Son seres que sólo pueden ser observados mediante un microscopio, habitan diversos ambientes, hay más de los que creemos y están más cerca de lo que pensamos. Hoy vas a descubrir la característica que comparten con otros seres vivos y los motivos de su importancia.
¿Qué tienen en común el tigre, el ser humano, un árbol, un pez, las hormigas y las bacterias? Descartemos el tamaño, el color, el ambiente donde viven, el modo de reproducirse, los alimentos que consumen y los medios de locomoción. Sigamos pensando…
En ciencias naturales nos enseñan que las unidades más pequeñas de los seres vivos son las células. ¿Qué quiere decir esto? Significa que el elemento fundamental de todo ser vivo son las células; todos los seres vivos se encuentran conformados por una o más de éstas. El tamaño es tan reducido que se vuelve invisible al ojo humano y sólo puede verse con la ayuda de un microscopio.
Ahora ya descubrimos lo que tienen en común el tigre, el ser humano, un árbol, un pez, las hormigas y las bacterias: todos estos seres vivos están conformados por células. Bien, pero ¿qué es una célula? Indudablemente debe ser algo muy interesante de conocer, pues todos los seres poseen células.
Existen células que son capaces de sobrevivir solas, en tanto que otras se unen con otras millones, para formar órganos o tejidos. Debido a la gran variedad de funciones y a la capacidad de adaptarse de las células, éstas pueden ser de diversos tamaños y colores, aunque poseen los mismos elementos constitutivos entre sí.
Todas las células poseen en su interior la información genética necesaria para poder heredar sus características, por lo que una célula puede dar origen a otras células con propiedades semejantes a ella.
Ahora que ya sabemos lo que es una célula, volvamos a leer el título de esta nota: los seres vivos unicelulares. ¿Qué piensan? Seguro están desmembrando la palabra u n i c e l u l a r. “Uni” viene de uno y celular de célula. Entonces, ¿existen seres vivos formados por una sola célula? Recuerden que dijimos que la célula es tan pequeña que sólo puede observarse mediante un microscopio.
Todos los individuos se encuentran formados por una o más células, por lo que éstas constituyen su nivel de organización básico. Así, en primer lugar encontramos al nivel unicelular de organización, al que le sigue el nivel celular, el tisular o de tejidos, de órganos y finalmente el nivel de sistema de órganos.
Nivel unicelular: se trata de aquellos organismos que se encuentran formados por una única célula, la cual es capaz de realizar todas las funciones necesarias para subsistir. Entre éstas, pueden hallarse bacterias, levaduras y los protistas.
Nivel celular: se trata de aquellos organismos conformados por una gran cantidad de células que no llegan a constituir un tejido. En este nivel de organización, se ubican las esponjas marinas y ciertos organismos como las algas verdes, las cuales son unicelulares pero viven en grandes colonias.
Nivel de tejidos: en este nivel, las células se encuentran agrupadas formando tejidos. Para esto se han especializado para cumplir con una función determinada en cada uno de los diferentes tejidos. Este nivel se puede observar en el cuerpo de animales, como las medusas, y en plantas como los musgos. Estos tejidos son también los que observamos en otros animales, como el tejido nervioso o el epitelial.
Nivel de órganos: en este nivel los tejidos se agrupan formando órganos, como el estómago e intestino. Las plantas y ciertos animales como los gusanos planos, entre otros, presentan este nivel de organización.
Nivel de sistema de órganos: los órganos se encuentran agrupados en sistemas de órganos, tal como se presentan en gran parte de los animales, como por ejemplo, en los mamíferos, dentro de los cuales se ubica el hombre, que también presenta este nivel de organización.
¿Cómo viven los seres unicelulares?
Bacterias
También se les llama microorganismos porque sólo pueden percibirle con un microscopio. Cuentan con una sola célula y una organización muy simple. Es curioso que a pesar de su diminuto tamaño sean tan resistentes: pueden sobrevivir en los hábitats más adversos de la Tierra. Se las encuentra en el suelo, en el aire y hasta en las profundidades del océano. Toleran temperaturas extremadamente altas y bajas, pudiendo sobrevivir a estas condiciones.
No todos tienen la misma forma. Las primeras que se descubrieron parecían pequeños bastones y se las llamó bacilos. Pero existen otras que tienen, por ejemplo, forma esférica y se les llama cocos, otras que tienen forma de “coma” (los vibrios) y otras que se asemejan a una hélice. Muchas son móviles y poseen estructuras para desplazarse, como los flagelos, que son delgadas colas en forma de látigo.
Cumplen un rol fundamental en el reciclaje de la materia orgánica debido a que intervienen en el proceso de biodegradación que consiste en la descomposición de ciertas sustancias en sus componentes más básicos, por la acción de microorganismos. Las bacterias se incluyen en el grupo de los seres descomponedores dado que su función permite que los restos de los seres vivos devuelvan los nutrientes a la atmósfera y a la tierra.
Levaduras
Se llaman así a los diversos hongos microscópicos unicelulares. Se encuentran en la superficie de las plantas, en el suelo y en la capa superficial de la tierra. También se los puede localizar sobre los frutos u otras superficies ya que son transportados hacia allí por medio de los insectos, el polvo y los animales.
Juegan un rol fundamental en el medio ambiente por su capacidad para realizar la descomposición mediante la fermentación de cuerpos orgánicos. Una de las levaduras más conocidas es la especie Saccharomyces cerevisiae que se utiliza en muchos procesos de fermentación industrial, de forma similar a la levadura química, por ejemplo en la producción de cerveza, vino, hidromiel, pan, antibióticos, etc.
Estos seres son muy sensibles a la temperatura y requieren una alimentación apropiada rica en azúcares, elementos minerales y sustancias nitrogenadas. Pueden morir fácilmente por la falta o el exceso de alimento o por encontrarse a una temperatura incorrecta.
Protistas
Se llama de este modo a un conjunto de diversos organismos que no son animales, vegetales ni hongos. No tienen una serie de características que los defina pues los científicos crearon este conjunto ante la imposibilidad de colocarlos en el grupo de los animales, vegetales u hongos. No obstante, trataremos de explicar las características más comunes de la mayoría de estos seres.
Hábitat: algunos viven en aguas marinas y/o dulces, y otros en ambientes terrestres.
Estructura: existen seres formados por una única célula y otros por varias células. Los que más abundan son los unicelulares. Algunos forman colonias pero no llegan a conformar un tejido.
Locomoción: muchos son inmóviles y otros se mueven por cilios, flagelos o emitiendo prolongaciones de la superficie celular.
Reproducción: varios de estos seres se reproducen sexualmente, y otros asexualmente. En algunos existen ambos métodos de reproducción.
Nutrición: algunos se alimentan mediante el proceso de fotosíntesis y otros mediante la absorción. También existen protistas que utilizan ambos métodos de alimentación.
Algas
Se las integra en el grupo de los protistas; algunas son unicelulares y otras pluricelulares. Se han distinguido más de 30.000 especies de algas, desde las microscópicas hasta las gigantes, que pueden llegar a alcanzar los cien metros. Habitan en diversos ambientes: suelo, nieve, hielo, sobre los vegetales, etc. Pero se las encuentra principalmente en el medio acuático.
Diatomeas
Habitan en ambientes marinos y forman parte del alimento para los pequeños animales oceánicos. También se las puede encontrar en aguas continentales, o en lagunas y estanques con agua muy salada o en algunas menos saladas. Se reproducen tanto en forma sexual como asexual. Tienen la capacidad de formar una especie de colonia, aunque no siempre lo hacen.
Esponjas Marinas
También conocidas como poríferos porque están conformadas por numerosos poros, son seres que si bien no se constituyen por una única célula tampoco son auténticamente pluricelulares. Sus células no están organizadas para constituir tejidos u órganos; sin embargo mantienen una organización. Habitan en los océanos, a lo largo de las costas y en aguas poco profundas. Muy pocas especies viven en agua dulce.
Su estructura es sencilla, no tienen órganos, ni cerebro y por lo tanto carecen de sistema nervioso. Tampoco cuentan con tejidos especializados. Básicamente las esponjas son un conjunto de células que trabajan con cierta coordinación. Su cuerpo es mayoritariamente hueco y se constituye por poros y canales internos. Mediante estas aperturas circula el agua de la cual las esponjas se alimentan y toman el oxígeno que necesitan para vivir. Asimismo, por estos canales desechan los desperdicios.
¡Seres unicelulares en nuestro cuerpo!
En el interior de nuestro cuerpo también viven bacterias. ¿Cuántas? Millones… Muchas de ellas son benéficas para la salud e intervienen en procesos propios del organismo humano, pero otras cusan enfermedades.
Hay bacterias benéficas que se alojan en el intestino y colaboran con la digestión, formando un conjunto llamado flora intestinal. El trabajo de ella nos permite absorber nutrientes y obtener vitaminas; aunque también producen gases y el olor característico de la materia fecal.
Las bacterias malignas, junto con algunos virus, resultan nocivos para el ser humano. Son agentes patógenos que causan severas infecciones y enfermedades. Algunas de las enfermedades producidas por las bacterias son el cólera, la difteria, la escarlatina, la fiebre tifoidea, la neumonía, la tuberculosis, el tétanos y la meningitis, entre otras.
Los esporozoos son parásitos extracelulares o intracelulares de animales. Los más conocidos son los Plasmodium, que causan la malaria en muchas aves y mamíferos. Estos seres son unicelulares y sus cuerpos no tienen una forma determinada. A la malaria también se la conoce como paludismo, es una enfermedad parasitaria que se transmite entre los seres humanos por la picadura de mosquito Anopheles infectado. Los esporozoos cuando ingresan en el cuerpo humano llegan hasta el hígado para allí madurar y luego ingresar en el torrente sanguíneo donde infectan a los
glóbulos rojos.