El contexto

Sabemos que estudiar es una tarea que debemos llevar a cabo con regularidad, pero… ¿sabemos cómo hacerlo mejor y más eficazmente? El contexto en el que llevemos a cabo esta práctica, influirá notablemente en nuestro desenvolvimiento. Para ello hoy nos prepararemos para hacer del lugar de estudio, un sitio propicio.

FACTORES DEL CONTEXTO DE ESTUDIO

Nuestro rendimiento psíquico y físico se ve, en gran parte, influido por todas aquellas características del ambiente que nos rodea. Factores como la iluminación, el soporte o mueble sobre el que estudiamos, el sonido, la compañía, y las condiciones generales del entorno, entre otras cosas, son claves para el correcto desarrollo de la sesión de estudio.

Iluminación: Siempre es preferible la iluminación natural para una mejor concentración. Si necesitas artificial, debes evitar los grandes resplandores y contrastes. Puedes iluminar directamente tu objeto de estudio con una lámpara. Si eres zurdo, es aconsejable que la luz entre por la derecha, y si eres diestro, por la izquierda.

Soporte de estudio: Lo ideal es que puedas ubicarte en un escritorio o mesa amplia para desplegar todos tus materiales sobre la misma, evitando demoras en la búsqueda. También es práctico tener a mano otros libros y/o apuntes que puedan resultar necesarios al momento de estudiar, por ejemplo, un diccionario si es que surge alguna duda con lo que se lee, o un bolígrafo por si se termina la tinta del que se está utilizando en ese momento.

La posición del cuerpo es muy importante. Estar derecho y con los pies sobre el suelo ayuda a evitar dolores de cabeza y espalda.

Sonidos: Para poder concentrarse, es importante permanecer en un lugar silencioso que nos mantenga al margen de timbres, conversaciones, o programas televisivos con audio que nos lleve a perder el hilo del estudio. También es recomendable apagar o dejar en silencio los dispositivos (celulares, tabletas digitales) para no desconcentrarte con facilidad.

TIP

¿Quieres saber cuál es el lugar por excelencia para estudiar? ¡La biblioteca! Así es. Si dispones de una en tu escuela, barrio o universidad, no dudes en acercarte y llevar a cabo tus sesiones de estudio allí. Tendrás a tu disposición libros, cómodas mesas y un ambiente silencioso, muy propicio para estudiar.

La compañía: Para ciertas materias o trabajos prácticos resulta muy enriquecedor trabajar en grupo, consultando las dudas y debatiendo sobre los conceptos que se leen. Pero también en ciertas ocasiones, como cuando debemos afrontar un difícil examen en el que la memoria y la concentración son claves, es importante poder dedicar un tiempo en soledad para el estudio, evitando así distracciones.