Enfermedades diarreicas

Las enfermedades diarreicas son infecciones del tracto digestivo ocasionadas por bacterias, virus o parásitos, cuyo principal síntoma es la diarrea. Esto es, la deposición 3 o más veces al día de heces sueltas o líquidas. Las diarreas son más frecuentes en verano debido al clima que favorece la diseminación de las bacterias que las provocan. Con las altas temperaturas, aumenta el riesgo de deshidratación. Por eso en caso de diarrea es importante acudir al médico y no automedicarse, ya que puede ser el síntoma de enfermedades como el cólera. 

Aclaración: La deposición frecuente de heces de consistencia sólida no es diarrea, ni tampoco la deposición de heces de consistencia suelta y “pastosa” por bebés amamantados.

Hay tres tipos clínicos de enfermedades diarreicas:

  • la diarrea acuosa aguda, que dura varias horas o días, como en el caso del cólera.
  • la diarrea con sangre aguda, también llamada diarrea disentérica o disentería;
  • y la diarrea persistente, que dura 14 días o más.

La diarrea suele durar varios días y de acuerdo a su frecuencia puede privar al organismo del agua y las sales necesarias para la supervivencia.

La mayoría de las personas que fallecen por enfermedades diarreicas en realidad mueren por una grave deshidratación y pérdida de líquidos.

Los niños malnutridos o inmunodeprimidos son los que presentan mayor riesgo de enfermedades diarreicas potencialmente mortales. De hecho, las enfermedades diarreicas son la segunda mayor causa a nivel mundial de muerte de niños menores de cinco años.

¿Cómo se transmiten?

Los variados agentes infecciosos causantes de la diarrea se transmiten habitualmente por la vía fecal-oral (es decir, a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con materia fecal, o mediante la contaminación directa de las manos u objetos utilizados diariamente.)

Existen diversos aspectos que pueden facilitar la transmisión de las enfermedades que la provocan:

Infección: la diarrea es un síntoma de infecciones ocasionadas por muy diversos organismos bacterianos, virales y parásitos, la mayoría de los cuales se transmiten por agua con contaminación fecal. La infección es más común cuando hay escasez de agua limpia para beber, cocinar y lavar. Las dos causas más comunes de enfermedades diarreicas son los rotavirus y la bacteria Escherichia coli.

Malnutrición: los niños que la padecen son más vulnerables a las enfermedades diarreicas. A su vez, cada episodio de diarrea empeora su estado nutricional. La diarrea es la segunda mayor causa mundial de malnutrición en niños menores de cinco años.

Fuente de agua: el agua contaminada con heces humanas procedentes, por ejemplo, de aguas residuales, fosas sépticas o letrinas, es particularmente peligrosa. Las heces de animales también contienen microorganismos capaces de ocasionar enfermedades diarreicas.

Otras causas: las enfermedades diarreicas pueden también transmitirse de persona a persona, en particular en condiciones de higiene personal deficiente. Los alimentos elaborados o almacenados en condiciones antihigiénicas son otra causa principal de diarrea. Los alimentos pueden contaminarse por el agua de riego. También pueden ocasionar enfermedades diarreicas el pescado y marisco provenientes de aguas contaminadas.


¿Cuál es el tratamiento?

Entre las medidas clave para tratar las enfermedades diarreicas cabe citar las siguientes:

  •  Solución de sales de rehidratación oral (SRO): en caso de no existir deshidratación o de que ésta sea moderada, o fluidos intravenosos en caso de deshidratación severa o estado de shock. Las SRO son una mezcla de agua segura, sal y azúcar, que se absorben en el intestino delgado y reponen rápidamente el agua y los electrolitos perdidos en las heces.
  • Complementos de zinc: los complementos de zinc reducen un 25% la duración de los episodios de diarrea y se asocian con una reducción del 30% del volumen de las heces.
  •  Alimentos ricos en nutrientes: el círculo vicioso de la malnutrición y las enfermedades diarreicas puede romperse continuando la administración de alimentos nutritivos —incluida la alimentación exclusiva con leche materna durante los seis primeros meses de vida — durante los episodios de diarrea, y una vez que los niños están sanos.

Por eso, ante la presencia de diarrea es muy importante acudir al centro de salud, en especial si se trata de bebés o niños pequeños, embarazadas y personas con enfermedades crónicas.

¿Cómo podemos prevenirlas?

Los agentes infecciosos causantes de la diarrea son alrededor de 20 y se transmiten habitualmente por la vía fecal-oral (es decir, a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con materia fecal, o mediante la contaminación directa de las manos u objetos utilizados diariamente.)

La falta de higiene, la ingestión de agua y alimentos contaminados son las vías por medio de las cuales se adquieren estas infecciones.

1) Consumir sólo agua segura. Si no se cuenta con agua de red, colocar 2 gotas de lavandina por cada litro de agua o hervirla durante 3 minutos, tanto sea agua para beber, lavarse las manos o los dientes, cocinar o lavar las verduras y frutas.

2) Lavarse cuidadosamente las manos con agua y jabón, después de ir al baño, de cambiarle los pañales al bebé, y antes de comer o manejar los alimentos.

3) Lavar frutas y verduras con agua segura. Si se van a consumir crudas, dejarlas en un recipiente en agua con un chorrito de lavandina durante 10 minutos y luego enjuagarlas muy bien con agua segura.

4) Consumir únicamente alimentos bien cocidos o fritos, preparados higiénicamente. No consumir pescados o mariscos crudos, ni alimentos elaborados en la vía pública.

5) Mantener los alimentos bien tapados y refrigerados, ya que los microorganismos pueden ser transportados por insectos o por el polvo, y se multiplican con rapidez, especialmente en épocas de calor.

6) Alimentar al niño con leche materna durante los primeros 6 meses de vida. Entre las múltiples ventajas de la lecha materna está la de proporcionar defensas contra las infecciones gastrointestinales.

7) Lavar adecuadmente las mamaderas. Éstas constituyen un excelente medio de cultivo para las bacterias causantes de la diarrea, por lo que es importante desechar todo resto de alimento que quede en ellas, lavarlas cuidadosamente con agua segura y jabón o detergente. También es recomendable esterilizarlas periódicamente, hirviéndolas durante unos 5 minutos en un recipiente con abundante agua.

8) Utilizar baños, letrinas o cualquier otro medio que garantice el aislamiento de las excretas.

Las principales medidas para prevenir la diarrea en bebés y niños, son: 

  • Prolongar la lactancia materna. – Mantener las manos limpias (tanto de los niños como de los adultos que los cuidan).
  • Lavar las mamaderas.
  • Utilizar baños o letrinas.
  • Desechar los pañales descartables en bolsas bien cerradas.
  • Desechar la materia fecal de los pañales de tela en baños o letrinas, y lavar bien los pañales con agua y jabón.

¿Qué hacer ante la presencia de diarrea?

  • Consultar al médico o acudir a un centro de salud lo antes posible.
  • Administrar líquidos abundantes para prevenir la deshidratación.
  • En caso de bebés y niños pequeños, no interrumpir nunca la lactancia.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina): http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/133-enfermedades-diarreicas#sthash.JDfrCW5Y.dpuf

Cólera

El cólera es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria –Vibrio cholerae– que al ingresar al organismo de una persona provoca diarrea muy abundante. En los casos más graves de diarrea severa, si la pérdida rápida de líquidos corporales no es tratada a tiempo puede llevar a la deshidratación, a la postración y al riesgo de muerte. 
Esta bacteria vive en el agua, en mariscos y en el plancton. Es resistente al frío y al calor, pero sensible a la falta de agua y a la luz del sol. 

Se calcula que 1 de cada 20 personas infectadas puede desarrollar la enfermedad de manera grave. En estos casos, si no se acude rápidamente al centro de salud, el enfermo puede deshidratarse en pocas horas, padecer un colapso del sistema circulatorio e insuficiencia renal con riesgo de muerte. Por ello es muy importante la consulta al médico ante el primer síntoma de diarrea en aquellas zonas donde se han detectado casos de cólera.

¿Cuáles son los síntomas?

En algunos casos, sólo se presenta como una leve diarrea. Pero se calcula que 1 de cada 20 personas infectadas puede tener la enfermedad de forma grave, presentando los siguientes síntomas:
1. Diarreas frecuentes, al principio líquidas, de color normal y luego como agua de arroz. Las deposiciones pueden ser incoloras y sin dolor.
2. Rápida deshidratación: lengua seca y sed intensa, pulso rápido, sudoración fría.
3. Calambres musculares relativamente dolorosos y/o entumecimiento de las piernas, debido a la pérdida de potasio.

Si se han detectado casos de cólera en su zona, ante la aparición de diarrea se debe recurrir sin demora al centro de salud. Si se trata de bebés, niños o personas con enfermedades crónicas, la urgencia es aún mayor.

¿Cómo se transmite?

La bacteria que produce el cólera se aloja en el intestino de la persona infectada, por lo que la principal vía de contagio es la ingesta de agua o alimentos contaminados. Esto ocurre cuando se consume agua no segura (agua no potabilizada) y que por lo tanto puede estar contaminada con heces infectadas, o se ingieren alimentos en contacto con agua contaminada, heces, manos sucias, o incluso por la presencia de moscas.

La enfermedad suele diseminarse más rápidamente en áreas donde no se cuenta con agua potable accesible o carece de red de cloacas.

Es poco común la transmisión del cólera directamente de una persona a otra; por lo tanto, el contacto casual con una persona infectada no constituye un riesgo para contraer la enfermedad.

¿Cuál es el tratamiento?

El cólera es totalmente curable si se reemplazan inmediatamente los líquidos y sales perdidos con la diarrea. Para ello, los pacientes son tratados con soluciones rehidratantes administradas por vía oral, como las mezclas envasadas de azúcar y sales que se disuelven en agua y se beben en grandes cantidades. Los casos graves requieren que la restitución de los líquidos se haga por vía intravenosa. Asimismo los antibióticos acortan el curso de la enfermedad y la gravedad de la misma, aunque no son fundamentales como la rehidratación.

Con una rehidratación rápida, la mortalidad por esta enfermedad es menor al 1%. Por tal motivo es fundamental que ante la aparición de diarrea se concurra rápidamente al centro de salud. 

¿Cómo puede prevenirse?

Los factores que impiden el contagio del cólera, como así también otras enfermedades diarreicas, son:

1. El consumo y uso de agua segura (potabilizada). 

  • En el caso de no contar con agua de red, es necesario optar por alguna de las siguientes medidas antes de consumirla:
  •  Colocar 2 gotas de lavandina por cada litro de agua.
  • Hervir el agua durante 3 minutos y dejarla enfriar.
  • Usar agua segura para beber, lavarse los dientes, lavar las verduras y frutas y hacer hielo.
  • Almacenar el agua solamente en recipientes con tapa y bien cerrados.

2. El correcto lavado de las manos, en especial antes y después de:

  • Preparar alimentos y cocinar
  • Comer
  • Ir al baño
  • Cambiar pañales
  • Amamantar
  • Manipular dinero

3. Higiene de los alimentos:

  •  Consumir hervida la leche que no viene envasada.
  • Lavar cuidadosamente las verduras y hervirlas de 1 a 2 minutos.
  • Lavar y dejar en agua con cloro o lavandina (10 minutos) las verduras con cáscara (como tomates, pepinos, zapallitos), enjuagando después varias veces bajo el chorro de agua segura.
  • Lavar prolijamente pescados y mariscos y luego hervirlos por lo menos 1 minuto.

4. Cuidados en la preparación de alimentos:

  • No mezclar los alimentos limpios con los alimentos sin lavar, ni los alimentos cocidos con alimentos crudos, en especial las carnes de todo tipo.
  • Utilizar tablas de plástico en lugar de madera, y limpiarlas cuidadosamente luego de apoyar carnes crudas o verduras sin lavar.
  • Mantener los alimentos tapados, para protegerlos de moscas y roedores.
  • No volver a congelar alimentos ya descongelados.
  • Todo alimento preparado y guardado debe hervirse por lo menos durante un minuto antes de comerlo.
  • Cocinar las carnes hasta que dejen de estar rosadas.
  • No recibir dinero mientras se manipulan alimentos.

5. Eliminación de excretas y cuidado del medio ambiente:

  • Las excretas humanas deben eliminarse adecuadamente (entierro, pozo séptico, letrina, cloaca).
  • Defecar sólo en baños o letrinas. No defecar en espacios abiertos, ni en el agua o cerca de fuentes de agua.
  •  Los pañales descartables deben ser colocados en bolsas y cerrarlas.
  • Lavar bien los pañales no descartables y mantenerlos alejados de las fuentes de agua y los lugares donde se cocina.
  • Limpiar bien los baños y letrinas.
  •  Lavar diariamente los artefactos del baño (lavamanos, inodoro, bidet, letrina, etc.) con agua, detergente y cloro o lavandina.
  • Cuidar los cursos de agua, a fin de no contaminarlos con bacterias provenientes de excrementos, de lavado de alimentos y utensilios, o de baños improvisados.
  • Usar agua limpia y segura (potabilizada) para regar las huertas.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/127-colera#sthash.GlRm891c.dpuf