Es un trastorno de la ansiedad que aparece en los casos en que la persona fue víctima de un hecho traumático. Puede ser que haya estado en peligro su vida o las vidas de sus seres queridos o bien puede ser que simplemente fuera testigo de algo violento que le ocurrió a extraños.
Los hechos traumáticos que pueden desatar este tipo de estrés son:
– asalto
– violación
– tortura
– secuestro
– abuso infantil
– accidentes de tránsito
– accidentes aéreos
– bombardeos
– desastres naturales como inundaciones o terremotos
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma más evidente es la tendencia a revivir en su mente el hecho traumático de manera continua y vívida. Puede ser en forma de un olor, una imagen, un sentimiento o un sonido. El disparador puede ser una puerta que se cierra o el ruido de un auto. La persona es transportada de repente al pasado y pierde por ese momento contacto con el presente. Siente que está viviendo esa experiencia una vez más.
Otros síntomas son irritabilidad, pérdida de interés por realizar actividades que le resultaban amenas y dificultad para expresar afecto.
Es normal que todo aquel que ha sido víctima de un hecho violento sufra algunas de estas características. Si las mismas no desaparecen al cabo de tres meses se considera que se está en presencia de la enfermedad.
Este síndrome puede aparecer acompañado por abuso de drogas, depresión y por otros desórdenes de ansiedad.
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/219-estres-postraumatico#sthash.ly3Z8Ej0.dpuf