare.

Para aproximarnos a una definición más o menos consensuada, primero hay que rastrear su desarrollo. De esta manera se observará que la novela aparece como el resultado de la evolución de la poesía épica y que esta modificación de estilo se encuentra íntimamente ligada al transcurso del tiempo y al cambio de cosmovisión. La principal diferencia es que se trata de un género polifónico, en el sentido de que existen varias voces que la constituyen.

Pero estos datos sólo sirven para iniciarse en la búsqueda, ya que en la actualidad se han mezclado en la novela diversos elementos líricos y dramáticos que la han dotado de una mayor profundidad y complejidad. En este punto puede arribarse a una nueva conclusión que permite rastrear el por qué de la complejidad del género: toda novela se nutre del momento histórico en que nace y se manifiesta con mayor o menor exactitud; su tiempo deja huellas en su escritura.

La extensión es otro factor que suele tomarse en cuenta para lograr distinguir el género. Siguiendo esta línea una novela debería contar con alrededor de 100 páginas (o más), incluso si se trata de una corta. Al ser más extensa que el cuento, el escritor tiene mayor libertad, tanto para desarrollar la estructura como la trama. El relato, escrito generalmente en prosa, está dividido en capítulos, cada uno con un sentido en sí mismo, y comparte con el cuento la misma lógica temporal.

Clasificación tipológica

En toda narración encontraremos tres elementos o estratos esenciales: los acontecimientos, los personajes y el espacio donde éstos se mueven. Por este motivo, es costumbre establecer una clasificación tipológica de la novela de acuerdo con ellos. En este sentido, puede encontrarse:

a) La novela de acontecimientos: en este relato el autor pone en primer plano los avatares por los que pasa el héroe, sin que se preste demasiada atención a los aspectos psicológicos de los personajes ni a la descripción de los paisajes. Históricamente es la más antigua, habiéndose escrito los primeros ejemplares en la Antigüedad clásica. Sin embargo, el estilo se ha perpetuado a través del tiempo, como puede observarse en las obras de Walter Scott y Alexandre Dumas.

b) La novela de personajes: cuenta siempre con un personaje central, cuidadosamente estudiado por el autor y que muchas veces deriva hacia la novela lírica y subjetiva. La presencia del protagonista en la obra adquiere tal importancia que incluso en muchos casos le da el nombre a la novela.

c) La novela de espacio: tiene como rasgo esencial la descripción del ambiente histórico y geográfico en el que se desarrolla la trama. Algunos ejemplos claros pueden encontrarse en los relatos de Balzac, Flaubert y Stendhal. En el caso de la vertiente realista y naturalista del siglo XIX, los autores se interesan básicamente por la descripción de la sociedad de su tiempo, en especial de ciertos ambientes concretos (bajos fondos, burguesía…).

Walter Scott, escritor británico de novelas históricas.

El narrador

Al tratarse de un relato, la novela requiere de un narrador que cuente la historia. Para ello se han utilizado una innumerable cantidad de recursos: desde la propia narración de uno de los personajes, hasta la de un espectador omnisciente, desde el anecdótico encuentro del autor con una carta o manuscrito, hasta la presencia de varios narradores que se van sucediendo a medida que avanza la historia.

Un novelista cuenta por lo tanto con múltiples posibilidades para contar su relato, y si bien la más empleada es la narración en tercera persona, también puede alternar diferentes técnicas: presentar los diálogos en estilo directo y describir la escena como si sucediera ante el lector en el mismo momento que se relata; narrar en pasado, en estilo indirecto o indirecto libre; resumir o extender mediante comentarios, digresiones, etcétera.

El narrador en primera persona es un procedimiento usado en la novela picaresca, en la humorística, en la epistolar y, muy especialmente, en la romántica. Hay ciertas variedades técnicas: el narrador puede identificarse con el personaje central de la novela (generando así la sensación de autobiografía), pero también puede presentarse como una persona que asiste a los hechos narrados por ella.

Como ya se mencionó, el narrador en tercera persona es más habitual y se caracteriza por permanecer fuera de los acontecimientos. En general, aparece como un narrador omnisciente, exponiendo y comentando las actuaciones de los personajes. Al ver sin ser visto, puede internarse no sólo en todos los hechos de la historia, sino también en los pensamientos más íntimos de los protagonistas.

Además, domina la totalidad de la narración sin intervenir su devenir. Su presencia se manifiesta en los comentarios o juicios que va haciendo sobre todo lo que ocurre. Por esta razón, en este tipo de novelas la descripción, el comentario y la narración suelen abundar mucho, con lo que el diálogo directo entre los personajes disminuye.

La elección de uno u otro tipo de narrador no es anecdótica. De hecho, al optar por un modo cualquiera debe saberse que producirá una fuerte impresión en la historia, transmitiendo diferentes sensaciones según sea el caso.

El tiempo

El tiempo es otro de los recursos fundamentales en cualquier novela, ya que no sólo permite cambiar el significado de las obras sino también el uso y la función de la lectura.

En principio, hay que distinguir entre el tiempo de la historia y el tiempo de la narración. El primero de ellos es aquel en el que se supone que han ocurrido los hechos que se exponen. El segundo es el tiempo ocupado por la lectura de la obra.

Existen ciertas características que permiten identificar el tiempo de la historia:

a) La datación de la historia, ya sea de forma cronológica (con una fecha concreta, por ejemplo), o con algún indicador temporal (por ejemplo: “este invierno”).
b) Por la indicación de los lapsus de tiempo ocupados por los hechos (por ejemplo: “la conversación duró dos horas”).
c) Creando la impresión de la duración.

Pero los tiempos dentro de la novela no necesariamente son siempre los mismos y lo más probable es que varíen bastante dentro de una obra. De esta manera, puede distinguirse un tiempo de la aventura, uno de la escritura y otro de la lectura.

El tiempo de la aventura es el de la historia propiamente dicha, para el que se elijen un número restringido de aspectos, hechos y detalles de entre la gran cantidad que podrían utilizarse. Como toda descripción, es parcial e incompleta, y requiere de múltiples procedimientos para seleccionar lo que se necesita.

Por otro lado, la historia no se narra necesariamente de forma cronológica. A la arbitrariedad de la elección de un principio y un fin, hay que sumar un sistema temporal muy complejo que, en muchos casos, no se despliega cronológicamente. Así, la historia, en lugar de conservar el orden de los hechos, se irá conociendo por medio de fragmentos que el lector deberá hilvanar.

El tiempo de la escritura también es importante para la obra, ya que permite rastrear la época en que escribió el autor. Recordemos que la técnica narrativa es indisociable del momento de la escritura, y que el escritor, atravesado por una determinada cultura, tiende a expresar las modas y los procedimientos de su época, tanto si los acepta como si los rechaza.

Por último, el tiempo de la lectura es importante porque siempre hay una falta de sincronía entre el momento en que el lector conoce la obra y el momento en el que tiene lugar la historia. La evolución del sentido de las palabras y el cambio de las formas de vida y de pensamiento según las épocas, acentúan la separación entre la experiencia de la lectura y la de la escritura.

La composición

Como ya se mencionó anteriormente, el novelista deberá localizar, seleccionar y privilegiar ciertos hechos que le parecen importantes, y dejar otros en la sombra. Este trabajo tiene la finalidad de producir cierto efecto en el lector, de forma tal que pueda retener su atención, conmoverle y/o provocar su reflexión. Organiza, pues, la materia prima de su historia para darle una forma artística.

La composición de la novela también debe valerse de diversas cuestiones técnicas. Por ejemplo, en el caso de la novela tradicional, debía tener un argumento (elemento esencial para relatar una historia), una acción en la que se veían envueltos una serie de personajes, y un contexto determinado en el que la misma se desarrolla, es decir, en una situación histórica determinada.

¿Sabías qué...?
La novela más antigua es “Aventuras de Quéreas y Calírroe”, subtitulada “Amor en Siracusa”. Fue escrita por Caritón de Afrodisias a finales del siglo primero.

La descripción

Para darle ritmo a la narración, la descripción aparece como una herramienta fundamental en cualquier novela. Por ejemplo, puede servir para lograr que el lector preste atención al medio ambiente, o despierte distintas sensaciones como la calma después de una pelea o la impaciencia al interrumpir la narración en un momento crítico.

Esto quiere decir que fundamentalmente permite generar un clima. Para lograrlo, anuncia el movimiento y el tono de la obra, pero también puede ampliar la perspectiva de la narración.

Por otro lado, en su función más básica, la descripción le permite al autor transmitir cierta información al lector, por ejemplo, recurriendo a un personaje informado que se comunica con otro que no lo está, o simplemente advirtiendo cómo se viste el protagonista, cómo actúa y piensa.

La descripción implica la mirada de un personaje (aunque sea la del propio narrador omnisciente), de donde se sigue la necesidad de introducir tal personaje y de situarlo ante el objeto a describir.

La tradición de Halloween

Y cada 31 de octubre se vuelve a festejar la Noche de las Brujas o Halloween. En algunos lugares como estados unidos los festejos son más populares pero, debido a la internacionalización de la información, todos sabemos que aquel día una calabaza será el objeto de decoración de nuestros hogares. ¿Qué hay detrás de este festejo, qué significa y cuál es su origen?

¿Dónde comenzó a festejarse?

Halloween se festeja desde hace más de 3000 años y tiene sus orígenes en el pueblo Celta que habitaba las zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Ellos celebraban el comienzo de un nuevo año cada 31 de octubre. El festejo recibía el nombre de samhain o fiesta del Sol.

En esta celebración pagana los pueblerinos decoraban sus hogares con calavera y huesos con el objetivo de espantar los espíritus de los muertos que, según ellos, salían de los cementerios para apoderarse de los cuerpos de los vivos y resucitar. Actualmente diversos grupos religiosos están en contra de este festejo por tener un origen pagano y, por ende, contrario a las enseñanzas bíblicas.

Hacia 1846 se produjo una inmigración europea, principalmente de irlandeses católicos a los Estados Unidos, así llegó la tradición de Halloween al continente americano.

¿Por qué Halloween?

Cuando el cristianismo llegó al pueblo céltico, la tradición del samhain se mantuvo a pesar del esfuerzo realizado por la Iglesia Católica para eliminar esta superstición pagana. Sin embargo, el festejo sufrió una transformación para minimizar los conflictos entre los evangelizadores y los celtas. Así, en base al calendario gregoriano, el samhain pasó a ser la “víspera del Día de los Santos” que se conocía con el nombre inglés de All Hallow’s Eve, de su contracción nació la palabra Halloween. A su vez, el 1 de noviembre se lo nombró el “Día de Todos los Santos”. Por último, se dejó el 2 de noviembre para el “Día de Todas las Almas”. Las tres celebraciones juntas, “víspera del Día de los Santos”, “Día de Todos los Santos”, y “Día de Todas las Almas”, se denominan en la tradición irlandesa Hallowmas.

¿Cuándo se volvió una celebración masiva y cómo se festeja en la actualidad?

A finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al desarrollo del cine y de las series de televisión esta celebración comenzó a popularizarse. En 1978 se estrenó en Estados Unidos La noche de Halloween, de John Carpenter. Esta película de terror está ambientada en la víspera de Todos los Santos y tuvo una gran influencia en su género. Por otro lado, la serie Los Simpson comenzó a dedicar cada año un capítulo relacionado a Halloween lo que permitió que muchos niños conocieran las costumbres del festejo y algunas leyendas.

En la actualidad los niños se disfrazan de brujos, diablos, vampiros, monstruos o muertos y pasean por las calles pidiendo dulces a los vecinos a cambio de no realizar ningún daño o travesura. Para ello planean con anticipación su traje y organizan una fiesta. Algunos niños suelen visitar alguna casa de terror o armarla en su propio hogar con maniquís, objetos que saltan, decorado, luces, dulces, etc.

En Estados Unidos se realizan desfiles, los más famosos son los de San Francisco y Nueva York, donde los niños exhiben sus disfraces. En ese país los festejos no pasan desapercibidos, la gente decora sus hogares y las fiestas de disfraces son el clásico de la celebración.

Los preparativos de la fiesta suelen incluir una gastronomía muy especial. Así, muchos niños se reúnen a preparar tortas, muffins, galletas y bebidas con una decoración algo especial.

Significado de los elementos típicos

“La calabaza”. La tradición de ahuecar una calabaza para darle forma de calavera tiene sus orígenes en el folklore irlandés del siglo XVIII. No es un símbolo propio del primitivo samhain ni del Halloween que celebraban los pueblos célticos de Europa. Sin embargo, los emigrantes irlandeses descubrieron la calabaza (pumpkin) al llegar como colonos a América.

Según la leyenda de Jack O`Lantern, un hombre malvado, bebedor y jugador llamado Jack tras su muerte se quedó en el limbo, condenado a vagar eternamente entre el infierno y el cielo porque no había sido aceptado en ninguno de los dos lados. Decían que iluminaba su camino con un nabo hueco, que tenía un carbón encendido en su interior que le había proveído el diablo. Otras versiones indican que en lugar de un nabo era una calabaza.

Trick or Treat”. Básicamente significa dame lo que te pido o sufrirás una venganza. Los niños acostumbran a pedir golosinas por las casas y antes de hacerlo gritan “trick or treat”.

Al parecer esta tradición habría comenzado en Europa en el siglo IX cuando, cada 2 de noviembre, “Día de todas las Almas”, los cristianos iban de pueblo en pueblo pidiendo “tortas de alma” o soul cakes en inglés. Eran pedazos de pan dulce. Cuantas más soul cakes recibían, más prometían rezar por la paz de los familiares fallecidos de los que les daban tal limosna. Al pasar el tiempo esta costumbre se adaptó a la fiesta de Halloween hasta convertirse en una acción típica de esta celebración.

Otra versión de “trick or treat” indica que, según la leyenda de origen céltico, los espíritus de los difuntos vagaban libremente por la Tierra cada 31 de octubre. Uno de los espíritus, el más malévolo, llamado Jack O`Lantern pasaba por las casas pidiendo trato, lo aconsejable era llegar a un acuerdo porque de lo contrario él usaría sus poderes para maldecir la casa.

La tradición en México es diferente, los niños no dicen “trick or treat” sino que preguntan ¿me da usted mi calaverita? Haciendo referencia a un dulce con forma de calavera.

Gato negro. Significa la reencarnación de los muertos malvados.

Si bien el gato fue considerado símbolo de la divinidad entre los egipcios; los celtas, por el contrario, le atribuyeron un significado completamente diferente. Ellos creían que estos felinos eran personas malditas las cuales habían sido transformadas por un poder demoníaco.

Además se cree que el cuerpo del gato negro es el disfraz que emplean las brujas para pasear por la ciudad sin ser advertidas. Es por esta razón que la tradición de Halloween dice, que si un gato negro se te cruza por delante, la mala suerte reinará en tu vida. Sin embargo, se cree que dando siete pasos hacia atrás la maldición no tendrá sus efectos.

Avellanas. Se empleaban antiguamente para realizar adivinaciones.

Manzanas en un recipiente con agua. De acuerdo a una antigua creencia, el participante que lograba tomar una manzana con los dientes tendría una buena oportunidad para conquistar a la persona que amaba.

Búho. Símbolo de oscuridad. Los brujos usan el sonido de este animal para ahuyentar los poderes de las tinieblas. También se cree que su imagen es un amuleto de buena suerte.

Satélites artificiales

Los verdaderos conquistadores espaciales, los satélites artificiales, nos han acercado los paisajes más inhóspitos del sistema solar y se convirtieron en una herramienta civil y militar de uso cotidiano en nuestro planeta.

Transbordador en el espacio.

El universo ha sido desde siempre un misterio para la humanidad que, cautivada por la infinidad de astros y la profundidad del oscuro espacio, no ha dejado de investigar sus interminables recovecos. En cada rincón se esconde una respuesta que da lugar a nuevas preguntas y el enigma toma dimensiones irreconocibles.

Por lo pronto, una de las variables de la investigación espacial se concentra en el modo de sacar provecho de las nuevas posibilidades. En este sentido, los satélites artificiales se han convertido en un recurso fundamental como fuente de información, instrumento de exploración y modo de comunicación mundial.

En la actualidad hay miles de satélites orbitando alrededor de la Tierra. Las cifras concretas son un misterio, ya que muchos de ellos se encuentran bajo carácter secreto y otra cantidad importante ha dejado de funcionar a pesar de que permanecen en órbita.

¿QUÉ ES UN SATÉLITE ARTIFICIAL?

Existen dos tipos de satélites: los naturales y los artificiales. Ambos se caracterizan por orbitar alrededor de un planeta, pero a diferencia de los primeros, los segundos han sido fabricados por el hombre. Para ello fueron necesarias diversas tecnologías, la comprensión de leyes físicas y la inspiración de los propios astros.

Un satélite artificial puede ser tripulado o automático. Luego de ser construidos, son lanzados al espacio y puestos en órbita. Para ello, parten de la superficie terrestre impulsados por cohetes que les otorga una velocidad tangencial, obligándolos a circular en torno a la Tierra, de modo que la atracción de ésta equilibre constantemente la fuerza centrífuga producida por el movimiento curvilíneo.

¿Sabías qué...?
Neil Armstrong se convirtió en la primera persona en poner el pie sobre la superficie lunar el 20 de julio de 1969.

Como ya anunciamos, su objetivo es captar y transmitir información, especialmente de nuestro planeta, pero también de otros astros. De esta manera, permiten pronosticar las condiciones ambientales durante el día, determinar las zonas boscosas que están siendo destruidas por incendios o las aguas oceánicas contaminadas por un derrame de petróleo, así como poder transmitir, a cualquier parte del planeta, un acontecimiento deportivo o artístico en el momento en que se realiza.

Para ello dependen básicamente de 3 tecnologías: las comunicaciones de radio, la informática y los cohetes. La primera de ellas es esencial para poder transmitir y recibir información del satélite. Sin este aporte, los datos recaudados quedarían allí y no podrían ser aprovechados de ninguna manera.
Por otro lado, la informática es una disciplina que permitió realizar los cálculos y planificaciones necesarios de manera mucho más rápida. Por ejemplo, el cálculo de las órbitas que deben seguir los satélites, e incluso la forma en que se deben emplear las comunicaciones o captar y almacenar la información que deban obtener y/o transmitir. Obtener todos estos datos, con la precisión que requiere la tarea, hubiera sido un obstáculo insalvable sino fuera por las computadoras.

Finalmente, sin el diseño de los cohetes, la tarea de poner en órbita los satélites habría sido imposible. Si bien al principio fueron creados para servir como proyectiles balísticos para aplicaciones de destrucción en operaciones militares, pronto se transformaron en el elemento más necesario para el desarrollo de la tecnología satelital. Pero al igual que las otras dos tecnologías, los cohetes también fueron evolucionando hasta convertirse en los ya obsoletos transbordadores espaciales (híbrido entre avión a reacción y cohete). De hecho, antes de tener alguna idea acerca de qué se pretendía hacer en el espacio, ya se estudiaban las posibilidades de fabricar un cohete con motor a reacción o de propulsión a chorro (modelo actual).

Lanzamiento de un cohete espacial.

TIPOS DE SATÉLITES ARTIFICIALES

Los satélites artificiales pueden agruparse de acuerdo a las funciones que cumplen y la velocidad que alcanzan. Según su finalidad, sus aplicaciones se dividen en bélicas o civiles. Aquellos que han sido dispuestos para realizar actividades militares cumplen funciones de reconocimiento, revelación y de amenaza bélica directa. Los satélites artificiales con aplicaciones civiles ofrecen una mayor variedad de utilidades, siendo utilizados como satélites meteorológicos, de telecomunicaciones y para la navegación, entre otros.

Veamos una clasificación más precisa:

• Satélites astronómicos: son utilizados para observar planetas, galaxias y otras formaciones astronómicas.

• Satélites de comunicaciones: son empleados para comunicarse. En general, utilizan órbitas geosincronas, órbitas de Molniya u órbitas bajas terrestres.

• Satélites de navegación: se valen de señales para conocer la posición exacta del receptor en nuestro planeta.

• Satélites de reconocimiento: popularmente llamados satélites espías, son utilizados para observar o realizar comunicaciones. Tanto militares como organizaciones de inteligencia pueden de esta manera tomar fotografías y vigilar grandes espacios oceánicos, pero los datos recaudados son preservados secretamente por los gobiernos.

La mayoría de los satélites de inteligencia electrónica se sitúan en órbitas bajas, por lo que durante los conflictos entre potencias se han convertido en el principal objetivo para anular el robo de información.

• Satélites de observación terrestre: se emplean para observar el medio ambiente, obtener información meteorológica y cartográfica sin fines militares.

• Satélites de energía solar: son artefactos dotados de dispositivos capaces de captar parte de la energía solar reflejada por la atmósfera y que no alcanza la superficie terrestre, para luego enviarla hasta unas antenas en la Tierra como fuente de alimentación.

Básicamente, existen dos métodos para realizar esta tarea. El primero de ellos consiste en instalar un espejo en el espacio que refleje los rayos solares y los dirija a puntos determinados de la superficie terrestre, como por ejemplo a las regiones polares, donde resultan de gran utilidad debido a las prolongadas noches de seis meses.

El segundo método requiere de un enorme satélite provisto de celdas fotovoltaicas. Las mismas son capaces de almacenar durante cortos períodos la energía solar para emitirla en forma de haces de microondas a estaciones terrestres.

• Estaciones espaciales: son satélites diseñados para que las personas puedan vivir dentro durante su órbita alrededor de la Tierra. A diferencia de otras naves espaciales tripuladas, las estaciones espaciales no tienen propulsión ni capacidad de aterrizar, por lo que requieren de otros vehículos como transporte.

• Satélites meteorológicos: se emplean principalmente para registrar el tiempo atmosférico y el clima en nuestro planeta. Resultan muy útiles los geoestacionarios, satélites que describen una órbita completa por encima del ecuador en 24 horas exactas, generando la impresión de estar fijos sobre un determinado punto de la superficie terrestre.

HISTORIA

El primer satélite artificial en llegar al espacio fue el Sputnik I, un diseño de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que se puso en órbita el 4 de octubre de 1957. Su misión era obtener información meteorológica, como contribución al Año Internacional Geofísico (1957-1958).
Sin embargo, el primer experimento satisfactorio de comunicaciones satelitales fue realizado por la armada de los Estados Unidos en 1954, utilizando a la Luna para reflejar las ondas de radio que comunicaron a Washington D.C. con Hawai exitosamente.

Ambos hechos permiten vislumbrar el comienzo de una vertiginosa carrera espacial enmarcada en un mundo polarizado por la Guerra Fría. Recordemos que la Unión Soviética y los Estados Unidos dominaron el panorama político y militar desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la disolución del Estado Soviético, en 1991. Durante buena parte de ese período, ambas super potencias también proyectaron su rivalidad fuera del planeta, en la carrera espacial, que sirvió de escaparate público para sus conquistas científicas y tecnológicas.

¿Sabías qué...?
En 1964, se lanzó el primer satélite de televisión de órbita geoestacionaria con el fin de transmitir los Juegos Olímpicos de Tokio.
Sputnik I.

A pesar de todo, otros protagonistas se unieron a la búsqueda por conquistar el espacio. En 1969 se funda la Agencia Nacional de Desarrollo Espacial de Japón (conocida internacionalmente por su sigla inglesa, NASDA) y ya en 1970 lanza su primer satélite artificial. En la década de 1980 se contaba con su participación en las investigaciones espaciales, reconocidas en el mundo entero.

India también se unió a esta carrera fundando en 1972 el Organismo Indio de Investigación Espacial, con sede en la ciudad de Bangalore, que tres años después lanzó al espacio su primer satélite.

Por último, el viejo continente impuso su marca al crear la Agencia Europea del Espacio (ESA) en 1975, con su programa de cohetes lanzadera (Ariane, 1979-1997) y la serie de sondas espaciales iniciada por la misión Giotto (1983).

Telescopio espacial Hubble.

En el contexto mundial definido tras el fin de la guerra fría y la caída del bloque soviético, el protagonismo en la exploración espacial iba a quedar repartido entre Estados Unidos, que conservaba una posición hegemónica y emprendía ambiciosas misiones al Sol, Marte, Saturno y Júpiter; Rusia, heredera de la astronáutica soviética a través de su Agencia Federal del Espacio, que perdía terreno frente a su tradicional rival arrastrada por la fuerte crisis económica; y la ESA que consolidaría su posición entre las potencias espaciales con misiones destacadas como el lanzamiento del telescopio espacial Hubble (1990) y de las sondas Cassini-Huygens (en colaboración con la NASA y con destino a Saturno, 1997), Mars Express (para el estudio de Marte, 2003), SMART 1 (a la Luna, 2003) y Venus Express (a Venus, 2005), entre otras.

No obstante, entrado el siglo XXI, Japón, China y la India, tres grandes economías asiáticas, se han sumado al selecto club de las potencias espaciales, atraídos por el alto interés que tiene la carrera espacial, tanto a nivel tecnológico como económico y político.

República de Chile

En esta edición aterrizamos en Chile, un país del suroeste de América del Sur que se encuentra entre la emblemática cordillera de los Andes y el océano Pacífico. Se caracteriza por ser una estrecha franja que no supera los 350 km en su ancho máximo. Tiene una superficie total de 756.950 km2 y está ubicado en una zona altamente sísmica y volcánica. Su nombre oficial es República de Chile y su capital Santiago de Chile.

Es conocida como “la estrella solitaria” y fue adoptada el 18 de octubre de 1817. Sus colores representan: azul, el cielo y el océano Pacífico; blanco, las cumbres nevadas de la cordillera de los Andes; rojo, la sangre de los héroes por la independencia.

¡NOS UBICAMOS EN EL MAPA!

Podemos diferenciar tres zonas en el mapa de Chile. La primera de ellas, conocida como Chile continental, comprende la larga y estrecha franja de tierra en la costa occidental del Cono Sur que se extiende a lo largo de 4.270 km, limita al norte con Perú, al este con Bolivia y Argentina, y al sur con el paso Drake. La segunda, denominada Chile insular, corresponde a un conjunto de islas de origen volcánico en el océano Pacífico Sur: el archipiélago de Juan Fernández y las islas Desventuradas, pertenecientes a Sudamérica, la isla Salas y Gómez y la isla de Pascua, geográficamente ubicadas en la Polinesia. La tercera, llamada Territorio Chileno Antártico, es una zona de la Antártida de 1.250.257,6 km² sobre la cual Chile reclama soberanía, prolongando su límite meridional hasta el Polo Sur. Debido a su presencia en América, Oceanía y la Antártida, Chile se define a sí mismo como un país tricontinental.

CAPITAL: Santiago
IDIOMA OFICIAL: español
PRESIDENTE: Sebastian Piñera Echenique
DIVISIÓN POLÍTICA: el territorio chileno está dividido en 12 regiones, más la Región Metropolitana (R.M.) de Santiago.
FLOR NACIONAL: el copihue

SISTEMA DE GOBIERNO

Chile es una República que se rige bajo un gobierno de corte democrático presidencialista. En el país existe una clara delimitación e independencia de los tres poderes del Estado. El Poder Ejecutivo es liderado por el Presidente de la República, quien además detenta el cargo de Jefe del Estado. El Poder Judicial, en cambio, está liderado por la Corte Suprema, que dicta justicia apoyada en la Corte de Apelaciones. Por su parte, el Poder Legislativo es bicameral, y se halla integrado por la Cámara de Diputados y el Senado. La primera está conformada por 120 diputados de las 13 regiones que conforman el país, mientras que la Cámara Alta está conformada por 49 senadores.

Estos tres poderes del Estado enmarcan su labor en la Constitución Política del Estado que fue dictada en 1980. Dicha carta fundamental ha sido sucesivamente reformada con el objetivo de representar fielmente los cambios que ha sufrido esta sociedad con el advenimiento de la democracia en 1990, fecha en que asumió la Presidencia de la República Patricio Aylwin luego del Régimen Militar encabezado por Augusto Pinochet en 1973.

GEOGRAFÍA

Debido a la extensión del territorio, en Chile se distinguen varios relieves: zonas desérticas en el norte del país, zonas montañosas siempre nevadas, estepas en la zona austral y paisajes polares en el extremo sur. De hecho, el relieve chileno está integrado por una depresión intermedia que cruza longitudinalmente el país y se encuentra flanqueada por dos sistemas montañosos que componen cerca del 80 % del territorio: la cordillera de los Andes al este, y la cordillera de la Costa al oeste. Entre ellas se encuentra una serie de planicies litorales, de extensión variable, que permiten el asentamiento de localidades costeras y grandes puertos.

Valle del Elqui, ubicado en la región de Coquimbo al norte de Chile. Es una cuenca hidrográfica y allí se encuentra el embalse Puclaro.

La zona norte abarca las tres primeras regiones del país y se caracteriza por la presencia del desierto de Atacama, el de mayor aridez del mundo. Aquí, el desierto se ve fragmentado por quebradas que originan la zona conocida como la pampa del Tamarugal. Por su parte, la cordillera de la Costa es maciza y cae abruptamente formando un farellón costero que reemplaza a las planicies litorales, prácticamente ausentes. La cordillera de los Andes, en tanto, dividida en dos y cuyo brazo oriental recorre Bolivia, tiene una altura elevada y de importante actividad volcánica, que ha permitido la formación del altiplano andino y de estructuras salinas, debido a la acumulación de sedimentos durante años.

Desierto de Atacama.

Al sur se encuentra el Norte Chico, que se extiende hasta el río Aconcagua. Los Andes comienzan a disminuir su altitud hacia el sur y a acercarse a la costa, alcanzando los 90 km de distancia a la altura de Illapel, la zona más angosta del territorio chileno. Los dos sistemas montañosos se entrecruzan, eliminando prácticamente la depresión intermedia. La existencia de ríos que atraviesan el territorio permite la formación de valles transversales, donde en el último tiempo se ha desarrollado fuertemente la agricultura, mientras que las planicies litorales comienzan a ampliarse.

Altiplano.

La zona central, en cambio, es la región más habitada del país. Las planicies litorales son amplias y permiten el establecimiento de ciudades y puertos junto al Pacífico, mientras que la cordillera de la Costa desciende su altura. Por lo demás, la cordillera de los Andes mantiene alturas superiores a los 6.000 metros sobre el nivel del mar, aunque comienza lentamente a descender. La depresión intermedia reaparece convirtiéndose en un fértil valle que permite el desarrollo agrícola y el establecimiento humano. Hacia el sur, la cordillera de la Costa reaparece en la cordillera de Nahuelbuta, mientras los sedimentos glaciales originan una serie de lagos en la zona fronteriza.

La isla de Pascua es un importante destino turístico por su belleza y por ser la cuna de la cultura rapanui.

La región patagónica se extiende desde el seno de Reloncaví, que marca el fin del valle central, hacia el sur. Durante la última glaciación, esta zona estaba cubierta por hielos que erosionaron fuertemente las estructuras del relieve chileno. Como resultado de esto, la depresión intermedia se hunde en el mar, mientras la cordillera de la Costa origina una serie de archipiélagos, como el de Chiloé y el de los Chonos, hasta desaparecer en la península de Taitao. La cordillera de los Andes, en cambio, pierde altura, con lo cual la erosión producida por la acción de los glaciares originó fiordos, es decir una excavación en forma de valle. Al oriente de la cordillera, dentro de lo que es el continente, o hacia el norte de la misma, en la isla Grande de Tierra del Fuego, se localizan pampas relativamente llanas, que cubren grandes extensiones en la zona del estrecho de Magallanes.

La cordillera de los Andes y la cordillera de la Costa desembarcan en el océano, originando así numerosas islas e islotes. Además, el país ejerce soberanía sobre varias islas de origen volcánico, conocidas en conjunto como Chile insular. De ellas, se destacan el archipiélago de Juan Fernández y la isla de Pascua.

Playa en Valparaiso, Chile

CLIMA

La extensión latitudinal de Chile, su relieve y la influencia del océano son las causas de los diferentes climas del territorio. También influyen en este fenómeno otras cuestiones, como la posición geográfica del país respecto a las zonas de altas presiones, el frente polar y la cercanía al mar. Con todo, y a pesar de la longitud de las costas chilenas, algunas zonas del interior pueden presentar amplias oscilaciones de temperatura, y ciudades como San Pedro de Atacama, pueden experimentar incluso un clima de tipo continental.

En la zona central del país predomina el clima mediterráneo, donde el flujo marino está contenido por las altas elevaciones de la cordillera de la Costa, mientras que el flujo continental es detenido por la cordillera de los Andes. En este marco, las temperaturas son suaves registrándose una amplia diferencia entre la temperatura mínima de la noche y máxima del día. Hacia el sur, en cambio, la temperatura desciende, se producen más precipitaciones y la humedad es mucho mayor que en el centro. Por lo demás, hacia el norte, el clima es desértico, con escasas precipitaciones. De esta manera, los períodos de lluvia varían de acuerdo a las regiones, con lo que son más intensas hacia el sur. En el altiplano caen en verano y desde la zona central a la Patagonia, caen en invierno.

Las temperaturas máximas y mínimas también difieren por zona. Son más cálidas en la zona norte y central, y van descendiendo hacia el sur. En tanto, en el Chile insular, el clima es fuertemente afectado por el efecto frío del océano. No obstante, y debido a su ubicación, la isla de Pascua presenta un clima subtropical, con abundantes precipitaciones distribuidas durante el año.

FLORA Y FAUNA

Tal como podemos observar, el clima y el relieve de Chile condicionan el desarrollo de la vida y la formación de distintos ecosistemas en el país. Este es, justamente, uno de los factores que determinan la existencia de una flora y fauna sumamente variadas en una zona u otra del país.

A lo largo de toda la cordillera de los Andes, la especie insigne es el cóndor andino. La zona norte se caracteriza por su escasa vegetación debido a la extrema aridez del desierto de Atacama y la ausencia de precipitaciones. Árboles como el algarrobo, el chañar, el pimiento y el tamarugo, junto con diversas especies de cactus, son los ejemplares vegetales adaptados a las duras condiciones climáticas. Algunos de los animales que habitan la zona corresponden a la familia de los auquénidos (la alpaca, el guanaco, la llama y la vicuña), junto a otras especies de menor tamaño, como las chinchillas y las vizcachas. En las lagunas altiplánicas habitan especies de flamencos y es precisamente en esta área, donde se produce un periodo extraordinario de precipitaciones, que genera un fenómeno único: el llamado “desierto florido”, en el que las tierras áridas se ven pobladas de diversas especies de flores.

Condor Andino.

En la zona central, en cambio, se extiende un bosque esclerófilo, formado y degradado en gran parte por la expansión de los grandes núcleos urbanos, la fabricación de carbón, la utilización del suelo para la agricultura y los incendios. Algunas especies características de la vegetación de esta zona son el arrayán, el boldo, el espino, el maitén, la palma chilena y el roble, entre otros. El coipo, el degú, el zorro culpeo, la bandurria, la diuca, el loro tricahue y el zorzal son algunas de las especies de la fauna nativas de la zona.

Hacia el sur la vegetación se vuelve más tupida. Algunas especies vegetales características son el copihue, flor nacional desde 1977, diversos helechos y árboles como el alerce y la araucaria. También se encuentran el avellano y el laurel. Uno de los mayores problemas ambientales de esta zona es la sustitución de extensiones de bosque nativo por plantaciones de eucalipto y pino. Con respecto a la fauna, el puma es el principal carnívoro de la zona y habita en casi todo el país, salvo donde ha sido erradicado por la presencia humana. Otras especies animales características son los cisnes, el monito del monte y el pudú, un cérvido endémico propio de los bosques chilenos.

Más hacia la zona austral, existen grandes extensiones de bosque, aunque en este caso con menos especies arbóreas, destacándose por su importancia económica el ciprés de las Guaitecas, prácticamente arrasado en su mayor parte. Hacia el interior, se desarrollan bosques caducifolios, mientras que más al oriente hay grandes formaciones estepáreas de pastos duros. Finalmente, en el extremo meridional de esta zona, la vegetación se reduce a algunos árboles. En la estepa se desarrolló una ganadería extensiva de ovinos. Aquí habitan guanacos, ñandúes, peludos, pumas y zorros, entre otros. El huemul, que habitó antiguamente gran parte del país, sólo sobrevive en áreas de difícil acceso en esta zona.

Por su parte, a lo largo de toda la costa chilena, habitan el lobo de mar y una variedad de aves, entre las que se encuentran el albatros, los cormoranes, las gaviotas y los pelícanos. Existen algunas especies de pingüinos, como el de Humboldt y el de Magallanes, y un importante número de cetáceos, como delfines y ballenas en Magallanes, que convierten la zona económica exclusiva. Por lo demás, en el océano, existen diversas especies de mariscos (almejas, ostiones y ostras) y peces (anchoveta, jurel chileno, lenguado y merluza), que convierten a Chile en uno de los países con mayor variedad de fauna marina del mundo. Algunos peces introducidos son la carpa, el salmón y la trucha que constituyen las principales especies de peces en los ríos chilenos.

Punta Arenas, Chile.
¿Sabías qué...?
Chile es un “país de poetas” debido a la importancia que han tenido diversos literatos del género lírico.

COMIDAS TÍPICAS

Cuesta hablar de una gastronomía netamente chilena, ya que las típicas preparaciones conjugan la herencia indígena, la tradición española y un insospechado legado francés.

En este caso, la cocina típica del norte de Chile integra productos propios de la tradición aimara conjuntamente con los que ofrece el amplio litoral. Además, las recetas contemplan la utilización de carne de llamas y vicuñas, que los primeros habitantes del territorio solían comer en abundancia.

El centro del país, en tanto, se caracteriza por presentar una cocina en la que confluyen la tradición indígena, las costumbres típicas de la hacienda campesina y la influencia extranjera. Los ingredientes más comunes son las legumbres, la papa, el maíz y la carne vacuna, de ave y de cerdo.

En cambio, al sur del territorio, los platos recibieron una fuerte influencia mapuche. La papa y las arvejas son algunos de los componentes más típicos. La cocina chilota también es digna de ser destacada, por las preparaciones únicas que aprovechan la gran variedad de papas existente en el lugar.

BAILES

Protagonistas de las festividades religiosas y las celebraciones criollas, las danzas nacionales reflejan la vasta gama de influencias y creencias que dominan a las distintas comunidades que conforman este país. De hecho, los diferentes instrumentos y vestimentas que acompañan a las variadas coreografías son una expresión de las identidades de una población que está fuertemente determinada por la localidad geográfica en que habita.

Ejemplo de lo anterior es la cueca, la danza nacional de Chile, que presenta algunas variaciones que dependen de la zona en que se baile. Por ello, es la gran protagonista de las celebraciones y festividades criollas. Con todo, el origen de la cueca chilena no está claramente definido, ya que investigadores la vinculan a culturas como la española, la africana, la peruana y, además, a la chilena. Incluso los bailes de la zamba, la zambacueca, zamacueca y cueca chilena parecen ser esencialmente las mismas danzas, aunque evolucionadas de acuerdo a sus variantes regionales. No obstante, predomina la teoría que dice que la cueca habría surgido de Perú y que de allí habría derivado a Chile en los albores de la Independencia.

 

La vuelta al mundo en 80 días

Reflejo de un espíritu nómade entusiasmado con el arte de viajar, La vuelta al mundo en 80 días es uno de los relatos más cautivantes del siglo XIX.

Julio Verne.

Novela publicada en 1873, La vuelta al mundo en 80 días fue el éxito más importante de Julio Verne. El relato cuenta las aventuras de Phileas Fogg y su sirviente Jean Passepartout (Picaporte), ambos embarcados en la ambiciosa tarea de demostrar que partiendo del Reform Club, en Londres, podía arribarse al mismo punto luego de 80 días de viaje, tras haberle dado la vuelta al globo.

La hazaña que en la actualidad puede resultar de escaso mérito, era considerando los medios de la época un imposible para el común de la gente. Por esta razón, cuando Phileas Fogg, personaje enigmático y solitario, sugiere la posibilidad a sus amigos del Reform Club, la descabellada idea toma la forma de una apuesta en la que el personaje principal se juega nada menos que la mitad de su fortuna.

En este contexto se inicia la carrera contra el tiempo que Julio Verne supo relatar con paisajes asombrosos y la confrontación con culturas diversas, dejando su huella por lugares tan disímiles y fascinantes como Suez, Bombay, Calcuta, la isla de Singapur, Hong-Kong, Yokohama, San Francisco y Nueva York.

Pero la obra no es un diario de viaje sino, ante todo, una historia de aventuras, logro que Verne alcanza a escenificar perfectamente gracias a la presencia de personajes que movilizan al lector con sus personalidades y objetivos encontrados. Por esta razón, resultará inolvidable para cualquiera la tenaz persecución de Fix, un agente convencido de la culpabilidad de Fogg por un robo al Banco de Inglaterra; o los desencuentros con Picaporte, el fiel sirviente que asoma como el personaje hilarante que con asiduidad se distingue en las novelas de aventuras; o el romance que florece entre el personaje principal y Aouda, la hermosa joven india destinada a morir incinerada en un ritual junto a su difunto marido.

La vuelta al mundo en 80 días consolidó la fama que Julio Verne ya había obtenido a partir de la publicación de Cinco semanas en globo. Aún en vida, se vendieron más de 110.000 ejemplares, pero el éxito fue además inmediatamente recogido en el teatro haciendo diversas adaptaciones que maravillaron al público.

EL ESCRITOR DETRÁS DE LA OBRA

Julio Verne (1828-1905) suele ser recordado por la poderosa imaginación que, cuál predicción futurista, logró dar vida en sus relatos a los avances técnicos que ofreció la ciencia casi al pie de la letra. Por esta razón, las fantásticas obras en las que aparecen diversos productos generados por los avances tecnológicos del siglo XX (como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales), han llevado a que el reconocido escritor francés sea considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción.

Sus inicios literarios fueron difíciles, sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. En 1857 se convirtió en agente de bolsa y empezó a viajar, pasión que las interpretaciones psicoanalíticas de su obra ven marcada en su niñez como símbolo de la huída.

¿De qué habría de escapar el joven Verne? Quizás la respuesta a este enigma se encuentre en la severidad y rigidez que reinaban en su hogar, sitio en que el padre dominaba su destino con absoluta inflexibilidad. Las tensiones que despertaban en él estas vivencias, se evidencian en el escape del hogar paterno que realiza con tan solo 11 años, embarcándose nada más y nada menos que a India. La huída, sin embargo, no duró demasiado tiempo, y tras la severa reprimenda del padre, Julio Verne prometió no volver a viajar más que en sueños.

Sin embargo, sus deseos no pudieron ser reprimidos. La voluntad de conocer el mundo formaba parte de su personalidad, cuál un llamado incansable que provenía desde todos los rincones de la Tierra. De esta manera, Verne se lanzó a conocer Europa, África y América del Norte adquiriendo diversos conocimientos geográficos que se plasman con claridad en sus obras, pero que en La vuelta al mundo en 80 días adquieren un valor protagónico.

Su entusiasmo por la revolución tecnológica e industrial también es un sello que acompaña la mayoría de sus historias. Así, Verne se convirtió poco a poco en un especialista de los relatos de aventura de corte científico, dominando la tensión dramática y combinando extravagantes situaciones y momentos poéticos en una prosa ligera y amena.
La vuelta al mundo en 80 días no es la excepción. De hecho, para alcanzar su objetivo, los personajes utilizarán prácticamente todos los medios de transporte conocidos en la época, valiéndose especialmente del barco y el ferrocarril, símbolos emblemáticos de la Segunda Revolución Industrial.

Otra característica que atraviesa todas sus obras es la aventura, esto es, relatos que ponen el énfasis en los viajes, el misterio y el riesgo frente a lo desconocido. Por esta razón, con el tiempo empezó a ser erróneamente considerado un escritor de relatos infantiles a falta de una interpretación profunda de su producción. Lo cierto es que tanto La vuelta al mundo en 80 días, como la mayoría de sus restantes escritos, pueden ser leídos en varios niveles y apreciados por todas las edades indistintamente, a pesar de que sus textos se hayan popularizado como clásicos de la literatura infantil y juvenil del siglo XX.

Quienes se inmiscuyeron en un estudio serio de la obra hablan de la necesidad de lecturas profundas realizadas desde diferentes enfoques para poder apreciar el valor de sus escritos: desde el psicoanalítico hasta el textual, desde el político hasta el humanista, desde el histórico y científico hasta el surrealista. Sólo de esta manera podrá terminar de darse un sentido último a los más de 80 relatos que este magnífico escritor realizó durante su vida.

¿Sabías qué...?
33 de las novelas de Julio Verne han sido llevadas al cine.

ADAPTACIONES

La popularidad adquirida por La vuelta al mundo en 80 días llevó a que la obra sea adaptada a otras formas artísticas casi inmediatamente después de haber sido publicada. Sin embargo, el furor causado por la novela no se extinguió en esos primeros años, sino que se renueva con cada adaptación que se realiza actualmente.

El propio Julio Verne fue el primero en decidir llevar la novela al teatro, tan solo un año después de que fuera publicada. Sin lugar a dudas se trató de una de las adaptaciones más asombrosas, no sólo porque contaba con los aportes del escritor, sino también por la sorprendente puesta en escena que se montó.

Verne decidió confiar dicha versión a un experimentado dramaturgo de la época: Adolphe d’Ennery. El día del estreno, un 7 de noviembre de 1874, en el Teatro de la Porte-Saint-Martin, se dio una de las más peculiares anécdotas de su vida. Mientras chequeaba personalmente la canastilla que conduciría a Phileas Fogg y a su criado Picaporte sobre un elefante verdadero, la caída de una parte del escenario asustó tanto al animal que salió despavorido del teatro con el autor a cuestas y recorrió varias calles de París antes que el domador pudiera pararlo.

El éxito sin precedentes que alcanzó la pieza le proporcionó a Verne una cuantiosa fortuna. Dos años después del estreno podía leerse aún en el cartel del teatro la frase «no hay entradas».
Otra versión interesante que se realizó en teatro fue la dirigida por Karla Baro en 1971. La presentación se hizo en La Habana (Cuba), en la sala Hubert Blanck, sede de Teatro Estudio. Sin embargo, lo cierto es que la cantidad de adaptaciones teatrales realizadas en todo el mundo escapa a la posibilidad de contabilizarlas completamente.

Las adaptaciones en cine han sido incluso mayores: Die Reise um die Erde in 80 Tagen (Alemania, 1919), Around the World in Eighty Days (Estados Unidos, 1956), De reis om de wereld in 80 dagen (Bélgica, 1957), La vuelta al mundo con Bolek y Lolek (Polonia, 1977), La vuelta al mundo en 80 días (animación australiana, 1988), Around the World in Eighty Days (animación coproducida entre Canadá y los Estados Unidos, 1991), Le tour du monde en 80 jours (dibujos animados franceses, 2001) y la más reciente Around the World in 80 Days (producida por Walt Disney Pictures en 2004), son tan sólo algunos de los ejemplos que se presentaron en la pantalla grande.

En televisión también se realizaron varias adaptaciones. La primera versión fue australiana, contó con 16 episodios de 30 minutos cada uno y se lanzó al aire en los años 1972 y 1973. Se trataba de una serie de dibujos animados producida por Walter J. Hucker y dirigida por Leif Gram. Otra serie animada La vuelta al mundo de Willy Fog de 26 capítulos con 25 minutos de duración cada uno, apareció en 1981 de la mano de una coproducción española y japonesa dirigida por Luis Ballester y Fumio Kurokawa. Ocho años después pudo verse en televisión una miniserie dividida en
tres partes coproducida entre Estados Unidos, Italia, Yugoslavia y Alemania Occidental. El mismo año apareció otra miniserie de 4 capítulos en Reino Unido, pero esta vez con un tinte documental encarado por la BBC, idea que sería retomada en el 2009.

Lo cierto es que, como puede observarse, la obra es reinventada constantemente y las aventuras de sus personajes lejos de perder vigencia, siguen cautivando a diferentes públicos a través de las nuevas posibilidades tecnológicas y las nuevas formas de expresión artística.

Relato de un náufrago

Este tremendo relato de supervivencia y humanismo revela también una de las facetas narrativas más intensas de Gabriel García Márquez, conjugando ficción y realidad sobre ese personaje que pasó diez días en una balsa: Luis Alejandro Velasco.

“Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre.”: ese es el título completo de esta obra que constituye una de las muestras del singular estilo de Gabriel García Márquez, el gran escritor colombiano que se encuentra entre las plumas más respetadas del siglo XX. Esta narración donde el escritor afirma su singular estilo, encuentra la particularidad de ser una obra que no se puede desligar de ninguna forma de la realidad, que a menudo ofrece una relectura sobre lo acontecido.

Pero ¿en qué consiste la obra? Tal como lo dice el extenso título completo (prácticamente un irónico epígrafe, recordemos la trayectoria periodística del escritor) se trata de un relato donde un personaje con nombre y apellido, Luis Alejandro Velasco, sobrevive sin ningún tipo de vívere arriba de una balsa. El relato se enmarca dentro del género denominado “no-ficción”, tomando un hecho de la realidad y explotándolo en un mundo ficcional donde personaje y persona se encuentran a menudo superpuestos. Esto quiere decir que Velasco no sólo es un náufrago que fue enterrado el mes de agosto del año 2000 en Bogotá, es también el personaje inmortal que sobrevive en la obra literaria a los múltiples pormenores que se le presentan en el mar Caribe. Aquí, más que a la persona Velasco, se asemeja a cualquier protagonista ficcional.

Gabriel García Márquez.

EL RELATO DEL RELATO

Relato de un náufrago apareció originalmente en el año 1955 a través de las hojas del diario El espectador, de Colombia. Fue publicado en 14 entregas consecutivas bajo el título “La verdad sobre mi aventura” que, para afirmar el verosímil, iba firmado por el mismo Luis Alejandro Velasco. El texto estaba basado en las experiencias que había sufrido este sobreviviente de la tormenta en el Caribe que había azotado al destructor colombiano Caldas, provocando la desaparición de 8 marineros. O, al menos, esa era la versión oficializada.

El náufrago, que había pasado diez días en una balsa sin bebida ni comida alguna, había sido recibido con toda la pompa: condecorado de forma ilustre, declarado héroe nacional, besado por la reinas de la belleza e incluso había aparecido en varios comerciales. Pero, una vez trascendió la verdad a través de las entregas que iba realizando García Márquez, resultó tener consecuencias tanto para el náufrago como para el escritor. Es necesario contextualizar que en ese momento la libertad de prensa en Colombia se encontraba limitada por estar bajo el yugo de la dictadura militar del general Gustavo Rojas Pinilla, y por esta razón las consecuencias de la verdad fueron aún más impactantes.

¿En qué consistía esa “verdad”?: pues, a través del relato de Velasco se daba a conocer que no existió una tormenta tropical. El naufragio del Caldas se había dado por fuertes vientos regionales y una carga demasiado abultada de distintos aparatos domésticos como heladeras, estufas o lavarropas, que habían cargado los marineros en el puerto de Mobile en Alabama. Tal como plantea su autor en la autobiografía Vivir para contarlo, la causa de que ocho marinos se cayeran por la borda respondió a “la sobrecarga de aparatos domésticos mal estibados en la cubierta de una nave de guerra”. Entonces, lo que aparecía como un relato de supervivencia y aventuras, también se había transformado en un relato de denuncia contra la corrupción. La trascendencia de esta nueva versión llevo al gobierno de Pinilla a emitir nuevos comunicados indicando que la única versión oficial era la correspondiente a la tormenta tropical, pero no por ello censuró la versión que García Márquez publicaba en El Espectador. Más bien, las consecuencias se vieron poco después: el escritor comenzó a sufrir el acoso de personas cercanas al poder que le manifestaban que le hacía el “juego” al comunismo, mientras que el glorioso sobreviviente fue expulsado terminantemente de la marina.

A largo plazo las consecuencias inmediatas fueron aún más graves, sintiéndose amenazado García Márquez se exilió a París mientras que el náufrago tuvo que sobrevivir en el anonimato en base a empleos mal pagos.

EL LEGADO

Como vemos, la escritura de los artículos en El espectador fueron polémicos y determinaron consecuencias inmediatas para sus actores. Sin embargo, no termina aquí. Si bien en el año 55 García Márquez era un joven y conocido periodista, apenas conocido tímidamente como escritor (La hojarasca se publicó ese mismo año y había publicado algunos cuentos en ese mismo diario), a finales de la década del 60 su situación era bastante distinta. La publicación de Cien años de soledad en 1967 había implicado su consagración definitiva y había cobrado fuerza la corriente literaria denominada como “Boom latinoamericano”, que disparó el interés por las obras de los escritores más reconocidos de Latinoamérica. Ante las necesidades editoriales, se compila el material surgido de El espectador en el 55 y se le da un nuevo formato de novela, con un prólogo que redefine el marco de la obra.

Sin embargo, en este mismo prólogo García Márquez no dejaría de manifestar su parecer respecto a la nueva publicación del relato, aunque esta vez con su nombre y apellido:
“Si ahora se imprime en forma de libro es porque dije sí sin pensarlo muy bien, y no soy hombre con dos palabras. Me deprime la idea de que a los editores no les interese tanto el mérito del texto como el nombre con que está firmado, que muy a mi pesar es el mismo de un escritor de moda”

En este mismo prólogo comenta lo que fue del náufrago y su actual aspecto y trabajo, con lo cual redimensionaba lo acaecido tras la publicación de los artículos en el 55. Por otro lado, tras la publicación del libro el autor decidió cederle los derechos a Velasco por “motivos humanitarios” y porque entendía que el relato correspondía a la persona que lo había experimentado. Sin embargo, esta condición no iba a extenderse por tanto tiempo: el anuncio de la posibilidad de una adaptación cinematográfica con estrellas taquilleras anunciada en los medios, llevó al Nobel colombiano a detener la publicación del libro y a luchar por la propiedad intelectual del texto. El hecho de que Velasco se viera impedido de negociar la propiedad intelectual de Relatos de un náufrago lo llevó a demandar al escritor colombiano y, en un mediático enfrentamiento legal, García Márquez quedo como el único dueño de los derechos del libro.

El náufrago murió finalmente a los 66 años producto de un tumor, pero antes de morir decidió dejar en claro que se arrepentía de la demanda realizada contra el escritor: “Le pido perdón a Gabo porque considero que perjudiqué su imagen. Fue por eso que me quitó los derechos. Espero que sea el momento para que las regalías que tú me has cobrado por tanto años me ayuden en los gastos que no sufraga la sanidad de las Fuerzas Militares de Colombia”.

EL VALOR LITERARIO

Si bien no se encuentra entre las obras más importantes del autor, lo cierto es que se trata de un relato donde se resaltan las virtudes creativas de García Márquez. La elegancia de la adjetivación, la ficcionalización de algunos pasajes donde se advierte su sello y una estructura donde los detalles aparecen reorganizados para generar el suspenso necesario, son algunos de los recursos que demuestran la maestría del autor para volcar su experiencia literaria en una experiencia real.

Redes sociales

Cuál verdaderos lugares de encuentro, las redes sociales han revolucionado nuestras formas de relacionarnos, imponiéndose en las costumbres sociales para formar parte de la vida cotidiana.

Desde su aparición, la Internet ha provocado un sin fin de posibilidades que todavía se están descubriendo. No sólo ha instaurado nuevos modos de informar, estudiar, trabajar y entretenerse, sino que incluso ha revolucionado también las formas de relacionarse. En este último aspecto cobraron especial importancia los chat, pero con la aparición de las redes sociales las modificaciones fueron mucho más sustanciales.

Las redes sociales han tenido éxito en los distintos grupos etarios.

¿Qué son las redes sociales?

Es importante aclarar que el concepto de red social es anterior a la creación de los sitios virtuales a los que hacemos referencia. Sin embargo, desde su aparición, el término es utilizado tanto para mencionar a las estructuras sociales compuestas por grupos de personas (primera acepción) como para hablar de determinadas páginas de Internet (segunda acepción).

Sin embargo, es fácil notar que más allá del soporte virtual al que hace referencia la segunda acepción, las similitudes que existen entre los términos son muchas. Por lo tanto, podemos definirlas como formas de interacción social que se caracterizan por el intercambio dinámico producido entre personas, grupos e instituciones.

En el ámbito de Internet, las redes sociales permiten que nos conectemos tanto con amigos como con desconocidos, y así compartir contenidos virtuales e interactuar en comunidades que tengan los mismos intereses que nosotros. Al participar en ellas todo tipo de gente, instituciones, empresas y organizaciones políticas, las posibilidades de mantenerse en contacto con aquello que nos interesa inmediatamente se acrecienta de forma vertiginosa.

Ejemplos muy conocidos de redes sociales son Facebook, Twitter y Google+, pero también páginas que han salido con anterioridad como Youtube, Hi5, MySpace y Yahoo respuestas, entre muchos otros.

Si bien las distintas empresas se encuentran constantemente trabajando para ofrecer en su sitio de Internet nuevas posibilidades, básicamente podemos reducir las herramientas de las redes sociales a las siguientes:

• Construcción de un perfil que se puede compartir con otros usuarios.
• Actualización automática del contenido y la libreta de direcciones.
• Visualización (dependiendo de la privacidad de los usuarios) de las conexiones que se tienen en común con otros miembros de la comunidad.
• Capacidad de crear enlaces nuevos por medio de diversas formas de conexión social en línea.
• Búsqueda de usuarios basada en contactos compartidos, intereses en común, etc.
• Control y configuración de la privacidad.

Una historia que se sigue escribiendo

En Internet, las redes sociales han ido ganado su lugar de una manera vertiginosa para convertirse en sitios de encuentro de empresas, artistas, marcas y profesionales de todo el mundo. En menos de 20 años se volvieron los sitios más utilizados de la web, habiendo ya cautivando a más de mil millones de personas.

Explicar las razones que proyectaron semejante revolución sería imposible sin que se realizara primero un breve recorrido por su historia, atendiendo a las posibilidades que fueron brindando para cautivar a un público tan heterogéneo.

Lo cierto es que no hay un acuerdo respecto a cual fue el primer sitio que se impuso como una red social. Las opiniones de experimentados coinciden en que la década del 90 fue el periodo de inicio, pero tres webs se disputan el mérito de haber presentado la primera: Classmates.com (1995), theglobe.com (1995) y SixDegrees (1997).

La resolución dependerá de qué definición se tome de red social, esto es, de encontrar cuál es el factor esencial que las particulariza y distingue de otros sitios. En la actualidad, tiende a pensarse que el verdadero nacimiento de las redes sociales, tal y como las conocemos ahora, puede remontarse al momento en que las conexiones que tenemos con otras personas se hicieron visibles. Siguiendo esta línea de pensamiento, los primeros dos sitios se convertirían en precursores y SixDegrees sería la primera red social propiamente dicha.

Classmates se hizo popular por la posibilidad que brindaba de ayudar a la gente a encontrarse con los ex compañeros de clase y del trabajo, mientras que Theglobe ofrecía un espacio que, a modo de comunidad global, permitía a los usuarios crear sus perfiles e interactuar con otros.

Por otra parte, SixDegrees había sido diseñada alrededor del concepto de los seis grados de separación que se popularizó décadas antes. El sitio ofrecía a los usuarios la posibilidad de crear perfiles personales, invitar a sus amigos, conectarse a grupos y visitar los perfiles de otras personas. Además, los usuarios podían hacer publicaciones llamadas bulletins, muy parecidas a las que popularizaría más tarde MySpace. Los contactos que fueran de primer, segundo y tercer grado, tenían la posibilidad de leer estos mensajes. Pero lo fundamental, era que los usuarios podían ver qué tipo de conexión tenían con otros usuarios dentro de la misma red.

A partir del comienzo del nuevo siglo, las redes sociales empiezan a marcar una clara diferencia con sus antecesoras. De la mano de Friendster, MySpace y Facebook, el servicio se populariza alcanzando a un número mucho más grande de personas. La primera de ellas aparece en el 2002 y es reconocida por convertirse en la primera red social en superar el millón de usuarios.

Un año después aparece MySpace y desbanca completamente a Friendster en el 2004. Para el 2005 alcanza su apogeo, año en que las visitas llegaban a superar a las de buscadores tan importantes como Yahoo y Google. MySpace no sólo se transformó en el punto de encuentro virtual de millones de personas, sino que además se transformó en un medio para que muchas bandas pudieran promocionarse (incluso el propio sitio lanzó su propio sello discográfico).

Desde la llegada de Facebook, en el 2004, los usuarios de MySpace comenzaron a migrar y la compañía no tuvo forma de evitarlo. Al igual que otras redes sociales, el nuevo sitio nació como un proyecto de red universitaria para los alumnos de Harvard. Sin embargo, gracias a la excelente promoción que se promovió por medio del correo electrónico, los juegos virales y el “boca a boca”, logró transformarse un año después en un exitoso producto con presencia en alrededor de 500 universidades estadounidenses y más de 2 millones de usuarios.

Recién en 2006 Facebook permite que el servicio sea abierto a todo público, alcanzando los 10 millones de miembros. Dos años después, el vertiginoso crecimiento termina por permitirle superar a MySpace por primera vez.

En la actualidad, Facebook cuenta con más de mil millones de usuarios en todo el mundo y está valorizada en alrededor de 85 mil millones de dólares. Existen muchas razones que explican su éxito, pero la principal está asociada al uso masivo de aplicaciones. Facebook no solo lanzó las suyas propias, sino que también permitió que los desarrolladores externos creen miles de funcionalidades que mejoraron la experiencia en la red social. De esta manera se convirtió en el modelo de una red social exitosa que continúa reinventándose todos los años.

Las nuevas relaciones

Existen varios datos que permiten en la actualidad dar cuenta de las nuevas formas de socializarse que han brindado las redes sociales. Los siguientes datos son relevantes en este sentido:

• 1 de cada 8 parejas que se casaron en 2008 en EE.UU. se conocieron gracias a una red social.
• 80 % del uso de Twitter se hace desde dispositivos móviles, es decir, desde cualquier sitio, en cualquier momento.
• Cada día se comparten más de 1.5 millones de contenidos en Facebook.
• Según la ultima encuesta en Estados Unidos, más del 34 % por ciento de la población piensa que es posible tener una relación romántica por Internet.
• El 82 % de las personas que tienen entre 18 y 29 años de edad utilizan redes sociales.
• 140 millones de tweets son enviados cada día.
• Los usuarios de Facebook hacen una media de tres amigos nuevos al mes.
• El 53 % de los usuarios de Twitter recomiendan empresas, marcas o productos en sus tweets.
• Al día se utilizan unos 4,7 billones de minutos en Facebook.
• El 35 % de las pequeñas empresas utilizan las redes sociales en su mix de marketing.

Guaraníes

Esta etnia sudamericana tiene su origen en la región amazónica, lugar del que partió para ir ocupando distintas regiones del continente, como los actuales territorios del Paraguay, el noreste argentino, el sur y suroeste de Brasil y el sureste de Bolivia.

El nombre original de este pueblo es avá, palabra cuyo significado es “hombre”, y que rebaja a las otras etnias a la categoría de “no hombres”. La denominación de guaraníes les fue impuesta según se cree por los españoles, que tomaron para nombrarlos el grito de guerra que proferían antes de entrar en combate “guara ny”, cuyo significado sería “combatir les”. Aunque otra versión afirma que es una deformación de la palabra “guariní”, cuyo significado es “guerra” o “guerrear”. Lo cierto es que ellos mismos comenzaron a llamarse guaraníes, lo que implica que asumían su condición de guerreros.

Provenientes de la zona circundante del Caribe, posiblemente la isla de Marajó, en la desembocadura del Amazonas; las causas de su migración hacia el sur tuvieron que ver con la necesidad de buscar nuevas tierras aptas para el cultivo, la presión de otros pueblos y los motivos religiosos que impulsaban su nomadismo para ir en busca de “La Tierra sin mal”.

Se instalaron en el actual territorio paraguayo hacia fines del siglo XV y comienzos del XVI, subdividiéndose en distintos grupos según las zonas que en adelante fueron ocupando. Los chandules, por ejemplo, eran los guaraníes de las islas del delta del río Paraná, pero desaparecieron después de la segunda fundación de Buenos Aires a cargo de Juan de Garay en 1580; a los que se establecieron en la zona del río Carcarañá se los llamó carcarañaes; guaraníes de Santa Ana, a los ocupantes del norte de la provincia de Corrientes, Argentina; mbyá, a los de Misiones, otra provincia argentina; mientras en la actual Bolivia se instalaron los llamados tapietés.

Pero por su lengua se pueden clasificar en tres grupos:
1. El amazónico que habla el ñe engatú (lengua hermosa o pulida).
2. El Tupí o Tupinambá (guaraní de la costa atlántica).
3. El grupo caracterizado por hablar el avañe-é (lengua del hombre), que comprende los dialectos del Paraguay, Bolivia, Argentina y sur de Brasil, emparentados entre sí.

¿Sabías qué...?
Los guaraníes asentados en las misiones jesuíticas hablaban latín.

Actualmente su población se estima en 1,5 a 2 millones y su idioma es hablado por 5 a 12 millones de personas, principalmente gente de origen mestizo, en Paraguay, Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Rondonia (oeste y centro de Brasil), Santa Cruz, Beni y Pando (al este de Bolivia) y en Misiones y Corrientes y en menor medida Entre Ríos y Formosa (en el noreste argentino).

HISTORIA

Los guaraníes asentados en el sur de Bolivia, oeste de Paraguay y noroeste de Argentina tomaron para sí el nombre de avá guaraní. Los incas los denominaron con el mote despectivo de “chiriguano” (antiguamente chiriguanáe), forma despectiva castellanizada con la que los pueblos de habla quechua se referían a los guaraníes del Chaco occidental. El nombre “chiriguano” en idioma quechua derivaría de chiri-frío- wañu -excremento- aunque esta etimología es discutida, pues sería deformación de chiri-frío- wañuq -los que mueren-.

A partir del siglo XIII, grupos de pueblos amazónicos de linaje tupí-guaraní avanzaron desde la Amazonia hacia el sur y el oeste en un movimiento migratorio en busca de la “Tierra sin mal”. Los chiriguanos comenzaron a migrar hacia las estribaciones andinas en el siglo XV, durante el periodo hispánico, y sus movimientos quedaron registrados en los Comentarios Reales de los Incas del Inca Garcilaso de la Vega. Pero también hubo otros grupos que llegaron con el conquistador hispano portugués Alejo García a mediados del año 1500. Luego los guaraníes sometieron a los arawak generando una síntesis de las culturas al emparejarse los hombres guaraníes con las mujeres chanés. Esta síntesis cultural derivó hacia una sedentarización para la que adoptaron la costumbre chané de las grandes casas comunales hechas con palmas, leños y pajas, las llamadas maloka, en las que residían hasta 300 personas. De los chanés tomaron también la cestería y la cerámica, en tanto impusieron su idioma, su cosmovisión, su organización social y su afición por la caza, la pesca y la guerra. De este modo fueron conformando su forma tradicional de subsistencia basada en una combinación de horticultura (maíz, frijoles, yuca) y caza-recolección-pesca; tal horticultura, aunque principalmente de origen chané, tiene como influencia guaraní la alternativa de poder ser itinerante.

Cuando llegaron los españoles en el siglo XVI se encontraban asentados en las cabeceras de los ríos Pilcomayo y Guapay, enfrentados en guerras con los aimaras y los quechuas. Pero esto no les impidió combatir al nuevo enemigo, para quien se volvieron invencibles, y sólo cedieron ante los misioneros religiosos, fundamentalmente en el valle del río Parapetí.

Partiendo del Amazonas ocuparon parte de los actuales territorios de Paraguay, Argentina, Brasil y Bolivia.

La aceleración de la colonización que se dio hacia mediados del siglo XIX, acentuó el proceso de reducción en misiones, generando algunos focos de resistencia como el encabezado por el jefe Apiaguaiki Tumpa, que terminó con su asesinato a fines del siglo XIX.

En el siglo XX atravesaron una profunda crisis económica que, sumada a la llamada Guerra del Chaco, los obligó a desplazarse hacia el Chaco salteño, aunque en ocasiones se tratara sólo de migraciones temporarias para trabajar como zafreros en la caña de azúcar y en las plantaciones de algodón.

Los guaraníes se asumían como un pueblo guerrero.

ECONOMÍA

Su estructura económica se sostenía sobre la agricultura, para lo que cada grupo tomaba exclusividad sobre una extensa área territorial; cada familia recibía a su vez un lote de tierra en las plantaciones y a cada esposa correspondía su huerta. Tradicionalmente ha existido una división muy marcada del trabajo, tanto sexual como etaria. Los hombres hacían el desmonte, cazaban, pescaban y se dedicaban a la cestería; las mujeres plantaban, cosechaban y se ocupaban de los alimentos. Sus principales plantaciones eran las de maíz, mandioca, calabaza, poroto y tabaco. Las jóvenes y las niñas también practicaban la cestería, y exclusivamente a las mujeres correspondía el trabajo en cerámica.

Los hombres hacían el desmonte, cazaban, pescaban y se dedicaban a la cestería.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL

Se asentaban en aldeas ocupando los claros de la selva. Las familias habitaban en casas comunales encabezadas por un jefe que tenía su aposento en el centro de la vivienda. La casa era una sola habitación de hasta sesenta metros, y en ella cabían entre sesenta y ciento veinte personas. Los jefes de las casas comunales formaban el consejo de jefes, en el que eran tratados y resueltos los principales problemas de la comunidad; la aldea estaba dirigida por un jefe político llamado Mburubichá, y un jefe religioso llamado Shaman, la familia y el matrimonio constituían el núcleo básico de la sociedad.

Las aldeas se formaban con 4 y hasta 8 casas.
Construían las casas con troncos y hojas.

COSMOVISIÓN

De acuerdo a sus creencias hay una vida después de la muerte que es mejor que la de esta tierra. Para afrontarla proveen al muerto de todo lo que creen necesario para su nuevo estado. Antes de entrar en la vida mejor, los muertos deben recorrer el inframundo en un viaje donde los peligros acechan al que va hacia “La Tierra sin mal”, peligros de los que sólo son exceptuados los niños.

Los guaraníes sienten como si estuvieran vivos a los héroes míticos y a los antepasados de la comunidad, creyendo que habitan en los adornos que los representan. La relación entre la comunidad de los vivos y la de los muertos es estrecha; en su cosmovisión son los muertos quienes los proveen de alimentos, envían la lluvia y los cuidan y estimulan en la guerra; a cambio reciben de los vivos ritos, ofrendas y venganza de su honor, celebrándoles además una gran fiesta anual.

EL CHAMÁN
En la cultura guaraní el chamán es un sacerdote dotado de poderes sobrenaturales como la adivinación, la sanación, la potestad sobre sucesos naturales como la lluvia. Está a cargo de la espiritualidad de la comunidad dirigiendo ceremonias y danzas. El contacto con espíritus, buenos y malos, le permite proteger a la comunidad.

Los guaraníes eran monoteístas y su dios fue Tubá, creador de todo lo existente.
MITO GUARANÍ DE LA CREACIÓN

En los mitos y leyendas guaraníes que tratan la creación como tema central, aparece como figura principal Tupá, considerado el dios supremo o dios del trueno. Tupá contó con la ayuda de la diosa luna, Arasy, para descender a la tierra en un lugar recreado como un monte en la región de Areguá (Paraguay). Este fue el sitio desde donde realizó la creación de todo lo que hay sobre la tierra, incluso los océanos y las estrellas del firmamento. Luego creó a la humanidad en una elaborada ceremonia en la que formó estatuillas de arcilla representando al hombre y a la mujer. Luego de soplar la vida en estas formas humanas, los dejó con los espíritus del bien (Angatupyry) y del mal (Taú) y partió. La primera raza así creada serían los guaraníes, de quienes se originarían los demás pueblos.
Los jesuitas que realizaron tareas evangelizadoras entre los aborígenes de América en el siglo XVII, se ocuparon de fusionar las historias y leyendas guraníes para que sus héroes míticos encajaran en el relato del Génesis tal como se lo conoce en el Antiguo Testamento.

ACTUALIDAD

Actualmente mantienen su preeminencia sobre las pequeñas comunidades chanés, pero la hegemonía se ha reducido y ya aparecen como una sociedad mixta chiriguano-chané, también conocida como tupí-guaraní.

Incas

La palabra Inca viene del quechua, Inka, cuyo significado es rey o príncipe, y es el nombre genérico que se les daba a los gobernantes cusqueños, soberanos que establecieron un vasto imperio en los andes hacia el siglo XV, poco tiempo antes de la llegada de los españoles. Por extensión este nombre se le da a todos los súbditos del imperio incaico o incanato. Arqueológicamente es el nombre de una cultura desarrollada durante el periodo prehispánico.

Inca Pachacutec.
Ruinas de Machu Picchu.

SU HISTORIA

Si bien el Cusco se constituyó en su área central durante el periodo de su apogeo, este pueblo provenía, posiblemente, del Altiplano, de donde llegó al Cusco hacia el año 1100 entablando desde entonces una relación con los pueblos de la zona que osciló entre las batallas y las alianzas. Con el tiempo este grupo alcanzó un gran poder, pero se mantuvieron en su territorio hasta la invasión chanca y el gobierno de Pachacutec Inca Yupanqui, cuando empezaron a expandirse por otras regiones.

Según una leyenda, fue durante el gobierno del inca Viracocha que aparecieron los chancas rodeando la ciudad de Cusco. Se trataba de un pueblo guerrero de la sierra central que atacó la ciudad destruyéndola, lo que provocó la huida de Viracocha. El general Yupanqui se presentó entonces ante las ruinas del viejo templo solar, el Inticancha, implorando la ayuda del dios Sol, quien accedió convirtiendo las piedras que rodeaban la ciudad en soldados a los que llamaron pururaucas, que derrotaron al enemigo. Yupanqui fue aclamado por el pueblo como su nuevo inca, y asumió el cargo con el nombre de Pachacutec (‘el que transforma el mundo’).

¿Sabías qué...?
Los emperadores Incas eran considerados como descendientes del Dios Sol.
Templo del Sol.

LA EXPANSIÓN

Con el gobierno en manos de un militar, este sector se vio favorecido y dio paso a la expansión. Pachacutec conquistó la meseta del Collao, Arequipa, el valle del Mantaro, a los chinchas (icas), Lima, entre otros territorios, y organizó el Tahuantinsuyo.

Túpac Yupanqui fue el sucesor de Pachacutec, y como auqui o príncipe heredero privilegió la continuidad en los planes de expansión que se extendieron hacia la costa y la sierra norte, dominando a los chachapoyas, los chimú y otros pueblos importantes hasta el actual territorio de Ecuador.

La campaña continuó, ya como inca, avanzando hasta el río Maule, donde se asentó la frontera sur del imperio. Pero la mayor extensión la alcanzaron durante el reinado del hijo de Túpac, Huayna Cápac, entre los años 1493 y 1525. Hacia 1525, el territorio bajo control inca se extendía por la zona más meridional de la actual Colombia, por Ecuador, Perú y Bolivia y por zonas de lo que hoy en día es el norte de Argentina y Chile, abarcando un área de más de 3.500 km de norte a sur, y de 805 km de este a oeste.

De acuerdo a las estimaciones realizadas por investigadores, se cree que la región llegó a tener entre tres millones y medio y dieciséis millones de habitantes pertenecientes a las distintas culturas andinas.

Nativa peruana.

RUPTURA Y CAÍDA

En 1525 murió Huayna Cápac sin llegar a nombrar sucesor, y esto produjo la división del Imperio. Sus hijos, hermanastros entres sí, Huáscar y Atahualpa, disputaron por el trono hasta 1532, cuando Huáscar fue capturado. Para entonces el Imperio se encontraba seriamente debilitado. Este momento de crisis fue aprovechado por Francisco Pizarro, quien desembarcó en la costa del actual territorio de Perú con 180 hombres equipados con armas de fuego, y apoyados por grupos de indígenas que se oponían a la dominación inca. Así fue como llegaron a controlar el Imperio y hacer prisionero a su jefe, Atahualpa. Atahualpa temía que Pizarro ordenara su destitución para favorecer a su hermano Huáscar, por lo que dio la orden de ejecutarlo, lo que se convertiría, al año siguiente, en una de las causas por las que fuera sometido a proceso por los españoles. El 26 de julio de 1533, cuando todavía se estaba acumulando un enorme depósito de ornamentos de oro procedentes de todos los rincones del Imperio para entregárselo a Pizarro a cambio de la liberación de Atahualpa, el Inca fue ejecutado al garrote por orden del conquistador español.

Luego de la ejecución los españoles marcharon sobre Cusco. Al llegar a mitad de camino, en Jauja, conocieron a Túpac Hualpa o Toparpa, quien se presentó como hijo de Huayna Cápac y legítimo heredero del cargo de inca, lo que fue reconocido por Pizarro. Pero al llegar a Cusco el conquistador se enteró de que Toparpa había sido asesinado, por lo que nombró a Manco Inca como su sucesor. Este en 1536 se rebeló contra los españoles y avanzó sobre Cusco y Lima cercándolas durante algunas semanas, pero finalmente fue derrotado en la fortaleza de Sacsayhuamán.

Después de la derrota Manco Inca se escapó hacia el oriente y fundó Vilcabamba, un centro de resistencia donde él y sus descendientes se hicieron conocidos como los incas de Vilcabamba. A su muerte le sucedió su hijo Sayri Túpac, quien firmó la paz con el virrey Andrés Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, pero falleció en 1561, siendo reemplazado por Titu Cusi Yupanqui, que reinició las hostilidades; finalmente, en 1570, asumió el poder Túpac Amaru, quien fue derrotado y decapitado en 1572 por orden del virrey Francisco de Toledo.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA

El gran mérito de los incas fue el de recopilar y extender las costumbres ancestrales de los pueblos andinos. No tenían una gran capacidad creativa pero sí una llamativa capacidad para ordenar, difundir y administrar el sistema andino en un extenso territorio. El parentesco al que llaman ayllu, que es el conjunto de personas que se consideran parientes, pues desciende de un pasado común, es la base de su cultura y organización. Estos parientes tienen un vínculo de reciprocidad lo que los obliga a ayudarse mutuamente en las labores cotidianas; este tipo de trabajo es conocido como ayni. También tienen la obligación de trabajar juntos para el beneficio de todo el ayllu; este trabajo se conoce como minga.

Cada ayllu tiene una autoridad a la que llaman curaca, en español, cacique, que son los que se encargan de regular las relaciones sociales, llevar a cabo las fiestas, almacenar recursos, repartir tierras y disponer de la mano de obra.
En la plenitud de su civilización, los incas habían logrado la construcción de un sistema político y administrativo superior al de cualquier otra cultura americana. Eran un imperio teocrático basado en la agricultura y en el sistema de ayllus, y gobernado por el inca, a quien el pueblo adoraba como a un dios viviente.

En la plenitud de su civilización, los incas habían logrado la construcción de un sistema político y administrativo superior al de cualquier otra cultura americana. Eran un imperio teocrático basado en la agricultura y en el sistema de ayllus, y gobernado por el inca, a quien el pueblo adoraba como a un dios viviente.

Los ayllu se organizaban en torno a la autoridad del curaca.

EL ESTADO INCAICO

El carácter teocrático del estado se lo daba el hecho de que creían que el Inca era hijo del sol, el dios más importante en sus creencias. El Inca a su vez era asesorado en cuestiones de gobierno por un consejo de nobles y sacerdotes llamados orejones, que pertenecían a la familia real. Su fuerza militar, perfectamente organizada y entrenada, fue la que permitió su expansión. Esto se vio facilitado por la vasta red de caminos que construyeron, en los que existían tambos o postas que servían para el descanso de las tropas movilizadas, y para cambiar allí animales y armamento. Los pueblos del imperio tenían la obligación de tributar al Estado una cantidad determinada de materia prima o productos manufacturados, según las características de cada zona. La población tenía la obligación de realizar trabajos para el Estado, los curacas o los sacerdotes. Por eso es que el llamado Camino del Inca tenía tanto tránsito.

Creían que el Inca era hijo del sol.
El curaca y los tributos

El encargado de recibir los tributos de cada ayllus era el curaca respectivo. Los bienes tributados eran acumulados en depósitos reales ubicados en las aldeas, caminos y ciudades. Funcionarios designados para la tarea se encargaban de contabilizarlos, y luego comunicaban a los administradores del Cusco las cantidades de cada producto. Para hacerlo se valían de quipus, instrumento hecho con tiras de cuero que se anudaban para certificar la cuenta. De este modo, el Inca conocía las cantidades de excedente y en qué regiones del imperio sobraban o faltaban determinados productos. Esto facilitaba la redistribución y la asistencia cuando alguna región era afectada por una catástrofe y perdía su cosecha, entonces el Estado acudía en auxilio con alimentos, materias primas y manufacturas de las que tenían almacenadas. Los bienes acumulados también se aplicaban para costear las campañas militares.

EJÉRCITO

Los incas lograron la expansión a fuerza de una cuidada organización militar. Entre los 25 y los 50 años los hombres tenían la obligación de servir al ejército. Los altos mandos eran siempre miembros de las panacas nobles de Cusco, y la jefatura suprema del ejército la tenía el propio Inca, que podía delegarla en alguno de sus generales o parientes cercanos.

Con el tiempo y el ejercicio se fue formando un grupo de militares profesionales, incluso en los niveles medio y bajo de la tropa, que provenían de etnias vencidas que eran reclutados para esta tarea. Cuando estaban por comenzar una acción militar, la encabezaban con un desfile para impresionar al enemigo. Los soldados marchaban con sus distintivos mientras el generalísimo iba en su litera llevando en su mano el emblema de su mando. Así alardeaban de su poder a la vista del ejército enemigo. Luego el general o el Inca pasaba revista a sus tropas mientras se hacían sonar instrumentos musicales, completada esta tarea venía la arenga y finalmente se efectuaba el ataque.

Dos elementos fueron claves para el poder militar inca: la intendencia y la disciplina. Sus caminos con las postas fueron estratégicos y su disciplina sumamente rígida. Un soldado no podía abandonar la formación bajo ninguna circunstancia.

Construían casas emplazadas en lugares estratégicos para la defensa.

NOBLEZA REAL

La nobleza fue bautizada por los españoles como “orejones”, impresionados por sus enormes orejas, las que se veían ampliadas por los grandes pendientes que usaban.

Los orejones recibían una educación especial durante cuatro años. En sus cursos aprendían lengua quechua, religión, quipus, historia, geometría, geografía y astronomía. Cuando terminaban los estudios participaban de una ceremonia de graduación, en la cual debían superar las pruebas que se les planteaban. Los candidatos se presentaban en la plaza central de Cusco vestidos de blanco y con el pelo corto y un llautu negro con plumas rodeando la cabeza. Tras unas plegarias al Sol, la Luna y el Trueno, subían a la colina de Huanacaui, donde guardaban ayuno, participaban de competencias y bailaban.

Después pasaban a la presencia del inca, quien les entregaba unos pantalones ajustados, una diadema de plumas y un pectoral de metal. Para terminar se ocupaba de perforarles personalmente las orejas con una aguja de oro, con el fin de que pudieran colgarse sus característicos pendientes. Los orejones constituían el cuerpo de funcionarios del Imperio. En el lugar más alto estaban los cuatro apu, que eran los administradores de las cuatro regiones y asesoraban de manera directa al emperador. En orden jerárquico les seguían los tucricues, que eran los gobernadores de provincias, que residían en sus provincias y eran periódicamente inspeccionados. Todos ellos gozaban de privilegios como el de poseer tierras y poder optar por la poligamia. Era habitual que recibieran regalos del emperador, como mujeres, objetos preciosos, llamas, permisos para ir en andas o usar tronos.

CURACAS

La nobleza estaba constituida por los curacas, en algunos casos sus ancestros era aún más antiguos que los emperadores. Cuando sus comunidades fueron conquistadas por los incas, aceptaron sumarse a la estructura imperial a cambio de que se les permitiera conservar sus privilegios. Entre estas prerrogativas estaba el derecho a cobrar tributo a los miembros de su comunidad. El pacto incluía como garantía la manifestación pública de adhesión al inca, y el envío de su hijo y sucesor a Cusco para recibir educación. Aprendían la lengua quechua, la religión y las costumbres del Imperio. El intercambio de los curacas con el emperador solía incluir la oferta que estos hacían al monarca de una hija o una hermana para que la tomara como esposa secundaria, en tanto recibían de él mujeres y servidores. Esta costumbre estrechaba los lazos entre ellos.

Los curacas tenían obligación de peregrinar cada año a la ciudad capital para ofrecer parte de los bienes producidos.

Pero sobre los curaca se encontraban los jefes de provincia, y debajo de ellos lo que los españoles llamaron “segunda persona”, que era el huatunruna, que era quien intermediaba ante el pueblo. Los curacas no se casaban con los demás miembros del ayllu sino que formaban, dentro de él, un grupo privilegiado de principales, enlazados con otras familias curacales de la provincia o del mismo Cusco.

GRUPOS NO PRIVILEGIADOS

En el ayllu se agrupaban como comunidad los campesinos unidos por vínculos familiares y que compartieran territorio y antepasados. El Estado los asistía entregando tierras para la subsistencia de la comunidad. Cada año el curaca se ocupaba de asignar las parcelas a cada familia, de acuerdo con el número de componentes. La comunidad trabajaba las tierras de manera colectiva. Tenían que solventar con el producido los fuertes tributos que les aplicaban el Estado y los curacas. Las comunidades campesinas que quedaban desposeídas de sus tierras recibían el nombre de mitimaes. Los incas solían enviar estas comunidades a regiones rebeldes para que se instalaran allí a colonizar y de paso controlar e informar los movimientos de la región. Allí reproducían sus ayllu y sus costumbres. Podía tratarse también de pueblos que se hubieran rebelado, en cuyo caso, luego de someterlos se los enviaba al confín más lejano a su lugar de origen. El grupo de los yanas o siervos provenía de diferentes estratos. En su mayoría eran prisioneros de guerra, aunque también podían ser jóvenes reclutados por el emperador. Los yanas no poseían vínculos ni atributos étnicos, ni gozaban de los beneficios los ayllu. La mayoría servían en el palacio imperial o los templos, aunque también podían ser entregados a los nobles para que trabajasen su tierra. La situación de estos servidores no era exactamente la de esclavitud, ya que les estaba permitido poseer tierras, ganados y bienes, aunque solo los podían transmitir a uno de sus hijos.

ECONOMÍA

Los incas se destacaron por lo avanzado de su agricultura. Llegaron a desarrollar una estrategia para cada zona obteniendo así el mayor de los provechos. Utilizaron andenes o terrazas de cultivo para aprovechar las laderas de los cerros, camellones o Waru Waru en zonas altas inundables e irrigaciones.

Entre las herramientas de las que se valían para trabajar la tierra estaba el chaki-taclla, un arado de pie.

Sus principales cultivos eran la papa y el maíz, y luego el ají, la chirimoya, la papaya, el tomate y el frijol. Para el transporte utilizaban las llamas, en tanto que la vicuña y la alpaca eran domesticadas para aprovechar su lana. Otros animales domesticados fueron guanacos, perros, cobayas y ocas.

En cuanto a sus manufacturas, se destacaron la cerámica, los tejidos, los ornamentos metálicos y las armas con bellas ornamentaciones.

Las comunicaciones de las autoridades residentes en Cusco, con el resto del Imperio, eran buenas, aunque no contaban ni con caballos, ni transportes de ruedas ni sistema de escritura. Tenían era una importante red de caminos empedadros que conectaban las regiones permitiendo una ágil comunicación utilizando mensajeros entrenados, los chasquis, que actuaban con un sistema de relevos recorriendo 402 km al día. Los registros de tropas, suministros, datos de población e inventarios generales se llevaban a cabo mediante los quipus, juegos de cintas de diferentes colores anudados según un sistema codificado, que les permitía llevar la contabilidad. Botes construidos con madera de balsa constituían un modo de transporte veloz a través de ríos y arroyos.

Sistema de canaleta.

RECIPROCIDAD Y DISTRIBUCIÓN

El funcionamiento del sistema social incaico estaba basado en la reciprocidad y la redistribución. El tema de la reciprocidad ya era practicado por las tribus andinas en sus comunidades campesinas. Consistía en la práctica solidaria entre todos los miembros de una comunidad. Por ejemplo, los habitantes de un ayllu se ayudaban entre sí a sembrar y a cosechar en las parcelas de subsistencia; y, en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de los recién casados. Los incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económico y social de su imperio.

Para que funcionara la redistribución, los campesinos debían reconocer los niveles de autoridad que existían en la sociedad. Los ayllu aportaban sus tributos entregándolos a los curacas; estos bienes se acumulaban en depósitos reales situados en aldeas, caminos y ciudades. La contabilidad de estos recursos estaba a cargo de funcionarios especializados que se valían de quipus, instrumentos hechos con tiras de cuero que se anudaban para entregar información fehaciente sobre las cantidades a los administradores de Cusco. Así el inca se mantenía informado de los excedentes y de donde provenían, así como de donde faltaban productos. Cuando algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados. También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios generalmente nobles.

Los tributos de las comunidades campesinas dados al Estado eran de tres tipos:
1. Trabajos colectivos en las tierras del Inca.
2. Trabajos individuales periódicos y rotativos a los que llamaban mita, sistema con el que se construían puentes y caminos.
3. Las comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materias primas y productos manufacturados.

COSMOVISIÓN

DIOSES

El dios supremo de los Incas era el sol, llamado Inti y representado bajo la forma del dios Viracocha. De acuerdo a sus creencias en tiempos antiguos había creado el cielo, la tierra y la humanidad, cuya primera generación pecó contra él. Por este motivo Viracocha los castigó convirtiéndolos en piedra para crear después una nueva generación. Luego de cumplida su tarea se alejó hacia el este internándose en el mar. El dios sol era el que regía el ciclo agrícola y daba a la tierra la luz y el calor. Su representante en la tierra era el Inca. La luna, a quien llamaban Mama Quilla, era hermana y a la vez esposa del sol, y afectaba al mundo femenino. En su honor se construyeron templos con paredes revestidas con hojas de plata.

Los incas vinculaban a los animales con las estrellas, partiendo de la creencia de que estas últimas eran guardianes celestiales, de este modo cada especie animal tenía su propia estrella o constelación. Los arrieros de llamas oraban a la constelación de la llama, que conocemos como Lira. La constelación que en la actualidad se conoce como las Pléyades, fue identificada por los incas como Collca, palabra cuyo significado en español es “almacén”. Ella era la responsable de la preservación de las semillas. Tenían también diosas, que eran las encargadas de cuidar la reproducción. A estas diosas las conocían como Mama Cocha, que era la madre del mar, y Mama Pacha, que era la madre de la tierra. Ellos creían que gracias a la intervención de estas diosas tanto el mar como la tierra eran generosos e inagotables en la provisión de alimentos.

HUACAS

Los lugares y objetos sagrados estaban encarnados por una fuerza sobrenatural a la que llamaban huaca. Consideraban sagrados los cerros, ríos, rocas y otras manifestaciones singulares de la naturaleza, como así también los templos y los enterramientos. Tenían una fuerte relación con el culto a los antepasados, cuya máxima expresión era la momificación del cuerpo de cada Inca.

Una categoría especial de huacas eran los mallqui, cadáveres sagrados y momificados de los fundadores de los ayllu, y como las otras, estaban jerarquizadas. Las huacas tenían un orden y una jerarquía en el espacio, de acuerdo con sus funciones y a quien representaban, es decir, al prestigio de aquellos de los que recibían culto. El Cusco mismo era una huaca impresionante y en torno a él, orientados en líneas o ceques que partían en todas las direcciones, se organizaban en el espacio las huacas.

Por tratarse de entidades con poderes especiales, a las huacas se les hacían ofrendas solicitándoles ayuda. Se ofrecían sacrificios humanos, en especial niños y llamas, sacrificadas y enterradas junto a ellos. La expansión territorial de los incas mediante la conquista, generó la rivalidad entre sus divinidades y las de los pueblos conquistados que tenían sus huacas. Someter a un pueblo implicaba para los incas que su dios se había impuesto sobre las huacas de los adversarios. Esto devino en la persecución contra las huacas, aunque también hubo épocas en que se buscó la incorporación de estas a un panteón común.

Roca ceremonial de Machu Picchu.

SACERDOTES

Tuvieron especial importancia a comienzos del imperio, tiempo en que ejercieron cargos importantes e incluso intentaron apoderarse de la administración. Pero al ser derrotados por los nobles, perdieron privilegios y tuvieron que darle acceso en su oficio a gente del pueblo. El hermano o primo del Inca era quien ejercía como pontífice de los sacerdotes y se lo llamaba Villca Humu. Si bien debía mantener el celibato, se cree que tenía concubinas. Su alimento consistía en hierbas, bebía solo agua y realizaba ayunos de hasta ocho días seguidos. Su lugar de residencia era el campo, en zona próxima a Cusco. Allí se lo veía vestido con su característica túnica de lana, larga hasta los tobillos, y abrigado por una manta de color marrón, gris o negra. Para las ceremonias Villca Humu usaba una manta blanca, y un pectoral de oro en forma de media luna, además de otros adornos como brazaletes, ajorcas de oro y una tiara del mismo metal que llevaba el símbolo solar. Un consejo de ocho o diez altos sacerdotes acompañaba al pontífice en su tarea como juez supremo de todas las cuestiones religiosas. El alto clero era designado por el pontífice y designaba a sus subalternos. Quienes se ocupaban del culto y de los sacrificios eran los sacerdotes comunes. Cada amanecer mataban una llama blanca en el templo. Al animal degollado le arrancaban corazón y pulmones, y rociaban con su sangre la imagen del sol. Todo esto exigía gran cuidado, pues de cometer errores en su realización, podían tener consecuencias nefastas como sequías o lluvias torrenciales.