Familia de palabras

Una familia de palabras (familia léxica o familia etimológica) está formada por un conjunto de palabras que comparten el mismo lexema o raíz y que, por lo tanto, tienen cierta relación de significado.

Para crear una familia de palabras debemos agregar a una raíz los diferentes lexemas que esta admita, tanto prefijos como sufijos. Podemos diferenciar diversos tipos de familias de palabras:

Relacionadas por su significado

Son aquellas palabras que poseen cierto significado en común o que se relaciona. Podemos distinguir entre:

  • Palabras primitivas: aquellas que dan origen a otras que surgirán de ellas. En el ejemplo anterior, la palabra primitiva es “educación”. A su vez, estas palabras están formadas por dos partes que no poseen significado por sí solas: una invariable (la raíz) y otra variable (la desinencia).
  • Palabras derivadas: son aquellas que se forman a partir de una primitiva, ya que poseen su misma raíz y su significado se relaciona con el de la otra. Son palabras derivadas de “educación”: educacional, educativo, educando, etc. Para derivar las palabras primitivas, usaremos:
  1. Sufijos: que son terminaciones de palabras que no tienen significado por sí solas. Por ejemplo: -acional, -ativo, -ando, etc.
  2. Prefijos: partículas que se pueden anteponer a una palabra para formar una nueva, relacionándose con el significado anterior o significando s contrario. Veamos algunos de los prefijos más comunes de nuestro idioma: a-, sub-, des-, extra-, in-, pre-, pro-, su-, sus-, bi-, geo-, bis-, ab-, ob-, obs-, biblio-, filo-, equi-, etc.
Una palabra derivada de “estudiar” es estudiante.

Aumentativos y diminutivos

Se trata de un tipo de sufijos muy especiales que aumentan (aumentativos) o disminuyen (diminutivos) el significado de una palabra. Algunos los sufijos aumentativos son: ote-ota- on -ona-aza-azo. Un ejemplo es camisa—–> camisón.

Por otro lado, algunos de los sufijos diminutivos son: ito – ita – illo – illa – cito – cita – cillo – cilla. En este caso, un ejemplo podría ser camisa—–>camisita.

Palabras compuestas

Son aquellas que se forman a partir de dos palabras que, al unirse, forman una nueva con un significado que no está necesariamente relacionado con el de las otras. Por ejemplo: lavarropas, pararrayos, antesala, subibaja, etc.

Las palabras compuestas se forman a partir de dos palabras que, juntas, presentan un nuevo significado.

Los refranes

El refrán o proverbio es una frase corta o dicho que presenta una enseñanza. Proviene de las experiencias de los pueblos, acumuladas a través de los siglos, y que el folklore ha ido adaptando al conocimiento propio de cada pueblo.

El refrán es una oración breve, de carácter sentencioso y de fácil memorización. Por más que sea muy corta, el interlocutor entiende perfectamente el significado del refrán, ya que éste se enmarca dentro del lenguaje popular, es sencillo y de simplicidad gráfica.

El objetivo del refrán es dejar una enseñanza en las personas.

Suele tener una característica común que es la del anonimato. Sus fuentes se suelen remontar a la Antigüedad, describiendo la mayor parte de las veces la simpatía o antipatía entre personajes, ciudades o regiones más o menos próximas.

Los refranes forman una parte importante en la tradición oral hispana, en muy pocas palabras ofrecen consejos relacionados al modo de entender la vida. Es por eso, que al interpretar un refrán es fundamental entender cada palabra y, a la vez, pensar ampliamente en su significado. Por ejemplo, el refrán “quien duerme mucho, poco aprende” significa que las personas perezosas no avanzan en la vida.

 

Los refranes suelen ser trasmitidos de generación en generación.

Por lo general, los refranes se transmiten de generación en generación, en la educación familiar, los padres en su papel de orientadores de sus hijos, utilizan los refranes como recursos válidos que sintetizan toda la transmisión de la enseñanza y de los valores que quieren inculcar. Son vivos ejemplos los refranes siguientes: “Al que madruga, Dios lo ayuda”, “En casa de herrero, cuchillo de palo”, “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, etc.