De la Tierra a la Luna, por Julio Verne

Novela del escritor francés Julio Verne, cuyo título original es De la Terre à la Lune Trajet direct en 97 heures, que fuera publicada por primera vez en 1865, entre el 14 de setiembre y el 14 de octubre, en el “Journal des débats politiques et littéraires”, y cuya aparición en formato libro se produjo el 16 de octubre del mismo año.

Esta obra entre satírica y científica tuvo su continuación con Alrededor de la Luna, que habría aparecido en episodios en 1870, y que se presentara como libro el 16 de setiembre de 1872, en un volumen doble compartido con su antecesora.

La novela de Verne comienza como una sátira, un tono burlón sobre la cultura estadounidense de aquella época, y desde ese punto de partido avanza con precisión científica sobre los problemas que presentaría el enviar un objeto a la luna.

El ocio provocado por la ausencia de conflictos entre los miembros del Gun-Club, una entidad social formada por artilleros, los lleva a ponerse en movimiento para plasmar una idea de su presidente, Barbicane, quien imagina una aventura espacial, posibilidad sobre la que hasta entonces, nadie había indagado seriamente.

La intrépida idea es utilizar el gigantesco cañón Columbiad para lanzar un proyectil que llegue a la Luna, convertido de esta manera en una nave espacial que hará realidad el sueño de atravesar el espacio para arribar al hasta entonces muy poco conocido mundo lunar, que despierta en el hombre tanta curiosidad.

¿Sabías qué...?
De las novelas de Julio Verne, 33 han sido llevadas al cine.

Si bien es cierto que en la obra Verne se muestra influido por el contexto industrial y tecnológico de su época, utiliza para narrar un estilo que se parece más al de la comedia o vodevil, proponiendo a su vez, a través de sus personajes, una idea verosímil. Así la historia transcurre siguiendo el proceso de desarrollo de esta idea simple y original, y el trabajo de los miembros del club para solucionar las dificultades que se van presentando. Hasta que aparece Michel Ardan. Con este personaje el autor introduce una variante que seduce a los otros: realizar el viaje tripulado. Con un lenguaje ágil y por momentos hilarante, Verne cautiva a sus lectores que en su momento llegaron hasta escribir a la redacción del Journal para proponerse como miembros de la tripulación, subvencionarlo económicamente y otras formas de participación en el proyecto, demostrando de este modo la conmoción que generó en aquellos días la entrega episódica de la obra.

La historia se ubica temporalmente hacia la finalización de la Guerra de Secesión de los Estados Unidos, donde el grupo de aventureros que enarbolan el proyecto reciben el apoyo del secretario J. T. Maston, y detallados informas proporcionados por el observatorio de Cambridge, que les son útiles para resolver la construcción del gigantesco cañón, la forma y tamaño del proyectil, clase y cantidad de pólvora, ubicación del sitio de lanzamiento, financiación de la empresa, etc.

Pero el proyecto tiene un enemigo, el capitán Nicholl, fabricante de corazas enfrentado a Barbicane, fabricante a su vez de proyectiles, a quien desafía concretando ambos varias apuestas acerca de la suerte del proyectil.
Recolectando dinero con una suscripción internacional, se forja el gran cañón en Florida. Es entonces cuando aparece el francés Ardan con su deseo de tripular el proyectil. Esto genera una situación de tensión entre Barbicane y Nicolle, que aumenta el dramatismo en su relación, hasta que Ardan desafía a ambos a acompañarlo en su vuelo. Para que sea posible deben modificar el proyectil que de otra manera no resistiría el peso.

Con el atractivo de los personajes en movimiento para concretar el sueño del viaje espacial, con la búsqueda de los elementos necesarios para tan ambicioso proyecto, la primera parte concluye con los espectadores disfrutando de los ricos detalles que Verne proporciona y que llevan al lanzamiento de la cápsula tripulada y con la incógnita de saber qué ocurrirá después de la estrepitosa detonación que tiene lugar en el gigantesco cañón, el Columbiad que da impulso a los atrevidos astronautas para vencer la fuerza de gravedad.

Pero antes del lanzamiento el secretario Maston inspecciona el proyectil durante unos días, al cabo de los cuales y concluida su tarea, se retira al observatorio construido en las Montañas Rocosas para observar por el telescopio la trayectoria del proyectil. Para su desilusión, no llega a su destino sino que queda convertido en satélite de la Luna.

Personajes principales

• Impey Barbicane: presidente del Baltimore Gun-Club.
• J. T. Maston: secretario del Baltimore Gun-Club.
• Capitán Nicholl: constructor de corazas.
• Miguel Ardan: aventurero que pide viajar en el proyectil.

Capítulos

La historia se estructura en 28 capítulos titulados:
• I El Gun-Club
• II Comunicación del presidente Barbicane
• III Efectos de la comunicación de Barbicane
• IV Respuesta del observatorio de Cambridge
• V La novela de la Luna
• VI Lo que no es posible dudar y lo que no está permitido creer en los Estados Unidos
• VII El himno del proyectil
• VIII Historia del cañón
• IX La cuestión de las pólvoras
• X Un enemigo para veinticinco millones de amigos
• XI Florida y Texas
• XII Urbi et Orbi
• XIII Stone’s Hill
• XIV Pala y zapapico
• XV La fiesta de la fundición
• XVI El Columbiad
• XVII Un parte telegráfico
• XVIII El pasajero del Atlanta
• XIX Un mitin
• XX Ataque y respuesta
• XXI Cómo arregla un francés un desafío
• XXII El nuevo ciudadano de los Estados Unidos
• XXIII El vagón proyectil
• XXIV El telescopio de las Montañas Rocosas
• XXV Últimos pormenores
• XXVI ¡Fuego!
• XXVII Tiempo nublado
• XXVIII Un astro nuevo

Temática

La novela aborda una serie de temas que conforman el imaginario Verne:

Viajes espaciales. Aquellos proyectos imaginarios con los que Verne sorprendió a sus contemporáneos, con los años terminaron sorprendiendo por el grado de aproximación que han tenido con la realidad. Incluso el lugar elegido por el escritor para describir el lanzamiento del proyectil, está muy próximo a Cabo Cañaveral, donde hoy en día la NASA hace sus lanzamientos.

Armonía internacional. Verne mantenía la esperanza de un mundo en armonía, lo que queda de manifiesto cuando en su relato hace mención a una larga lista de países que colaboran con el proyecto sin importar que quienes lo llevan adelante son los estadounidenses. Para el escritor la rivalidad internacional no debe existir.

Francia. Es a partir de esta novela que coloca en sus narraciones un personaje francés. Así ocurre en La vuelta al mundo en 80 días; Héctor Servadac; La invasión del mar; Claudio Bombarnac; César Cascabel; Miguel Strogoff; El pueblo aéreo, y otras.

La imaginación de Verne logró que sus obras de ciencia ficción se convirtieran en literatura de anticipación.

Secuelas

Con esta novela se inicia una trilogía que continúa con Alrededor de la luna y culmina con El secreto de Maston, escrita unos años después pero retomando sus personajes para colocarlos en una aventura completamente diferente como es la de cambiar la inclinación del eje de la tierra con un cañonazo, para luego cultivar el Polo Norte.

¿Sabías qué...?
Julio Verne se recibió de abogado en 1849.

El autor

Julio Verne nació en Nantes, Francia, en julio de 1828. Ha sido considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción. En sus relatos se anticipa a los tiempos describiendo con precisión el avance tecnológico que se produciría muchos años después, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales.
Después de pasar durante su infancia por el seminario Saint-Donatien, estudió filosofía y retórica en Nantes, y luego viajó a París para cursar la carrera de leyes. Luego de aprobar su tesis doctoral, decidió dedicarse a la literatura e ingresó a la carrera de letras.

Sus comienzos como escritor fueron en la dramaturgia, pero sus obras no tuvieron éxito por lo que se dedicó a la enseñanza para sobrevivir. Entre 1852 y 1854 trabajó como secretario de E. Seveste, en el Théâtre Lyrique, tiempo durante el que publicó algunos relatos. En 1857, convertido en agente de bolsa, comenzó a viajar por Inglaterra, Escocia, Noruega y Escandinavia.

El editor Hetzel se interesó por su obra y en 1862 le publicó Cinco semanas en globo, con la que se hizo conocido y lo alentó a seguir en la temática de la aventura y la fantasía. Para ello le fueron de utilidad sus conocimientos geográficos y su afición por la ciencia y la tecnología. A eso sumó su dominio de la tensión dramática, lo que le permitió combinar la extravagancia de ciertas situaciones con la poesía de otras, valiéndose de una prosa ligera y amena.

Para la construcción de Viaje al centro de la Tierra, se valió de la geología, la mineralogía y la paleontología, y lo hizo tan bien que maravilló a los expertos con sus descripciones de animales antediluvianos. Posteriormente apareció de la Tierra a la Luna, otro de sus grandes libros, que impactó notablemente a sus lectores. Luego llegó otro éxito, La vuelta al mundo en 80 días, y más tarde Veinte mil leguas de viaje submarino, donde brilla un Verne pleno de fantasía, pero cuestionador.

Entre otras de sus obras se cuentan también Las aventuras del capitán Hatteras (1866), Los hijos del capitán Grant (trilogía, 1868-1870), En torno a la luna (1870), La isla misteriosa (1874), Miguel Strogoff (1876), Un capitán de quince años (1878), Las tribulaciones de un chino en China (1879), El faro del fin del mundo (1881) y Los viajes del capitán Cook (1896).

Radicado en Amiens desde 1872, en 1886 comenzó a dedicarse a las actividades municipales siendo nombrado, tres años más tarde, miembro del consejo municipal. Pero nunca dejó de escribir, dejando al morir, en 1905, una prolífera obra que ha sido considerada entre los grandes clásicos de la literatura infanto-juvenil del siglo XX.

EXTRAÑO INCIDENTE

En 1886 caminaba un día de marzo con su sobrino Gastón con quien mantenía una buena relación, cuando el joven sin motivo aparente sacó un revólver y le disparó dos veces. La primera no dio en el blanco, pero la segunda le hirió la pierna izquierda dejándole una renguera de la que no se recuperaría. El incidente fue ocultado por la prensa y Gastón pasó el resto de su vida en un manicomio.

La vuelta al mundo en 80 días

Reflejo de un espíritu nómade entusiasmado con el arte de viajar, La vuelta al mundo en 80 días es uno de los relatos más cautivantes del siglo XIX.

Julio Verne.

Novela publicada en 1873, La vuelta al mundo en 80 días fue el éxito más importante de Julio Verne. El relato cuenta las aventuras de Phileas Fogg y su sirviente Jean Passepartout (Picaporte), ambos embarcados en la ambiciosa tarea de demostrar que partiendo del Reform Club, en Londres, podía arribarse al mismo punto luego de 80 días de viaje, tras haberle dado la vuelta al globo.

La hazaña que en la actualidad puede resultar de escaso mérito, era considerando los medios de la época un imposible para el común de la gente. Por esta razón, cuando Phileas Fogg, personaje enigmático y solitario, sugiere la posibilidad a sus amigos del Reform Club, la descabellada idea toma la forma de una apuesta en la que el personaje principal se juega nada menos que la mitad de su fortuna.

En este contexto se inicia la carrera contra el tiempo que Julio Verne supo relatar con paisajes asombrosos y la confrontación con culturas diversas, dejando su huella por lugares tan disímiles y fascinantes como Suez, Bombay, Calcuta, la isla de Singapur, Hong-Kong, Yokohama, San Francisco y Nueva York.

Pero la obra no es un diario de viaje sino, ante todo, una historia de aventuras, logro que Verne alcanza a escenificar perfectamente gracias a la presencia de personajes que movilizan al lector con sus personalidades y objetivos encontrados. Por esta razón, resultará inolvidable para cualquiera la tenaz persecución de Fix, un agente convencido de la culpabilidad de Fogg por un robo al Banco de Inglaterra; o los desencuentros con Picaporte, el fiel sirviente que asoma como el personaje hilarante que con asiduidad se distingue en las novelas de aventuras; o el romance que florece entre el personaje principal y Aouda, la hermosa joven india destinada a morir incinerada en un ritual junto a su difunto marido.

La vuelta al mundo en 80 días consolidó la fama que Julio Verne ya había obtenido a partir de la publicación de Cinco semanas en globo. Aún en vida, se vendieron más de 110.000 ejemplares, pero el éxito fue además inmediatamente recogido en el teatro haciendo diversas adaptaciones que maravillaron al público.

EL ESCRITOR DETRÁS DE LA OBRA

Julio Verne (1828-1905) suele ser recordado por la poderosa imaginación que, cuál predicción futurista, logró dar vida en sus relatos a los avances técnicos que ofreció la ciencia casi al pie de la letra. Por esta razón, las fantásticas obras en las que aparecen diversos productos generados por los avances tecnológicos del siglo XX (como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales), han llevado a que el reconocido escritor francés sea considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción.

Sus inicios literarios fueron difíciles, sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. En 1857 se convirtió en agente de bolsa y empezó a viajar, pasión que las interpretaciones psicoanalíticas de su obra ven marcada en su niñez como símbolo de la huída.

¿De qué habría de escapar el joven Verne? Quizás la respuesta a este enigma se encuentre en la severidad y rigidez que reinaban en su hogar, sitio en que el padre dominaba su destino con absoluta inflexibilidad. Las tensiones que despertaban en él estas vivencias, se evidencian en el escape del hogar paterno que realiza con tan solo 11 años, embarcándose nada más y nada menos que a India. La huída, sin embargo, no duró demasiado tiempo, y tras la severa reprimenda del padre, Julio Verne prometió no volver a viajar más que en sueños.

Sin embargo, sus deseos no pudieron ser reprimidos. La voluntad de conocer el mundo formaba parte de su personalidad, cuál un llamado incansable que provenía desde todos los rincones de la Tierra. De esta manera, Verne se lanzó a conocer Europa, África y América del Norte adquiriendo diversos conocimientos geográficos que se plasman con claridad en sus obras, pero que en La vuelta al mundo en 80 días adquieren un valor protagónico.

Su entusiasmo por la revolución tecnológica e industrial también es un sello que acompaña la mayoría de sus historias. Así, Verne se convirtió poco a poco en un especialista de los relatos de aventura de corte científico, dominando la tensión dramática y combinando extravagantes situaciones y momentos poéticos en una prosa ligera y amena.
La vuelta al mundo en 80 días no es la excepción. De hecho, para alcanzar su objetivo, los personajes utilizarán prácticamente todos los medios de transporte conocidos en la época, valiéndose especialmente del barco y el ferrocarril, símbolos emblemáticos de la Segunda Revolución Industrial.

Otra característica que atraviesa todas sus obras es la aventura, esto es, relatos que ponen el énfasis en los viajes, el misterio y el riesgo frente a lo desconocido. Por esta razón, con el tiempo empezó a ser erróneamente considerado un escritor de relatos infantiles a falta de una interpretación profunda de su producción. Lo cierto es que tanto La vuelta al mundo en 80 días, como la mayoría de sus restantes escritos, pueden ser leídos en varios niveles y apreciados por todas las edades indistintamente, a pesar de que sus textos se hayan popularizado como clásicos de la literatura infantil y juvenil del siglo XX.

Quienes se inmiscuyeron en un estudio serio de la obra hablan de la necesidad de lecturas profundas realizadas desde diferentes enfoques para poder apreciar el valor de sus escritos: desde el psicoanalítico hasta el textual, desde el político hasta el humanista, desde el histórico y científico hasta el surrealista. Sólo de esta manera podrá terminar de darse un sentido último a los más de 80 relatos que este magnífico escritor realizó durante su vida.

¿Sabías qué...?
33 de las novelas de Julio Verne han sido llevadas al cine.

ADAPTACIONES

La popularidad adquirida por La vuelta al mundo en 80 días llevó a que la obra sea adaptada a otras formas artísticas casi inmediatamente después de haber sido publicada. Sin embargo, el furor causado por la novela no se extinguió en esos primeros años, sino que se renueva con cada adaptación que se realiza actualmente.

El propio Julio Verne fue el primero en decidir llevar la novela al teatro, tan solo un año después de que fuera publicada. Sin lugar a dudas se trató de una de las adaptaciones más asombrosas, no sólo porque contaba con los aportes del escritor, sino también por la sorprendente puesta en escena que se montó.

Verne decidió confiar dicha versión a un experimentado dramaturgo de la época: Adolphe d’Ennery. El día del estreno, un 7 de noviembre de 1874, en el Teatro de la Porte-Saint-Martin, se dio una de las más peculiares anécdotas de su vida. Mientras chequeaba personalmente la canastilla que conduciría a Phileas Fogg y a su criado Picaporte sobre un elefante verdadero, la caída de una parte del escenario asustó tanto al animal que salió despavorido del teatro con el autor a cuestas y recorrió varias calles de París antes que el domador pudiera pararlo.

El éxito sin precedentes que alcanzó la pieza le proporcionó a Verne una cuantiosa fortuna. Dos años después del estreno podía leerse aún en el cartel del teatro la frase «no hay entradas».
Otra versión interesante que se realizó en teatro fue la dirigida por Karla Baro en 1971. La presentación se hizo en La Habana (Cuba), en la sala Hubert Blanck, sede de Teatro Estudio. Sin embargo, lo cierto es que la cantidad de adaptaciones teatrales realizadas en todo el mundo escapa a la posibilidad de contabilizarlas completamente.

Las adaptaciones en cine han sido incluso mayores: Die Reise um die Erde in 80 Tagen (Alemania, 1919), Around the World in Eighty Days (Estados Unidos, 1956), De reis om de wereld in 80 dagen (Bélgica, 1957), La vuelta al mundo con Bolek y Lolek (Polonia, 1977), La vuelta al mundo en 80 días (animación australiana, 1988), Around the World in Eighty Days (animación coproducida entre Canadá y los Estados Unidos, 1991), Le tour du monde en 80 jours (dibujos animados franceses, 2001) y la más reciente Around the World in 80 Days (producida por Walt Disney Pictures en 2004), son tan sólo algunos de los ejemplos que se presentaron en la pantalla grande.

En televisión también se realizaron varias adaptaciones. La primera versión fue australiana, contó con 16 episodios de 30 minutos cada uno y se lanzó al aire en los años 1972 y 1973. Se trataba de una serie de dibujos animados producida por Walter J. Hucker y dirigida por Leif Gram. Otra serie animada La vuelta al mundo de Willy Fog de 26 capítulos con 25 minutos de duración cada uno, apareció en 1981 de la mano de una coproducción española y japonesa dirigida por Luis Ballester y Fumio Kurokawa. Ocho años después pudo verse en televisión una miniserie dividida en
tres partes coproducida entre Estados Unidos, Italia, Yugoslavia y Alemania Occidental. El mismo año apareció otra miniserie de 4 capítulos en Reino Unido, pero esta vez con un tinte documental encarado por la BBC, idea que sería retomada en el 2009.

Lo cierto es que, como puede observarse, la obra es reinventada constantemente y las aventuras de sus personajes lejos de perder vigencia, siguen cautivando a diferentes públicos a través de las nuevas posibilidades tecnológicas y las nuevas formas de expresión artística.

Relato de un náufrago

Este tremendo relato de supervivencia y humanismo revela también una de las facetas narrativas más intensas de Gabriel García Márquez, conjugando ficción y realidad sobre ese personaje que pasó diez días en una balsa: Luis Alejandro Velasco.

“Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre.”: ese es el título completo de esta obra que constituye una de las muestras del singular estilo de Gabriel García Márquez, el gran escritor colombiano que se encuentra entre las plumas más respetadas del siglo XX. Esta narración donde el escritor afirma su singular estilo, encuentra la particularidad de ser una obra que no se puede desligar de ninguna forma de la realidad, que a menudo ofrece una relectura sobre lo acontecido.

Pero ¿en qué consiste la obra? Tal como lo dice el extenso título completo (prácticamente un irónico epígrafe, recordemos la trayectoria periodística del escritor) se trata de un relato donde un personaje con nombre y apellido, Luis Alejandro Velasco, sobrevive sin ningún tipo de vívere arriba de una balsa. El relato se enmarca dentro del género denominado “no-ficción”, tomando un hecho de la realidad y explotándolo en un mundo ficcional donde personaje y persona se encuentran a menudo superpuestos. Esto quiere decir que Velasco no sólo es un náufrago que fue enterrado el mes de agosto del año 2000 en Bogotá, es también el personaje inmortal que sobrevive en la obra literaria a los múltiples pormenores que se le presentan en el mar Caribe. Aquí, más que a la persona Velasco, se asemeja a cualquier protagonista ficcional.

Gabriel García Márquez.

EL RELATO DEL RELATO

Relato de un náufrago apareció originalmente en el año 1955 a través de las hojas del diario El espectador, de Colombia. Fue publicado en 14 entregas consecutivas bajo el título “La verdad sobre mi aventura” que, para afirmar el verosímil, iba firmado por el mismo Luis Alejandro Velasco. El texto estaba basado en las experiencias que había sufrido este sobreviviente de la tormenta en el Caribe que había azotado al destructor colombiano Caldas, provocando la desaparición de 8 marineros. O, al menos, esa era la versión oficializada.

El náufrago, que había pasado diez días en una balsa sin bebida ni comida alguna, había sido recibido con toda la pompa: condecorado de forma ilustre, declarado héroe nacional, besado por la reinas de la belleza e incluso había aparecido en varios comerciales. Pero, una vez trascendió la verdad a través de las entregas que iba realizando García Márquez, resultó tener consecuencias tanto para el náufrago como para el escritor. Es necesario contextualizar que en ese momento la libertad de prensa en Colombia se encontraba limitada por estar bajo el yugo de la dictadura militar del general Gustavo Rojas Pinilla, y por esta razón las consecuencias de la verdad fueron aún más impactantes.

¿En qué consistía esa “verdad”?: pues, a través del relato de Velasco se daba a conocer que no existió una tormenta tropical. El naufragio del Caldas se había dado por fuertes vientos regionales y una carga demasiado abultada de distintos aparatos domésticos como heladeras, estufas o lavarropas, que habían cargado los marineros en el puerto de Mobile en Alabama. Tal como plantea su autor en la autobiografía Vivir para contarlo, la causa de que ocho marinos se cayeran por la borda respondió a “la sobrecarga de aparatos domésticos mal estibados en la cubierta de una nave de guerra”. Entonces, lo que aparecía como un relato de supervivencia y aventuras, también se había transformado en un relato de denuncia contra la corrupción. La trascendencia de esta nueva versión llevo al gobierno de Pinilla a emitir nuevos comunicados indicando que la única versión oficial era la correspondiente a la tormenta tropical, pero no por ello censuró la versión que García Márquez publicaba en El Espectador. Más bien, las consecuencias se vieron poco después: el escritor comenzó a sufrir el acoso de personas cercanas al poder que le manifestaban que le hacía el “juego” al comunismo, mientras que el glorioso sobreviviente fue expulsado terminantemente de la marina.

A largo plazo las consecuencias inmediatas fueron aún más graves, sintiéndose amenazado García Márquez se exilió a París mientras que el náufrago tuvo que sobrevivir en el anonimato en base a empleos mal pagos.

EL LEGADO

Como vemos, la escritura de los artículos en El espectador fueron polémicos y determinaron consecuencias inmediatas para sus actores. Sin embargo, no termina aquí. Si bien en el año 55 García Márquez era un joven y conocido periodista, apenas conocido tímidamente como escritor (La hojarasca se publicó ese mismo año y había publicado algunos cuentos en ese mismo diario), a finales de la década del 60 su situación era bastante distinta. La publicación de Cien años de soledad en 1967 había implicado su consagración definitiva y había cobrado fuerza la corriente literaria denominada como “Boom latinoamericano”, que disparó el interés por las obras de los escritores más reconocidos de Latinoamérica. Ante las necesidades editoriales, se compila el material surgido de El espectador en el 55 y se le da un nuevo formato de novela, con un prólogo que redefine el marco de la obra.

Sin embargo, en este mismo prólogo García Márquez no dejaría de manifestar su parecer respecto a la nueva publicación del relato, aunque esta vez con su nombre y apellido:
“Si ahora se imprime en forma de libro es porque dije sí sin pensarlo muy bien, y no soy hombre con dos palabras. Me deprime la idea de que a los editores no les interese tanto el mérito del texto como el nombre con que está firmado, que muy a mi pesar es el mismo de un escritor de moda”

En este mismo prólogo comenta lo que fue del náufrago y su actual aspecto y trabajo, con lo cual redimensionaba lo acaecido tras la publicación de los artículos en el 55. Por otro lado, tras la publicación del libro el autor decidió cederle los derechos a Velasco por “motivos humanitarios” y porque entendía que el relato correspondía a la persona que lo había experimentado. Sin embargo, esta condición no iba a extenderse por tanto tiempo: el anuncio de la posibilidad de una adaptación cinematográfica con estrellas taquilleras anunciada en los medios, llevó al Nobel colombiano a detener la publicación del libro y a luchar por la propiedad intelectual del texto. El hecho de que Velasco se viera impedido de negociar la propiedad intelectual de Relatos de un náufrago lo llevó a demandar al escritor colombiano y, en un mediático enfrentamiento legal, García Márquez quedo como el único dueño de los derechos del libro.

El náufrago murió finalmente a los 66 años producto de un tumor, pero antes de morir decidió dejar en claro que se arrepentía de la demanda realizada contra el escritor: “Le pido perdón a Gabo porque considero que perjudiqué su imagen. Fue por eso que me quitó los derechos. Espero que sea el momento para que las regalías que tú me has cobrado por tanto años me ayuden en los gastos que no sufraga la sanidad de las Fuerzas Militares de Colombia”.

EL VALOR LITERARIO

Si bien no se encuentra entre las obras más importantes del autor, lo cierto es que se trata de un relato donde se resaltan las virtudes creativas de García Márquez. La elegancia de la adjetivación, la ficcionalización de algunos pasajes donde se advierte su sello y una estructura donde los detalles aparecen reorganizados para generar el suspenso necesario, son algunos de los recursos que demuestran la maestría del autor para volcar su experiencia literaria en una experiencia real.