Militares versus plutocracia: La Revolución Juliana

La Revolución Juliana, conocida así por la fecha en que se produjeron los hechos iniciales, (9 de julio de 1925), fue un movimiento de masas populares por el reclamo de sus derechos, pero más que ello, constituyó un enfrentamiento entre militares y la banca por alcanzar el poder político y económico del Ecuador. Sus causas están en el mal manejo de las finanzas y en las grandes desigualdades sociales existentes.

Ecuador, una nación en conflictos.
La Revolución Juliana: un proyecto fallido

La Revolución Juliana intentó una reforma general en todos los órdenes e instituciones del Estado, sin embargo lo que constituyó un fin noble y justo terminó yendo contra el propio orden jurídico. Se intentó cambiar tantas cosas mediante nuevas normas que éstas terminaron careciendo de validez práctica.

Las causas de una revolución

El Estado ecuatoriano había adquirido una deuda impagable con los bancos de la región costera y, especialmente de la ciudad de Guayaquil, donde radicó el Banco Comercial y Agrícola que presidía Francisco Urbina Jado. El dinero adeudado se empleó en obras públicas, en el pago a funcionarios y en los gastos corrientes del Estado. El dinero de Guayaquil se utilizó para el fomento de todo el país.

¿Sabías qué...?
El banquero Francisco Urbina Jado fue perseguido con saña por los triunfadores, a pesar de ser un banquero muy profesional, que hizo mucho por el desarrollo nacional de Ecuador y, en especial por la ciudad de Guayaquil.

El Estado, ante la situación de crisis, optó por emitir billetes sin respaldo en oro. Este acto se conoció como inflación y generó una serie de problemas financieros y sociales, generalmente asociados al aumento de los precios y la falta de estímulo a la producción. Con esos billetes se cubría el pago de los empréstitos solicitados. Los bancos iniciaron la práctica de la emisión de billetes propios que prestaban al Estado. Uno de esos bancos fue el administrado por Urbina. Nació así, en Ecuador, la actividad crediticia de la banca privada.

Los indígenas fueron los que más sufrieron la crisis.

De esta forma la banca privada guayaquileña y, en especial Francisco Urbina Jado, adquirieron un gran poder político. Un reflejo de éste poder lo constituyó el hecho de que las candidaturas, desde senador y diputado hasta de presidente de la República y los nombramientos de cargos gubernamentales, incluyendo los de ministros, eran consultados y aprobados por el influyente banquero.

Doctor Gonzalo Segundo Córdova y Rivera

Gonzalo Córdova nació en Cuenca, a diferencia de la mayoría de los presidentes de Ecuador, que nacieron en Guayaquil o Quito. Llegó a ocupar diferentes cargos y ejercer diversas profesiones. Ocupó la presidencia de Ecuador en una etapa de complejos procesos sociales y de difícil situación económica. La crisis se reflejó en la complicada situación social de la población, las constantes protestas obreras y la devaluación de la moneda. En el plano internacional es tristemente recordado por la firma del Tratado Salomón-Lozano, que resultó perjudicial para la conservación del territorio ecuatoriano ante el proceso expansionista de los peruanos. Si logró algo positivo en su gestión de gobierno fue la adquisición de las tres cuartas partes de las acciones sobre el ferrocarril Quito-Guayaquil.

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Quito Cathedral Dome and Spire
Cuenca, Ecuador Cityscape

Quito, Guayaquil y Cuenca: las ciudades más importantes de Ecuador.

Córdova enfrentó varias revueltas, entre las que sobresalió el levantamiento en armas dirigido por Jacinto Jijón y Caamaño, al que derrotó en San José del Ambi. Como presidente fue débil. No logró estabilidad en su gabinete. Cuando se produce el Golpe de Estado del 9 de julio de 1925, es apresado y deportado a Chile, donde murió, en la ciudad de Valparaíso, el 13 de abril de 1928, cuando contaba con 65 años de edad. A este hecho se le conoció como la Revolución Juliana.

La versión de Víctor Emilio Estrada Sciacaluga:

“La revolución del 9 de julio no vino realmente por inflación ni por la desvalorización del sucre, sino por el despecho de quien quiso emitir billetes falsos y se lo prohibieron…” (Citado por Guillermo Arosemena Arosemena en “La Revolución Juliana: Evento Ignominioso en la Historia de Guayaquil”, p. 102).

Partidos políticos en Ecuador

Durante las décadas del 20 y del 30 surgieron en América Latina varios partidos políticos, tanto de izquierda como de derecha. Ecuador no fue ajeno a ese fenómeno al que contribuyó la compleja situación política por la que atravesaba el país. Las tendencias políticas tradicionales se reagruparon y también surgieron otras nuevas. Nacieron así los modernos partidos políticos de Ecuador. En 1923 se restructuró el Partido Liberal Radical y dos años después, el Partido Conservador Ecuatoriano. Al siguiente año, en 1926, se fundó el Partido Socialista Ecuatoriano, como fundamental fuerza de izquierda, que en 1931 sufrió la primera división al fundarse el Partido Comunista.

¿Sabías qué...?
“Construir, ordenar y disciplinar” fue el lema de los sublevados el 9 de julio.

Desde sus inicios la izquierda ecuatoriana jugó un importante papel en defensa de los derechos sociales. Se vinculó a los movimientos sindicales, logró conquistas en el ámbito laboral y para los sectores intermedios. Heredó las ideas enarboladas por Eloy Alfaro, sobre por su carácter radical y porque defendió el laicismo en la educación.

Las ideas de Montecristi fueron retomadas por la izquierda ecuatoriana.

Militares: la punta de la lanza

En la búsqueda de una fórmula para eliminar el poder que había alcanzado la banca, especialmente la guayaquileña, que logró el demonio tanto económico como político, se pensó en utilizar la fuerza militar. Era necesario condonar la deuda impagable del Estado, ascendente en 1925 ya a 36 millones de sucres, cifra extremadamente alta para la época. Esa cantidad era equivalente a la suma de las reservas de todos los bancos de Ecuador juntos.

Los militares, especialmente los más jóvenes, encabezaron las acciones del 9 de julio en Guayaquil. El mayor Idelfonso Mendoza Vera fue quien comandó a los sublevados. El objetivo que se trazaron se cumplió: apresaron a las autoridades civiles y crearon una Junta Militar de Gobierno. La Junta Militar se conformó por teniente coronel Luís Telmo Paz y Miño, como presidente, integrada además por el sargento mayor Carlos A. Guerrero, el capitán Emilio Valdivieso, el subteniente Angel Bonilla y el teniente Federico Struve.

 

Las condiciones en que ocurrieron los hechos estaban dadas para que fueran secundados por la mayoría y apoyados por el pueblo, por lo que no ocurrió derramamiento de sangre. Los principales oficiales de altos rangos se sumaron o simplemente no opusieron resistencia. Las masas populares se lanzaron a las calles en símbolo de apoyo incondicional a los sublevados. El militar de mayor rango que participó en las acciones fue el general Francisco Gómez de la Torre, quien dirigió el movimiento insurreccional en la ciudad de Quito. Pero, en realidad los militares fueron la punta de lanza de un plan muy bien estructurado por un personaje civil

Luis Napoleón Dillon

El ideólogo del movimiento insurreccional de la Revolución Juliana lo fue el economista Luis Napoleón Dillon. La causa de su participación no fue de tipo política. Dillon intentó poner en circulación billetes hipotecarios emitidos por la Sociedad de Crédito Internacional, para lo que ya había obtenido el registro notarial ante un escribano de Quito, luego de emitirlos a través de la American Bank Note. Al ser de conocimiento del poderoso Urbina, éste lo comunicó al gobierno, que impidió su salida a la circulación. A partir del incidente Dillon se convirtió en enemigo irreconciliable del banquero costeño. Por ello planificó las cosas tal y como ocurrieron en corto plazo.

El poder a los civiles

Luego de tomar el control político con la retirada del presidente Córdova, la Junta Militar confió el mando a una Junta Provisional que encabezó el propio economista Dillon, junto a los doctores José Rafael Bustamante y Francisco J. Boloña y los generales Francisco Gómez de la Torre y Moisés Oliva. A este último se le solicitó la renuncia al conocerse su vinculación con el presidente. Se nombró en su lugar al doctor Francisco Arízaga Luque y a Pedro Pablo Garaycoa.

La Junta se sustituyó al año siguiente por otra integrada por los doctores Isidro Ayora, Humberto Albornoz y Homero Viteri Lafronte y los señores Julio Moreno, Adolfo Hidalgo Narváez, José Antonio Gómez Gault y Pedro Pablo Egüez Baquerizo, que gobernaron hasta el 31 de marzo. El primero de abril se nombró a Isidro Ayora como Presidente Provisional de Ecuador.

Las reformas necesarias

A pesar de las causas enunciadas que constituyeron el detonante del movimiento social de lo que se denominó la Revolución Juliana, sus líderes intentaron cambiar integralmente las estructuras del Estado. Sin embargo, en ese intento se cometieron muchas ilegalidades. En el campo legislativo se crearon demasiadas leyes, muchas de poca o ninguna utilidad práctica. Este aspecto, unido a las cuestiones administrativas, conllevó a un regionalismo extremo y la división del país.

Al Banco Comercial y Agrícola se le canceló sus haberes y se multó en más de dos millones de sucres, por lo que fue a la quiebra y la consiguiente liquidación. Se crearon instituciones financieras como la Caja Central de Emisión y Amortización que se encargó de recoger el exceso de circulante e incinerar los billetes. Esta propia institución adquirió parte de las reservas en oro y creó un fondo para respaldar el funcionamiento de la propia Caja. De esta institución nació el futuro Banco Central del Ecuador.

La Misión Kemmerer

Isidro Ayora gobernó con un estilo dictatorial e impuso, con mucha valentía, las reformas para el control y fiscalización de los bancos. Logró la deseada estabilidad monetaria y el incremento de los ingresos provenientes del sector público. Entre las numerosas obras que impulsó se cuenta el saneamiento de la ciudad de Guayaquil, muy compleja en su infraestructura. El hecho más significativo en su mandato, desde el punto de vista económico fue la llegada al país de la Misión Kemmerer.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial muchos países quedaron sumidos en la inestabilidad financiera y la inflación. En Ecuador se creó el Banco Central, se fortaleció el sistema bancario y se permitió la entrada de la Comisión Kemmerer.

El doctor Edwin W. Kemmerer dirigió misiones para la creación de instituciones bancarias en los países latinoamericanos. Su criterio esencial fue empleo del patrón oro, el monopolio en la emisión de billetes, la determinación del tipo bancario, el mercado libre y la función de prestamista. La Misión Kemmerer no sólo creó el Banco Central y la Superintendencia de Bancos; sino que realizó transformaciones en el sistema fiscal, restauró el crédito nacional, realizó reformas bancarias y de obras públicas. Las propuestas no tuvieron oposición y se pusieron en vigencia en forma inmediata.

El crack del 29 en Ecuador

Ecuador no estuvo ajeno a la crisis internacional de la post-guerra. Un ejemplo de los efectos de la crisis lo constituyó el hecho de que en 1933 las exportaciones no superaron los cuatro millones de sucres. A diferencia de otros países del área suramericana, Ecuador siguió al pie de la letra los dictados de la Misión Kemmerer, como en el caso de respetar el patrón oro y no evitar la fuga de valores. Al devaluarse la libra de esterlina inglesa se produjo grandes pérdidas a la economía nacional. Esto generó un alza de los índices de inflación con los consabidos resultados en el campo de lo social. En 1931 se liquidaron el Banco del Ecuador, junto a otras seis instituciones.

El velasquismo

Los latifundistas de la Sierra ecuatoriana aspiraron al poder, logrando el puesto de presidente Neptalí Bonifaz, pero éste fue desaprobado por el Parlamento. Este hecho generó lo que se conoció como Guerra de los Cuatro Días, en 1932. Detrás de ello se vieron organizaciones sindicales controladas por la derecha. Se produjeron nuevas elecciones y, mediante los acostumbrados fraudes electorales, que llevaron al poder a Juan de Dios Martínez Mera, quien sólo ejerció por unos pocos meses, ya que José María Velasco Ibarra dirigió un golpe parlamentario y fue elegido presidente el primero de septiembre de 1934.

La Revolución Cubana influyó en el último mandato de Velasco Ibarra.

A partir de allí se sucedieron varios periodos de gobierno, hasta sumar cinco mandatos. En varias ocasiones fue derrotado y expulsado del país, pero las masas populares le apoyaron y lo llevaron a la máxima magistratura. Con más o menos nivel de represión fue un dictador que suavizó sus medidas con un arte oratorio como arma de convencimiento y con medidas populares, tanto hacia lo interno del país como en la política internacional. Fue el presidente de mayor data en el poder al sumar 13 años de gobierno. El velasquismo significó incorporar al sistema político a sectores excluidos de la sociedad.

Desde Carondelet Velasco Ibarra gobernó 13 años.

Gobiernos de Velasco Ibarra

 Período

Forma en que llega al poder

Logros

1934-1935 Elecciones · Reforma agraria
1944-1947 Elecciones · Entrada a la Flota Mercante

· Ingreso a la ONU

1952-1956 Elecciones · Construcción de 415 escuelas y más de 1359 kilómetros de carreteras y se mejoraron 1057 kilómetros
1960-1061 Elecciones · Anula el Tratado de Río de Janeiro
1968-1972 Elecciones · Ley de Hidrocarburos (197l)

· Creó la Corporación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales

· Electrificación Telecomunicaciones

· Oleoductos

Los intelectuales ante la Revolución Juliana

La intelectualidad siempre fue abanderada en las luchas sociales de los años del 20 al 40 del siglo XX. Una de las vertientes de esa lucha fue el indigenismo. “Lucha por la justicia social ecuatoriana”, que publicó Pío Jaramillo Alvarado, constituyó una obra fundamental para concientizar el pensamiento nacionalista ecuatoriano. El laicismo fue una de las vertientes recurridas en las obras de escritores y artistas. José María Velasco Ibarra publicó ensayos jurídicos con marcado énfasis en lo social, al igual que Remigio Crespo Toral. Los conservadores y la iglesia se unieron para enfrentar las ideas de izquierda.