Problemas fronterizos entre Brasil y Argentina

La búsqueda de la supremacía política y cultural en América del Sur tiene una larga historia que comienza en la época colonial. En el tiempo de los grandes exploradores marítimos europeos, Portugal y España dividieron el continente sudamericano entre ellos, pero la lucha por la tierra continuó durante siglos.

En los últimos 200 años, la relación entre Argentina y Brasil ha experimentado muchos cambios de acuerdo con las aspiraciones de liderazgo regional de cada país y sus conexiones con potencias globales como Inglaterra y Estados Unidos. De manera genérica, se puede decir que el siglo XIX estuvo marcado por una gran rivalidad entre los países, pero la primera mitad del siglo XX parece ser un período de una mayor integración que ha buscado la colaboración mutua, con tan solo unos pocos momentos de firme rivalidad.

Los límites de Brasil con Argentina se encuentran definidos por el Tratado de 1898 consignados por el presidente de los Estados Unidos de ese entonces, Grover Cleveland.

Guerra de Cisplatina

Esta guerra, también conocida como la guerra argentino-brasileña, ocurrió a partir de 1825 y 1828 y se centró alrededor del Banco Oriental, conocido por los brasileños como Cisplatina; esta región ubicada en la cuenca del Río de la Plata estuvo inicialmente bajo control español. Sin embargo, después de una serie de incidentes, el Imperio portugués tomó represalias e invadió el banco del este en 1816 y después anexaron este banco bajo el nombre de Cisplatina, que formó parte del imperio brasileño después de su independencia en 1822.

Las Provincias Unidas se irritaron con la toma de posesión brasileña de sus tierras y dirigidos por Juan Antonio Lavalleja y Fructuoso Rivera, lucharon contra el gobierno brasileño con la esperanza de restablecer la soberanía sobre la región. En 1825, un grupo de personas de la Eastern Bank se reunió y reafirmó su lealtad a las Provincias Unidas, al tiempo que declarósu independencia de Brasil. Enfadado por el resultado, Brasil declaró la guerra.

En la historiografía argentina, esta guerra es conocida como “guerra contra el Imperio brasileño”.

En última instancia, la guerra terminó en un punto muerto, ya que rápidamente se volvió económicamente agotadora y hubo una creciente presión pública para ponerle fin.

¿Sabías qué...?
Aunque Brasil y Argentina enfrentan una pérdida generalizada de la actividad económica, aún son las mayores fuerzas económicas de Sudamérica.

Cuando terminó, Brasil y las Provincias Unidas del Río de la Plata firmaron el Tratado de Montevideo de 1828 que concedía la independencia a Cisplatina como la República Oriental del Uruguay.

Esta disputa territorial tiene la mayor parte de su importancia para el pueblo uruguayo. Sin embargo, juega un papel decisivo en la representación de la soberanía entre países y su impacto en la frontera.

Recursos hídricos

Desde 1945, el mayor altercado fronterizo entre Argentina y Brasil existía sobre el control del agua; en un intento por resolverlo, Brasil y Paraguay crearon la Ley de Iguazú. Esta propuesta declaró la intención de ambos países de construir una planta hidroeléctrica en la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay. Sin embargo, durante este proceso, Argentina no fue consultada. Como tal, quedó fuera del circuito y le preocupó que el proyecto de Brasil violara sus propios planes de desarrollo de recursos hídricos en la zona. Esto llevó a una década de malas relaciones entre los dos países.

En la cuenca del Alto Paraná, ambos países querían tener el dominio del agua.

Sin embargo, en octubre de 1979, la disputa fue finalmente resuelta gracias a las negociaciones diplomáticas donde los tres países firmaron el Tratado Multilateral Itaipu-Corpus sobre cooperación técnica. Esto llevó a la construcción de la presa de Itaipu y allanó el camino para mejorar drásticamente las relaciones entre Brasil y Argentina. De hecho, después de la firma del tratado, el presidente João Baptista de Oliveira Figueiredo fue el primer líder brasileño en visitar Argentina en más de cuatro décadas.

Actualidad

Hoy en día, las cinco disputas principales entre Argentina y Brasil se enumeran de la siguiente manera:

  1. Barreras comerciales

Una ley argentina establece que cualquier producto extranjero necesita una autorización especial del gobierno para ingresar al país y por otro lado hay un conjunto de reglas sanitarias, lo que ha llevado a funcionarios y agricultores brasileños a quejarse de que todo forma parte de una maniobra para bloquear sus productos agrícolas.

En el 2017 Mauricio Macri y Michel Temer se comprometieron a reducir las barreras comerciales entre sus dos países.
  1. Asociación nuclear

Brasil y Argentina tienen proyectos similares relacionados con la tecnología nuclear. Aunque ambos países quieren construir reactores atómicos con fines energéticos, hay una dificultad presupuestaria en el lado brasileño.

Brasil y Argentina tienen 20 años de participación estratégica en el área nuclear.

 

  1. Seguridad de frontera

Mientras que los miembros del Mercosur quieren integrar a los estados y aumentar la libre circulación, Brasil quiere proteger sus fronteras. De hecho, la mayoría de las drogas y armas ilegales entran a Brasil a través de los países vecinos.

  1. Vía navegable Paraguay-Paraná

Cuando el entonces presidente de Brasil, Michel Temer, visitó Buenos Aires en octubre de 2016, decidió unirse a su homólogo argentino para impulsar la extensión del acuerdo de la hidrovía Paraguay-Paraná. El acuerdo se extendió hasta 2020 y fue fundamental para el comercio entre Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina.

  1. Industria automotriz

En junio de 2016, ambos países acordaron términos sobre un acuerdo comercial para esta industria, que tendría una validez hasta el 2020 y donde se debería crear una zona de libre comercio para la misma.

Brasil ocupa el 5to lugar dentro de la producción internacional de automóviles.
Comercio

Argentina es el tercer socio comercial de Brasil. Sin embargo, el volumen de comercio entre las dos economías ha disminuido en los dos últimos años. En 2013 Brasil exportó 19.600 millones de dólares a Argentina y para el 2015 todas las exportaciones ascendieron a solo 13.400 millones de dólares.