Ciertos objetos están tan arraigados a nuestra cotidianeidad que no siempre nos detenemos a pensar sobre su origen. Tal es el caso de las latas de aerosol, las vemos en la perfumería, ferretería, en los partidos de fútbol y hasta envasando alimentos. Pero… ¿cómo surgió este gran invento?
RECORRIDO HISTÓRICO
Cuando nos referimos a la lata de aerosol, también denominada popularmente pulverizador, spray o vaporizador, hablamos de un recipiente que almacena una sustancia líquida. En la parte superior, dispone de un botón que, al presionarlo, expulsa el líquido en forma de vapor.
Antes de la creación de la lata de aerosol, en 1837, se había inventado un sifón de soda que incorporaba una válvula al botellón de la bebida. Pero no fue hasta 1862, que se llevaron adelante pruebas de latas de metal que fuesen pulverizadores, aunque sus características no eran las adecuadas para ser comercializadas.
Pero… ¿de qué se trata la lata de aerosol? Es una lata (o botella), que en su interior contiene determinada sustancia líquida. A la misma se le ha añadido gas bajo presión y luego se selló. Al abrir la válvula, el líquido se expulsa en forma de pequeñas gotitas de rocío.
Pasó un prudencial lapso de tiempo hasta que el 23 de noviembre de 1927, un ingeniero noruego llamado Erik Totheim patentó un elemento de su invención: una lata metálica de aerosol que disponía de una válvula. Este invento alcanzó altos niveles de venta en 1940, cuando comenzó a producirse masivamente en Estados Unidos, conteniendo en su interior un insecticida. El mismo fue utilizado en la Segunda Guerra Mundial por los soldados que habitaban el área del Pacífico y se veían atosigados por los insectos.
Las empresas con fines comerciales vieron que este elemento gozaba de gran aceptación popular. Fue por ello que comenzaron a envasar sus productos en latas de aerosol, que hoy en día persisten en nuestros usos cotidianos. Tal es el caso de los desodorantes de perfumería, de ambiente y fluidos para el cabello, que fueron algunos de los primeros productos que salieron al mercado.
OTROS USOS DE LA LATA DE AEROSOL
Espuma de carnaval
También llamada nieve en aerosol, o nieve artificial, esta espuma forma parte de un típico juego (en especial para los niños) en época de carnavales y otras festividades. Tiene gran desarrollo en Latinoamérica, donde muchos países no pueden prescindir de ella para las celebraciones, llegando a librarse divertidos enfrentamientos en los que se intenta bañar de nieve artificial al resto de las personas.
Si bien existen muchas versiones sobre su origen, una de ellas indica que se habría generado en Argentina. En dicho país, una empresa que cargaba recipientes con sustancias lustramuebles, en 1969, confundió la preparación del concentrado y como resultado, al presionar el aerosol salía una capa de espuma blanca que aparentaba ser nieve. Gracias a este error, la empresa produjo en serie la nieve enlatada y la llamó “Nieve loca”.
Aerosol evanescente
El 9.15 Fair Play, es el aerosol evanescente que se estrenó en la Copa Mundial de la FIFA 2014, aunque en varios torneos de índole regional, ya se utilizaba. Los inventores fueron el brasileño Heine Allemagne, que ideó el Spuni, y el argentino Pablo Silva, que creó la espuma 9.15. Ambos mancomunaron sus proyectos y dieron lugar a este aerosol, que contiene las virtudes de ambos, y fue un hecho en 2006. Seis años después fue aprobado por el Internacional Bord para ser utilizado por todas las federaciones del mundo.
La principal función de este spray es demarcar una línea en el juego, para que los futbolistas pateen en el tiro libre. Esto estableció un fuerte respeto a la distancia establecida por el árbitro, dando como resultado menos jugadores amonestados, y también más de 20 segundos de juego gracias a la reducción de tiempo perdido.
Bocinas
La creación de bocinas que suenan a partir de la presión de los propelentes, que son gases utilizados para dar impulso a las sustancias que contienen los aerosoles, surgió a partir de una problemática que experimentaban las embarcaciones. En días de densa niebla, debían anunciarse para evitar colisionar con otros navíos, y esta bocina resultó muy útil y económica para emitir sonidos de aviso.
Esta sirena llegó a los estadios deportivos como una forma de festejo. En partidos, celebraciones, e incluso en carnaval, nunca falta quien encuentra en la bocina marina la mejor forma de hacerse oír.