Clérigo Patriota

Juan Angulo Torres fue un religioso y revolucionario peruano, protagonista de la Rebelión del Cuzco de 1814, que buscaba la independencia del Perú del dominio español. Su papel como consejero y secretario de su hermano José, líder de la rebelión, lo convirtió en un personaje clave para entender este episodio histórico.

Virgen de las Mercedes, patrona de armas de los rebeldes de Cuzco. Atribución imagen: CaminoderomaMERCEDCC BY-SA 4.0

SIGLO XVIII

Nació probablemente a finales del siglo.

1802

Recibió el diaconado en el Seminario de San Antonio Abad del Cuzco, y ejerció las funciones como diácono en las parroquias de Santiago de Cuzco y Belén.

1808

Fue consagrado como sacerdote y designado a la parroquia de Pampamarca. El padre Juan financió la renovación de la parroquia con sus propios recursos.

1814

Se trasladó desde el curato de Lares a la ciudad del Cuzco para acompañar a sus hermanos, Vicente, Mariano y José, donde se unió a la rebelión contra los españoles.

1815

Lo apresaron después de que fueron fusilados sus hermanos, y lo recluyeron en la cárcel, donde lo juzgaron, pero sin presentar cargos oficiales contra él.

PARTICIPACIÓN EN LA REBELIÓN DEL CUZCO

El papel del clérigo Juan Angulo Torres fue el de consejero y secretario de su hermano José, que se proclamó Capitán General de las Armas de la Patria. Redactó varios documentos en los que defendía la autonomía y la libertad del Cuzco frente al absolutismo español. El virrey Abascal lo envió a España en 1814, al llegar a Cádiz fue recluido en el castillo de San Sebastián y posteriormente trasladado a Madrid, donde finalmente murió en la cárcel de la corte. Su participación en la rebelión fue importante para difundir las ideas independentistas y defender los derechos de los indígenas.

¿Sabías qué?
El padre Juan Angulo Torres fue sometido a juicio después de ser capturado junto a sus hermanos por participar en la rebelión del Cuzco. Sin embargo, los jueces solo escucharon su declaración y no se presentaron cargos en su contra. La única condena fue a un año de ejercicios espirituales y una multa de 2.000 pesos, todo eso por haber abandonado su parroquia.