Hepatitis C

La hepatitis C es una afección viral que se transmite de persona a persona a través de sangre contaminada.

¿Cómo se transmite?

El virus de la hepatitis C se transmite generalmente por exposición a sangre de una persona infectada. Esto puede suceder:

  • al recibir transfusiones de sangre, derivados sanguíneos u órganos contaminados;
  • por el uso de agujas, jeringas y otros procedimientos que perforan la piel;
  • de la mujer embarazada al hijo.

La hepatitis C se puede transmitir al tener relaciones sexuales con una persona infectada o compartir artículos contaminados, pero estos mecanismos son menos comunes.

La infección no se transmite por la leche materna, los alimentos ni el agua; tampoco por besos o el compartir alimentos o bebidas con una persona infectada.

¿Cuáles son sus síntomas?

Si bien generalmente la infección es asintomática, en algunos casos puede manifestarse falta de apetito, molestias abdominales, náuseas y vómitos, coloración amarillenta de la piel. La mayoría de las personas afectadas desarrollan una infección crónica de larga duración que puede conducir a cirrosis y/o cáncer hepático.

¿Cuál es el tratamiento?

La hepatitis C se puede curar y no siempre requiere tratamiento. Hay distintos tipos del virus y cada uno puede responder de manera distinta al tratamiento, por tal motivo, el profesional de la salud determinará el método más apropiado para cada paciente.

¿Cómo se previene?

No hay vacuna para prevenir la infección por el virus de la hepatitis C, por eso para prevenir la infección:

  • Utilizar agujas y jeringas descartables.
  • Realizarse tatuajes, piercing y acupuntura con materiales descartables.
  • Usar preservativo en todas las relaciones sexuales.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/342-hepatitis-c#sthash.f5PajD9i.dpuf