La dominación colonial en América

Posteriormente a la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492 con el apoyo de la Corona de Castilla, hacia finales del siglo XV comenzaría lo que se dio en llamar la colonización europea de América. A partir de ahí, tanto el Imperio español como el Imperio portugués y, desde comienzos del siglo XVII, el Imperio Británico (1607), Francia (1608) y los Países Bajos (1625), conquistaron y colonizaron una gran parte del territorio americano, sometiendo a sus pobladores nativos.

El Imperio español y el Imperio portugués fueron los primeros en realizar la conquista, y se asentaron principalmente en el sur de Norteamérica, Centroamérica y en el área andina de Sudamérica. A su vez, España fue la potencia que mayor presencia colonial impuso en América. En el Caribe, dominaría fundamentalmente Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, e incluiría a la península de Florida dentro de sus posesiones caribeñas. Desde los asentamientos antillanos, tomó posesión por la fuerza de los grandes Estados existentes en América en ese momento: en América del Norte llegó a apropiarse del Imperio azteca, en el actual México, estableciéndose en sus ciudades. A partir de ahí controló una gran parte de América Central. Con todo, desde Panamá emprendió la conquista de la zona andina de América del Sur hasta la zona central del actual territorio chileno. Al mismo tiempo, en busca de la Sierra de la Plata y las tierras del Rey Blanco, se fundaron ciudades en el estuario del Plata y sobre las márgenes de los ríos Paraná y Paraguay.

Por su parte, Portugal se apropiaría de la mayor parte de la franja costera atlántica de la región norte de América del Sur, que más tarde originaría el Estado de Brasil. Inglaterra establecería trece colonias en la franja costera atlántica norteamericana, además de asentarse en algunas islas caribeñas. Francia ocuparía la actual Guayana Francesa en Sudamérica (aún bajo su dominio), Luisiana en el Golfo de México, algunas islas del Caribe, y la región canadiense de Québec. En tanto, los países Bajos establecerían colonias en Norteamérica (cuyo asentamiento más reconocido era Nueva Ámsterdam, que luego sería Nueva York), norte de América del Sur (Guyana holandesa, hoy Surinam) y algunos asientos en islas caribeñas, más precisamente en las Antillas y Aruba.

DOMINACIÓN COLONIAL HISPANA

En 1494, en la localidad española de Tordesillas (actualmente en la provincia de Valladolid), Isabel I y Fernando II, reyes de Castilla y Aragón respectivamente, y Juan II, rey de Portugal, se comprometieron a respetar una serie de cláusulas destinadas a repartirse las zonas de conquista y anexión del Nuevo Mundo. La primera y principal establecía una línea imaginaria de demarcación, de polo a polo, distante 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. A partir de entonces, todo lo que se descubriera al Este de dicha línea pertenecería a la corona de Portugal, mientras que lo encontrado al Oeste correspondería a Castilla y Aragón.

Tratado de Tordesillas.
¿Sabías qué...?
Los españoles llevaron técnicas de entretejido textil a su continente.

EL CONTROL POLÍTICO DE LAS COLONIAS

Durante el siglo XVI, la monarquía española se propuso fortalecer el control político sobre sus nuevos territorios americanos. Con este fin, crearía instituciones y nombraría autoridades dedicadas exclusivamente al gobierno de las colonias americanas. Algunas de estas instituciones tenían su sede en España y otras en territorio americano.

AUTORIDADES COLONIALES EN ESPAÑA

• La Casa de Contratación, creada en 1503, encargada de legislar y de controlar el comercio y la navegación, desde y hacia las colonias.
• El Consejo de Indias, creado en 1519, encargado del gobierno y la justicia colonial.

AUTORIDADES COLONIALES EN AMÉRICA

• La autoridad más importante era el Virrey, que representaba al rey de España y administraba los Virreinatos, nombre que recibieron los extensos territorios en que se dividieron las colonias españolas para su gobierno.
• Para ejercer la justicia en los Virreinatos se crearon las Audiencias. Los fallos de estos tribunales podían ser apelados ante el Consejo de Indias.
• En las zonas de frontera con otros imperios coloniales y en las regiones más alejadas de los centros de poder colonial se establecieron Gobernaciones. Como consecuencia de la lejanía y el aislamiento respecto de las principales autoridades coloniales, cada gobernador asumió simultáneamente facultades ejecutivas, militares y judiciales.

LA EXPLOTACIÓN ECONÓMICA DE LAS COLONIAS ESPAÑOLAS

Después de la conquista de los Estados azteca e inca y el sometimiento de otros pueblos originarios, los conquistadores tomaron los tesoros de oro y plata guardados en los templos indígenas. Posteriormente, se dedicaron a la búsqueda de yacimientos de metales preciosos. Los principales centros mineros estaban ubicados en el cerro de Potosí, en el Virreinato del Perú, y en Zacatecas, en el Virreinato de Nueva España.

El proceso de extracción y posterior refinamiento de la plata exigió importantes inversiones de capital para la adquisición de herramientas y la construcción de obras hidráulicas que evitaran la inundación de las minas. Por su parte, hacia la segunda mitad del siglo XVI, la introducción del proceso de amalgama para separar la plata de otros minerales provocaría un notable aumento de la producción minera.

Así, como consecuencia del descubrimiento y la explotación sistemática de las minas de oro y plata, durante el siglo XVI la monarquía española obtuvo una inmensa cantidad de metales preciosos. La riqueza americana sirvió para abastecer a los ejércitos españoles, mantener la burocracia administrativa y obtener, por medio del comercio internacional, los bienes de lujo consumidos por la nobleza.

Imagen actual de la mina de Cerro Rico, en Potosí (Bolivia).

LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO EN LAS COLONIAS ESPAÑOLAS

Los colonizadores españoles emplearon a los indígenas como mano de obra en las distintas actividades económicas.
Así, para la explotación de las minas de Potosí se organizaría el sistema de la mita, por el cual cada comunidad indígena de la región fue obligada a enviar a una parte de sus miembros a trabajar por turnos rotativos. Además, era una organización de trabajo que se extendería también en el mercado interno, ya que desarrolló internamente una economía de mercado con productos y servicios para España.

En las minas también trabajaban los yanaconas, indígenas que se habían desvinculado de sus comunidades y habían sido tomados al servicio de algunos españoles. Otros indígenas trabajaban en la producción de metales en forma independiente y recibían como pago una pequeña parte del metal extraído.

Otra forma de explotación del trabajo indígena era la encomienda. Según este sistema, la Corona asignaba a un español un determinado número de nativos que debían trabajar para él. A cambio, el encomendero se comprometía a proporcionar a los indígenas protección y cuidados y a educarlos en la fe cristiana.

Con todo, en el Virreinato de Nueva España no se implementó el sistema de la mita. Muchos españoles y mestizos pobres participaron en la producción de plata junto con grupos de indígenas del sur y el centro de México, que migraron hacia las zonas mineras para trabajar a cambio de un salario o una porción de metal.

¿Sabías qué...?
Durante los siglos XV y XVI, Portugal fue una potencia económica, social y cultural mundial.

DOMINACIÓN COLONIAL PORTUGUESA

Durante el siglo XVI, los portugueses extendieron su dominio por las costas del actual territorio del Brasil. Allí fundaron las primeras ciudades-puerto: San Salvador, Río de Janeiro y Pernambuco. Ahora bien, la monarquía portuguesa ejercería sobre sus colonias americanas un control menos directo que la Corona española. De este modo, para organizar el territorio colonial sobre la costa atlántica, en 1530, el rey Juan III lo dividió en quince capitanías y designó al frente del gobierno de cada una a miembros de la corte imperial.

De esta manera, comenzaría la colonización portuguesa de América, motivada por razones económicas y estratégicas. Por una parte, dentro de las razones económicas, la merma en las ganancias en el comercio con el Oriente y las nuevas posibilidades mercantiles que la propia dominación permitía; entre las razones estratégicas, la principal era combatir las ambiciones españolas y/o francesas por ese territorio.

Con todo, a principios del siglo XVI, una expedición portuguesa recorrería las costas brasileñas al norte del río Amazonas. Los exploradores encontraron allí una gran cantidad de árboles de cuya corteza podía extraerse una sustancia apropiada para teñir tejidos, a la que llamaron palo brasil. Los indígenas de la zona talaban los árboles y se los entregaban a los portugueses, quienes los llevaban a Europa, donde se procesaba la madera y se obtenía la tintura. Así, los portugueses organizaron un sistema comercial que se caracterizaba por el tráfico intercontinental de productos que se obtenían sin necesidad de grandes inversiones de capital, ni asentamientos permanentes en las áreas productivas.

Con la llegada y conquista de América, por parte de los europeos, se trazaron planes de expansión que exigían mano de obra barata. Comenzó así el comercio a gran escala de esclavos africanos: el comercio negrero.

Los principales productos comercializados eran el palo brasil, especias, sedas y esclavos capturados en las costas africanas.

Ya en el siglo XVIII, los colonizadores portugueses comenzarían a organizar el cultivo del azúcar, cuya producción se desarrolló en los territorios del actual nordeste brasileño, sobre todo en la capitanía de Bahía. A su vez, los portugueses intentaron someter a la población indígena nómada que vivía en la región con el fin de emplearla como fuerza de trabajo en las haciendas azucareras. Para ello, organizaron compañías militares o bandeiras que se establecieron para realizar expediciones al interior del territorio y de la selva amazónica. Gran parte de esa población fue esclavizada, aunque no fueron suficientes para la mano de obra. Ante esta situación, a partir de 1530, los propietarios de las plantaciones recurrieron al uso de nativos africanos que habían sido reducidos a la esclavitud y trasladados al Brasil.

La producción del azúcar se realizaba en el ingenio. Este era el nombre que recibía el conjunto integrado por la hacienda donde se cultivaba la caña de azúcar, las herramientas empleadas para molerla y procesarla, y los almacenes donde se guardaba. Sus poderosos propietarios fueron conocidos como señores de ingenio.

Por lo demás, la exploración y colonización del interior del Brasil tuvo gran impulso a partir de 1693, cuando se descubrió oro en la región de Minas Gerais. Durante la primera mitad del siglo XVIII, la economía brasileña estuvo basada en la explotación y exportación de este metal precioso.

DOMINACIÓN COLONIAL INGLESA, FRANCESA Y HOLANDESA

Sin dudas, tanto franceses como holandeses e ingleses participaron de la empresa colonizadora en América. Así, además de buscar un paso hacia Oriente por el norte del continente, se proponían disputarles a España y Portugal el comercio (legal o de contrabando) con las colonias americanas y contar con productos para exportar a Europa.

Desde 1534, los franceses explorarían la costa atlántica del actual territorio de Canadá. En 1608, Samuel de Champlain remontó el río San Lorenzo, donde fundó la ciudad de Québec. El territorio fue conocido como Nueva Francia. En esa época, la principal explotación económica de la zona eran las pieles de castor que los comerciantes franceses compraban a los indígenas; con ellas se hacían sombreros que luego eran vendidos en Europa. La Corona francesa encargó a los jesuitas la evangelización de las comunidades indígenas que vivían en esas tierras.

En 1581, los holandeses se independizaron de España y crearon la Compañía de las Indias Orientales, encargada de organizar empresas comerciales y de colonización. Los holandeses fueron los principales adversarios de los portugueses, y disputaron sus posesiones en América, Asia y África. Así, hacia 1623, compraron a los indígenas una porción de territorio en América del Norte. Años más tarde, los ingleses conquistaron la ciudad y le pusieron el nombre de Nueva York.

Por su parte, los ingleses siguieron navegando las costas del norte de América para pescar bacalao, una de sus principales exportaciones. A principios del siglo XVII, en 1606, establecieron la primera colonia en tierra americana: Virginia. Con todo, intentarían establecer colonias que no poseían las características del rígido sistema feudal europeo. Hacia 1820 llegarían colonos conocidos como puritanos, que se habían marchado de Inglaterra perseguidos por sus ideas religiosas. Se los llamaba así porque reclamaban a la Corona británica y a la Iglesia oficial (la anglicana) una religiosidad más profunda y mayor austeridad. Por lo demás, la colonización también tuvo motivaciones económicas. De este modo, a lo largo del siglo XVII, en las colonias del noreste (Massachusetts), la principal actividad económica sería la agricultura para el abastecimiento interno. Las colonias del sureste (Virginia, Carolina y Georgia), en cambio, se especializaron en la producción de tabaco, algodón y azúcar para la exportación. Estos productos eran cultivados en grandes plantaciones que empleaban mano de obra esclava.

Con todo, las islas del Caribe fueron disputadas y repartidas por todas las potencias coloniales. Las plantaciones de azúcar y tabaco serían los principales cultivos que habrían de desarrollar.

Esclavos trabajando en los campos de algodón, en América del Norte. Varias de sus colonias se especializaron en la producción para la exportación.

Distribución de poderes en Argentina

Constitucionalmente la República Argentina adopta la forma de un gobierno de democracia representativa, republicana y federal. Dentro de este marco político, el gobierno nacional se encuentra normado por tres poderes principales: el legislativo, el ejecutivo y el judicial.

Marco constitucional

Todas las actividades legislativas, ejecutivas y judiciales de la República Argentina se encuentran especificadas dentro de la Constitución al igual que la distribución poderes que se describe a partir la Segunda parte de la misma referida a las “Autoridades de la Nación”. De esta forma se establece que:

  • El Congreso será investido del poder legislativo de la nación, está compuesto de dos Cámaras, una de diputados y otra de Senadores de las provincias y de la ciudad de Buenos Aires (Art. 44).
  • El poder ejecutivo de la nación es desempeñado por un ciudadano con el título de “Presidente de la Nación Argentina” (Art. 87).
  • El poder judicial de la nación es ejercido por la Corte Suprema de Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la nación (Art. 108).

Poder legislativo nacional

Es bicameral debido a que se encuentra formado por la Cámara de Diputados y el Senado. La primera incluye a los representantes directos de la población que se eligen para un período de cuatro años y se renueva la mitad de sus miembros cada dos años. En total, 257 miembros conforman a la Cámara de diputados.

Los diputados pueden ser reelegidos indefinidamente.

Número de habitantes vs. número de diputados

La cantidad de diputados por provincia se encuentra determinada por el número de habitantes. En el Artículo 45 de la Constitución se establece que por cada treinta y tres mil habitantes o fracción que no baja de dieciséis mil quinientos, se establecerá un diputado. De manera que de acuerdo al último censo que se haya realizado en el país, el Congreso podrá realizar arreglos en la configuración del número de diputados que podrá aumentar pero nunca disminuir de su número anterior.

El pueblo elige a sus diputados a través de elecciones directas.

Por otro lado, el Senado está conformado por los senadores de las Provincias y de la Ciudad de Buenos Aires. La Constitución establece que ésta Cámara estará compuesta por tres senadores por cada provincia y tres senadores por la Ciudad de Buenos Aires, de los cuales corresponderá dos bancadas al partido político que obtenga mayoría de votos y la bancada restante al partido que le siga en número de votos. El periodo de mando de los senadores es de seis años y pueden reelegirse indefinidamente. Sin embargo, el Senado renueva la tercera parte de los distritos electorales cada dos años.

El cargo de presidente del Senado lo desempeña el vicepresidente de la nación aunque sólo podrá votar en caso de empate.

Poder ejecutivo nacional

Lo desempeña el Presidente de Argentina, el cual es elegido de manera conjunta con el vicepresidente. En caso de muerte, destitución, renuncia u otra razón que imposibilite la continuidad del presidente en su cargo, sus funciones serán desempeñadas por el vicepresidente.

El período de ejercicio del presidente y vicepresidente es de cuatro años con opción a reelección o sucesión únicamente por un período consecutivo. En caso de haberse reelegido o sucedido recíprocamente, no podrán ser elegidos para ninguno de ambos cargos hasta después del intervalo de un período.

La Constitución establece que tanto el presidente como vicepresidente de la nación se eligen de forma directa por el pueblo en una doble vuelta.

Funciones del presidente

De acuerdo al Artículo 99 de la Constitución, algunas de las funciones del presidente de la nación son:

  • Jefe supremo de la nación, jefe del gobierno y responsable de la administración nacional.
  • Expedición de instrucciones y reglamentos para la ejecución de las leyes de la nación.
  • Participación en la formación de leyes con arreglo a la Constitución.
  • Nombramiento de magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros.
  • Nombramiento y remoción de embajadores, ministros de su despacho, agentes consulares, etc.
  • Se desempeña como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
La Casa Rosada es la sede del poder ejecutivo.

Poder judicial nacional

El poder judicial se encarga de administrar la justicia en el país y está encabezado por una Corte Suprema de Justicia y por el resto de los tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la nación.

La Corte Suprema de Justicia está formada por jueces nombrados por el presidente con el acuerdo del Senado, que requiere para ello una mayoría de dos tercios de los votos.

Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la nación permanecerán en sus puestos mientras dure su buena conducta. Como requisito para ser miembro de la Corte Suprema de Justicia se debe ser abogado de la nación con mínimo 8 años de ejercicio y tener las cualidades requeridas enmarcadas en la ley.

El Palacio de Justicia de la nación, es la sede donde realiza las sesiones la Corte Suprema de Justicia de la República Argentina.