Se trata de enunciados que han de tenerse en cuenta a la hora de realizar estudios paleontológicos. No son conceptos basados en una teoría o una hipótesis sino en una realidad que ha ido revelando poco a poco el estudio práctico de los fósiles.
Todos estos principios y leyes siempre se cumplen.
Cuvier anunció los primeros principios que dieron forma a la paleontología actual; algo más tarde Darwin y Wallace añadieron otros nuevos, pero fue a mediados del s. XVIII cuando el suizo Pictet estableció de una manera definitiva estos enunciados tal como los conocemos hoy.
Principio del actualismo
El actualismo paleontológico establece que los organismos fósiles se regían por las mismas leyes biológicas que los seres vivos actuales. Las leyes físicas y químicas no han cambiado a lo largo del tiempo. Así, por ejemplo, el proceso fotosintético era el mismo entre las plantas del Devónico que entre las actuales, o si se encuentra un hueso fosilizado se podrá deducir que correspondía a un animal y no a una planta.
Principio de la anatomía comparada
Los estudios de anatomía comparada en los animales y vegetales actuales permiten establecer diferencias y analogías entre ellos o entre sus partes constituyentes. De igual manera, estos estudios son aplicables a sus antecesores fósiles. Por ejemplo, si encontramos dos conchas fosilizadas, estudiando sus similitudes o sus diferencias podremos llegar a deducir si pertenecían o no a una misma especie.
Principio de la correlación orgánica
Existe una relación constante entre los diversos órganos, piezas y estructuras que forman un ser vivo. A partir de un único elemento de ese organismo es posible deducir el orden y la disposición de los restantes. Por ejemplo, estudiando los huesos de una pata de dinosaurio ha sido posible reconstruir el aspecto que tenía el animal cuando estaba vivo y entero.
Principio de cronología relativa
El orden de superposición de los estratos corresponde al orden cronológico en que se depositaron, los más antiguos debajo de los más modernos. No obstante, hay que tener cuidado con esto, pues hay estratos que han invertido su posición, estando los más modernos por debajo de los antiguos.
Primera Ley
La duración de las especies de las épocas geológicas ha sido limitada. Esto quiere decir que todas las especies han aparecido en algún momento, han perdurado durante un cierto tiempo y después se han extinguido. No obstante, hay algunas especies muy antiguas que mantienen características arcaicas y que todavía no se han extinguido: son los llamados fósiles vivientes.
Segunda Ley
Las diferencias existentes entre las faunas fósiles y los animales actuales son tanto más acusadas cuanto más antiguas sean. Así, un fósil de hace 1.000 millones de años se diferencia de una especie actual mucho más que otro de hace solo 300 millones de años.
Tercera Ley
Los animales de faunas más recientes tienen formas más variadas que las de las faunas antiguas. Dicho de otro modo, a partir de una especie antigua han podido surgir dos o más especies actuales.
Cuarta Ley
Los animales más perfectos, de organización más compleja, son relativamente más recientes. En este enunciado hay que tener en cuenta que en el curso de la evolución muchas estructuras se han simplificado o han desaparecido como resultado de una mejor adaptación al medio. Por ejemplo, los animales cavernícolas suelen carecer de ojos y de pigmentación.
Quinta Ley
Desde el momento de la aparición de un grupo biológico hasta su extinción, no ha tenido interrupción en su existencia. Esto quiere decir que cualquier organismo procede de otro anterior y similar a él. Los “eslabones perdidos” no son más que esos pasos intermedios entre dos etapas en la evolución de un grupo y de los que no se han encontrado restos fósiles.
Sexta Ley
Cada especie ha llegado a la existencia coincidiendo en el espacio y en el tiempo con otra preexistente, estrictamente próxima. Esto quiere decir que lo mismo que existe una secuencia en el tiempo en cuanto a las diferencias entre los organismos, también la hay en el aspecto geográfico. Por lo general, especies emparentadas aparecerán también en áreas cercanas.
Séptima Ley o Ley de la Recapitulación
El orden de aparición de los representantes de un cierto tipo de animales se reproduce en las fases por las que pasa el desarrollo individual de los más recientes del mismo grupo. Esto quiere decir que, por ejemplo, el embrión de un mamífero va pasando por etapas en las que presenta diversas características de los grupos antecesores en su evolución: primero un equinodermo, luego un pez, más adelante un anfibio.