Hidrófitas: plantas acuáticas

Dentro del reino Plantae existen muchas variedades de plantas, cada una de ellas tiene adaptaciones que le permiten sobrevivir en su ambiente. Se pueden encontrar plantas que parasitan a otras, plantas que se desarrollan sobre el suelo o sobre otra planta, y plantas que viven en ambientes acuáticos.

¿Qué son las hidrófitas?

Las hirófitas, higrófitas o plantas acuáticas son plantas que están adaptadas para vivir en el agua (dulce o salada), ya sea totalmente sumergidas o con algunas de sus estructuras sumergidas, como en el caso de los lirios de agua o del loto.

Las plantas acuáticas están adaptadas a vivir en suelos encharcados.

Muchas plantas acuáticas absorben el agua y los gases de la superficie, en su mayoría no tienen estomas, ya que están en contacto directo con el agua, por lo tanto no necesitan de muchos mecanismos para evitar la pérdida de la misma.

Las hidrófitas son componentes comunes de los humedales.

Los tejidos mecánicos y vasculares de muchas plantas acuáticas a menudo tienen grandes espacios intercelulares en sus raíces, hojas y tallos con el fin de disminuir la dificultad que tienen de obtener gases.

¿Sabías qué...?
El aerenquima es un tipo de tejido vegetal único de las plantas acuáticas, es característico de ellas porque se encuentran en zonas pobres en oxígeno y necesitan de este tejido para facilitar la difusión en todos sus tejidos.

Las plantas acuáticas que están parcialmente sumergidas en el agua tienen hojas flotantes con estomas a través de los cuales los gases pueden ser intercambiados, así como lo hacen las plantas terrestres. Sin embargo, sus hojas no deben quedar totalmente sumergidas porque se dificultan algunas de sus funciones vitales, para ello, están adaptadas a tener peciolos muy largos que les permiten ajustarse a los cambios en el nivel del agua.

Adaptaciones de las hidrófitas

  • Epidermis delgada: las plantas acuáticas no necesitan de una cutícula gruesa para evitar la desecación porque están rodeadas de agua.
  • Abundante clorofila: necesitan más clorofila que las plantas terrestres, ya que a muchas de estas plantas no les llega la luz directamente.

 

Las plantas acuáticas son usualmente más verdes que las plantas terrestres.
  • Cámaras de aire o aerénquimas: presentan cámaras llenas de aire en sus tallos, los cuales utilizan para poder flotar.
  • Reproducción vegetativa: las plantas acuáticas tienen la capacidad de reproducirse asexualmente a través de los trozos de planta que se desprenden de ella a causa del constante oleaje.
  • Ausencia de cutícula: dado que las plantas no necesitan de muchos mecanismos para evitar la pérdida de agua, la cutícula está ausente en la mayoría de ellas.
  • Raíz escasa: en la mayoría de las plantas acuáticas la raíz es ausente o reducida, ya que muchas de ellas no la necesitan para fijación ni para absorber agua.
  • Falta de tejidos de sostén: son innecesarios ya que muchas de ellas flotan, el agua las sostiene. Debido a esto, las plantas acuáticas son frágiles, lo que les da la ventaja en la reproducción.

 

Una característica típica de las plantas acuáticas es su fragilidad.
  • Carencia de flores: las estructuras reproductivas tipo flores son innecesarias ya que se reproducen asexualmente.

Tipos de hidrófitas

  • Hidrófitas emergentes o plantas anfibias: son aquellas que viven en las riberas de los cuerpos de aguas. Representan las zonas de transición entre las plantas acuáticas y terrestres. Las plantas anfibias son sumamente especializadas, tienen raíces, rizomas y cámaras de aire bien desarrolladas.

 

Algunas plantas anfibias tienen estructuras denominadas neumatóforos encargadas de participar en el intercambio gaseoso.
  • Plantas acuáticas arraigadas con hojas flotantes: viven en zonas de corriente lenta, se caracterizan por presentar hojas flotantes cuyo limbo se encuentra sobre la superficie del agua.
El helechito de agua o Myriophyllum aquaticum es un ejemplo de planta de hojas flotantes.
  • Plantas acuáticas arraigadas sumergidas: todo su aparato vegetativo se encuentra sumergido en el agua, su raíces están reducidas y se encuentran completamente ancladas al suelo; el tallo no presenta tejidos de sostén, ya que el agua las sostiene; las hojas tienen muchas cámaras de gas para amortiguar la falta de oxígeno y también pueden ser delgadas y grandes o pequeñas y numerosas, todo depende de la especie.
  • Plantas acuáticas flotantes o libres: se caracterizan por flotar libremente en la superficie del agua sin necesidad de que sus raíces u otras estructuras toquen el fondo. Varían de acuerdo a la especie, algunas de ellas, como el repollo de agua (Eichhornia crassipes), tienen forma de rosera y raíces desarrolladas para mantener el equilibrio, sin embargo, otras pueden carecer de raíces y utilizar las hojas como órganos absorbentes.

 

Eichhornia crassipes o repollo de agua.
Nelumbo nucifera

Conocida comúnmente como “loto sagrado” o “loto indio”, es una planta herbácea acuática con hojas flotantes, ampliamente usada en jardinería por la belleza de sus flores. Tiene usos medicinales y se considera una planta sagrada en India y China.

Epifitas: plantas aeroterrestres

Las epífitas, también llamadas plantas aeroterrestres, crecen en todas partes pero se encuentran principalmente en las ramas, troncos e incluso las hojas de los árboles. El nombre epífita proviene de la palabra griega epi que significa “sobre” y phyton que significa “planta”.

¿Qué son las epífitas?

Las epífitas, también llamadas plantas aéreas o plantas aeroterrestres se definen como aquellas plantas que crecen sobre otras plantas o sobre cualquier estructura que les brinde apoyo físico.

Las epífitas no tienen sus raíces conectadas al suelo y tampoco son parásitas, sólo toman apoyo de las demás plantas.

Las epífitas en su mayoría se encuentran en zonas húmedas tropicales, donde su capacidad para crecer por encima del nivel del suelo las beneficia ya que tienen mejor acceso a la luz solar y pueden explotar los nutrientes que se encuentran disponibles en las hojas de las plantas que usan como soporte. La mayoría de las epifitas son plantas angiospermas, dentro de ellas se incluyen muchas especies de orquídeas, musgos, bromelias, hepáticas y helechos.

Las epífitas se benefician de la materia orgánica y los nutrientes que se acumulan en la copa de los árboles.

Pueden localizarse en ramas, troncos y otras estructuras de la planta. Sin embargo, a pesar de que viven sobre las estructuras de otras, esto no quiere decir que sean parásitas. Existen muchos tipos de epífitas, y a pesar de que la gran mayoría se encuentran en bosques tropicales y nublados donde obtienen el agua de la humedad del aire, algunas pueden vivir en terrenos áridos o desérticos y recogen la humedad de la niebla.

Adaptaciones de las epífitas

Las plantas epífitas germinan en algunas zonas de los árboles y los matorrales, durante su desarrollo sus raíces no tocan el suelo, quedan suspendidas en el aire, una característica que para la mayoría de las plantas supondría la muerte, por lo que todas las plantas no pueden ser epífitas. Las raíces de las plantas epífitas se han adaptado a no tocar el suelo y mantenerse adheridas al organismo o estructura física que los sostiene.

¿Sabías qué...?
Existen plantas parásitas que desarrollan raíces especializadas que introducen en los vasos conductores de la planta huésped para quitarles sus nutrientes y agua. Las plantas parásitas se clasifican en dos tipos: hemiparásitas y holoparásitas, de acuerdo a si pueden realizar o no la fotosíntesis.

Las epífitas presentan una serie de adaptaciones que les permiten vivir de esta manera, se pueden agrupar de la siguiente manera:

  • Adaptaciones morfológicas: la adaptación más común de las epífitas es que la disposición de sus hojas tiene forma de roseta para que puedan captar mejor el agua, ya que sus raíces no pueden absorberla del suelo. Adicionalmente poseen unas estructuras llamadas domacios a través de las cuales obtienen nitrógeno.
La disposición de las hojas les permite acumular agua que luego pueden aprovechar.
  • Adaptaciones anatómicas: debido a que las epifitas no pueden acceder tan fácilmente al agua, deben perder la menor cantidad posible, para ello han desarrollado una cutícula gruesa en sus hojas que les permite evitar la pérdida de agua por evaporación. Algunas especies de orquídeas y bromelias desarrollan un tejido conocido como velamen ubicado en las raíces que les permite absorber agua en época de lluvia e impide la salida de agua de las mismas.
  • Adaptaciones fisiológicas: las epífitas desarrollan una ruta metabólica denominada estrategia CAM, esta se basa en separar la formación de energía fotosintética del intercambio de gases para así perder la menor cantidad de agua posible.
Las epífitas abren sus estomas en la noche, pierden menos agua por evaporación por las bajas temperaturas.
  • Adaptaciones reproductivas: debido a que el espacio donde se ubican las epífitas (usualmente troncos) es muy reducido, no pueden formar colonias, es por ello que desarrollan semillas que puedan dispersarse por el viento y así viajar largas distancias con el fin de colonizar otros árboles.

Tipos de plantas epífitas

  • Bromelias: son el grupo de plantas pertenecientes a la familia Bromeliaceae, son típicas de regiones tropicales de América del Sur y se caracterizan por presentar una única flor y hojas dispuestas en forma de roseta. Algunas epífitas de esta familia son las las especies del género Tillandsia y Guzmania.
Flor de bromelia.
  • Orquídeas: son un grupo de plantas pertenecientes a la familia Orquidaceae, las orquídeas epífitas conforman casi el 90 % del total de las especies de esa familia. Así como las demás plantas epífitas, las orquídeas cuelgan de los troncos y obtienen el agua del ambiente.

 

Un ejemplo de orquídea epífita es la del género Phalaenopsis.
  • Helechos: al igual que las bromelias y las orquídeas, viven en continua interacción con otras plantas que le facilitan la obtención de nutrientes. Son más comunes en países tropicales. El cuerno de alce de Australia es un ejemplo de helecho epífito.
¿Epífitas o parásitas?

Las plantas epífitas no son plantas parásitas ya que no obtienen sus nutrientes de la planta que las sostiene mediante la introducción de sus raíces, como lo hacen comúnmente las plantas parásito, además de ello, las epífitas si realizan la fotosíntesis, muchas plantas parásitas no.

  • Musgos: son un grupo de plantas briofitas que pueden crecer sobre rocas (litofitos) o sobre troncos.
  • Líquenes: son organismos formados por un alga y un hongo que se encuentran en relación simbiótica. Están distribuidos prácticamente en todo el mundo. Un ejemplo conocido es el liquen de Islandia.