Enana de Acuario

Es un fascinante objeto celeste que, a pesar de su tamaño diminuto en comparación con otras galaxias,  alberga una gran cantidad de estrellas y fenómenos astronómicos que convierten a esta enana cósmica en un objeto de gran interés para la comunidad científica. Su singularidad y misterio hacen que la galaxia sea un tema apasionante para astrónomos y entusiastas del espacio.

Galaxia Enana de Acuario

Tipo de galaxia: enana irregular.

Distancia a la Tierra: 3 millones de años luz aproximadamente.

Radio: alrededor de 1000 años luz.

Magnitud aparente: 13.9

Constelación: Acuario.

Año de descubrimiento: 1955.

HISTORIA

Es una galaxia enana situada en la constelación de acuario. Fue descubierta por el astrónomo alemán Kurt Kreckel utilizando placas fotográficas obtenidas con el telescopio Schmidt de 48 pulgadas en el Observatorio Palomar. Esta galaxia forma parte del Grupo Local de galaxias, que incluye a la Vía láctea y a la galaxia de Andrómeda, entre otras. También ha sido objeto de diversos estudios y observaciones a lo largo de los años, ya que su relativa cercanía a la Via Láctea la convierte en un objetivo de interés para los astrónomos que buscan comprender mejor la formación y evolución de las galaxias enanas.

Constelación de Acuario.

DESCRIPCIÓN

Es una galaxia enana irregular, es decir, que no tiene forma espiral, elíptica ni lenticular, por lo que no encaja en ninguna de las clasificaciones de galaxias de la secuencia de Hubble. Se caracteriza por contener una cantidad relativamente pequeña de estrellas, gas y polvo cósmico en comparación con otras galaxias más grandes. Sin embargo, a pesar de su tamaño diminuto, alberga una gran cantidad de materia oscura, lo que la convierte en un objeto de gran interés para la investigación astronómica. También se cree que esta galaxia enana ha experimentado interacciones gravitacionales con otras galaxias, lo que ha contribuido a dar forma a su morfología actual.

¿Sabías qué?
La galaxia Enana de Acuario alberga una gran cantidad de cúmulos estelares, incluidos algunos de los más antiguos conocidos en el universo. Estos cúmulos estelares son agrupaciones de estrellas que comparten un origen común.

Circinus

Es una galaxia llena de misterio y belleza, conocida como la “Galaxia del compás” por su forma circular y distintiva. Ocupa un lugar en el cielo del hemisferio sur lleno de estrellas brillantes, nebulosas misteriosas y secretos cósmicos por desvelar. Circinus es una de las 88 constelaciones reconocidas por la Unión Astronómica Internacional.

Galaxia del compás.

Tipo de galaxia: espiral Seyfert.

Distancia a la tierra: aproximadamente 13 millones de años luz.

Radio: aproximadamente 700 años luz.

Magnitud aparente: alrededor de 12.1.

Constelación: Circinus.

Año de descubrimiento: fue descubierta en 1977.

HISTORIA

Fue catalogada por el astrónomo francés Nicolas-Louis de Lacaille en el siglo XVIII. Según la mitología griega, Circinus podría estar asociado con la diosa Artemisa, la diosa de la caza, debido a su forma de arco y flecha. En la antigüedad, esta constelación formaba parte de otras constelaciones más grandes, como Centaurus. Sin embargo con el paso del tiempo y la evolución de la astronomía, Circinus se convirtió en una constelación independiente. A pesar de su antigüedad, Circinus no tiene historias mitológicas asociadas específicamente a ella, ya que su reconocimiento como constelación independiente es relativamente reciente en términos astronómicos. Hoy en día, es conocida por albergar varias estrellas interesantes y por ser un punto de referencia importante para la navegación en el hemisferio sur. También es posible encontrar en esta región del cielo algunos cúmulos estelares y nebulosas que son objeto de estudio de astrónomos y aficionados a la astronomía.

Constelación Circinus.

DESCRIPCIÓN

Se encuentra ubicada en el hemisferio sur celeste, una región del cielo densa en estrellas y objetos atrayentes. Su nombre deriva del latín y significa “compás” en referencia a la herramienta de dibujo técnico. En términos de estrellas destacadas, en Circinus se encuentra α Circini, una estrella de tipo espectral B, brillante y azulada, que tiene una magnitud aparente de 3.19. También cuenta con la nebulosa NGC 5823, conocida como la Nebulosa de Circinus, que es un festival de color y forma, lo que la convierte en un objeto de estudio para los astrónomos debido a su intensa actividad de formación estelar. También destaca la estrella HD 134319, la cual ha sido estudiada por su peculiaridad, ya que muestra una concentración de litio en su espectro.

Galaxia espiral.
¿Sabías qué?
Circinus es la galaxia activa más cercana a la Vía Láctea, y es conocida por su intenso polvo y gas interestelar, lo que dificulta su observación en longitudes de onda visibles.

El origen del universo

El nacimiento de todo lo que conocemos continúa siendo un misterio cuya respuesta intentaron desentrañar por todas las culturas, hasta llegar a la mejor conocida: el Big Bang. Aquí conocemos los progresos hasta la formulación de la conocida teoría.

Sin lugar a dudas, la pregunta sobre nuestro origen nos dispara automáticamente una nueva pregunta que tiene que ver con lo que hay más allá de nosotros mismos y los cielos ¿Cuál es el origen de toda esa inmensidad?, ¿Cuál es el origen de ese espacio que está más allá de la atmósfera de nuestro planeta? La respuesta a esa pregunta ha intentado ser obtenida desde por el primer homo sapiens que observó al cielo, hasta por el hombre científico que miró al universo con los más modernos dispositivos. Su origen ha sido materia de complejos estudios que van desde las explicaciones místicas y oscurantistas de la antigüedad hasta las teorías más complejas y sofisticadas de la actualidad, sin que haya aún una respuesta. Entre el complejo entramado de explicaciones que se han dado en todas las civilizaciones que pisaron el suelo de la Tierra, en este momento el Big Bang cuenta con un consenso científico sobre el cual aún hay una polémica que parece interminable. Como el universo mismo.

Las primeras teorías

Las primeras civilizaciones encontraron su respuesta en el ámbito de lo religioso, otras de lo filosófico y, en los últimos tiempos, los hombres se sirven de la ciencia para responder a estos cuestionamientos. Este componente se mantuvo también en función de un modelo cosmológico propio de cada civilización, que dista de aquel que conocemos en la actualidad. Es en ese contexto propio de cada época es que podemos comprender aquellas teorías referentes al origen del universo por las grandes civilizaciones de la antigüedad. Algunas de las más importantes son las siguientes:

Egipcios: sostenían que el Universo era una caja rectangular, Egipto estaba situado en el centro y el cielo estaba sostenido por montañas. Para explicar el movimiento de los astros y las divinidades, hablaban de barcas. Sostenían que el Sol navegaba por las noches detrás de las montañas del norte y, por eso, no se lo vía. Por otro lado, consideraban que los eclipses y las fases lunares eran provocadas por animales fabulosos, como Apopi, la serpiente enemiga de Ra, el dios Sol.

Hindúes: recurrían a la fortaleza de los animales para explicar cómo se sostenía la Tierra; decían que era sustentada por cuatro pilares que descansaban sobre elefantes y éstos, a la vez, sobre una tortuga que flotaba y nadaba en un océano gigantesco.

Sumerios de la antigua Mesopotamia: creían que la cúpula estelar era de metal y se apoyaba sobre una muralla que circundaba la Tierra.

Babilonios de la antigua Mesopotamia: suponían que la Tierra era una montaña y los astros eran dioses que se trasladaban en carros por el cielo.

Antiguos griegos: para comprender los enigmas del Universo lo comparaban con una cebolla. Sostenían que el Universo constaba de varias capas como la cebolla y que Grecia se encontraba en el centro. Detectaron durante la noche, que en el cielo ciertos astros presentaban movimientos muy particulares a lo largo de los días: se movían en cierta dirección, frenaban y retrocedían un pequeño tramo para volver a frenar y luego retomar la dirección inicial. Decidieron llamarlos planetas, palabra griega que significa “errantes”.

Teorías revolucionarias del cosmos

El modelo actual que conocemos del universo es producto de las revolucionarias teorías suministradas por figuras destacables que se refutaron y expandieron sobre lo que se planteaba en la antigüedad, ubicando a la Tierra en el centro del universo (geocéntrico). El astrónomo polaco Nicolás Copérnico fue quien planteó en el año 1543 la teoría heliocéntrica, abandonando el modelo que ponía a nuestro planeta en el centro, para ubicar al Sol. Por otro lado Johannes Kepler, astrónomo y matemático alemán, fue quien estableció las leyes correspondientes al movimiento de los planetas, de lo cual se deducía que el movimiento de los planetas alrededor del Sol no era circular, sino que era elíptico. Finalmente, las leyes del astrónomo inglés Isaac Newton fueron las que determinaron los movimientos del universo a gran escala. En el siglo XX estos conocimientos fueron profundizados por científicos como Albert Einstein o Edwin Hubble.

Teorías revolucionarias del cosmos

La teoría más aceptada en la actualidad sobre el origen del universo comenzó a gestarse en el año 1929 de la mano del astrónomo estadounidense Edwin Hubble.

Hubble llegó a la conclusión de que las galaxias se alejaban constantemente unas de otras, en el marco de un trabajo donde analizaba la velocidad de estos cuerpos y de las nebulosas con respecto a la Tierra. A partir de esta idea entendió que el universo se encontraba en continua expansión.

Avanzando en la investigación halló un dato mucho más sorprendente: cuanto más lejos se encontraba una galaxia de la Tierra, más rápido se alejaba. Esto quería decir que el universo no sólo se expandía, sino que lo hacía cada vez más rápido.

Si el universo se encuentra en continua expansión, quiere decir que en un futuro será mucho más grande. Pero, esto también permite pensar que en el pasado fue muy pequeño. Incluso, si nos remontáramos a millones y millones de años atrás nos encontraríamos con un universo del tamaño de un punto. Esta reflexión hizo pensar a otros científicos que comenzaron a aceptar la idea de que el universo había comenzado por una gran explosión, de esta manera se empezaba a dar forma a la Teoría del Big Bang.

La teoría fue propuesta por primera vez, en 1931, por el cosmólogo belga Georges Lemaitre. Tiempo después fue enriquecida por el astrofísico George Gamow, en 1948.

Primitivamente la teoría explicaba que el universo se formó a partir de una explosión cuando la materia se concentraba en un átomo muy reducido junto con la energía. A partir de entonces la materia se habría extendido en todas las direcciones, creando al universo.

En 1948 la teoría fue enriquecida con los aportes de Gamow. Reemplazó la idea del núcleo primordial por la de la masa inmensa giratoria de materia y energía; consideraba que así era el universo y que éste fue creciendo hasta constituir una esfera de volumen relativamente pequeño, así como extremadamente densa y caliente que al final explotó.
En este fenómeno, de acuerdo a la investigación de Gamow, jugó un papel importante la fuerza de atracción, que sería la causa por la cual la masa no se habría expandido en todas las direcciones. Gamow explica que gracias a la magnitud de la fuerza de atracción, la masa comenzó un proceso de expansión hasta entrar en un estado de relativo reposo donde las nubes de gas se enfriaron formando las estrellas por condensación de la materia.

Luego el agrupamiento de estrellas formó galaxias y grupos de galaxias que se propagaron en todas las direcciones. Dado que las galaxias se formaron en forma aislada, es decir, muy lejos una de otras, la baja atracción gravitacional entre ellas inició la expansión del universo.

Investigaciones de los últimos años revelan que el hidrógeno y el helio habrían sido los componentes primarios del Big Bang, y los elementos más pesados se formaron más tarde, dentro de las estrellas.