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Central: Nicaragua, Honduras, El Salva-
Frontera norte. Para llegar a
Estados Unidos, tanto mexicanos
como centroamericanos
emigrantes ilegales deben
atravesar duras situaciones.
Fronteras: las líneas que
marcan el límite entre los
territorios de ambos países,
reciben el nombre de Fronteras,
y señalan el punto donde
termina la soberanía de un país.
Pueden ser terrestres o maríti- Hidalgo - Tecún Umán, está dividido y unido por el río Suchiate, y el paso es fluido como la
mas.
Paso fronterizo y Rio Hondo, paso de
Belice a México.
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dor y Guatemala.
Con un flujo migratorio de entrada a
México de unas mil personas al día, que
en su inmensa mayoría inicia la travesía
del país hacia "el sueño americano" –así
llamado todavía por la población
migrante refiriéndose a los Estados
Unidos de América–, muchas de las
mujeres migrantes se quedan en torno a
la capital del Soconusco, Tapachula,
convertida en la tercera región del
mundo –las otras dos son algunas zonas
fronterizas de Brasil y Tailandia– en la
mal hadada y llamada prostitución, y
otras pocas en la no tan mal llamada
servidumbre doméstica. Ambas basadas
en un cuerpo vivido como herramienta
de trabajo y arma que permite a algunas
mujeres sobrevivir, a pesar de los
riesgos y sometimientos, mejor que en sus lugares de origen. Otras siguen solas o en grupos
con otros migrantes para realizar su máximo deseo: trabajar con un sueldo digno, aunque en el
camino a menudo son utilizadas por sus compañeros de grupo o ellas mismas se rentan para
ganarse el dinero imprescindible para la siguiente etapa de su periplo.
Lugares de cruce de frontera
La frontera sur de México, del Pacífico al Atlántico, tiene unos 1,200 kilómetros de longitud y
colinda con Guatemala a lo ancho de los estados de Chiapas (más de ochocientos kilómetros),
Tabasco y Campeche (220 km), y con Belice (175 km) en Quintana Roo.
El punto más occidental de la frontera México-Guatemala, muy cerca ya del Pacífico, Ciudad
corriente del río que transcurre. El puente binacional, rehabilitado después del huracán Stan,
tiene una abundante circulación de pasajeros y aduanal de mercancías transportadas en
triciclos, el vehículo más local y oriental –asiático– de la zona. En él se cargan mercancías y
personas, transportadas con el uso de bicicletas o motocicletas.
El tráfico es silencioso y constante, esto contribuye a que el paso de la frontera por el puente
aduanal se convierta en un paseo para los visitantes y para la mayoría de la población –guate-
maltecos y mexicanos– que circula cotidianamente con la autorización de un pase
habitual por el que paga una módica cantidad.
Pero el cruce no es precisamente un paseo para los migrantes centroamericanos
que necesitan entrar a México para llegar a su destino más preciado,
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