El conflicto palestino-israelí

Se trata de uno de los conflictos bélicos más longevos de la historia de la humanidad y un foco donde confrontan dos culturas milenarias. ¿Hay en el siglo XXI esperanzas de recomponer estas diferencias insalvables?

Jerusalén, capital de Israel. La parte oriental de la ciudad se encuentra en disputa ya que allí el Estado de Palestina pretende establecer su capital.

Básicamente

¿Quiénes son los israelíes?

Se denomina como israelíes a quienes habitan el Estado de Israel, un país situado en Oriente Próximo que limita al norte con el Líbano, al este con Siria, Jordania y Cisjordania, al oeste con el mar Mediterráneo y la franja de Gaza, al suroeste con Egipto y al sur con el mar Rojo. Su independencia fue declarada en el año 1948, emancipándose del Reino Unido. Actualmente su presidente es Isaac Herzog y su población es de aproximadamente 8.000.000 de personas.

¿Quiénes son los palestinos?

Aquí la respuesta es más compleja. Empecemos por la más evidente: se denomina como palestinos a quienes viven en el Estado de Palestina, un estado que limita con Israel, Jordania, Egipto y el mar Mediterráneo. Si bien su conformación como territorio se remonta a la antigüedad, recién pudo ser proclamado como estado en 1988 de forma unilateral por la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), haciendo referencia a los territorios palestinos correspondientes a 1967. Sin embargo no fue aceptado universalmente por la comunidad internacional hasta que en el año 2012 es reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas como “Estado observador no miembro”. Sin embargo, esta denominación entra en conflicto con la referencia que se puede hacer a los territorios palestinos, que ocupan las regiones correspondientes a Cisjordania y la franja de Gaza, ocupados hasta 1948 por el mandato británico de Palestina. Es decir, en la actualidad estamos hablando del territorio que comparten los estados de Israel y Palestina.

¿Por qué se enfrentan?

El quid de la cuestión. Hay 4 razones centrales para entender el foco del conflicto: el sionismo, el panarabismo, la necesidad de un asentamiento para la población judía tras las persecuciones que sufrieron en el siglo XX, y los numerosos levantamientos armados como consecuencia de la declaración del Estado de Israel en 1948. Para entender más claramente este tema veamos cada uno de estos puntos en detalle.

Para comprender mejor

El Muro de los Lamentos es un vestigio del Templo de Jerusalén. Frente a él se lamenta la destrucción de la ciudad y la dispersión del pueblo hebreo.

¿Qué es el panarabismo?

En primera instancia el panarabismo es una ideología política que plantea la unión de los pueblos árabes tanto en el continente asiático como en el continente africano. De esta forma se conformaría una única nación con unidad política y administrativa que encontró su reflejo más exacto en la República Árabe Unida (actualmente disuelta, fue integrada por Egipto y Siria), los Emiratos Árabes Unidos (aún vigente, conformado desde 1971 e integrado por Abu Dabi, Ajmán, Dubái, Fuyaira, Ras al-Jaima, Sharjah y Umm al-Qaywayn) u organizaciones como la Liga Árabe. Por otro lado existe dentro de este movimiento una división ideológica que pregona el nacionalismo y el independentismo, reaccionando ante el dominio colonial europeo en el siglo XIX, y que corresponde a los sectores más conservadores y acaudalados. La otra vertiente es más progresista y tiene una marcada vocación de asistencia social y tolerancia, generando un enfrentamiento que termina afectando la pretendida unidad del panarabismo.

¿Qué es el sionismo?

Al igual que el panarabismo, surgió a lo largo del siglo XIX pero su planteo no comparte los mismos preceptos ideológicamente. El sionismo es un movimiento político que plantea que la patria del pueblo judío se encuentra en la antigua Tierra de Israel, abarcando el territorio de lo que eran los reinos de Juda e Israel pero que, tras el dominio romano en la región, pasó a llamarse Palestina. En síntesis, lo que este movimiento político plantea es la migración judía hacia lo que da en llamarse como la “Tierra Prometida”, y por esta razón se trata de uno de los impulsores de la creación del estado moderno de Israel en 1948, un estado unificado bajo la religión judía. Ante este panorama cabe hacer una aclaración fundamental: el sionismo no es un sinónimo del judaísmo, sino que es apenas un movimiento político cuya vertiente cuenta con figuras influyentes y poderosas. Basta ver que existen sectores ortodoxos del judaísmo que apoyan la causa palestina y abogan por una convivencia pacífica, antes que la imposición de un estado judío representado en el Estado de Israel (un ejemplo es el grupo Neturei Karta).

Muro de seguridad que divide Israel de Cisjordania, fue construido por el Gobierno Israelí. Su construcción ha generado polémica, sus partidarios afirman que es necesaria para proteger a los civiles israelíes (árabes y judíos) contra el terrorismo palestino, especialmente de los atentados. Por otro lado, los efectos son desastrosos tanto en su límite con Palestina como con Jerusalén Este, limitando la posibilidad de los palestinos de acceder a derechos básicos, asistencia humanitaria y los iconos sagrados de cristianos y musulmanes.

¿Por qué la población judía necesitaba un asentamiento?

Para hablar de esta cuestión es necesario familiarizarnos en primera instancia con el concepto de Diáspora. Se entiende como Diáspora a la dispersión de grupos étnicos o religiosos a raíz del abandono de su lugar de procedencia, llevándolos a buscar su hogar en otras partes del mundo pero manteniéndose con un sentido de pertenencia respecto al lugar que abandonaron. Pues bien, la cuestión de la diáspora en torno a la religión judía hace referencia al exilio judío de la Tierra de Israel, llevándolos a buscar nuevos horizontes en otros destinos. Desde la conquista del Reino de Israel en el 721 a. C. por parte del imperio de Siria y el Reino de Judá por el emperador babilónico Nabucodonosor II en el 586 a. C., el judaísmo intentó retornar a este asentamiento original que, al mismo tiempo, habían obtenido expulsando a los cananeos de los territorios de la antigua Palestina. Este retorno tiene, además de la búsqueda de una unidad política y religiosa, una historia ligada a los libros sagrados del judaísmo, a pesar de que esto suele condecirse con la evidencia arqueológica.

Sin embargo, al representar una minoría religiosa en otros territorios, también hubo a lo largo de la historia numerosas muestras de persecución hacia esta cultura como las ocurridos durante la inquisición (del siglo XII al siglo XVIII) o los pogromos en Rusia (siglo XIX). Pero el punto de inflexión fue el Holocausto ocurrido en Europa por iniciativa del Estado nazi a lo largo del siglo XX, que tenía la finalidad de eliminar a la población judía del continente. La cantidad de víctimas de esta metodología llegó a 6.000.000 de muertos y la huida aún más numerosa de la población judía de sus hogares, buscando otros destinos. Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones ya había aprobado la necesidad de crear un hogar nacional judío en Palestina en 1917, aunque esto se capitalizó finalmente en 1947 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó que el territorio de Palestina sea fragmentado en dos: uno sería un estado judío y el otro un estado árabe. Con la declaración de la independencia del Estado de Israel en el año 1948, para no depender del mandato británico, se permitió la entrada legal de judíos que habían sido refugiados de la guerra al territorio palestino (una prohibición que se encontraba vigente bajo el mandato británico), conformando el nuevo estado.

¿Sabías qué...?
Israel desarrolló un moderno sistema de irrigación, que lo convirtió en un gran exportador de flores.

Las consecuencias

¿Cuáles fueron los levantamientos armados que se dieron a partir de lo ocurrido?

Ante este panorama se declaró la Guerra árabe – israelí de 1948, un conflicto donde los ejércitos de la alianza árabe (Egipto, Siria, Transjordania, Líbano, Irak, Arabia Saudita y Yemen) decidieron invadir el territorio bajo el cual se declaraban independientes los israelíes, principalmente debido a la nula represalia de Gran Bretaña en el proceso. Sin embargo, la alianza de países árabes perdió esta guerra, llevando a que Israel expanda aún más sus fronteras en un 26 % respecto a la delimitación que figuraba en los acuerdos tras la Primera Guerra Mundial (Declaración de Balfour). Esto llevó a desplazamientos que resultaron críticos tanto para palestinos como para judíos: los árabes que vivían en la zona israelí, un número aproximado de 600.000, fue desplazada a las regiones vecinas de Gaza y Cisjordania u a otros países árabes más alejados; por otro lado, la población judía que habitaba en los países árabes que formaron parte del conflicto fue también desplazada, tomando a Israel como destino.

Cuarteles judíos de Jerusalén incendiándose durante la guerra de 1948.

Si bien el desplazamiento fue dramático para ambas partes, la inserción que lograron tener en sus destinos fue desigual, siendo mucho más precaria la situación de los palestinos. Este conflicto inicial marcó a la serie de enfrentamientos que serán el foco de inestabilidad en la zona. Tras la conformación del Estado de Israel en 1948 la franja de Gaza pasó a ser controlada por Egipto y la porción del territorio de la ribera occidental fue anexada a Jordania, modificando drásticamente la geografía de Palestina.

La inestabilidad mencionada fue el desencadenante de la Guerra del Sinaí (1956) y de los levantamientos armados durante la construcción del Acueducto Nacional de Israel en el período entre 1953 y 1964. Sin embargo, la contienda más importante ocurrió en 1967 con la Guerra de los seis días, que enfrentó a Siria, Egipto, Jordania e Irak contra Israel y, tras la victoria israelí, tuvo como consecuencia que ocupe la franja de Gaza, la península del Sinaí (Egipto), Cisjordania (Jordania) y los Altos del Golán (Siria). Las hostilidades en la zona continuaron con la Guerra de Desgaste (1968 a 1970), la Guerra de Yom Kipur (1973), la Guerra del Líbano (1982) y la Primera (1987) y Segunda (2000) Intifada.

Advertencia en hebreo, árabe e inglés indicando el peligro de minas en las inmediaciones. Una de las principales causas de pérdidas civiles en la zona y una consecuencia del conflicto armado regional.
Consecuencias del conflicto árabe – israelí en números

• Al 2010, desde el inicio del conflicto se estima que murieron entre 51.000 y 92.000 personas.
• Los desplazamientos de la población palestina llevó a casi cinco millones de palestinos a vivir como refugiados.
• El bloqueo económico israelí condujo a que en Cisjordania (territorio palestino disputado) la tasa de pobreza alcance el 67 % y en Gaza (también disputado, con mayoría de refugiados) el 87 %.
• Se estima que al 2009 murieron 25.000 israelíes a raíz del conflicto.
• Debido a los gastos en el campo militar y el aislamiento económico en la región, en Israel la tasa de pobreza subió del 11 % en 1975 al 20 % en el 2007.

¿Cuál es la situación actual de Palestina?

El hecho más importante en torno a los derechos sobre el territorio palestino ocurrió el 29 de noviembre del 2012, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le concedió a Palestina la condición de “Estado observador no miembro”, reconociendo los derechos de los refugiados de que exista un territorio acorde a las fronteras delimitadas antes de 1967. Esto generó una amplia repercusión internacional, modificando la condición del territorio palestino desde el punto de vista legal.

¿Puede alcanzarse la paz?

A partir de 1993 con los Acuerdos de Oslo hubo importantes avances en la búsqueda de pacificar el conflicto. Esta búsqueda que llevó a Yasser Arafat (de la Organización para la Liberación de Palestina) a reconocer el derecho a existir de Israel y a Yitzhak Rabin (Primer Ministro de Israel) a ceder territorio a Palestina de acuerdo a las fronteras antes de 1967 se vio estancado con el tiempo, a pesar de ser el más auspicioso de los acuerdos hasta el momento. El fracaso de la cumbre de Camp David en el 2000, por la falta de acuerdo entre ambas partes, abrió un desconcierto al que el Mapa de ruta para la Paz planteado por la Unión Europea y la Iniciativa de Paz Árabe planteado por la Liga Árabe pueden dar una respuesta.

Ciudad de Belén de Cisjordania, es administrada por la Autoridad Palestina desde 1995. El gobierno de Israel la ha rodeado con murallas para evitar ataques terroristas. Es también un importante lugar de peregrinación para los judíos, que veneran la tumba de Raquel situada a la entrada de la ciudad.
La Ciudad Vieja de Jerusalén es un área de aproximadamente 0,9 km² situada dentro de Jerusalén Este: allí se encuentra el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones para la religión judía, el Santo Sepulcro para la religión cristiana, y la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa para la religión musulmana.