Es una inflamación y debilidad del músculo cardíaco generalmente causada por una infección viral que alcanza el corazón, como el virus de la influenza (gripe), el virus de Coxsackie y el adenovirus.
La miocarditis puede dañar el músculo cardíaco haciendo que éste se vuelva grueso e hinchado, lo cual lleva a síntomas de insuficiencia cardíaca. La miocarditis también puede ocurrir durante o después de otras infecciones virales o bacterianas como la polio, la rubéola, la enfermedad de Lyme y otras. Hay que aclarar que ante cualquier compromiso cardíaco en el músculo cardíaco esté siempre afectado no se debe hablar de miocarditis. La miocarditis se produce solo cuando los síntomas de la afección cardíaca destacan del resto de la sintomatología, elevando la gravedad de la enfermedad.
Causas
La miocarditis se trata de una enfermedad que se ha iniciado en otros lugares del organismo y que se ha difundido a través de la sangre hasta llegar al corazón. Una de las causas son las enfermedades virales, como por ejemplo una gripe. En este caso, las bacterias o los virus llegan al corazón a través de la sangre. Otras causas son las bacterianas. En este caso, los gérmenes se instalan en algún puntos del organismo, desde el cual liberan y emiten en círculo una sustancia tóxica que afecta y lesiona las fibras musculares, comprometiendo su funcionalidad. Existe por último un tercer mecanismo de lesión cardíaca; es aquel que entra en juego en la forma más común de Miocarditis: la reumática.
Síntomas
La miocarditis se trata de una competición entre los tejidos que requieren oxígeno y sustancias nutritivas continuamente y el corazón que, a pesar de sus condiciones más o menos ineficaces, tiene que lograr aportárselos. La capacidad contráctil del corazón, afectada por la enfermedad, está naturalmente disminuida; por lo que disminuye entonces la cantidad de sangre que es lanzada por la aorta en cada sístole, con el resultado de un descenso de la presión arterial y la no satisfacción de los tejidos. Para solucionar esto, se pone en acción rápidamente el primer mecanismo de compensación: aumenta la frecuencia de los latidos del corazón para equilibrar con un aumento del ritmo de trabajo su escaso rendimiento.
La taquicardia es otro síntoma típico de la miocarditis asociado a la sensación subjetiva del latido cardíaco. A menudo el paciente advierte una sensación de molestia en la región cardíaca que con frecuencia se transforma en un dolor verdaderamente continuo y opresor.
La dificultad para respirar o disnea es otro síntoma frecuente y muy peligroso de la miocarditis. La disnea se produce ya que al haber fiebre en el cuerpo, el trabajo de los tejidos, especialmente el muscular, aumenta. Por lo tanto, el corazón requiere más oxígeno que lo normal. Esto se conoce como insuficiencia cardíaca (hinchazón debida a la retención de los tejidos de una cantidad excesiva de líquidos) y puede provocar un empeoramiento de los síntomas anteriormente citados.
Cada año miles de millones de toneladas de suelo son desplazados por el viento o arrastrados por el agua de lluvia hacia los lechos de los ríos y hasta el mar o los lagos. Este proceso es conocido como erosión.
Este tipo de erosión se inicia cuando la superficie del suelo queda desnuda de vegetación, sea a causa de un incendio, la tala abusiva, el sobrepastoreo o un sistema de cultivo inadecuado. Una vez privado de su cubierta vegetal, el humus se descompone rápidamente a la intemperie, se reseca y es fácilmente arrastrado por el agua o el viento. El pisoteo del ganado y la acción de la maquinaria contribuyen también a que la erosión sea aún más intensa, al quedar mucho más disgregada la capa superficial de tierra.
El suelo también puede ser afectado por la erosión hídrica, que actúa de dos formas diferentes según las características del terreno. La primera consiste en el ataque del suelo en superficie por el agua de lluvia, el hielo y el deshielo, con formación de elementos finos susceptibles de ser arrastrados, y posteriormente el arrastre y transporte de estos elementos por la escorrentía. La segunda consiste en el ataque del suelo en toda la extensión de su perfil, dando lugar a movimientos en masa.
La desnudez de los suelos
Los diversos aspectos que adoptan los terrenos afectados son: erosión en capas, regueras y torrentes en la superficie topográfica, o deslizamientos, coladas y derrumbamientos. El resultado final es la separación de cantidades considerables de tierra y el consiguiente arrastre (ablación en el lenguaje de los geólogos) de elementos químicos y orgánicos necesarios para la fertilidad, y, por último, una modificación del régimen de circulación de las aguas, ya que los suelos erosionados favorecen la escorrentía en perjuicio de la infiltración.
Las vertientes montañosas son especialmente vulnerables a la erosión, tanto más cuanto mayor sea su pendiente. Si están cubiertas de árboles o arbustos, éstos facilitan la absorción del agua de las lluvias, de modo que ésta va filtrándose hasta alcanzar los cursos fluviales y los mantos acuíferos subterráneos; al mismo tiempo, las raíces de las plantas fortalecen y sujetan el suelo, mantienen su humedad y su porosidad, le aportan materia orgánica y meteorizan la roca madre. Pero cuando estos suelos se sobreexplotan hasta el punto de que su estructura se disgrega o, peor aún, cuando se elimina su cubierta arbórea, quedan expuestos a los caprichos de la erosión, y en particular de las riadas o las grandes avenidas. La situación se agrava si se trata de regiones expuestas a las terribles tormentas tropicales, como es el caso de muchas vertientes andinas en Ecuador y Perú, así como de una gran parte de las vertientes de las cordilleras centroamericanas.
Barreras humanas para combatir la erosión
Tradicionalmente, las laderas se han protegido mediante el sistema de cultivo en terrazas, arando en surcos separados siguiendo las curvas de nivel, fijando con piedras el contorno inferior del campo, no dejando nunca la tierra en barbecho y conservando parte de la vegetación autóctona en las orillas de los campos, los caminos, las acequias y los ríos, así como en las barrancas, las cimas y los cañones.
Otra alternativa tradicional a la que apuntan nuevamente los científicos es la agrosilvicultura, consistente en practicar cultivos mixtos, arbóreos y herbáceos, con objeto de mantener el suelo siempre protegido y obtener productos diversificados con el mínimo impacto ambiental, al mismo tiempo que se amortiguan los problemas derivados de la excesiva simplificación que caracteriza a la mayoría de las comunidades agrícolas.
La amenaza de la creciente desertización
Muy pocas áreas del planeta sufren un proceso natural de desertización, pero la presión humana incontrolada convierte en nuevos desiertos determinadas zonas áridas y semiáridas en un proceso que se ha dado en llamar “desertificación”. Muchas de estas zonas se encuentran en los límites de los actuales desiertos, de forma que el fenómeno aparece en realidad como un auténtico avance del desierto. Es lo que ha ocurrido a lo largo del último medio siglo en la franja del Sahel, situada al sur del Sahara, y lo que también está ocurriendo a marchas forzadas en muchas áreas del globo donde suelos pobres y secos son sometidos a una sobreexplotación agrícola o a un excesivo pastoreo, a la tala de demasiados árboles o la corta de demasiada leña y, a veces, a una irrigación inadecuada que esteriliza la tierra. Si las tierras irrigadas no tienen un drenaje apropiado, las sales que contiene el agua se acumulan en la zona de las raíces de los cultivos, por lo que acaban salinizando o alcalinizando el suelo y haciéndolo estéril.
El agotamiento del suelo, un fenómeno antiguo
La desertización aparece en la forma de invasión de dunas, movimiento de la arena y erosión de los barrancos, fenómenos que suelen iniciarse con la excesiva roturación, la pérdida de la cobertura vegetal, la formación de costras en el suelo u otros procesos físicos. Se trata de un fenómeno que el hombre ha provocado desde tiempos remotos: la civilización mesopotámica, cuna de la civilización occidental, se hundió en gran medida por el agotamiento del suelo ligado al empleo de técnicas de irrigación que acabaron esterilizándolo.
A pesar de ser muy poco habitados, los desiertos son ecosistemas que a diario sufren las consecuencias de la actividad humana, la cual perjudica notablemente tanto su flora como su fauna.
La importancia de la vida subterránea en el desierto es tan grande que representa el ochenta por ciento de la biomasa; en cambio, el material verde puede ser tan sólo el uno por ciento de una producción ya de por sí muy baja.
De ello se deduce que cualquier actividad humana que afecte a la biomasa vegetal que emerge del suelo puede cambiar el ecosistema de forma radical.
El apacentamiento de animales domesticados, especialmente de cabras, que consumen los brotes tiernos de las plantas, afecta enormemente a la biomasa y, por lo tanto, no es de extrañar que el apacentamiento intenso en áreas colindantes sea una de las causas principales del avance del desierto. No obstante, el pastoreo de animales como el camello o la llama puede originar un ecosistema estable en los desiertos.
La extrema fragilidad del ecosistema desértico
Por sus complicadas adaptaciones e interacciones, los desiertos constituyen un bioma frágil y sensible al impacto humano. La presencia del hombre altera fácilmente este ecosistema, sobre todo en lo concerniente a temperatura, humedad y nutrientes.
Se comprende entonces que la eliminación de un árbol, un arbusto o un cacto supone una grave alteración para el abigarrado biotopo de animales invertebrados y vertebrados que se guarecen o alimentan a sus expensas.
Esto explica las nefastas consecuencias que han tenido en ciertos casos los programas técnicos de abertura de pozos o de creación de sistemas de riego mediante tendido de una red de tuberías sin estudios previos de impacto ambiental, sobre todo en regiones saharianas de Argelia y Mali, al originar la desaparición de la vegetación natural, incrementar la erosión eólica y la evaporación de los nuevos campos de cultivo, y favorecer la acumulación de sales que envenenan irreversiblemente el terreno.
Mucho más grave aún es el proceso de desertización que se produce, no en el interior de los desiertos, sino en los ecosistemas colindantes, particularmente en las estepas y las sabanas.
Se calcula que los desiertos, junto con las tierras que actualmente muestran tendencia a la desertización, ocupan en la actualidad el 35 % de la superficie terrestre del planeta. La progresiva extensión del desierto, sobre todo en las regiones africanas del Sahel, se produce a un ritmo vertiginoso. Los estudios realizados sobre el tema del avance de los desiertos aportan datos realmente alarmantes. Se calcula que los desiertos del planeta avanzan anualmente unos veinte millones de hectáreas.
El impacto de la actividad humana en los desiertos
El llamado “turismo alternativo” y las competiciones deportivas del tipo del rally París-Dakar, cuando se llevan a cabo en biomas tan extremadamente frágiles como los desiertos, originan irreversibles daños al ecosistema. Los automóviles todo terreno y las motos de trial causan graves destrozos en la vegetación, resultando especialmente afectadas las plantas suculentas. La desaparición de las hierbas de las dunas supone privar a plantas y animales de su principal fuente de alimento, a la vez que incrementa el efecto de erosión, ya que son precisamente las hierbas las responsables de estabilizar y retener la escasa humedad acumulada. Además, muchos pequeños animales mueren aplastados por las ruedas de los vehículos y muchas madrigueras se hunden bajo el peso de los automóviles.
Por otra parte, la frecuente utilización de esqueletos de cactos para hacer fuego significa una importante merma de aporte orgánico a los suelos, al tiempo que origina la destrucción de los escasos refugios de que disponen los pequeños invertebrados que moran en los desiertos.
La Revolución Liberal, conocida por algunos como la Guerra Civil Ecuatoriana, constituyó un movimiento revolucionario para lograr el derrocamiento de los gobiernos conservadores. Fue impulsada por grupos insurgentes que tuvieron en Eloy Alfaro su guía y líder. La revolución se inició el 5 de junio de 1895, en el importante puerto de Guayaquil a partir de la proclamación de Alfaro como Jefe Supremo. Alfaro fue nombrado Presidente Constitucional del Ecuador. Por diversas causas, en 1912 se dió fin a la Revolución con la muerte de su inspirador.
José María Urbina: el inicio de los cambios
El 25 de julio de 1851 se decretó en la Casa de Gobierno de la ciudad de Guayaquil la manumisión de los esclavos. Este fue el primer acto renovador de la política mantenida por los gobiernos anteriores al del general José María Urbina. Se inició así un proceso de cambios estructurales en Ecuador que condujeron al liberalismo.
¿Sabías qué...?
Las montoneras fueron el más importante fenómeno de movilización social del siglo XIX en el Ecuador republicano. Surgieron en el campo costeño desde principios de 1825, en su inicio el objetivo era reivindicar sus derechos y resistir ante la violencia cometidas por hacendados y autoridades del gobierno.
Pero los inicios de la verdadera Revolución Liberal se remontaron a la toma del poder por Ignacio de Veintemilla y sus intentos posteriores de erigirse en dictador. Es entonces cuando diferentes sectores de la sociedad comenzaron a organizarse en contra del gobierno. Veintimilla fue derrotado por las fuerzas organizadas por Eloy Alfaro, quien contó con el apoyo de conservadores. Los conservadores se mantuvieron en el poder hasta 1895, momento en que estalla la Revolución Liberal.
La Revolución Liberal
La Revolución Liberal se considera uno de los episodios más importantes de la historia ecuatoriana, por su impacto en la política y en la sociedad.
Vicente Lucio Salazar era presidente interino cuando Alfaro tomó el poder y fue proclamado Jefe Supremo. En 1897, bajo su iniciativa se elaboró la nueva Constitución y fue nombrado Presidente Constitucional. Lo sucedió en el gobierno un hombre que militaba en su misma posición: Leónidas Plaza Gutiérrez. A pesar de ambos defender las ideas liberales, existieron diferencias que los llevaron a ser opuestos. Eloy Alfaro volvió a la carga armada durante el gobierno de Lizardo García, a quien derrotó, erigiéndose nuevamente en el poder hasta 1911.
Cronología de la segunda mitad del siglo XIX
Con sólo 22 años de edad, Eloy Alfaro realizó lo que pudo considerarse una proeza: con la ayuda un grupo de campesinos tomó de rehén a Francisco Salazar, gobernador de Manabí. Esto ocurrió en Colorado, cerca de la ciudad de Montecristi, el 5 de junio de 1864. La acción fue un acto de rebeldía contra el presidente Gabriel García Moreno. A partir de esta acción Alfaro no se apartó, hasta la muerte, de la lucha liberal. Perseguido por la proeza realizada, huyó a Panamá, donde encontró refugio, se casó con Ana Paredes y ayudó a financiar las insurrecciones contra García Moreno.
¿Sabías qué...?
Lo que se obtuvo en el campo de batalla se perdió en las lides políticas y el régimen oligárquico impuso lo que se denominó el Periodo Progresista, que duró once años y tres gobiernos: el de José María Plácido Caamaño, el de Antonio Flores Jijón y el de Luis Cordero Crespo.
Treinta y un años más tarde apareció Alfaro en la escena política, luego de sufrir varias derrotas, como la de Balsamaragua, en Manabí, el seis de diciembre de 1884. Las derrotas sufridas no hicieron cambiar el rumbo de la lucha de Alfaro. Otro cinco de junio, pero de 1895, con la renuncia de Luis Cordero Crespo a la presidencia se produce una revuelta en Guayaquil, donde se proclamó al viejo luchador como jefe supremo y luego como presidente constitucional de Ecuador.
El 14 de enero de 1897 se promulgó lo que fue la primera constitución liberal de Ecuador. Entre los elementos que contenía para catalogarse como tal, están la consagración de los cultos, la abolición de la pena de muerte y la igualdad ciudadana ante la ley. En esta carta magna apareció un nuevo concepto de ciudadano: serían considerados como tal los mayores de 18 años que supieran leer y escribir.
El siglo XX se inició en Ecuador con una paradoja: los liberales aparecen divididos en dos bandos, los placistas y los alfaristas, ya que Alfaro había propuesto otros representantes para la candidatura a la presidencia, donde salió electo Leónidas Plaza, quien tuvo sus seguidores que se opusieron a las ideas más radicales del viejo luchador.
Cuatro años más tarde se celebraron nuevas elecciones. Los votantes eligieron a Lizardo García como sustituto en el cargo de presidente de Plaza. García permaneció poco tiempo en el cargo, ya que gobernó desde el 1 de septiembre de 1905 hasta el 15 de enero de 1906, cuando resultó derrocado por un golpe de Estado que impuso en el poder a Eloy Alfaro. Aquí se repitió el mismo esquema de lo sucedido en 1897: lo proclamaron Jefe Supremo, se realizó una Asamblea Constituyente, mientras fue nombrado presidente interino y finalmente fue electo presidente constitucional.
Antes de finalizar el año, el 23 de diciembre, se promulgó una nueva Ley de leyes, con modificaciones sustanciales, entre las que se contaron el reparto de tierras a campesinos y la separación de la Iglesia y el Estado. En la educación perdió supremacía el clero, ya que se declaró laicismo.
Características del liberalismo
Entre las características de la Revolución Liberal están la implantación del laicismo en el Ecuador, la separación de la Iglesia y el Estado, la libertad de culto, la confiscación de los bienes eclesiásticos, el quitarle la primacía al catolicismo como religión oficial del Estado, la enseñanza laica y el divorcio.
Un final trágico: La hoguera bárbara
Por segunda vez en su vida, Alfaro renunció al cargo y se refugió en Panamá. Esto ocurrió el 11 de agosto de 1911, tras protestas en su contra. Regresó al país intentando mediar en la Guerra Civil que estaba ocurriendo, pero lo encarcelaron, lo juzgaron y fue enviado a Quito. Es curioso que fue trasladado prisionero en el mismo ferrocarril que años antes inauguró.
El 28 de enero de 1912 una turba enardecida entró al panóptico, utilizando las armas de los propios soldados que Alfaro había despedido del penal. Lo amarraron, lo sacaron a la calle, donde le cortaron la barba y los testículos y los tiraron a la calle. En el Parque El Ejido improvisaron una hoguera y lo quemaron con leña y petróleo, en compañía de algunos seguidores y su familia.
“Pueblo donde la libertad es efecto de las leyes y las leyes son sagradas, por fuerza es pueblo libre”. Juan MontalvoLa Primera Constitución de Ecuador aparece en 1830, cuando el país se desligó de la Gran Colombia y formó una república independiente. Se hizo necesario, entonces, contar con una Ley de Leyes que norme la forma de gobierno que asumiría y cómo serían las relaciones del Estado con el ciudadano.
¿Qué es una constitución?
La constitución es la ley fundamental de un Estado soberano, establecida o aceptada como guía para su gobernación, y puede ser escrita u oral. Su objetivo es establecer los límites y definir las relaciones entre los tres poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial, y garantizar los derechos ciudadanos. Casi la totalidad de los países poseen constituciones escritas.
¿Sabías qué...?
La Constitución de 1830 en Ecuador contiene el Preámbulo, 75 artículos, divididos en 9 títulos, 2 artículos transitorios y la Disposición Final.
República: Estado y ciudadanos
La República es un sistema político fundamentado en el poder de la constitución y la igualdad ante la ley. En ella se respetan los derechos de los ciudadanos y las libertades civiles y se escogen los gobernantes bajo el principio de legitimidad y soberanía.
Constitución y república
Las repúblicas requieren, para su funcionamiento, de las constituciones, ya que debe existir una norma jurídica que regule aspectos esenciales como la forma de gobierno, el mecanismo para su elección, las personas con derecho al voto, la definición de ciudadano y sus derechos y obligaciones con relación al Estado, así como otros aspectos esenciales para mantener la soberanía.
La gran Colombia
Con la unión, en 1819, de Ecuador a Colombia y Venezuela se conformó la Gran Colombia. Once años después se separó Guayaquil y se formó y consolidó la República de Ecuador, mediante su anexión a Quito y Cuenca. Para ello fue necesario conformar una Asamblea Constituyente y elaborar la carta magna que regiría los destinos de la naciente República del Ecuador.
1830: La nueva República
Lo que es el actual territorio de Ecuador formaba parte del Distrito Sur de la Gran Colombia, que se separó y conformó el nuevo país. En la ciudad de Riobamba, por espacio de 45 días, se reunió el Congreso Constituyente, que inició sus funciones a partir del 14 de agosto, con la presencia de 21 diputados, o sea siete representantes por cada uno de los departamentos que conformaron el territorio (Cuenca, Guayaquil y Quito).
Una Constitución efímera
La primera Constitución de Ecuador o Constitución de 1830 tuvo una duración corta: fue sustituida por la de 1835.
Juan José Flores
La principal figura en todo este proceso lo constituyó Juan José Flores, natural de Puerto Cabello, en Venezuela, nacido el 19 de julio de 1800. Desde muy joven se vinculó a la figura de Simón Bolívar, al que le demostró confianza extrema. Entró al ejército español a la temprana edad de 15 años, pasando luego a servir en las filas insurrectas por la causa de la libertad. Se destacó en la Batalla de Tarqui, donde obtuvo el grado de general de división. Murió el primero de octubre de 1864, en la isla Puná, perteneciente al territorio actual de Guayaquil.
Un mérito de Flores
En el año 1832, bajo el gobierno de Juan José Flores se incorporan las Islas Galápagos al territorio de Ecuador, que se conservan como parte de la nación hasta el momento.
La primera Constitución
La primera constitución de Ecuador se aprobó en la Asamblea Constituyente que sesionó en la ciudad de Riobamba, entre los días 14 de agosto y 11 de septiembre de 1830, fecha en que se promulgó la Carta Magna. Los criterios fueron encontrados y las discusiones se prolongaron al debatir temas controversiales como la forma que tendría el gobierno, las características y requisitos para ser elegido presidente, los ciudadanos que tendrían derecho al voto y la relación del Estado con la Iglesia.
¿Sabías qué...?
La inestabilidad política del Ecuador ha sido la causa de la existencia de 20 constituciones en su historia republicana.
En el nombre de Dios
La nueva constitución adoptada se inició con un Preámbulo en el que se invocó a Dios, como autor y legislador de la sociedad. Su artículo 8 expresó textualmente:
“La Religión Católica, Apostólica y Romana es la Religión del Estado. Es un deber del Gobierno, en ejercicio del patronato, protegerla con exclusión de cualquiera otra”.
La forma de Gobierno
La nueva República significó un logro en la conformación del Estado Nacional, al agrupar bajo una misma bandera los departamentos de Azuay, Guayas y Quito, con lo que se consolidó la unidad política y territorial de una nación que perdura hasta la actualidad. El Estado de Ecuador, mediante el Artículo 2 de la Constitución, formó parte de la República de Colombia. El Gobierno adoptó las características de popular, representativo, alternativo y responsable.
Nacionalidad y ciudadanía
Para los legisladores y según el Artículo 9, se consideraron ciudadanos ecuatorianos:
Los nacidos en el territorio y sus hijos.
Los naturales de los otros Estados de Colombia, avecindados en el Ecuador.
Los militares que estaban en servicio del Ecuador al tiempo de declararse en Estado independiente.
Los extranjeros, que eran ciudadanos en la misma época.
Los extranjeros, que por sus servicios al país obtengan carta de naturaleza.
Los naturales, que habiéndose domiciliado en otro país, vuelvan y declaren ante la autoridad que determine la ley, que desean recuperar su antiguo domicilio.
La Constitución, en este y en otros aspectos, siguió los principios esbozados en la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano, que resultó de la Revolución Francesa.
Las elecciones
Las elecciones adoptaron la forma de la representatividad, o sea los elegidos en los diferentes cantones concurrirían a la Asamblea Provincial, siendo elegidos por un período de cuatro años. Las diferentes Asambleas eligen a los Diputados de las Provincias y los suplentes.
La división de poderes
La nueva nación surgió bajo el principio de la división de poderes. Se conformó un poder ejecutivo, con un Jefe de Estado, denominado Presidente del Estado del Ecuador, elegido por un periodo de cuatro años; el Vice-Presidente; los ministros de Estado, de Hacienda y de Guerra y Marina y el Consejo de Estado, que auxiliaría al Presidente en la administración y estaría compuesto por el Vice-Presidente, el Ministro Secretario, el Jefe de Estado Mayor General, un Ministro de la Alta Corte de Justicia, un eclesiástico respetable y tres vecinos de probada conducta.
El poder legislativo, estaría compuesto por el Congreso de Diputados (10 por cada departamento, hasta que se definiera si este número sería fijo o dependería de la cantidad de habitantes).
Por su parte, el poder judicial, regulado en el Título V de la Carta Magna, que en su Sección I estableció lo relativo a las Cortes de Justicia, las Cortes de Apelación y los demás tribunales y juzgados.
Requisitos para ser elector
1. Ser sufragante parroquial.
2. Haber cumplido veinticinco años.
3. Ser vecino de una de las parroquias del Cantón.
4. Gozar de una renta anual de doscientos pesos que provenga de bienes raíces, o del ejercicio de alguna profesión o industria útil.
Artículo 33
Requisitos para ser Presidente:
1. Nacer en Ecuador o ser colombiano al servicio del país al tiempo de declararse Estado independiente, prestando al Estado del Ecuador grandes servicios, casado con una ecuatoriana de nacimiento y que tenga propiedades raíces valoradas en más de treinta mil pesos.
2. Tener treinta años de edad.
3. Gozar de reputación general por su buena conducta.
Libertad de expresión
El artículo 64 se refirió a que todo ciudadano puede expresar y publicar libremente sus pensamientos por medio de la prensa, respetando la decencia y moral pública, y sujetándose siempre a la responsabilidad de la ley.
La Revolución Juliana, conocida así por la fecha en que se produjeron los hechos iniciales, (9 de julio de 1925), fue un movimiento de masas populares por el reclamo de sus derechos, pero más que ello, constituyó un enfrentamiento entre militares y la banca por alcanzar el poder político y económico del Ecuador. Sus causas están en el mal manejo de las finanzas y en las grandes desigualdades sociales existentes.
La Revolución Juliana: un proyecto fallido
La Revolución Juliana intentó una reforma general en todos los órdenes e instituciones del Estado, sin embargo lo que constituyó un fin noble y justo terminó yendo contra el propio orden jurídico. Se intentó cambiar tantas cosas mediante nuevas normas que éstas terminaron careciendo de validez práctica.
Las causas de una revolución
El Estado ecuatoriano había adquirido una deuda impagable con los bancos de la región costera y, especialmente de la ciudad de Guayaquil, donde radicó el Banco Comercial y Agrícola que presidía Francisco Urbina Jado. El dinero adeudado se empleó en obras públicas, en el pago a funcionarios y en los gastos corrientes del Estado. El dinero de Guayaquil se utilizó para el fomento de todo el país.
¿Sabías qué...?
El banquero Francisco Urbina Jado fue perseguido con saña por los triunfadores, a pesar de ser un banquero muy profesional, que hizo mucho por el desarrollo nacional de Ecuador y, en especial por la ciudad de Guayaquil.
El Estado, ante la situación de crisis, optó por emitir billetes sin respaldo en oro. Este acto se conoció como inflación y generó una serie de problemas financieros y sociales, generalmente asociados al aumento de los precios y la falta de estímulo a la producción. Con esos billetes se cubría el pago de los empréstitos solicitados. Los bancos iniciaron la práctica de la emisión de billetes propios que prestaban al Estado. Uno de esos bancos fue el administrado por Urbina. Nació así, en Ecuador, la actividad crediticia de la banca privada.
De esta forma la banca privada guayaquileña y, en especial Francisco Urbina Jado, adquirieron un gran poder político. Un reflejo de éste poder lo constituyó el hecho de que las candidaturas, desde senador y diputado hasta de presidente de la República y los nombramientos de cargos gubernamentales, incluyendo los de ministros, eran consultados y aprobados por el influyente banquero.
Doctor Gonzalo Segundo Córdova y Rivera
Gonzalo Córdova nació en Cuenca, a diferencia de la mayoría de los presidentes de Ecuador, que nacieron en Guayaquil o Quito. Llegó a ocupar diferentes cargos y ejercer diversas profesiones. Ocupó la presidencia de Ecuador en una etapa de complejos procesos sociales y de difícil situación económica. La crisis se reflejó en la complicada situación social de la población, las constantes protestas obreras y la devaluación de la moneda. En el plano internacional es tristemente recordado por la firma del Tratado Salomón-Lozano, que resultó perjudicial para la conservación del territorio ecuatoriano ante el proceso expansionista de los peruanos. Si logró algo positivo en su gestión de gobierno fue la adquisición de las tres cuartas partes de las acciones sobre el ferrocarril Quito-Guayaquil.
Quito, Guayaquil y Cuenca: las ciudades más importantes de Ecuador.
Córdova enfrentó varias revueltas, entre las que sobresalió el levantamiento en armas dirigido por Jacinto Jijón y Caamaño, al que derrotó en San José del Ambi. Como presidente fue débil. No logró estabilidad en su gabinete. Cuando se produce el Golpe de Estado del 9 de julio de 1925, es apresado y deportado a Chile, donde murió, en la ciudad de Valparaíso, el 13 de abril de 1928, cuando contaba con 65 años de edad. A este hecho se le conoció como la Revolución Juliana.
La versión de Víctor Emilio Estrada Sciacaluga:
“La revolución del 9 de julio no vino realmente por inflación ni por la desvalorización del sucre, sino por el despecho de quien quiso emitir billetes falsos y se lo prohibieron…” (Citado por Guillermo Arosemena Arosemena en “La Revolución Juliana: Evento Ignominioso en la Historia de Guayaquil”, p. 102).
Partidos políticos en Ecuador
Durante las décadas del 20 y del 30 surgieron en América Latina varios partidos políticos, tanto de izquierda como de derecha. Ecuador no fue ajeno a ese fenómeno al que contribuyó la compleja situación política por la que atravesaba el país. Las tendencias políticas tradicionales se reagruparon y también surgieron otras nuevas. Nacieron así los modernos partidos políticos de Ecuador. En 1923 se restructuró el Partido Liberal Radical y dos años después, el Partido Conservador Ecuatoriano. Al siguiente año, en 1926, se fundó el Partido Socialista Ecuatoriano, como fundamental fuerza de izquierda, que en 1931 sufrió la primera división al fundarse el Partido Comunista.
¿Sabías qué...?
“Construir, ordenar y disciplinar” fue el lema de los sublevados el 9 de julio.
Desde sus inicios la izquierda ecuatoriana jugó un importante papel en defensa de los derechos sociales. Se vinculó a los movimientos sindicales, logró conquistas en el ámbito laboral y para los sectores intermedios. Heredó las ideas enarboladas por Eloy Alfaro, sobre por su carácter radical y porque defendió el laicismo en la educación.
Militares: la punta de la lanza
En la búsqueda de una fórmula para eliminar el poder que había alcanzado la banca, especialmente la guayaquileña, que logró el demonio tanto económico como político, se pensó en utilizar la fuerza militar. Era necesario condonar la deuda impagable del Estado, ascendente en 1925 ya a 36 millones de sucres, cifra extremadamente alta para la época. Esa cantidad era equivalente a la suma de las reservas de todos los bancos de Ecuador juntos.
Los militares, especialmente los más jóvenes, encabezaron las acciones del 9 de julio en Guayaquil. El mayor Idelfonso Mendoza Vera fue quien comandó a los sublevados. El objetivo que se trazaron se cumplió: apresaron a las autoridades civiles y crearon una Junta Militar de Gobierno. La Junta Militar se conformó por teniente coronel Luís Telmo Paz y Miño, como presidente, integrada además por el sargento mayor Carlos A. Guerrero, el capitán Emilio Valdivieso, el subteniente Angel Bonilla y el teniente Federico Struve.
Las condiciones en que ocurrieron los hechos estaban dadas para que fueran secundados por la mayoría y apoyados por el pueblo, por lo que no ocurrió derramamiento de sangre. Los principales oficiales de altos rangos se sumaron o simplemente no opusieron resistencia. Las masas populares se lanzaron a las calles en símbolo de apoyo incondicional a los sublevados. El militar de mayor rango que participó en las acciones fue el general Francisco Gómez de la Torre, quien dirigió el movimiento insurreccional en la ciudad de Quito. Pero, en realidad los militares fueron la punta de lanza de un plan muy bien estructurado por un personaje civil
Luis Napoleón Dillon
El ideólogo del movimiento insurreccional de la Revolución Juliana lo fue el economista Luis Napoleón Dillon. La causa de su participación no fue de tipo política. Dillon intentó poner en circulación billetes hipotecarios emitidos por la Sociedad de Crédito Internacional, para lo que ya había obtenido el registro notarial ante un escribano de Quito, luego de emitirlos a través de la American Bank Note. Al ser de conocimiento del poderoso Urbina, éste lo comunicó al gobierno, que impidió su salida a la circulación. A partir del incidente Dillon se convirtió en enemigo irreconciliable del banquero costeño. Por ello planificó las cosas tal y como ocurrieron en corto plazo.
El poder a los civiles
Luego de tomar el control político con la retirada del presidente Córdova, la Junta Militar confió el mando a una Junta Provisional que encabezó el propio economista Dillon, junto a los doctores José Rafael Bustamante y Francisco J. Boloña y los generales Francisco Gómez de la Torre y Moisés Oliva. A este último se le solicitó la renuncia al conocerse su vinculación con el presidente. Se nombró en su lugar al doctor Francisco Arízaga Luque y a Pedro Pablo Garaycoa.
La Junta se sustituyó al año siguiente por otra integrada por los doctores Isidro Ayora, Humberto Albornoz y Homero Viteri Lafronte y los señores Julio Moreno, Adolfo Hidalgo Narváez, José Antonio Gómez Gault y Pedro Pablo Egüez Baquerizo, que gobernaron hasta el 31 de marzo. El primero de abril se nombró a Isidro Ayora como Presidente Provisional de Ecuador.
Las reformas necesarias
A pesar de las causas enunciadas que constituyeron el detonante del movimiento social de lo que se denominó la Revolución Juliana, sus líderes intentaron cambiar integralmente las estructuras del Estado. Sin embargo, en ese intento se cometieron muchas ilegalidades. En el campo legislativo se crearon demasiadas leyes, muchas de poca o ninguna utilidad práctica. Este aspecto, unido a las cuestiones administrativas, conllevó a un regionalismo extremo y la división del país.
Al Banco Comercial y Agrícola se le canceló sus haberes y se multó en más de dos millones de sucres, por lo que fue a la quiebra y la consiguiente liquidación. Se crearon instituciones financieras como la Caja Central de Emisión y Amortización que se encargó de recoger el exceso de circulante e incinerar los billetes. Esta propia institución adquirió parte de las reservas en oro y creó un fondo para respaldar el funcionamiento de la propia Caja. De esta institución nació el futuro Banco Central del Ecuador.
La Misión Kemmerer
Isidro Ayora gobernó con un estilo dictatorial e impuso, con mucha valentía, las reformas para el control y fiscalización de los bancos. Logró la deseada estabilidad monetaria y el incremento de los ingresos provenientes del sector público. Entre las numerosas obras que impulsó se cuenta el saneamiento de la ciudad de Guayaquil, muy compleja en su infraestructura. El hecho más significativo en su mandato, desde el punto de vista económico fue la llegada al país de la Misión Kemmerer.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial muchos países quedaron sumidos en la inestabilidad financiera y la inflación. En Ecuador se creó el Banco Central, se fortaleció el sistema bancario y se permitió la entrada de la Comisión Kemmerer.
El doctor Edwin W. Kemmerer dirigió misiones para la creación de instituciones bancarias en los países latinoamericanos. Su criterio esencial fue empleo del patrón oro, el monopolio en la emisión de billetes, la determinación del tipo bancario, el mercado libre y la función de prestamista. La Misión Kemmerer no sólo creó el Banco Central y la Superintendencia de Bancos; sino que realizó transformaciones en el sistema fiscal, restauró el crédito nacional, realizó reformas bancarias y de obras públicas. Las propuestas no tuvieron oposición y se pusieron en vigencia en forma inmediata.
El crack del 29 en Ecuador
Ecuador no estuvo ajeno a la crisis internacional de la post-guerra. Un ejemplo de los efectos de la crisis lo constituyó el hecho de que en 1933 las exportaciones no superaron los cuatro millones de sucres. A diferencia de otros países del área suramericana, Ecuador siguió al pie de la letra los dictados de la Misión Kemmerer, como en el caso de respetar el patrón oro y no evitar la fuga de valores. Al devaluarse la libra de esterlina inglesa se produjo grandes pérdidas a la economía nacional. Esto generó un alza de los índices de inflación con los consabidos resultados en el campo de lo social. En 1931 se liquidaron el Banco del Ecuador, junto a otras seis instituciones.
El velasquismo
Los latifundistas de la Sierra ecuatoriana aspiraron al poder, logrando el puesto de presidente Neptalí Bonifaz, pero éste fue desaprobado por el Parlamento. Este hecho generó lo que se conoció como Guerra de los Cuatro Días, en 1932. Detrás de ello se vieron organizaciones sindicales controladas por la derecha. Se produjeron nuevas elecciones y, mediante los acostumbrados fraudes electorales, que llevaron al poder a Juan de Dios Martínez Mera, quien sólo ejerció por unos pocos meses, ya que José María Velasco Ibarra dirigió un golpe parlamentario y fue elegido presidente el primero de septiembre de 1934.
A partir de allí se sucedieron varios periodos de gobierno, hasta sumar cinco mandatos. En varias ocasiones fue derrotado y expulsado del país, pero las masas populares le apoyaron y lo llevaron a la máxima magistratura. Con más o menos nivel de represión fue un dictador que suavizó sus medidas con un arte oratorio como arma de convencimiento y con medidas populares, tanto hacia lo interno del país como en la política internacional. Fue el presidente de mayor data en el poder al sumar 13 años de gobierno. El velasquismo significó incorporar al sistema político a sectores excluidos de la sociedad.
Gobiernos de Velasco Ibarra
Período
Forma en que llega al poder
Logros
1934-1935
Elecciones
· Reforma agraria
1944-1947
Elecciones
· Entrada a la Flota Mercante
· Ingreso a la ONU
1952-1956
Elecciones
· Construcción de 415 escuelas y más de 1359 kilómetros de carreteras y se mejoraron 1057 kilómetros
1960-1061
Elecciones
· Anula el Tratado de Río de Janeiro
1968-1972
Elecciones
· Ley de Hidrocarburos (197l)
· Creó la Corporación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
· Electrificación Telecomunicaciones
· Oleoductos
Los intelectuales ante la Revolución Juliana
La intelectualidad siempre fue abanderada en las luchas sociales de los años del 20 al 40 del siglo XX. Una de las vertientes de esa lucha fue el indigenismo. “Lucha por la justicia social ecuatoriana”, que publicó Pío Jaramillo Alvarado, constituyó una obra fundamental para concientizar el pensamiento nacionalista ecuatoriano. El laicismo fue una de las vertientes recurridas en las obras de escritores y artistas. José María Velasco Ibarra publicó ensayos jurídicos con marcado énfasis en lo social, al igual que Remigio Crespo Toral. Los conservadores y la iglesia se unieron para enfrentar las ideas de izquierda.
La República de la Gran Colombia fue un hermoso proyecto bolivariano que para su consolidación necesitaba de la unidad de todos los factores influyentes de la época, pero eso era casi una utopía en las condiciones de las primeras décadas del siglo XIX. Bolívar intentó todo para salvarla, pero la tiranía fue la solución deseada por muchos.
¿Tiranía o democracia?
La tiranía es un régimen que a diferencia de las democracias no garantiza los derechos humanos de los ciudadanos y el poder se concentra en grupos pequeños que mantienen métodos autoritarios de gobierno. Por su parte un régimen político lo constituye el conjunto de las instituciones que participan de la forma de llegar al poder y su ejercicio como tal, como es el caso del Consejo Electoral, los ministerios, tribunales y otras instituciones. Los gobernantes, ciudadanos, líderes de grupos sociales y partidos políticos, son actores que participan en el juego político, en base a reglas preestablecidas que pueden ser escritas, como es el caso de las constituciones y otras leyes, o tácitas, provenientes de la costumbre y la práctica política.
¿Sabías qué...?
El federalismo es la organización de un país en distintos estados que tienen amplias competencias propias y se deben a un gobierno central.
En los regímenes democráticos existe la igualdad de derechos y la libertad participativa en los asuntos político-sociales, considerados estos valores insustituibles. En cambio, en una tiranía, las garantías constitucionales y la fuerza ejercida por los grupos de poder sobre otros grupos se manifiesta en forma autoritaria. El autoritarismo es una ideología basada en la desigualdad entre los ciudadanos, la jerarquización de las sociedades y la obediencia incondicional de los sometidos al orden de poder conformado como un bien superior.
Dictadura, democracia oligárquica y totalitarismo
En una dictadura la característica esencial es la concentración del poder político y las funciones de gobierno en una persona o un pequeño grupo. Ese grupo de poder, generalmente son militares, que ejercen el gobierno por tiempo indefinido, rompiendo las reglas preestablecidas y haciendo caso omiso de las leyes. Se consolidan en el poder utilizando métodos represivos, como la persecución, el encarcelamiento y hasta la muerte de los opositores. De esta forma logran mantener las grandes masas alejadas de la práctica de la política.
La democracia oligárquica, por su parte, se caracteriza por la conformación de una alianza entre el grupo en el poder y la minoría oligárquica, que tiene las posibilidades de alcanzar los votos, ya que los puestos principales son elegibles. De esta forma se manipulan los resultados o se logra la participación de menos votantes. Este sistema no respeta el consenso y la voluntad popular. Generalmente aparece en sistemas agrícolas y mineros que mantienen tradiciones y ritos religiosos muy marcados.
Cuando una sociedad es regida por un partido político que ejerce su poder y, mediante una ideología oficial, impone su programa y fusiona estado y sociedad, llevando la política al ámbito privado, estamos en presencia del totalitarismo. Lo esencial para mantener el poder en este sistema es la unidad de todos los miembros de la sociedad, a los que se adoctrina y se aterroriza, mediante el uso de la fuerza policíaca y la propaganda en los medios de comunicación masiva y las escuelas.
Gobernar mediante decretos
Desde el 24 de junio de 1828 hasta marzo de 1830, Simón Bolívar gobernó la Gran Colombia mediante decretos presidenciales, obviando la Constitución. Esta forma de ejercer el poder es una característica de las dictaduras.
Bolívar: ¿Demócrata o dictador?
Luego de su actividad de gobierno en Ecuador y Perú, Bolívar regresa, en 1826, a Colombia, donde asume la presidencia. Pero, ¿qué encuentra el Libertador? Las fuerzas estaban divididas, la dispersión y las conspiraciones se sucedían. El propio vicepresidente fue uno de los sublevados. Existían dos posiciones bien diferenciadas: de una parte los conservadores, empeñados en que Bolívar mantuviera un régimen unitario, mediante medidas fuertes para el mantenimiento del orden. Por otra parte, Santander y sus partidarios apoyaron la política liberal. Estos lucharon por más derechos cívicos y una forma de gobierno federal. Bolívar convocó a una Asamblea en Ocaña con el fin de modificar la Constitución, de forma tal que le diera mayores poderes al presidente, pero no logró sus objetivos, la Asamblea se disolvió sin llegar a ningún acuerdo, con el argumento de que el objetivo de Bolívar era crear una monarquía con visos de república.
¿Sabías qué...?
En junio de 1828 la Asamblea, controlada por los bolivarianos, concedió poderes dictatoriales a Bolívar.
El centralismo como antesala de la dictadura
Bolívar llegó a Colombia con la experiencia de los acontecimientos de Perú y en poco tiempo conoció un proceso similar en este territorio. Por ello se convenció de la necesidad de mantener y fortalecer el centralismo. Dejó atrás las medidas populistas, la liberación de esclavos y las movilizaciones del pueblo. Con el apoyo de los conservadores, tomó medidas de corte autoritario. Estas medidas fueron el resultado de las acciones para evitar movilizaciones populares liberales. Primó entonces el centralismo y conservadurismo.
Simón Bolívar expresó en uno de sus mensajes:
“No aspiremos a lo imposible no sea que por elevarnos sobre la región de la libertad, descendamos a la región de la tiranía. De la libertad absoluta se desciende siempre al poder absoluto”.
Al constituirse la República Bolivia, Bolívar quiso poner en práctica sus ideas elaborando y proponiendo una Constitución con instituciones cercanas a la monarquía. Entre otras cosas planteó el cargo vitalicio de presidente y que el de los senadores fuera hereditario, así como también propuso otras instituciones propias de los sistemas monárquicos. Aunque Bolívar no desistió de sus ideas y planes, en esta ocasión no logró convencer a los bolivianos y su proyecto fue rechazado también por otros países.
Un objetivo no logrado.
La dictadura
La salvación de la República, para muchos, estaba en aplicar la dictadura. Por ello le pedían a Bolívar que gobernara con mano dura y con plenos poderes. Una de las primeras acciones que realizó fue la de suprimir el cargo de vicepresidente. Además permitió la reapertura de los antiguos monasterios, reinició el cobro de impuestos a los indígenas y aumentó las tasas de los impuestos a las importaciones.
Después del atentado…
La dictadura se tornó más recia luego del atentado. Fueron ejecutados 14 supuestos conspiradores y Santander y sus amigos allegados fueron deportados como medida preventiva para evitar nuevos hechos.
Santander, que desde sus inicios se había opuesto a esa política, se enfrentó violentamente a Bolívar, tratando incluso de asesinarlo. Varios uniformados penetraron armados al Palacio de Gobierno y, si no lograron sus fines fue gracias al valor de Manuelita Sáenz, que enfrentó a los atacantes y permitió que Bolívar escapara por una puerta trasera de la habitación donde se hallaba.
Problemas que tuvo que enfrentar Bolívar:
– Movimiento separatista en Venezuela liderado por el general José Antonio Páez.
– Insurrección al sur de Nueva Granada.
– Invasión de Perú.
Causas de la desintegración de la Gran Colombia:
-Intereses oligárquicos regionales.
-Gran extensión del territorio que conformaba la Gran Colombia.
-Intereses de Gran Bretaña y Estados Unidos.
El Congreso Admirable
En un último intento por evitar la separación de Venezuela y Colombia, Bolívar organizó un Congreso, con el fin de modificar la Constitución para poder gobernar. La Constitución se aprobó, pero Bolívar comprendió que sólo lograría la unidad de Colombia con su renuncia al mando y así lo hace. Sin embargo los venezolanos se negaron a recibirlo y hablar con él, mientras permaneciera en territorio colombiano. Finalmente Venezuela se separa de la Gran Colombia.
Eugenio Espejo no es sólo el precursor de la independencia americana, sino el crisol de la nacionalidad ecuatoriana. En él está presente el mestizaje en sus vertientes indígena, negra y española. Como médico conjugó los conocimientos propios de la sabiduría popular y natural de los aborígenes con los adelantos científicos de Europa. Fue el primer gran pensador de Ecuador y uno de los principales intelectuales de América. Su saber ilustrado abarcó diversas ramas como la política, la economía, la agricultura, la medicina, la religión, la educación, el arte y los oficios. Acosado por el régimen colonial, murió en la cárcel, en 1795.
La época
Eugenio Espejo nació en 1747 y falleció en 1795. Vivió 47 años durante la más agitada etapa de la historia de Quito, donde se gestaron movimientos por la reivindicación de los valores autóctonos americanos y quiteños, en contraposición a las ideas colonialistas de los peninsulares españoles.
¿Sabías qué...?
El Cabildo de Quito, en 1785, le solicitó a Eugenio Espejo la elaboración de un método para evitar la viruela. En él mencionó como causas las de tipo sociales y culturales, generando una gran polémica, por lo que fue encarcelado en 1787 y liberado inmediatamente por ausencia de pruebas.
La conciencia criolla se reflejó en la primera obra Historia del Reino de Quito que fue escrita por el padre jesuita Juan de Velasco, expulsado al exilio desde Riobamba, donde oficiaba. En este importante libro relató los hechos más connotados acontecidos en lo que hoy es Ecuador. En la descripción de sus recursos naturales y en la exaltación de sus valores encontraron los lectores los elementos formativos de la conciencia criolla.
La raza de Eugenio
Espejo no es el verdadero apellido de Eugenio. En realidad nació de padre indígena y madre mulata. Su padre fue un indígena quechua, procedente de Cajamarca, en Perú, conocido como Luis Chushig, quien trabajaba como ayudante del fraile José del Rosario, que era médico en el Hospital La Misericordia, de Quito. Su madre fue María Catalina Aldaz y Larraincar, natural de Nueva Granada, residente en Quito al igual que su padre.
Intelectual y revolucionario
Eugenio Espejo no fue ni revolucionario ni subversivo, era un intelectual que buscaba el bien de Quito y el despertar de su espíritu adormilado y resignado a lo malo.
Luis Benítez, como fue inscripto, aprendió a leer y escribir de forma subversiva, ya que estaba prohibido para los indígenas. Con ese apellido contrajo matrimonio con Catalina Aldás. El apellido Santa Cruz y Espejo no está aún esclarecido, pero se presume por los historiadores que fue puesto por algún español al ser evangelizado.
En una sociedad tan racista como la que le tocó vivir, Eugenio Espejo tuvo que cambiar sus apellidos para poder ingresar a los colegios y universidades, y realizar estudios. Sus dotes de inteligencia y sus ideas políticas permitieron que los ricos criollos le ayudaran en el empeño por graduarse de médico primero y luego abogado.
Los orígenes del genio
A Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo le tocó vivir una etapa poco favorable para el desarrollo del intelecto. Una década antes de venir al mundo, la Misión Geodésica, compuesta por científicos franceses y españoles de renombre que tenían el objetivo de medir un meridiano y determinar el grado cero, visitó Quito. Su visita a Quito permitió un despertar de las ideas renovadoras en las ciencias y la educación, sin embargo su influencia en 1747 se había disuelto ya. Otro acontecimiento desfavorable para Espejo fue la expulsión de los jesuitas, que representaron lo más avanzado de las ideas y los métodos de enseñanza de la época.
Le tocó, entonces, a Eugenio Espejo educarse y formarse en colegios de otras órdenes más dogmáticas y retrógradas. Las ideas de profesores como Juan Magnin, Juan de Hospital y Miguel Antonio Rodríguez, quedaron en el olvido. Por tanto, Espejo sufrió las clases monótonas y carentes de interés, con métodos escolásticos y memoristas, que tanto debieron molestarlo. No obstante, se graduó de doctor en Medicina y de licenciado en Derecho Civil y Canónico.
Cronología de una vida de dificultades
El 21 de febrero de 1747 es bautizado en Quito.
Entre 1759 y 1762 estudia con los jesuitas.
En 1762 se gradua de maestro de Filosofía.
En 1764 ocurren dos hechos significativos en su vida: muere su hermano, víctima de la viruela y se produce la Rebelión de los Estancos.
En 1765 inicia los estudios de Medicina en el colegio dominico San Fernando.
Se gradua de doctor en Medicina en 1767, año que coincide con el de la expulsión de los jesuitas del territorio.
En 1767 inicia los estudios de Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Santo Tomás.
Se titula de Licenciado en Derecho en 1770.
Entre 1770 y 1772 ejerce la Medicina.
Publica, en 1772, El retrato de Golilla, sátira donde criticó al Rey Carlos III y al marqués de la Sonora.
El 22 de noviembre de 1778 muere su padre.
En 1783 se dicta una orden de prisión en su contra, por lo que es apresado y encarcelado por espacio de 45 días.
Publica un método para combatir la viruela.
Es acusado nuevamente por la autoría de El retrato de Golilla, por lo que guardó prisión.
Viaja a Colombia y regresa en 1790, sobreseído de los cargos en su contra.
Funda la Sociedad Patriótica de Amigos del País, en 1791.
Ese mismo año es nombrado Director de la Primera Biblioteca Pública de Quito.
Recibe la tercera orden de prisión y es encarcelado, por parte del presidente Muñoz de Guzmán, el 30 de enero de 1895.
Se solicita su excarcelación por problemas de salud, el 27 de marzo.
Muñoz de Guzmán no atiende la orden y Eugenio Espejo muere el 27 de diciembre de ese año.
El periodista y escritor
Entre los años 1779 y 1780 surgió, de la pluma de Eugenio Espejo, la que el erudito Menéndez y Pelayo calificó como la primera crítica estructurada compuesta en América de habla castellana, bajo el título de “El Nuevo Luciano de Quito”. En realidad este fue el primer tomo de una trilogía que incluyó a “Marco Porcio Catón”, en 1780, y a “La Ciencia Blancardina”, en 1781. La circulación manuscrita de esta magna obra despertó mucha curiosidad e interés en los quiteños.
“El Nuevo Luciano de Quito” hurgó en todos los sectores de la vida cultural y educativa de Quito, haciendo un análisis pormenorizado de las instituciones y personajes. Se convirtió en la obra más controversial del momento, no sólo por su carácter crítico, sino por la fina ironía utilizada en su redacción. Se escribió en forma de diálogo, en el que el Doctor Mera, defensor de las ideas de la Ilustración, se enfrenta al Doctor Murillo, representante de las ideas retrógradas y conservadoras del pensamiento tradicional y escolástico.
Esta obra produjo un efecto de debate y enfrentamiento entre los hombres cultos del entorno quiteño y alcanzó al propio Espejo, que sufrió prisión en más de una ocasión y, finalmente murió en ese lugar, sin el perdón de las autoridades, a pesar de la sentencia revocatoria del juez.
Las prisiones no pueden acallar al rebelde
Obras escritas por Eugenio Espejo
El nuevo Luciano (1779)
Marco Porcio Catón (1780)
Retrato de Golilla (1780)
Ciencia Blancardilla (1781)
Cartas riobambenses (1787)
Cartas latacungueñas (1788)
Carta a Europhilia (1792)
Pasquines de “Las banderitas” (1794)
Dedicatoria de Trato de Longino (1781)
Reflexiones sobre la viruela (1785)
Discurso de la concordia (1789)
Primicias de la Cultura de Quito (1792)
Testamento (1795)
También escribió cartas, defensas, oficios, apelaciones, solicitudes, agradecimientos, sermones y panegíricos.
Espejo: periodista
Eugenio Espejo tuvo el mérito de editar el primer periódico de la historia de Ecuador. Bajo el nombre de “Primicias de la Cultura de Quito”, editado por el apoyo de la Escuela de la Concordia. Circuló por primera vez el 5 de enero de 1792. El contenido de la publicación era diverso y variado. Iba desde reflexiones y disquisiciones filosóficas, hasta consejos de buenas costumbres, pasando por recomendaciones y noticias sobre salubridad, higiene y otros temas de interés para los quiteños.
En el periódico se dio una visión crítica, aunque real del estado de la cultura y la educación, enfrentó la dura y difícil realidad social y económica de Quito. Analizó las causas del estado en que se encontraba el territorio, y se las atribuyó a la insensibilidad de las autoridades, los bajos incentivos para los productores y las epidemias que diezmaron a la población.
“Primicias…” tenía una frecuencia de aparición de 15 días. El costo de cada ejemplar, de un pliego completo, era de un real y medio. La publicación no tuvo una buena acogida entre los quiteños, al contrario, su publicación fue recibida con frialdad y hasta con rechazo, llegando incluso a que su autor intelectual fuera perseguido y duramente criticado.
Entre las causas del rechazo estuvieron el lenguaje rebuscado y elitista usado por Espejo. Cuestión contradictoria en él que había reconocido con anterioridad que existía poca instrucción y educación en la población. El periódico tuvo una corta existencia. Su última publicación (la séptima) fue el día 29 de marzo de 1792.
El barón de Carondelet
El barón Héctor de Carondelet, como gobernador de Quito, desarrolló una política en favor de los criollos y luchó por una mayor autonomía, con la creación de una Capitanía General.
Anonimato: cobardía o estrategia
Eugenio Espejo se impuso como objetivo la promoción de una educación que debía responder a la solución de los problemas sociales y que no sólo fuera instrumento de divulgación del saber científico. La educación debía formar nobles ciudadanos para el servicio a la patria, contribuir a la creación de un espacio para la literatura, que permita discutir los problemas políticos y sociales y ayudar al mejoramiento de Quito.
En Eugenio Espejo la educación y el periodismo se superponen: el periodismo es, ante todo, un vehículo para la educación ciudadana. Por ello, el uso del anonimato satírico en Espejo representó una estrategia: “…despertar a los ingenios quiteños y alertarlos sobre el estado de barbarie social en que viven”. En Espejo se da la dicotomía entre barbarie y civilización, entendida la primera como “…la indiferencia en la que han caído los letrados con respecto a las necesidades sociales del pueblo” y que deberá combatirse. En este sentido Espejo fue un precursor en Ecuador.
El oficio de escritor para el intelectual quiteño era sinónimo de compromiso. Significó la separación de la Iglesia del poder del príncipe y, por otra parte, afiliarse a la lucha contra los problemas sociales que tenía el pueblo. En él la literatura tenía un papel social de servicio a la comunidad y su fin último lo constituía el objetivo político más universal: reformar las costumbres de una época. Para lograr esos fines cualquier medio era válido, por eso se escudó en el anonimato.
¿Sabías qué...?
El Banco Central del Ecuador realizó la emisión de la Serie GZ el 8 de junio de 1988 por el valor de 500 sucres, realizando así un homenaje póstumo al precursor de la independencia de América.
La Batalla de Pichincha significó más que la independencia de Quito y el inicio de la liberación de otros territorios del dominio español en Suramérica, fue también un ejemplo de sacrificio y heroísmo de los quiteños, guayaquileños, colombianos y de los habitantes de otras regiones del continente. Entre los muchos hombres que se destacaron en la contienda gloriosa se destacó Abdón Calderón, que recibió heridas que le causaron la muerte y aun así no dejaba de arengar a la tropa.
Nacimiento de un Héroe
El 30 de julio de 1804 nació en Cuenca Abdón Calderón Garaycoa, un niño que estaría llamado a convertirse en Héroe. Fue bautizado al día siguiente de nacer. Sus padres fueron el cubano Francisco Calderón, contador de las Cajas Reales y funcionario del gobierno español en Cuenca, y la guayaquileña Manuela de Jesús de Garaycoa y Llaguno, perteneciente a una de las más influyentes familias de Guayaquil.
¿Sabías qué...?
Los miembros del batallón al que perteneció Abdón Calderón decidieron no tener, en lo adelante, capitán.
A pesar de ser funcionario de la metrópoli, Francisco Calderón apoyó el movimiento patriótico de 1809. Por esta posición fue hecho prisionero y enviado a Guayaquil, Cuenca y Machala. Cuando se estableció la Junta Superior de Gobierno, en 1810, fue liberado y se incorporó al Ejército Independentista de Quito, con el grado de coronel. Participó activamente, como parte de los radicales, en la campaña de 1811-1812. Fue fusilado, en Ibarra, al ser éstos derrotados en el Combate de El Panecillo.
Francisco fue un ejemplo a seguir de su hijo Abdón, debido a su recta trayectoria y la acción realizada el día en que iba a ser ejecutado, que pidió, como última voluntad, que le quitaran la venda de sus ojos y le entregaran el escapulario al futuro Héroe de Pichincha.
Los golpes en la vida de Abdón Calderón
Tras la muerte del padre, con sólo ocho años de edad, Abdón tuvo que enfrentar las penurias de la pobreza. Al ser incautados los bienes de su padre, su madre quedó en la miseria y murió un año más tarde, en Guayaquil.
¿Sabías qué...?
En las revistas militares, al mencionarse el nombre de Abdón Calderón, la tropa contestaba: “Murió gloriosamente en el Pichincha, pero vive en nuestros corazones”.
Los estudios
Los años de niñez en Guayaquil transcurrieron tranquilos para Abdón, que estudió con muy buenos resultados con profesores de la talla de Vicente Rocafuerte, quien fuera su pariente al casarse, en 1842, con su hermana, dos años menor, Baltazara Calderón.
De los estudios a la guerra
El nueve de octubre de 1820, cuando estalla la insurrección por la independencia en Guayaquil, Abdón sólo tiene 16 años de edad. José Joaquín Olmedo, el ilustre escritor y político, creó un ejército al que llamó División Protectora de Quito, que tenía como fin luchar por la independencia de las vecinas audiencias. El joven, de inmediato se alista en la tropa. Allí alcanzó el grado de subteniente del Batallón de Voluntarios de la Patria. El patriota Ignacio Salazar fue su jefe inmediato.
Con la victoria de Camino Real, un mes después del triunfo de la revuelta en Guayaquil, donde se destacó el joven patriota por su valor, fue ascendido a teniente. El coronel Luis Urdaneta lo elogió grandemente. Entre 1820 y 1822 participó en los combates siguientes: la primera derrota de Huachi, la de Tanizagua, la victoria de Cone, la segunda derrota de Huachi, el avance de Guayaquil a Cuenca y de Cuenca a Quito. Es por ello que cuando participó en la Batalla del Pichincha, Abdón Calderón, a pesar de su juventud, ya era todo un veterano conocedor de la guerra.
Una victoria y dos temores
Con el triunfo de Pichincha Ecuador se liberó del dominio español, pero Bolívar temía al realismo, que continuaba en el poder del Alto y Bajo Perú y tratarían de reconquistar los derechos perdidos en la Gran Colombia.
Cronología de los combates
Camino Real
Huachi 1
Tanizagua
Babahoyo
Yaguachi
Huachi 2
Guayaquil – Cuenca
Pichincha
El fin de una vida y el comienzo de la inmortalidad: la Batalla de Pichincha
El 24 de mayo de 1822 se produjo la histórica Batalla de Pichincha. La participación de Abdón Calderón en este hecho ha sido objeto de orgullo para los cuencanos y ecuatorianos en general. Este joven de 18 años de edad recibió cuatro heridas de bala ese día. Pero a pesar de las heridas decidió permanecer en la primera línea de combate, arengando a la tropa de su batallón y portando la bandera azul de Guayaquil.
La revancha de Abdón por la muerte de su padre
Abdón Calderón heredó de su padre el sacrificio, la valentía, el desprendimiento y el patriotismo y a su muerte juró vengar la afrenta infame ocasionada por los realistas en San Antonio de Ibarra.
A la primera herida la recibió en el brazo derecho, tomó la espada con la mano izquierda y continuó combatiendo; recibió otro balazo en el brazo izquierdo que le interesa un tendón y le rompe el antebrazo, por lo que tiene que soltar la espada que fue colocada en su vaina por un sargento; continuó al mando de la Compañía cuando recibió un tercer balazo, esta vez en el muslo izquierdo, que le fracturó el hueso. En ese estado, arremetió contra el enemigo, recibiendo un cuarto balazo en el muslo derecho que le astilló el hueso. Cayó desfallecido al suelo, inmóvil. Sus compañeros lo trasladaron al campamento, donde lo tendieron en el suelo. Un soldado le calmó la sed y lo asistió. Al día siguiente lo trasladaron a Quito y lo asistieron en el Hospital San Juan de Dios, donde falleció finalmente.
Algunos historiadores han afirmado que murió en el combate, pero lo cierto es que fue trasladado herido a Quito, donde murió catorce días después, el 7 de junio de 1822. Según los médicos, la causa de la muerte de Calderón fue, además de las complicaciones de lacepticemia en sus heridas, la deshidratación por disentería, al ingerir comida dañada y no querer retirarse del combate para recuperarse.
Honores post mortem
Antes de morir, en su Informe de los Resultados de la Batalla, del 28 de mayo, el mariscal Antonio José de Sucre escribió: “…hago una particular memoria de la conducta del teniente Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá, pero el Gobierno de la República sabrá compensar a la familia los servicios de este oficial heroico”.
Cuando Simón Bolívar llegó a Quito, unos días después de la victoria, y conoció los hechos ocurridos, ascendió póstumamente a Abdón Calderón al grado de Capitán.
En 1764 la aduana aprobó un impuesto vinculado al cobro de las llamadas alcabalas. El Decreto afectó a los pequeños productores y comerciantes de aguardiente. Ante la medida que dictó la metrópoli el pueblo se alzó en los barrios de Quito, logró el control de la ciudad y obligó a los funcionarios a refugiarse en los conventos. Aunque se lograron algunas conquistas propuestas, como ocurrió con la Rebelión de las Alcabalas dos siglos antes, se aceptaron las negociaciones y se restableció el estanco. Estos hechos se conocieron como la Rebelión de los Estancos.
La hacienda se consolida
Al producirse la disminución de la producción textil, motivado por la baja demanda existente, la tierra adquirió mayor valor. Los precios del suelo subieron y su posesión se concentró en escasas manos, especialmente en las de los blancos acaudalados. Se convirtió así la agricultura en una de las actividades más importantes en la economía colonial. Al convertirse la tierra en un bien codiciado se iniciaron las expropiaciones forzosas a los indígenas, mediante compraventas desfavorables e injustos desalojos a sus ancestrales dueños.
¿Sabías qué...?
Las consignas utilizadas por los sublevados en la Rebelión de los Estancos fueron: ¡Viva el Rey! ¡Mueran los chapetones! ¡Abajo el mal gobierno!
La agricultura de pequeñas parcelas se transformó en agricultura extensiva, de cultivos más grandes. De este modo, comenzaron a aparecer las haciendas, donde se sembraba, se criaba el ganado y se realizaban producciones rudimentarias de panela y aguardiente de caña. El dueño de una hacienda era considerado un terrateniente. A los que tenían las mayores cantidades de tierra o más de una hacienda, se les llamó latifundistas o dueños del latifundio.
Por su parte, los indígenas, que fueron despojados de sus parcelas, y que tenían que pagar impuestos al gobierno y diezmos a la iglesia, trabajaron como peones para los hacendados y latifundistas. Los peones eran retenidos en sus labores mediante el endeudamiento que contraían con los propietarios, viéndose obligados a permanecer en sus labores. Esto es lo que se conoció como concertaje.
Concertaje
El concertaje es un contrato mediante el cual un indígena estaba obligado a realizar trabajos agrícolas de manera vitalicia y hereditaria, sin recibir salario o recibiendo una remuneración mínima. Los trabajadores o peones que vivían en las haciendas con sus familias se “concertaban” (es decir, se comprometían) con los dueños para el trabajo. No recibían el salario porque estaban endeudados con sus patrones. Pedían adelantos de dinero al patrón para poder pagar impuestos y compromisos religiosos, cómo bautizos, matrimonios, entierros y otros. De esta manera se convertían en dependientes de los hacendados y terratenientes.
Para mediados del siglo XVIII la economía se sustentó en la producción de las haciendas. Sus productos abastecían los mercados locales y regionales. Las pequeñas parcelas, conocidas como obrajes, fueron, progresivamente, integradas a las haciendas y latifundios. Por su parte la producción textil, que estaba muy deprimida, se comercializaba en mercados locales y en la zona del valle del Cauca, al sur de lo que hoy conforma el territorio colombiano.La realidad va cambiando
La Costa ecuatoriana creció
Aparejada al desarrollo de la agricultura creció la producción cacaotera y de otros cultivos en la Costa ecuatoriana, fundamentalmente en Guayaquil. De esta manera también aumentó el comercio y la actividad portuaria. El empleo para pardos, mestizos costeños e indígenas provenientes de la Sierra, aumentó considerablemente en las ciudades. En las décadas siguientes se intensificó el comercio con Perú y Nueva España (México).
En la Sierra Sur también creció la economía y, por ende, la población. Ciudades como Loja y Cuenca adquirieron renombre. En sus alrededores proliferaron las haciendas medianas y pequeñas donde se criaba ganado y se cultivaban el algodón, las frutas, los granos y la caña de azúcar. Allí las exportaciones estaban monopolizadas por comerciantes leales a los colonialistas españoles.
La Rebelión de los mestizos
La Rebelión de los Estancos fue un movimiento liderado por los mestizos quiteños.
El Siglo de las Luces, el siglo de las sombras
Ecuador constituyó un ejemplo de la confluencia, en un mismo territorio, de dos fenómenos característicos del siglo XVIII: por una parte el aumento de la miseria y las penurias en la población, y, por otra, un florecimiento de la cultura, el arte y la ciencia. La crisis generada por la disminución de la producción textil y de otros sectores económicos en la Sierra, produjo pobreza, descontento en la sociedad y aumentó los conflictos existentes entre los eclesiásticos y el poder civil. Estas contradicciones respondieron al incremento de las riquezas de la Iglesia, aparejado a su gran influencia sobre las personas.
La presidencia, entre 1728 y 1734, de Dionisio Alcedo y Herrera, político de tendencia borbónica, al frente de la Real Audiencia, intentó limitar el poder de la Iglesia, reformando la administración. En este contexto llega a Quito la Misión Geodésica que influyó grandemente en la comunidad cultural y científica.
Posteriormente, a partir de mediados del siglo, el poder de los propietarios privados y de las instituciones de la Iglesia creció. Fue en este contexto en el que se produjeron los hechos conocidos como la Rebelión de los Estancos.
Estanco
En el sistema jurídico-administrativo de la monarquía española, al estanco lo constituía el monopolio impuesto a la producción y comercialización de un producto, acto que sólo era prerrogativa del Rey.
La metrópoli, en su afán de centralizar en sus manos todo el poder sobre el comercio, estableció impuestos y restricciones aduaneras. Entre las más impopulares estuvo la del estanco del aguardiente, que provocó una rebelión de magnitudes inmensas. La Rebelión de los Estancos tuvo sus antecedentes, su desarrollo y sus consecuencias muy particulares.La gota que derramó la copa
Los hechos contados por uno y otro bando
Una Real Cédula, que prohibía la destilación particular y la comercialización del aguardiente llegó a Quito en los primeros días de mayo de 1765. Este hecho provocó gran conmoción entre diferentes sectores sociales, cansados de los abusos efectuados por los encargados de recaudar los impuestos y los “chapetones” odiados por los criollos nacidos de padre o madre española, que eran tratados como inferiores.
Chapetones
Se conocía como “chapetones” a los nacidos en España que llegaron al continente americano, en los primeros años como conquistadores, y luego, en calidad de colonos, funcionarios y autoridades.
En el amanecer del 22 de mayo, aparecieron carteles en varios lugares de la ciudad, donde se anunciaba una manifestación a las siete de la noche para protestar contra las autoridades metropolitanas por las medidas dictadas por el Rey, donde se implantó el monopolio de la producción de aguardiente y se facultó a la aduana para el cobro de nuevos impuestos gravados a los alimentos.
¿Sabías qué...?
El 24 de mayo el pueblo enardecido asaltó el Palacio de la Real Audiencia de Quito y, sin mostrar temor ante las armas de más de doscientos soldados, atacó el edificio y se apoderó de él.
A las siete de la noche se rompe la paz
A las siete de la noche sonaron fuertemente las campanas y los quiteños se reunieron en San Roque y San Sebastián y, de allí marcharon hacia la Casa de Estancos, en Santa Bárbara, derramaron aguardiente y prendieron fuego, dejando el inmueble en cenizas.
Del otro lado
En un intento por aplacar los ánimos de los sublevados, acudieron al lugar los jesuitas encabezados por el Licenciado Juan Bautista Aguirre quien, por su gran elocuencia, fue comisionado para dirigirse a las masas enardecidas, prometiendo que las medidas serían suprimidas.
El resultado de una Revolución: ganadores y perdedores
El 28 de junio la ciudad volvió a la calma, capitularon las autoridades y fueron expulsados todos los españoles solteros. Don Manuel Rubio, Decano de Oidores, encargado de la Presidencia de Quito, fue obligado a abandonar la ciudad. El 17 de septiembre de ese mismo año, una comunicación oficial, enviada por el Virrey de Santa Fe, declaró el indulto general de todos los comprometidos en la revuelta. Pocos días después y enviado por los virreyes del Perú y Nueva Granada, en calidad de pacificador, llegó a Quito el Gobernador de Guayaquil, don Antonio Zelaya, quien cumplió a satisfacción su cometido.
Quito rebelde
La Historia de Quito está llena de episodios de levantamientos, revueltas, luchas armadas y sublevaciones a través de los siglos.