Rudecindo Alvarado fue un destacado militar y político argentino que participó en las guerras de independencia de América del Sur y en las guerras civiles de su país. Su vida abarcó desde la Revolución de Mayo hasta la organización nacional, pasando por las campañas libertadoras de Chile y Perú.
1810
Se unió al ejército patriota tras la Revolución de Mayo.
1812
Combatió en la batalla de Tucumán bajo el mando de Belgrano.
1813–1815
Participó en las batallas de Vilcapugio, Ayohuma y Sipe Sipe en el Alto Perú.
1816
Se incorporó al ejército de los Andes dirigido por José de San Martín.
1817
Cruzó la Cordillera de los Andes y luchó en la batalla de Chacabuco en Chile.
1818
Fue ascendido a coronel tras la batalla de Maipú, donde comandó el ala izquierda.
1820
Se embarcó con San Martín hacia el Perú, donde fue nombrado jefe del regimiento de granaderos a caballo.
1821
Reemplazó a José de San Martín en el mando del ejército de los Andes en Lima.
1826
Regresó a la Argentina y se involucró en las luchas internas entre unitarios y federales.
1831
Fue desterrado por el gobernador de Salta, Pablo Latorre, tras un breve período como gobernador interino.
1848
Volvió a Salta tras la caída de Rosas.
1852
Fue elegido diputado para el Congreso Constituyente de Santa Fe.
1855
Fue elegido gobernador de Salta por segunda vez pero renunció al año siguiente.
RELACIÓN CON BOLÍVAR Y SAN MARTÍN
Su relación fue de respeto, admiración y colaboración. Alvarado fue un importante colaborador del general José de San Martín en el ejército de los Andes, participó en las campañas de Chile y Perú. Después de la renuncia de San Martín, Rudecindo tomó su lugar y continuó luchando por la independencia. También se unió a Bolívar en la batalla de Ayacucho, donde se logró la liberación de América del Sur. Simón Bolívar reconoció su valor y lealtad al otorgarle el título de gran mariscal del Perú. Alvarado mantuvo una amistad con ambos líderes independentistas, considerándolos sus maestros y modelos a seguir.