El parto

El parto es un proceso fisiológico normal, mediante el cual se pone fin al período de gestación, y cuyo desenlace es la salida del feto y la placenta al exterior del organismo materno. Este proceso suele ocurrir unos 280 días después de producida la primera falta de menstruación.

El período del preparto

En el período de preparto se producen una serie de fenómenos que anteceden en unos días al inicio del parto. Uno de los más importantes es el encajamiento del feto, que coloca su cabeza en la parte más inferior de la pelvis, justo por encima del cuello uterino.

Otra circunstancia importante son las contracciones uterinas, que siguen siendo igual de intensas que en los últimos meses del embarazo, pero que se hacen más frecuentes. También forma parte del preparto la maduración del cuello uterino, merced a la cual esta parte del útero se dilata y ablanda, preparándose para dejar pasar al feto. Finalmente, la última señal del preparto suele ser la expulsión del tapón mucoso, que consiste en la expulsión, a través de la vagina, de una masa gelatinosa y amarillenta, que hasta ese momento estaba obstruyendo el cuello uterino.

La última señal del preparto suele ser la expulsión del tapón mucoso.

El inicio del parto

Se considera que el parto se inicia cuando las contracciones uterinas se hacen lo bastante potentes, duraderas y frecuentes como para dilatar completamente el cuello del útero y expulsar el feto. Es decir, cuando se presentan las contracciones uterinas eficaces. Normalmente cada una de estas contracciones dura más de 40 segundos. Otra señal importante que indica que el parto se está iniciando es la rotura de la bolsa de las aguas, que consiste en la rotura de las membranas que envuelven el feto dentro del útero. Estas membranas, en consecuencia, son expulsadas a través de la vagina, acompañándose del líquido que contenían en su interior, que es transparente y, por lo general, muy abundante. Se recomienda que, ante cualquiera de estas dos circunstancias, la embarazada se presente en el hospital ya preparada para el parto.

Fases del parto

El parto propiamente dicho comprende tres fases: la fase de dilatación, la fase de expulsión y el alumbramiento.

Durante la fase de dilatación, el cuello del útero, canal que comunica la vagina con el útero, se dilata progresivamente, de forma que, al inicio de esta fase, suele tener unos 3 cm de diámetro, mientras que, al final de la misma, tiene unos 10 cm. Esta fase suele prolongarse durante unas cuatro horas, pero en las mujeres que tienen su primer hijo puede extenderse varias horas más; por el contrario, en las multíparas, que ya han vivido varios partos, puede ser significativamente más corta. En general, durante este lapso de tiempo, la parturienta suele permanecer en la sala de dilatación, próxima a la sala de partos.

Una vez completada la fase de dilatación, la parturienta es trasladada a la sala de partos y recostada en una camilla especialmente preparada para los trabajos de parto. Allí se inicia la fase de expulsión, durante la cual el feto se abrirá paso a lo largo del canal del parto, atravesando sucesivamente el cuello uterino, la vagina y la vulva.

En estos momentos, las contracciones uterinas duran unos 50 segundos y se presentan cada 2 o 3 minutos. Estas contracciones suelen resultar bastante dolorosas, pero existen maniobras para hacerlas más soportables y eficaces, como levantar la cabeza y pujar de forma acompasada y controlando la respiración. De todas formas, cuando no se puede controlar el dolor, suele recurrirse a la administración de anestesia.

Durante la fase de expulsión, las contracciones uterinas son muy fuertes: duran aproximadamente 50 segundos y se producen cada 2 o 3 minutos.

Durante la fase de expulsión, el feto también debe realizar una serie de movimientos para atravesar con más facilidad el canal de parto. Así, al inicio, pliega la cabeza sobre su pecho y gira sobre su eje longitudinal, ofreciendo sus diámetros menores al pasar por los sitios más estrechos del canal de parto.

En la culminación de la fase de expulsión, o coronamiento, la cabeza del feto aflora por la vulva. En este momento suele realizarse una incisión transversal en la vagina, o episiotomía, para evitar que se desgarren los tejidos de la vulva. Seguidamente atraviesan la vulva la parte posterior del cráneo, la cara y el resto del cuerpo del feto.

La fase de expulsión suele comprender entre 40 y 90 minutos, pero el afloramiento del feto, a través de la vulva, se desarrolla, si no se presentan complicaciones, en solo unos segundos.

El alumbramiento, que es la última fase del parto, se inicia cuando el feto ya ha atravesado el canal de parto, y finaliza cuando la placenta y las membranas que envolvían el feto durante la gestación son expulsadas fuera del organismo materno. En general, ello ocurre al cabo de unos 3 a 10 minutos, y es provocado por las contracciones uterinas, que aún continúan, pero ya no resultan dolorosas, porque el útero se encuentra prácticamente vacío. Tras el alumbramiento, se sutura la herida de la episiotomía y se da por terminado el parto. Pese a ello, se recomienda que la mujer que ha dado a luz permanezca ingresada en el hospital durante 3 a 5 días. Sin embargo, cada vez son más cortos los períodos de hospitalización.

Se recomienda que la mujer que ha dado a luz permanezca en el hospital durante 3 a 5 días.

Taxonomía de Bacterias

 

Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Lactobacillus casei

Es un microorganismo procariota, unicelular, perteneciente al reino Monera, del tipo de los bacilos. Es una bacteria Gram positiva, anaerobia y común en el organismo, siendo abundante en la boca y los intestinos de los humanos, caracterizándose por presentar buen rango de pH y acidez, ayudando a la digestión de algunos alimentos, así como evitando el crecimiento de bacterias patógenas. Es usada en la fabricación de productos lácticos como yogures, y en la elaboración de quesos (alimentos probióticos). Estudios han demostrado, que la cepa con la variante GG, ha sido de gran beneficio para el recobro de niños con diarrea.

Reino Monera
Phylum Firmicutes
Clase Bacilli
Orden Lactobacillales
Familia Lactobacillaceae
Género Lactobacillus
Especie Lactobacillus casei
Nombre Común Bacteria del ácido láctico
Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Escherichia coli

Es un microorganismo procariota, unicelular, perteneciente al reino Monera. Es una bacteria flagelada del grupo de las enterobacterias, son bacilos Gram negativos, anaerobios facultativos y se encuentran presentes en el intestino grueso del hombre y animales, en las heces fecales, en aguas negras, en el suelo y materia en descomposición. Puede estar presente en la leche y alimentos contaminados. Son importantes para el buen funcionamiento del proceso digestivo, equilibrando la flora intestinal, y atacando a bacterias perjudiciales, pero también pueden ser nocivas cuando invaden otros sitios del cuerpo, causando diarreas hemorrágicas, insuficiencia renal y hasta la muerte. Es uno de los microorganismos más estudiados y es usado en la biotecnología para producir insulina.

Reino Monera
Phylum Proteobacteria
Clase Gammaproteobacteria
Orden Enterobacteriales
Familia Enterobacteriaceae
Género Escherichia
Especie Escherichia coli
Nombre Común E. coli

 

Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Acetobacter aceti

Es un microorganismo procariota, unicelular, perteneciente al reino Monera. Es una bacteria móvil, aerobia estricta, Gram negativa, que tiene la propiedad de oxidar los sustratos orgánicos. Ejemplo de esto es la fermentación de etanol, para obtener acetato o ácido acético (vinagre), siendo aprovechada en la industria para la fabricación del vinagre. En 1864, Pasteur determinó la conversión de alcohol en ácido acético por estas bacterias, convirtiéndose en un grupo de bacterias de suma importancia para la industria comercial del vinagre. Es un microorganismo benigno para el hombre, presente en todas partes del medio ambiente.

Reino Monera
Phylum Proteobacteria
Clase Alphaproteobacteria
Orden Rhodospirillales
Familia Acetobacteraceae
Género Acetobacter
Especie Acetobacter aceti
Nombre Común Bacteria del vinagre o Bacteria del ácido acético

 

Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Helicobacter pylori

Es un microorganismo procariota, unicelular, perteneciente al reino Monera. Es una bacteria con varios flagelos que usa para su locomoción (4-6 flagelos), es Gram negativa y tiene forma de espiral.
Es patógena afectando a muchos humanos, pues es el único organismo que habita en el estómago, sobreviviendo a un ambiente enormemente ácido. Ocasiona muchas infecciones como las úlceras duodenales, úlceras gástricas y gastritis, por el debilitamiento de las paredes intestinales que se ven irritadas por los jugos gástricos. Ha sido relacionada con el linfoma MALT y el cáncer gástrico. Su tratamiento es a base de antibióticos.

Reino Monera
Phylum Proteobacteria
Clase Epsilonproteobacteria
Orden Campylobacterales
Familia Helicobacteraceae
Género Helicobacter
Especie Helicobacter pylori
Nombre Común Bacteria estomacal
Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Streptococcus pneumoniae

Es un microorganismo procariota, unicelular, perteneciente al reino Monera. Es una bacteria móvil, aerobia estricta, Gram negativa, que tiene la propiedad de oxidar los sustratos orgánicos. Ejemplo de esto es la fermentación de etanol, para obtener acetato o ácido acético (vinagre), siendo aprovechada en la industria para la fabricación del vinagre. En 1864, Pasteur determinó la conversión de alcohol en ácido acético por estas bacterias, convirtiéndose en un grupo de bacterias de suma importancia para la industria comercial del vinagre. Es un microorganismo benigno para el hombre, presente en todas partes del medio ambiente.

Reino Monera
Phylum Firmicutes
Clase Bacilli
Orden Lactobacillales
Familia Streptococcaceae
Género Streptococcus
Especie Streptococcus pneumoniae
Nombre Común Neumococos – Neumonía

 

Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Chlamydia trachomatis

Es un microorganismo procariota unicelular perteneciente al reino Monera. Esta bacteria especializada Gram negativa habita como parásito dentro de las células y es transmitida por contacto sexual causando clamidiasis, una patología común que muchas veces no presenta síntomas pero puede causar infección en la orina y afecciones en el tracto genital; también puede ocasionar tracoma, una enfermedad que causa inflamación en los ojos.

Reino Monera
Phylum Chlamydiae
Clase Chlamydiia
Orden Chlamydiales
Familia Chlamydiaceae
Género Chlamydia
Especie Chlamydia trachomatis
Nombre Común Clamidia – Clamidiasis
Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Salmonella typhi

Es un microorganismo procariota unicelular perteneciente al reino Monera. Es una bacteria flagelada del tipo bacilo Gram negativo. Este microbio es patógeno, causante de la fiebre tifoidea, cuando se ingiere algún alimento o agua contaminada, ocasionando una intoxicación, fiebre y erupción en la piel. Es combatida con la aplicación de antibióticos, mediante el suministro de electrolitos y vacunas.

Reino Monera
Phylum Proteobacteria
Clase Gammaproteobacteria
Orden Enterobacteriales
Familia Enterobacteriaceae
Género Salmonella
Especie Salmonella typhi
Nombre Común Salmonela – Fiebre tifoidea

 

Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Clostridium tetani

Es un microorganismo procariota unicelular perteneciente al reino Monera. Es una bacteria anaerobia Gram positiva del tipo de los bacilos, que forman endosporas y presenta flagelos perítricos. Sin embargo después de 24 horas de crecimiento, se tornan de color rojo, perdiendo la tinción Gram. Este microbio es patógeno causante de la enfermedad del tétanos, (contracción muscular por espasmos causada por fuertes neurotoxinas).

Reino Monera
Phylum Firmicutes
Clase Clostridia
Orden Clostridiales
Familia Clostridiaceae
Género Clostridium
Especie Clostridium tetani
Nombre Común Clostridiun – tétano

 


Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Clostridium botulinum

Es un microorganismo procariota unicelular perteneciente al reino Monera. Es una bacteria anaerobia Gram positiva del tipo de los bacilos, que forman esporas y presenta flagelos perítricos. Este microbio es patógeno causante de la enfermedad del botulismo (intoxicación por alimentos). Produce la toxina botulínica, una de las neurotoxinas más potente que se conoce (parálisis muscular). La toxina es ampliamente utilizada en la industria cosmética (Botox).

Reino Monera
Phylum Firmicutes
Clase Clostridia
Orden Clostridiales
Familia Clostridiaceae
Género Clostridium
Especie Clostridium botulinum
Nombre Común Botulismo

 

Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Treponema pallidum
Es un microorganismo procariota unicelular perteneciente al reino Monera. Esta bacteria es del tipo de las espiroquetas (en forma de espiral) larga, delgada, Gram negativa y presenta un filamento axial para su movilidad. Es patógeno para el hombre, causando la sífilis, enfermedad de transmisión sexual. También se trasmite por contacto con sangre contaminada. Para su tratamiento se emplea el uso de antibióticos a tiempo, en especial penicilina.
Reino Monera
Phylum Spirochaete
Clase Spirochaetes
Orden Spirochaetales
Familia Spirochaetaceae
Género Treponema
Especie Treponema pallidum
Nombre Común Bacteria de la sífilis

 

Clasificación Taxonómica
Dominio Bacteria  

Yersinia pestis
Es un microorganismo procariota unicelular perteneciente al reino Monera. Es una bacteria Gram negativa, del tipo cocobacilo, anaerobia facultativa, causante de la peste bubónica, que produce inflamación de algunos órganos como el timo, adenoides y el bazo, siendo sus vectores de transmisión las pulgas que se encuentran en ratas. Fue una pandemia mortífera a mediados del siglo XIV en Europa. Su tratamiento debe ser rápido mediante antibióticos.
Reino Monera
Phylum Proteobacteria
Clase Gammaproteobacteria
Orden Enterobacteriales
Familia Enterobacteriaceae
Género Yersinia
Especie Yersinia pestis
Nombre Común Yesinia – Peste Bubónica

Conectoma: la red de redes está en nuestro cerebro 

En este artículo periodístico Sebastian Seung, profesor de Neurociencia del MIT (Massachusetts Institute of Technology), comenta los resultados de su investigación sobre las conexiones neuronales plasmados en el libro El proyecto Conectoma. Su hipótesis fundamental es que «somos mucho más que nuestros genes» porque lo que nos hace realmente singulares es el sistema de conexión interneuronal.

Por Carina Maguregui

Sebastian Seung es uno de los tantos científicos que desde hace muchos años fue seducido por los grandes misterios del cerebro, ese órgano que pesando aproximadamente un kilo y medio tiene la complejidad de las galaxias.

En la conferencia TED de 2010, que incluimos en esta nota, Seung toma las madejas de lana neuronales que tanto lo fascinan para desovillar las implicancias de semejante tejido y lo hace con un lenguaje llano y algunos toques de humor.

Los últimos treinta años fueron, sin duda, los de la genómica. El genoma abarca toda la secuencia del ADN. Si bien todos nosotros somos seres humanos, cada una de nuestras secuencias de ADN es levemente diferente a las de otros individuos. Por eso tenemos aspectos diferentes, por ejemplo, ojos marrones, celestes o grises; cabello lacio u ondulado, y así podríamos enumerar cientos de características que no son solo superficiales. Los genes también son los responsables de un gran número de enfermedades y trastornos de diverso tipo. Además, los genes parecen moldear nuestra personalidad y tienen un poder impresionante sobre nuestro destino. Sin embargo, dice Seung, «Yo les propongo otra hipótesis: somos más que nuestros genes. Somos nuestro conectoma».

Del gusano al hombre

El científico, cuya formación académica comenzó con una carrera en Física teórica, explica: «Hasta ahora se conoce un solo conectoma: el de un gusano minúsculo. Su modesto sistema nervioso consta de solo 300 neuronas. Y en las décadas de 1970 y 1980 un equipo de investigadores trazó el mapa de sus 7.000 conexiones interneuronales, es decir, su conectoma. El nuestro es mucho más complejo porque el cerebro humano tiene más de 100 mil millones de neuronas y 10 mil veces más conexiones. Nuestro conectoma tiene un millón de veces más conexiones que letras en todo nuestro genoma. Eso es mucha información».

En las últimas décadas son muchas las cosas que nos sorprenden acerca del crecimiento exponencial de la información, sus múltiples modos de transmisión y la variedad de formas para almacenarla. Hablamos deterabytespetabytesexabytes y zetabytes para referirnos a cifras cuya cantidad de ceros apenas podemos imaginar y, sin embargo, no nos asombra llevar un megalmacenador y procesador de información espectacular dentro de nuestras cabezas. ¡Nuestas cabezas! ¡Las de todos!

¿Qué hay en nuestras cabezas? «No lo sabemos con seguridad pero hay teorías. Desde el siglo XIX los neurocientíficos han especulado que quizá los recuerdos y la información que nos define están almacenados en las conexiones interneuronales. Y tal vez otros aspectos de la identidad personal, quizá la personalidad, el intelecto, tal vez también estén codificados en las conexiones interneuronales», señala Seung.

«Probablemente ya hayan visto imágenes de neuronas. Pueden reconocerlas instantáneamente por sus formas fantásticas. Tienen largas y delicadas ramificaciones; en pocas palabras, parecen árboles. Pero esto es una sola neurona. Para encontrar conectomas tenemos que ver todas las neuronas al mismo tiempo. Bobby Kasthuri, un colega de Seung que trabaja en el laboratorio de Jeff Lichtman en la Universidad de Harvard, “cortó rebanadas muy delgadas” de un cerebro de ratón y luego aumentó 100.000 veces la resolución para poder ver las ramas de las neuronas todas al mismo tiempo».

«Tomamos muchas imágenes de muchas rebanadas del cerebro y las apilamos para obtener una imagen 3D. Pero todavía no podíamos ver las ramas completas. Así que empezamos por arriba y coloreamos de rojo la sección transversal de una rama, e hicimos lo mismo con la rebanada siguiente y con la próxima. Y seguimos así, rebanada tras rebanada. Continuamos con toda la pila y pudimos reconstruir la figura tridimensional de un pequeño fragmento de la rama de una neurona. También pudimos hacerlo con otra neurona en verde. de esta manera, vimos que la neurona verde tocaba la neurona roja en dos partes, y eso es lo que se llama sinapsis».

«Acerquémonos a una sinapsis –continúa Seung–, mantengamos la vista en el interior de la neurona verde. Deberíamos ver unos circulitos. Se llaman vesículas. Contienen una molécula conocida comoneurotransmisor. Y así, cuando la neurona verde quiere comunicarse, cuando quiere enviar un mensaje a la neurona roja, escupe un neurotransmisor. En la sinapsis las dos neuronas están conectadas como dos amigas que hablan por teléfono. Ya ven cómo encontrar una sinapsis –dice Seung– . ¿Cómo podemos encontrar un conectoma? Bueno, tomamos esta pila de imágenes tridimensionales y la procesamos como si fuera un libro para colorear en 3D. Pintamos cada neurona con un color diferente y luego miramos en todas las imágenes, encontramos las sinapsis y anotamos los colores de las dos neuronas involucradas en cada sinapsis. Cuando hacemos esto con todas las imágenes hallamos un conectoma».

Pensar puede cambiar nuestro conectoma

 «Pero hallar un conectoma humano entero es uno de los desafíos tecnológicos más grandes de todos los tiempos. A medida que crecemos en la infancia y envejecemos en la adultez nuestra identidad cambia lentamente. Del mismo modo, cada conectoma cambia con el tiempo». ¿Qué tipo de cambios ocurren? «Bueno, las neuronas, como los árboles, pueden tener nuevas ramas y perder otras. Se pueden crear sinapsis y se pueden eliminar otras. Y las sinapsis pueden aumentar o disminuir de tamaño». ¿Qué provoca estos cambios? «Bueno, es verdad. Hasta cierto punto están programados por los genes. Pero esa no es la historia completa porque hay señales, señales eléctricas, que viajan por las ramas de las neuronas y señales químicas que saltan de rama en rama. Estas señales se llaman actividad neuronal, y hay mucha evidencia de que la actividad neuronal puede hacer que cambien nuestras conexiones. Si se unen estos dos hechos, esto significa que nuestras experiencias pueden cambiar nuestro conectoma. Por eso cada conectoma es único, incluso los de gemelos genéticamente idénticos. El conectoma es la confluencia de naturaleza y crianza. Y podría ser cierto que el mero acto de pensar puede cambiar nuestro conectoma; una idea que puede resultar poderosa», agrega Seung.

Millones de kilómetros de cables

Apelando a su gran humor, Seung exclama: «¡Qué lío! ¿Alguna vez han tratado de conectar un sistema tan complejo como ese? Espero que no. Pero si lo han hecho sabrán que es muy fácil cometer un error. Las ramas neuronales son como los cables del cerebro. ¿Alguien puede adivinar cuál es la longitud total de cables del cerebro? Les daré una pista. Es un número grande, estimo que son millones de kilómetros. Todos dentro del cráneo. Y si uno entiende ese número puede ver fácilmente qué problemas genera un mal cableado cerebral. De hecho a la prensa popular le encantan los titulares como: “Los cerebros anoréxicos tienen un cableado diferente”, o “Los cerebros autistas tienen un cableado diferente”. Estas son afirmaciones plausibles, pero en verdad, no podemos ver el cableado cerebral tan claramente como para saber si son realmente ciertas. Las tecnologías de visualización de conectomas nos permitirán finalmente leer el mal cableado del cerebro para ver desórdenes mentales en los conectomas».

«Supongamos que las tecnologías para hallar conectomas funcionan. Propongo una prueba directa: tratemos de leer recuerdos de los conectomas. Piensen en la memoria de largas secuencias temporales de movimientos como las de un pianista que toca una sonata de Beethoven. Así que una manera de tratar de probar la teoría es buscar esas cadenas dentro de los conectomas. Pero no va a ser fácil porque van a estar cifradas. Tendremos que usar nuestras computadoras para tratar de descifrar la cadena. Y si podemos hacer eso, la secuencia de neuronas que recuperemos al descifrar [la cadena] será una predicción del patrón de actividad neuronal que se reproduce en el cerebro en la recuperación de memoria. Y si eso funcionara sería el primer ejemplo de lectura de memoria de un conectoma».

Perspectivas

Seung describe la búsqueda que se inicia en el mundo de lo muy pequeño y nos impulsa hacia el mundo del futuro lejano: «Los conectomas marcarán un punto de inflexión en la historia humana. A medida que evolucionamos respecto de nuestros antepasados simios en la sabana africana, lo que nos distinguió fue el cerebro más grande. Hemos usado el cerebro para elaborar tecnologías cada vez más asombrosas. Con el tiempo estas tecnologías se volverán tan poderosas que las usaremos para conocernos a nosotros mismos desarmando y reconstruyendo nuestros propios cerebros. Creo que ese viaje de autodescubrimiento no solo es para los científicos sino para todos», concluye el investigador.

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=109109&referente=docentes

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