Esterilidad y reproducción asistida

La esterilidad es la incapacidad de una persona, o de una pareja, de procrear. Se considera que una pareja es estéril cuando, al cabo de dos o más años de tener relaciones sexuales completas, sin emplear ningún método anticonceptivo, la mujer no ha conseguido quedar embarazada.

Si se entiende que la planificación familiar está destinada a que una pareja intente tener el número de hijos que desee, en el momento en que lo crea oportuno, se comprende, pues, que la esterilidad y su tratamiento también formen parte de ella.

Se considera que una pareja es estéril cuando, al cabo de dos o más años de tener relaciones sexuales completas, sin emplear ningún método anticonceptivo, la mujer no ha conseguido quedar embarazada.

 

La esterilidad afecta a entre un 12 y un 15 % de las parejas. En más de un 50 % de los casos es de causa femenina, en general motivada por la obstrucción de las trompas de Falopio o por diversas alteraciones en el ciclo menstrual, como la ausencia de ovulación. En alrededor de un 40 % de los casos es de causa masculina, siendo la más común una alteración en la cantidad y calidad de espermatozoides. Por último, en un 5 % de los casos la esterilidad es de causa desconocida.

El tratamiento de la esterilidad es muy complejo, ya que sus causas pueden ser muy diversas. No obstante, en algunos casos en que no se puede solucionar el problema mediante ciertos tipos de medidas terapéuticas medicamentosas o quirúrgicas, se puede recurrir a lo que se conoce como técnicas de reproducción asistida, en las que, sustituyendo parte del proceso de reproducción natural por procedimientos artificiales, es posible la procreación. Las técnicas de reproducción asistida más extendidas en la actualidad son la inseminación artificial y la fecundación in vitro.

Inseminación artificial

La inseminación artificial es una técnica de reproducción asistida que consiste en la introducción del semen en el interior del útero mediante una sonda especial. Según las causas de la esterilidad, el semen puede ser del hombre que forma parte de la pareja, o bien de otro. La inseminación artificial, al igual que el coito vaginal, debe realizarse en los períodos fértiles del ciclo menstrual y repetirse varias veces, para incrementar las posibilidades de que efectivamente se produzca el embarazo.

 

La inseminación artificial se produce cuando el semen se introduce dentro del útero de manera artificial.

La fecundación in vitro

La fecundación in vitro es una técnica de reproducción asistida en la que la fusión entre un espermatozoide y un óvulo se realiza fuera del organismo, en un laboratorio. La célula huevo obtenida se implanta artificialmente en la mucosa del útero al cabo de unos días, cuando ya se ha comenzado a segmentar. En general, se emplea para el tratamiento de la esterilidad cuando otros tratamientos y técnicas más sencillos no han dado resultados, y también en casos de trastornos de las trompas uterinas o de baja concentración de espermatozoides en el semen.

 

En la fecundación in vitro, la fusión entre el empermatozoide y el ovulo se produce fuera del cuerpo materno.

Los espermatozoides se obtienen de una muestra de semen. Los óvulos se extraen mediante una punción del ovario, realizada con una sonda especial que se introduce por la vagina y que dispone de una aguja apta para efectuar una punción-aspiración.

Los espermatozoides y los óvulos se colocan juntos en un medio de cultivo. Si no se produce espontáneamente la fecundación, se puede realizar una microinyección espermática, que consiste en inocular artificialmente un espermatozoide dentro de un óvulo. Una vez se ha producido la fecundación, las células huevo obtenidas se conservan en el medio de cultivo durante unos tres días, hasta que comienzan a multiplicarse.

A continuación, se examinan y se seleccionan las tres mejores, que se insertan en el endometrio mediante una cánula especial que se introduce a través de la vagina. Normalmente, según datos estadísticos, de estas tres, solo una prospera.

Ligadura de Trompas

Es una cirugía segura en las que se ligan las Trompas de Falopio, dos conductos a través de los cuales los espermatozoides llegan al óvulo. Al cortarlos se impide la unión del óvulo con el espermatozoide. Sirve para impedir el embarazo en forma permanente. Debe realizarse en un quirófano y requiere anestesia y una breve internación.

Es un método anticonceptivo permanente para las mujeres que no quieren tener hijos o tomaron la decisión de no tener más.

No protege del VIH/sida ni de otras infecciones de transmisión sexual.

Una vez realizada la ligadura, la mujer continúa ovulando y menstruando. No interfiere en la producción de hormonas, ni afecta las relaciones sexuales ni su goce.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/411-ligadura-de-trompas-#sthash.X1XTjX2B.dpuf

Anticoncepción Hormonal de Emergencia

La anticoncepción hormonal de emergencia (AHE), también conocida como “pastilla del día después”, es un anticonceptivo que te permite prevenir un embarazo no planeado cuando mantuviste relaciones sexuales de riesgo (porque no usaste o falló el método).

Si bien disminuye las posibilidades de embarazo hasta los primeros 5 días después de haber tenido una relación sexual sin protección, cuanto antes la tomes, es más efectiva.

Es la última alternativa anticonceptiva para evitar un embarazo. Por eso se llama de emergencia. Actúa antes de que se hayan juntado el óvulo y el espermatozoide: impiden el embarazo, no lo interrumpen, por lo tanto, es decir que no provoca un aborto. Si la mujer ya está embarazada, la píldora no tiene ningún efecto, ni afecta al embrión en formación.

La AHE no protege de las infecciones de transmisión sexual ni del VIH/SIDA.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/112-ahe