Primera, segunda y tercera ley de la termodinámica

La termodinámica es una rama de la física que estudia la interacción del calor y otras manifestaciones de energía a nivel macroscópico. Dentro de esta disciplina existen leyes o principios que tratan  de definir cómo tienen lugar las transformaciones de energía según un sistema con restricciones implícitas.

Primera ley Segunda ley Tercera ley
Postulado por: Nicolas Léonard Sadi Carnot, Rudolf Clausius y Lord Kelvin. Marcos Favela, Clapeyron, Clausius, Lord Kelvin, Ludwig Boltzmann y Max Planck. Walther Nernst.
Enunciado “El cambio en la energía interna de un sistema cerrado, \Delta U, será igual a la energía agregada al sistema mediante calentamiento, menos el trabajo efectuado por el sistema sobre los alrededores”. “La entropía total de cualquier sistema más la de sus alrededores aumenta como resultado de cualquier proceso natural”. “La entropía tiende a un valor constante mínimo cuando la temperatura tiende al cero absoluto. Para un elemento puro, este valor mínimo es cero, pero para todas las demás sustancia no es menor que cero, y posiblemente sea mayor”.
Fórmula \Delta U = Q - W

 

Donde:

Q; calor neto agregado al sistema.

W: trabajo neto realizado por el sistema.

dS \geq \frac{\delta Q}{T}

 

Donde:

S: entropía

Q: calor transferido al sistema.

T: temperatura de equilibrio.

\Delta S=\sum \frac{\delta Q}{T} = 0

 

Donde:

S: entropía.

Q: calor transferido al sistema.

T: temperatura de equilibrio.

Otros nombres Primer principio de la termodinámica y Principio termodinámico de la conservación de energía. Segundo principio de la termodinámica. Tercer principio de la termodinámica.
Ejemplos
  • Cuando un motor quema combustible, transforma la energía almacenada dentro de los enlaces químicos del combustible en trabajo mecánico y calor.
  • Cuando una persona corre convierte la energía que obtuvo de los alimentos en el trabajo necesario para correr, otra parte se convierte en el calor que eleva la temperatura del cuerpo.
  • Cuando una taza de café se deja sobre la mesa se enfriará conforme pasa el tiempo porque queda en equilibrio térmico con el entorno.
  • Cuando una persona está en un lugar cerrado con muchas personas tiende a sudar, este sudor se vuelve más desordenado y se transfiere en forma de calor al aire.
  • Cuando se congela un alimento, así esté muy frío, sus átomos siempre estarán en movimiento.
  • Los superfluidos existen a muy bajas temperaturas puesto que la materia pierde la fricción interna entre sus moléculas, es decir, su viscosidad. El helio es la única sustancia que a temperaturas cercanas al cero absoluto es líquido.

 

El narrador y sus tipos

A la hora de relatar una historia, son varios los aspectos a tener cuenta. El más importante entre ellos es el narrador, ya que es fundamental la presencia de alguien responsable de contar los eventos que ocurren en dicha historia. Hay varios tipos, y cada uno de ellos aporta un estilo único a la narración.

¿Qué es un narrador?

Un narrador es la persona o el ser desde cuya perspectiva se cuenta una historia, y que se manifiesta a través de la persona que narra o que lee dicha historia. El narrador puede ser un personaje dentro de la misma, pero no siempre lo es, y esto dependerá del tipo de narrador.

Un buen narrador, independientemente de su tipo, hace que el lector u oyente se sienta completamente sumergido en la historia.

Tipos de narrador

Narrador en primera persona

Es el tipo de narrador que habla desde un punto de vista en primera persona. Al narrar utiliza los pronombres en primera persona “yo, nosotros, mí, mío, nuestro”. Este sólo puede decirle a la audiencia lo que vive o lo que ve, y no puede comentar sobre acciones que no ve o experimenta directamente.

  • Drácula (1897): esta clásica novela, desarrollada por el escritor irlandés Bram Stoker, es un claro ejemplo de narrador en primera persona. La historia es narrada por una serie de personajes que relatan sus propias experiencias, decisiones y emociones a través de diarios, cartas y grabaciones, en eventos relacionados de una forma u otra con el famoso y terrorífico conde. Cada uno de estos personajes se convierte en el narrador y a la vez en protagonista según el capítulo o el segmento de la historia que se narre.

Narrador en segunda persona

Es el tipo de narrador que habla desde el punto de vista en segunda persona. Al narrar utiliza los pronombres en segunda persona “tú, tu, tuyo, ustedes, vosotros, vuestro”. El tipo de narrador en segunda persona es el menos utilizado.

Este narrador puede ser un personaje en el texto que cuenta la historia a otra persona, en donde describe lo que esta persona hace o hizo, o puede ser un narrador que se habla a sí mismo en segunda persona y narra todo lo que vivió a modo de reflexión. En ocasiones, incluso, puede ser un narrador externo que le habla directamente al lector como si él fuese el protagonista de la historia.

  • Diario de invierno (2012): esta novela, escrita por el estadounidense Paul Auster, es uno de los pocos ejemplos de narrador en segunda persona. En ella es el mismo Auster quien relata diferentes acontecimientos de su vida en forma de autobiografía, pero lo hace como si las experiencias que relata fuesen de quien lo escucha o quien lo lee. De esta forma busca asociar y comparar su vida con la del lector para que se sienta identificado.

Narrador en tercera persona

Es el tipo de narrador que habla desde el punto de vista en tercera persona. Al narrar utiliza los pronombres “él, ella, su, suyo, suyos, ellas, ellos”.

En ocasiones, se conoce como narrador limitado al narrador en tercera persona que sólo puede comentar sobre las acciones de los personajes que observa en ese momento; es decir, hay alguna acción “detrás de escena” que él no ve. Por lo tanto, su narración es limitada, pues no puede comentar sobre acciones que no ve o experimenta directamente. También se conoce como narrador testigo.

  • La colmena (1950): famosa novela que ejemplifica eficientemente el tipo de narrador limitado. Ubicada algunos años después de finalizada la guerra civil española, el narrador sólo se limita a describir lo que dicen y hacen los personajes a los que se refiere en el momento. No participa en los sucesos, no puede emitir opiniones subjetivas al respecto ni describir nada de lo que no es testigo. Es comparable a una cámara invisible que sólo graba a los personajes desde atrás, sin ningún otro tipo de intervención.

Por otro lado, el narrador omnisciente es el narrador en tercera persona que puede comentar todo lo que experimenta cada uno de los personajes existentes. Por lo tanto, su narración es “omnisciente”. El narrador en tercera persona es alguien fuera de la historia que puede describir tanto lo que sucede como los pensamientos y ambiciones de los personajes. Es el tipo más común de narrador.

  • Don Quijote de La Mancha (1605-1615): probablemente la narración más reconocida de toda la historia de la literatura. Este es un ejemplo de narrador omnisciente en tercera persona, pues tiene total acceso a los pensamientos y acciones de cada personaje. Sin formar vínculos con ellos y sin participar en los acontecimientos, el narrador puede describir al lector cada detalle del exterior y del interior del personaje. La descripción de las disparatadas reflexiones del ingenioso hidalgo son un claro ejemplo de esto.

Otros elementos de la narración

  • Género:

    Las novelas, cuentos, memorias, ensayos personales, anotaciones en diarios, escritos de viajes y poesía hacen uso del lenguaje narrativo y descriptivo. Los escritores de discursos y periodistas que escriben artículos a menudo usan estas técnicas en su escritura.

  • Público objetivo:

    La persona al otro lado del narrado, es aquella que escucha o lee la historia y es testigo de la información que recibe, ya sea por placer o como un medio para obtener información.

  • Idioma:

    El sistema de comunicación a través del cual se transmitirá la narración. Según su grado de éxito, dicha narración puede traducirse a decenas de idiomas distintos para que alcance a una mayor cantidad de público.

 

¿Sabías qué...?
La narración más antigua de la que se tiene registro es el poema de Gilgamesh, una historia escrita en verso tallada en una serie de tablillas de piedra data del 2.000 a. C. En ellas, un narrador en tercera persona relata las aventuras del mitológico semidiós sumerio Gilgamesh.
Más de un tipo de narrador

Las obras narrativas no siempre poseen un único tipo de narrador. Existen ejemplos de historias clásicas, como Madame Bovary (1856), en donde el tipo de narrador se alterna entre tercera persona omnisciente, tercera persona limitado y un estilo especial de narrador en primera persona. Otro ejemplo son las historias de Sherlock Holmes, en donde el Dr. Watson relata tanto sus propias acciones como las de su inteligente compañero.