El futbolista más popular de Argentina nació el día 30 de octubre de 1961 en Lanús, aunque todos lo identifiquen como “el Pelusa” de Villa Fiorito, donde transcurrió su infancia y desde donde saltó a la fama.
A los nueve años inició su romance con el fútbol, cuando actuaba en un equipo infantil conocido como Los Cebollitas. Don Diego, su padre, regentaba una canchita en el barrio y dirigía el equipo Estrella Roja, al que Diego hijo accedió siendo adolescente y a despecho de sus compañeros de más edad. Estudió en el colegio comercial Avellaneda, pero no terminó el primer año del secundario pues pasaba sus horas haciendo jueguitos -casi malabares- con la pelota.
Debutó en Argentinos Juniors el 20 de octubre de 1976, diez días antes de cumplir 16 años. Siguió jugando en Argentinos Juniors hasta 1980, y un año después lo hizo en Boca Juniors, para dar un salto internacional en 1982, contratado por el Fútbol Club Barcelona, de España. Una hepatitis y una lesión importante perjudicaron su rendimiento y en 1984 pasó al Nápoles italiano, con el que conquistó la copa de la UEFA (1989) y cuya camiseta llevó hasta 1991. Su carrera internacional culminó en Sevilla, España, donde realizó la temporada 1992-1993.
Para entonces había lucido su magia en la selección juvenil argentina, que ganó el campeonato mundial de esa categoría en Japón (1979), y en la de categoría máxima, que se alzó con el campeonato del mundo disputado en México (1986) -donde, en la final, la selección Argentina, llevada de su mano, venció a Inglaterra- y el subcampeonato, en Italia (1990). Integró asimismo la selección que participó en Estados Unidos (1994), pero, al dar positivo en un control antidopaje, fue suspendido.
Cuando regresó a Argentina tras su experiencia europea actuó en el club rosarino Newell’s Old Boys (1993-1994) y tras cumplir la suspensión impuesta en 1994 por la autoridad futbolística internacional (FIFA) volvió a vestir la camiseta de Boca Juniors, en una temporada irregular en cuanto a sus presentaciones. Maradona hizo también algunos intentos de actuar como director técnico.
Tras su retirada en 1997, Maradona ha sido comentarista deportivo, directivo de Boca Juniors y presentador de televisión. El Pelusa ha sabido emocionar a los amantes del fútbol y se ganó un lugar en la historia de este deporte. La canción que compuso Fito Páez (Dale alegría a mi corazón) y el tango Mago Diego, de Enrique Bugatti, son algunos de los homenajes que sus compatriotas le han dedicado. En 2008 fue nombrado director técnico de la selección argentina de fútbol. Fallece el 25 de noviembre de 2020, luego de sufrir una descompensación cardíaca en su residencia (Dique Luján, Argentina).
El básquet fue introducido en el país en 1912, dentro del programa de educación física de la Asociación Cristiana de Jóvenes; durante algún tiempo fue apenas un deporte que se desarrollaba en las competencias internas de esa institución. Pero a partir de mediados de esa década su práctica comenzó a difundirse rápidamente en el interior del país. En 1921, en fin, se fundó la Federación Argentina de Básquet, que organizó ese año el primer campeonato, obtenido por el Olimpia Basquetball Club.
En 1926, el club Hindú realizó una exitosa gira por Europa, en la que obtuvo victorias sobre equipos ingleses, franceses y españoles. Hacia finales de los años veinte, posiblemente a causa del éxito de la gira del Hindú, centenares de clubes incorporaron el básquet a sus actividades regulares. En 1929, la antigua Federación se convirtió en la Confederación Argentina de Básquet.
Los clubes que acapararon los títulos nacionales hasta la década de 1940 fueron Olimpia, Independiente, Gimnasia y Esgrima, Estrella, Universitario, River Plate, Sporting Social, Municipalidad y El Tala. A mediados de esa década surgió el gran equipo de Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, que dominó la escena hasta 1950.
Ascenso vertiginoso
En 1929 se fundó la Confederación Argentina de Básquetbol, que organizó una liga paralela a la ya existente, en la que destacaron los equipos de Estudiantes de La Plata, Boca Juniors, San Lorenzo de Almagro, Platense y River Plate.
Este desarrollo vertiginoso del básquet en Argentina obtuvo su primera ratificación internacional en 1948, en los Juegos Olímpicos de Londres, en los que la selección nacional desarrolló una muy destacada actuación.
Dos años más tarde se jugó en Buenos Aires el Campeonato Mundial, cuyo título quedó en manos de la selección local. Tras derrotar a Egipto, Francia, Brasil y Chile, el combinado argentino llegó a la final, donde se enfrentó al otro invicto del certamen, Estados Unidos. En un partido memorable, jugado en el estadio del Luna Park, los argentinos se impusieron por 64 a 50, escribiendo la página más gloriosa de la historia de ese deporte en el país. Pedro Bustos, Hugo del Vecchio, Leopoldo Contarbio, Raúl Pérez Varela, Vito Liva, Roberto Viau, Rubén Menini, Ricardo González, Juan Carlos Uder, Omar Monza, Alberto López y Óscar Furlong integraron el plantel del campeón.
La conquista de la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 1951 (Buenos Aires) y 1955 (México) marcó el final de una primera etapa gloriosa a escala mundial para el básquet nacional, con la excepción de la medalla de oro obtenida en los Juegos Panamericanos de 1995 (Mar del Plata).
Los campeonatos argentinos
Entre las décadas de 1960 y 1980, el básquet de alta competición entre clubes se desarrolló sobre todo en Buenos Aires. Los campeonatos metropolitanos concentraron lo mejor del básquet nacional, destacándose los equipos como el de Boca Juniors -que ganó nueve campeonatos consecutivos-, el Villa Crespo, Obras Sanitarias o Lanús, y jugadores de la talla de los hermanos Norberto y Juan Carlos Battilana, Carlos Pellandini, Eduardo Cadillac y Adolfo Rubén Perazzo.
Sin embargo, en el interior del país la práctica del básquet no era menos importante, como se dejaba ver durante la disputa del campeonato nacional, en el que cada provincia, además de la Capital Federal, presentaba su equipo. El conjunto de la provincia de Buenos Aires, armado en base a jugadores provenientes de Bahía Blanca -entre los cuales se destacaba la figura de Alberto Pedro Cabrera, uno de los mejores basquetbolistas que ha dado el país- ganó prácticamente todos los campeonatos entre los años 1960 y 1980.
Santiago del Estero, que fue campeón en 1968, y Santa Fe, que obtuvo el título en 1977, así como Entre Ríos, Misiones y Córdoba, llegaron a presentar también grandes equipos. Pero el gran rival de Buenos Aires fue Capital Federal. Las recordadas finales entre estos combinados se resolvieron casi siempre con la victoria del equipo de la provincia.
En la década de 1970, aún vigente la estrella de Cabrera, destacaron también jugadores como Carlos González y Ernesto “Finito” Geehrman.
La Liga Nacional de Básquet
El auge del Campeonato Argentino declinó a partir de la creación de la Liga Nacional de Básquet. Esta competición se disputa desde 1985, animada sobre todo por clubes como Estudiantes de Bahía Blanca, Ferrocarril Oeste, Independiente de Neuquén, Peñarol de Mar del Plata, Independiente de General Pico, Olimpia de Venado Tuerto y Boca Juniors.
Mención aparte merece Atenas de Córdoba, bajo la conducción de Marcelo Milanesio. Además de ganar numerosos títulos en la escena nacional, este equipo obtuvo el tercer puesto en la Copa Mc Donald’s, disputada en 1997 entre los mejores del mundo, y en la que se impuso el Chicago Bulls capitaneado por Michael Jordan.
La era Ginóbili
Una nueva generación relanzó el básquet argentino a la escena internacional a comienzos del siglo XXI. El bahiense Emanuel Ginóbili se consolidó como el mejor basquetbolista argentino de todos los tiempos y el primero en consagrarse campeón en la NBA (liga profesional de Estados Unidos): como escolta del San Antonio Spurs, equipo del estado de Texas, ganó dicha competición en las temporadas 2002-2003 y 2004-2005.
Para la temporada 2005-2006 se sumaron otros jugadores argentinos a la NBA: Fabricio Oberto fichó por los Spurs, Andrés “Chapu” Nocioni por los Chicago Bulls y Carlos Delfino por los Detroit Pistons. Otros destacados jugadores, que han participado en las más importantes ligas europeas y latinoamericanas, son Alejandro Montecchia, Walter Herrmann, Luis Scola, Gabriel Fernández, Leonardo Gutiérrez, Rubén Wolkowyski y Hugo Sconochini.
La selección nacional de básquet, integrada por esta nueva generación, conquistó la medalla de plata en el Campeonato Mundial de 2002 (Estados Unidos), la de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y la de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.