Chibchas

Conocidos también como muiscas, habitaron el altiplano cundiboyacense y el sur del actual departamento de Santander, en Colombia, desde el siglo VI a. C. Su descendencia en la actualidad se encuentra asentada en las localidades del distrito de Bogotá, Suba y Bosa, y en los municipios vecinos, Cota, Chía y Sesquilé. Su lengua original fue el muyskkubun, perteneciente a la familia lingüística chibcha y hoy lengua muerta.

HISTORIA

Excavaciones realizadas con fines arqueológicos permitieron determinar que en el territorio hubo una importante actividad humana durante el periodo arcaico, es decir, más de 10.000 años atrás, y que los muiscas no habrían sido sus primeros habitantes ya que llegaron a la región del altiplano cundiboyacense no antes del año 5.500 a. C. según lo testimonian las evidencias encontradas en Aguazuque y Soacha. Estaban entonces, como todas las civilizaciones del preclásico, en su transición de cazadores a agricultores. Según se cree los muiscas se sumaron a poblaciones que ya habitaban allí, imponiendo la impronta de su cultura y su lengua, vinculada a los pueblos de Sierra Nevada de Santa Marta y Sierra Nevada de Cocuy.

LA CONQUISTA ESPAÑOLA

Los conquistadores españoles llegaron a la región en procura del tesoro de la mítica ciudad de El Dorado. Cuando los muiscas tuvieron noticias de la presencia de estos, entre los que se contaban Sebastián de Belalcázar, Gonzalo Jiménez de Quesada y Nicolás de Federmann, buscaron el acercamiento para derrotar a sus enemigos tradicionales en la región, los panches; pero cuando esta etapa se cerró, los españoles desconocieron la alianza y conquistaron la confederación.

Los muiscas, debilitados por la muerte de sus soberanos, Sagipa y Aquiminzaque, intentaron una rebelión tardía que fue dominada en 1542 por el expedicionario español Gonzalo Suárez Rendón. Luego la corona designó a Quesada como adelantado de los cabildos de Santa Fe y Tunja. Era el paso que consolidaba la transformación de un estado soberano en colonia española; su territorio había sido elegido por los conquistadores como cabeza de una región a la que llamaron Nuevo Reino de Granada, pasando por sobre una de las civilizaciones más avanzadas que se hayan asentado en la actual Colombia.

La barbarie española terminó con la clase alta, la nobleza y la casta sacerdotal muisca, dejando solo las capitanías; se repartieron las mejores tierras y dejaron para los aborígenes los resguardos, en tanto eran sometidos a las encomiendas que los explotaban como trabajadores en las haciendas de españoles.

SIGLO XX

La independencia trajo consigo la disolución de los resguardos con la sola excepción del de Tocancipá que fue repartido en 1940. Un golpe duro a la cultura aborigen fue el que recibieron en 1948 cuando se prohibió la fabricación de chicha de maíz que no fuera pasteurizada y embotellada en envase de vidrio cerrado, lo que implicó pérdidas económicas que se sumaron a las de las tierras. La prohibición se levantó en 1991.

ECONOMÍA

Su economía se basó en la agricultura, principalmente en el cultivo de maíz, base de su alimentación, además de algodón, yuca, calabaza, coca, aguacate, tabaco, piña, etc. Empleaban técnicas agrícolas rudimentarias valiéndose de herramientas como el azadón, y utilizando el sistema de roza. En las laderas de Chocontá, Facatativa y Tunja emplearon canales de riego y terrazas.

La sal era considerada un tesoro.

Para la práctica del comercio, debido a la intensa actividad, establecieron mercados públicos en los poblados más importantes como Bacatá, Zipaquirá, Tunja y Turmequé, que funcionaban cada cuatro días.

Otra de sus importantes actividades fue la minería. Extraían sal de las salinas de Zipaquirá, Nemocón, Sesquilé y Tausa, a las que consideraban un tesoro del soberano y su principal recurso fiscal.

Explotaron además yacimientos de esmeraldas en Somondoco. Las esmeraldas obtenidas eran comercializadas con tribus vecinas, incluso algunas lejanas que apreciaban las piedras preciosas.

En la región de Sogamoso obtenían carbón piedra, en Gachalá y Moniquirá, cobre y algo de oro, aunque la mayor parte de este mineral lo obtenían mediante el trueque con otras tribus.

Boyacá, Colombia.
TEXTILERIA

La industria textil fue de gran importancia para los habitantes del altiplano frío de Cundinamarca y Boyacá. Según cuenta Fray Pedro Simón en sus crónicas, los muiscas usaban mantas rojas para señalar su luto; los cortesanos de Tunja las lucían finas y decoradas; los sugamoxis envolvían con ella los cadáveres de sus antepasados. Estas mantas eran pintadas con una variedad de motivos geométricos, que se suponen de carácter simbólico. Para decorarlas se valían de colorantes extraídos de numerosas plantas.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL

Se organizaban en grupos de familias emparentadas entre sí por lazos sanguíneos. Formaban clanes o familias extensas a los que caracterizaba la exogamia, considerando como línea sucesoria la materna, o sea que se los consideraba pertenecientes a la comunidad de su madre. La poligamia estaba permitida, pero en la practica solo se daba entre la nobleza. El sistema de residencia era patriarcal.

La clase superior la integraban los jefes de confederación, los jefes de tribu y los sacerdotes, que eran quienes se apropiaban de los excedentes de la producción agrícola y minera. Así se originaron las clases y apareció la diferenciación entre propiedad privada y estatal. El sistema para apoderarse de los excedentes de producción era mediante el cobro de tributos que se pagaban en especies, o como variante, el trabajo obligatorio en las tierras de los jefes de tribu y sacerdotes.

COSMOVISIÓN

Sus dioses estaban representados por las fuerzas de la naturaleza. Los principales eran Chiminichagua, principio creador o fuerza suprema, Xué, el sol, Chía, la luna, Bachue, la madre de la humanidad y diosa de las legumbres, Cuchaviva el arco iris, Chibchacun, dios general, Chaquen, dios de los corredores y Bochica, héroe civilizador.

Consideraban a las lagunas como lugares sagrados en las que celebraban ceremonias religiosas de gran esplendor durante las que arrojaban al agua tunjos, objetos realizados en una aleación de oro y cobre que los españoles denominaron tumbaga, y que oficiaban de prendas de petición a sus dioses.

En ceremonias importantes realizaban sacrificios humanos en homenaje a sus dioses. Otra ceremonia de gran renombre era la que llamaban El Dorado, con la que celebraban el cambio de posesión en el mando del cacique Guatavita, de modo que era poco frecuente. Lo que sí se realizaba asiduamente eran las grandes procesiones rituales, concretadas con gran fastuosidad.

Boyacá, Colombia.

CULTURA

ALFARERÍA Y CERÁMICA
Establecieron los grandes talleres de cerámica en las proximidades de Tolcancipá, Gachancipá, Cogua, Guatavita, Guasca y Ráquira, donde la calidad de la arcilla les proporcionaba materia prima de primera calidad. La alfarería en cambio la desarrollaron en zonas cercanas a las fuentes saladas porque allí fabricaban las gachas o moyos en que compactaban los panes de sal.

Los alfareros chibchas, con los artificios de su tosca industria llenaban otras necesidades, tales como: husos y torteros de hilandería, rodillos labrados para impresión de relieves, bruñidores, crisoles y matrices de fundición, ocarinas y otros instrumentos musicales, así como multitud de pequeños implementos cuya aplicación no se ha podido establecer.

ORFEBRERÍA
Se destacaron en la orfebrería fabricando figurillas y objetos de adorno como diademas, collares, pulseras, tiaras, pectorales, máscaras y sus famosos tunjos decorados con hilos de oro, del mismo modo en que lo hacían con figuras antropomorfas y zoomorfas planas.

El oro que utilizaban lo obtenían por medio del trueque con tribus vecinas. Acostumbraban a entregar mantas y algodón a cambio de oro argentífero, en proporción variable con el cobre para conseguir aleaciones de tono bronceado a las que llamaban tumbaga. Los muiscas acuñaron discos de oro, pero con el sólo propósito de su conservación ya que no lo utilizaban como moneda.

ARQUITECTURA
Su arquitectura fue por demás simple. Construían sus casas con caña y barro, materiales con los que hacían las tapias llamadas bahareque. Las hacían en dos formatos; unas cónicas y otras rectangulares. Las cónicas estaban hechas con una pared circular hecha de palos enterrados como pilares más fuertes que servían de sostén a un doble entretejido de cañas, rellenando con barro los intersticios. El techo llevaba unos soportes cónicos cubiertos de paja. Este tipo de vivienda era la que más se veía en la zona de la sabana de Bogotá.

Las construcciones rectangulares también estaban hechas de bahareque, con el techo a dos aguas en forma rectangular.

Unas y otras tenían puertas y ventanas reducidas y estaban amobladas de manera sencilla, con camas hechas de caña sobre las que echaban una gran cantidad de mantas. Usaban poco los asientos porque tenían la costumbre de descansar en cuclillas.

Fuera de estas casas había también residencias especiales para los señores principales como los jefes de tribu y clan, y otras para los jefes de la confederación como los zipas y los zaques.

SACRIFICIOS

Si en las batallas obtenían como prisioneros a niños de tribus enemigas, los mantenían en cautiverio en casas especiales brindándoles buen trato para finalmente sacrificarlos al Sol. El sacrificio se llevaba a cabo en las altas cumbres de cara al este. Los jefes conducían la ceremonia, ellos eran los encargados de echar al niño sobre una manta fina colocada en el suelo, para luego degollarlo con cuchilla de caña.

Después recogían su sangre y con ella teñían las piedras donde caían los primeros rayos del sol al amanecer. El cuerpo lo sepultaban en una cueva o lo exponían al sol para que los rayos tropicales lo achicharraran. Así buscaban aplacar el enojo del Sol.

Los caciques realizaban otro tipo de sacrificios humanos que llevaban a cabo en la puerta de sus casas valiéndose de flechas. Luego el cadáver de la víctima era trasladado a los cerros donde su sangre era usada para teñir las piedras antes de enterrarlos boca arriba.


Los sacrificios

Son acciones que realizan los seres humanos con motivo de rendir homenaje o pedir perdón a un ser divino. Pueden ser variadas, desde sacrificios que impliquen una modificación en las conductas habituales, como el ayuno, hasta la muerte.

Desde épocas ancestrales el ser humano ha deseado complacer a sus dioses para evitar su ira, resarcir culpas o solicitar favores. Dentro de las costumbres de muchos pueblos se incluyen los sacrificios, entre las culturas prehispánicas se hallan vestigios que permiten comprender cómo eran sus actividades sociales y religiosas.

Los sacrificios pueden clasificarse de acuerdo a que exista o no derramamiento de sangre, en el primer caso se denominan cruentos y en el segundo incruentos. Es necesario comprender estos conceptos para identificar qué tipo de prácticas realizaba cada cultura.

MUNDO ANTIGUO

Fenicia y Cártago

Sus habitantes realizaban sacrificios cruentos, entre ellos los de víctimas humanas, en especial infantes. El ritual incluía la cremación de los cadáveres, cuyas cenizas eran colocadas en urnas y ofrecidas a los dioses en el lugar sagrado denominado tophet.

Luego del siglo IV a.C. se prefería dar la vida de animales para la mayoría de los sacrificios. Pero en ocasiones, como derrotas en batallas, se mataban infantes para calmar el enfado de los dioses. En el año 310 a.C. se habrían sacrificado 500 niños procedentes de familias destacadas en Honor a Baal-Hammon, ya que los cartagineses creían que no tenían su amparo debido a que los griegos los habían vencido en la lucha.

Fenicia es una Antigua región de Oriente Próximo.

Israel

Los israelitas repudiaban los sacrificios humanos realizados por los fenicios, aunque en sus antiguas tradiciones se presentan este tipo de prácticas. Sin embargo, por lo general acostumbraban sacrificar animales.

La sangre del animal se esparcía en el altar destinado para la realización de dicho ritual, y allí mismo se quemaba la grasa del cadáver. Estas partes no podían ser consumidas por el hombre porque les pertenecían a Yavé (Dios). Los sacerdotes consumían el pecho y el anca derecha.

Grecia Clásica

Los habitantes de las polis griegas realizaban diversos rituales religiosos, en los cuales estaban presentes los sacrificios. Éstos se efectuaban en sitios de veneración, como los templos, que eran lugares sagrados ubicados en zonas importantes de la ciudad.

En los templos se hallaban altares, que podían ser utilizados por el pueblo cualquier día. Además de los templos, los griegos destinaban un lugar de su casa para rendir culto y también colocaban mojones que representaban dioses y se ubicaban en sitios variados, como bosques, ríos, etc. Es así que podemos comprender la importancia de la espiritualidad para dicha cultura.

Con respecto a los sacrificios, realizaban incruentos y cruentos. Entre los primeros se destaca la ofrenda de alimentos (vegetales y cereales), que se podían quemar o no para entregárselos a un dios. En el caso de los cruentos, era común el sacrificio de animales, que tenía normas establecidas para su realización dependiendo del santuario en el que se llevara a cabo el ritual.

Porche de las Cariátides, en el Templo Erecteion, ubicado en la Acrópolis de Atenas en homenaje a Atenea, Poseidón y Erecteo.
¿Sabías qué...?
En la Antigua Grecia existían ciudadanos, no ciudadanos y esclavos, siendo los primeros quienes tenían todos los derechos.
Los cereales eran parte de las ofrendas que se hacían a las divinidades.

Una práctica común era desollar al animal, dando partes a los dioses (por ejemplo los huesos) que ascendían al dios mediante la incineración y repartiendo la carne entre los hombres. Con ella se preparaban banquetes que se realizaban en el santuario, también podía ser entregada a los hombres para que la llevasen a sus hogares. Únicamente los ciudadanos tenían permitido realizar sacrificios.

La hecatombe era el sacrificio de 100 bueyes y se realizaba en ocasiones especiales, como por ejemplo la sucesión de desgracias en un mismo periodo. Con él se esperaba apaciguar a los dioses.

Antigua Roma

Del mismo modo que en Grecia, se seleccionaban los animales de acuerdo al dios a quien se desease adorar. A los dioses que consideraban superiores, les ofrecían animales blancos, al resto de otro color. Siendo negras las víctimas otorgadas a los dioses subterráneos.

El ritual consistía en la quema de incienso sobre el altar y la purificación de los asistentes rociándolos con agua preparada para tal fin. Estas acciones eran realizadas por el sacerdote, quien comprobaba que la víctima no tuviese ninguna mancha o defecto.

Juno, diosa romana del matrimonio que representaba a la maternidad.
De los rituales antiguos, donde quemaban incienso, surge la costumbre de encender varillas aromáticas.

El animal se colocaba sobre el altar y allí se lo degollaba o estrangulaba. Posteriormente se quemaban sus huesos y grasa, se bebía su sangre y se consumía su carne entre los presentes. En ocasiones se sacrificaban varios animales a la vez, con la creencia de que era de más agrado para los dioses. También realizaban hecatombes cuando consideraban que los dioses así lo deseaban.

En los hogares se realizaban sacrificios que no incluían matar animales, allí se ofrecían alimentos y vinos.

Los huesos y grasa de los animales se quemaban porque sólo pertenecían a los dioses.
La souvetaurilia consistía en el sacrificio de un toro, un cerdo y una oveja. Generalmente era ofrecido al Dios Marte.

Tanto en Grecia como en Roma consideraban a los sacrificios humanos como actos de barbarie, pero aun así existen registros de que se han realizado algunos. Por ejemplo, en Roma se llevó a cabo el sacrificio de una pareja de galos junto a otra de griegos, con motivo de evitar una invasión en el año 226 a.C.

MESOAMÉRICA

Aztecas

La práctica de sacrificios era muy común en dicha cultura. Tenían muchos templos para la realización de ceremonias religiosas, pero el más importante se denominaba Templo Mayor y se encontraba en Tenochtitlán. Allí se ofrecían vidas a los dioses, entre los que se destacan Huitzilopoctli y Tlaloc. El derramamiento de sangre era considerado como una forma de que los dioses estuviesen en paz y los protegieran, evitando que recayeran males sobre ellos, como catástrofes.

Comúnmente se sacrificaban prisioneros que habían sido capturados en las guerras, este es un motivo por el cuál durante las batallas preferían llevar a los enemigos como ofrendas al dios y no terminar con su vida durante la contienda. Tenían la creencia de que los seres sacrificados se convertirían en aves o mariposas.

Las víctimas de sacrificios también podían ser esclavos o algunos jóvenes de ambos sexos. El motivo por el cual los aztecas realizaban estas prácticas era por temor al fin del mundo y a que el Sol no apareciese más en el horizonte.

Los templos poseían escalinatas que permitían llegar hasta el altar.

Mayas

Consideraban que el alma era inmortal, siendo privilegiadas aquellas de los sacerdotes, guerreros muertos en combate, las mujeres que fallecían al dar a luz y aquellas personas que morían por suicidio.

Generalmente realizaban ayunos para purificarse, en el caso de los sacerdotes y sus ayudantes, debían abstenerse también de alimentos como la carne y la sal. La oración también era una práctica habitual, del mismo modo que hacer penitencias.

En cuanto a los sacrificios, implicaban torturas y/o muerte, las víctimas solían ser esclavos, prisioneros y niños. En los rituales, se incluían danzas y entre las formas de dar muerte se encontraban las siguientes:

  • Flechazos.
  • Extracción del corazón.
  • Fuego.

Entre los sacerdotes mayas existían varías categorías, una de ellas comprendía a los nacones quienes eran los encargados de abrir el pecho a la víctima y extraerle el corazón, esta actividad la realizaban durante toda su vida. Los chaques sujetaban los brazos y las piernas de la persona sacrificada y cuando se la incineraba, ellos encendían el fuego. También existían otros tipos de sacerdotes con funciones específicas, como ejercer la medicina.

Templo de Kukulcán ubicado en México, es una de las siete maravillas del mundo.

Incas

Los cerros pertenecientes al Imperio Inca brindan numerosos restos arqueológicos que hacen referencia a sacrificios. Los incas realizaban la capaccocha, que consistía en el sacrificio de niños con características físicas que ellos consideraban perfectas.

Capaccocha: O gran sacrificio, consistía en una procesión en la cual se trasladaban ídolos, junto a niños y ofrendas como figuras de oro, ganado, etc. Se dirigían hacia donde habitaba el Inca y allí se consultaba a los ídolos acerca del futuro, los sacerdotes respondían en nombre de ellos y luego el Inca enviaba las ofrendas a los cuatro suyus (Chinchasuyu, Cuntinsuyu, Collasuyu y Antisuyu) para la realización de los sacrificios. Las ofrendas se prendían fuego y a los niños generalmente los ahorcaban para luego enterrarlos junto a artículos de oro y plata.

Los sacrificios principalmente se realizaban para el dios Hacedor, aunque también rendían culto al Sol, la Luna, el Trueno y la Tierra.

Macchu Pichu cuenta con un sector que habría sido dedicado al culto religioso, con templos y edificios para los sacerdotes.
¿Sabías qué...?
En los sacrificios de animales, los sacerdotes les revisaban las vísceras de las víctimas y cualquier defecto era considerado mal augurio.
Los altares que utilizan muchas religiones para consagrar a Dios están decorados con figuras, pan de oro y adornos. Antiguamente eran de piedra.

SACRIFICIOS EN LA ACTUALIDAD

Con el paso del tiempo los sacrificios se transformaron en acciones que se realizan sin el daño a la vida. Las diversas religiones utilizan diversos sacrificios incruentos con fines sagrados, el sacrificio de la misa es uno de ellos. Éste lo realizan los católicos y representa el sacrificio de la cruz, donde el pan y el vino representan el cuerpo y sangre de Cristo .

Los ayunos y abstinencias son considerados sacrificios, como el caso de los musulmanes, quienes durante el mes de Ramadán realizan ayuno entre el amanecer y el atardecer. Dicho ayuno es uno de los pilares del Islam.

Los judíos realizan el ayuno en Yom Kippur, con el fin de demostrar un arrepentimiento sincero y pedir perdón. Para ellos es el día más sagrado del año, la abstinencia de bebida, alimento, limpieza corporal, etc., se realiza desde el ocaso hasta el anochecer del día siguiente.

Los sacrificios religiosos están acompañados de oraciones y ceremonias con el fin de homenajear a Dios, pedir perdón y agradecer los dones recibidos.

El shofar es un instrumento de viento que utilizan los judíos en la ceremonia del rezo.
Los hindúes no se alimentan con carne de res para honrar la vida y preservar su salud.