El agua es una fuente de vida indispensable para la salud y bienestar del ser humano, animales y plantas. Debe cuidarse para evitar contaminaciones y preservarse para evitar su escasez. A continuación se observan las medidas necesarias para la conservación del agua en el hogar y las consecuencias del desperdicio de la misma.
Conservación del agua en el hogar
En el baño
- Cerrar la llave del lavamanos al momento de cepillarnos los dientes, rasurarnos o mientras nos enjabonamos las manos, puede evitar el gasto innecesario de más de 700 litros de agua a la semana.
- Tomar baños cortos en la regadera o ducha en vez de utilizar una tina o bañera, ya que la primera usa menos agua y por lo tanto, se puede evitar el gasto innecesario de más de 1.800 litros de agua al mes; además, mientras nos enjabonamos podemos cerrar la llave y ahorrar más agua.
- Es importante recordar colocar el tapón después de que se llene la tina para evitar derrames.
- Los escusados o inodoros representan la fuente principal del consumo de agua de un hogar, por lo tanto, hay que tener especial cuidado en cuanto a su eficiencia.
- No debemos botar papeles dentro del inodoro, ya que esto puede provocar derrames, además de prestar mucha atención en cuanto a la presencia de fugas que puedan malgastar grandes cantidades de agua.
En la cocina
- Lavar todos los platos que se utilicen en una comida al mismo tiempo. Esto evita que se malgaste agua lavando los platos en diferentes ocasiones y se evita llenar de nuevo el lavaplatos.
- No utilizar agua para descongelar comida. Es más sencillo y ahorrativo descongelar la comida en el refrigerador con anticipación.
- Retirar la comida restante en los platos sin utilizar agua para enjuagarlos para así colocarlos luego en el lavaplatos.
Al lavar la ropa
- Lavar cargas completas de ropa, es decir, grandes cantidades de ropa y no sólo una pieza. Además se deben utilizar los niveles apropiados de agua en la lavadora.
Una recomendación de mucha utilidad es comprar una lavadora de alta eficiencia, ya que pueden ahorrar más del 50% del uso del agua y de la energía.
Al aire libre (patios, jardines y estacionamientos)
- Utilizar plantas nativas y tolerantes a las sequias en nuestros jardines como una alternativa para la conservación del agua. Si esta opción no es posible, se recomienda comprar un temporizador de bajo costo para mangueras y así evitar el desperdicio de agua al momento de regar las plantas. Otra alternativa es utilizar mangueras de goteo para evitar la evaporación.
- Reciclar agua de lluvia para utilizarla en la jardinería es una manera sencilla y eficaz de ahorrar agua.
- Utilizar una escoba o una sopladora eléctrica para limpiar el área del jardín y el estacionamiento, ya que las hojas caídas de los árboles, el polvo y la arena pueden removerse fácilmente. Evitar utilizar agua para esta labor es una forma muy eficaz de conservarla.
- Al momento de lavar un automóvil es recomendable utilizar una boca ajustable en la manguera o un aspersor para evitar derrames de agua. También se recomienda cerrar el flujo de agua mientras se enjabona el vehículo.
Consecuencias del mal uso o desperdicio del agua
La consecuencia principal del desperdicio de este recurso natural es la escasez de agua en los ríos y lagos, es decir, la sequía de los ríos y lagos. Además de crear una imagen perturbadora del medio ambiente, de esta consecuencia se derivan varios aspectos negativos:
- Los animales y plantas que viven en estos hábitats se ven afectados directamente, ya que dependen del agua para sobrevivir, por lo tanto, se ven obligados a emigrar a otros lugares donde las condiciones naturales sean apropiadas para su sobrevivencia. Sin embargo, durante este proceso muchos animales mueren y la población en las especies se reduce.
- Los cultivos que dependen del agua de los ríos y lagos pierden calidad, factor que afecta fuertemente al sector agrícola.
La escasez del agua obliga a las personas a recurrir a otras fuentes para poder hidratarse. En la mayoría de los casos estas fuentes están contaminadas y ocasionan graves enfermedades en la población, como cólera, malaria, fiebre amarilla, disentería o enfermedades relacionadas al sistema digestivo.
Las principales generadoras de agua contaminada son las industrias a través de sus residuos, aguas contaminadas por sales, pesticidas o herbicidas.