Eduardo Abaroa Hidalgo fue un contador y empresario boliviano reconocido en el país por el patriotismo con el que participó durante la guerra del Pacífico luego de ofrecerse como voluntario para integrar la milicia de civiles. Este desempeño lo hizo merecedor de una gran cantidad de homenajes y reconocimientos póstumos.
Antecedentes
Al estallar la guerra del Pacífico en 1879, la cual enfrentó a los aliados de Bolivia y Perú contra Chile, las fuerzas bolivianas reclutaron un grupo de civiles para conformar una milicia que aumentara su poder ofensivo. Eduardo Abaroa Hidalgo fue de los primeros en ofrecerse voluntario, a pesar de no poseer experiencia militar previa. Allí, demostró un gran entusiasmo y tenacidad como la mano derecha del líder de las milicias Ladislao Cabrera durante la guerra.
El mismo año, durante el combate de Calama, se enfrentó solo a las tropas enemigas hasta su último aliento, pues la mayoría de combatientes bolivianos estaban heridos o se habían retirado al verse superados en número. El coronel chileno enemigo reconoció el valor y el patriotismo de Abaroa y pretendió perdonarlo, pero se vio forzado a terminar con su vida por la impasible amenaza que resultó ser el boliviano.
Homenajes
Luego de su muerte, el Ejército de Chile rescató su cuerpo y fue enterrado con honores militares en dicho país; en Bolivia fue condecorado con el grado póstumo de coronel en honor a sus hazañas, fue tratado como un héroe de guerra y, desde entonces, se utilizó su nombre para bautizar instalaciones y localidades del país. En el aniversario número 73 de su muerte, en 1952, el gobierno de Bolivia repatrió sus restos para regresarlos y enterrarlos nuevamente en su país natal.
Algunos de los lugares más destacados que llevan su nombre son la provincia de Eduardo Abaroa en el departamento boliviano de Oruro, la plaza Eduardo Abaroa, que está además adornada con una estatua de bronce con su imagen, y la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa. Además, su rostro se encuentra impreso en sellos postales y en los billetes de 500 pesos bolivianos.
Asimismo, cada 23 de marzo se celebra en Bolivia el Día del Mar, donde se conmemora la pérdida de la porción de territorio sufrida tras la guerra del Pacífico y se rinde homenaje a Eduardo Abaroa con el aniversario de su fallecimiento.