Noroeste Argentino

El noroeste argentino (NOA) es una región histórico-geográfica argentina, integrada por las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero. Se relaciona geográficamente con el Noreste Argentino (NEA), ambas regiones pertenecen al la región del Norte Grande Argentino.

Datos generales

Ciudad más poblada: San Miguel de Tucumán

País: Argentina

Subdivisiones: seis provincias, Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero.

Población total: 4 066 640 hab.

Densidad: 8,6 hab/km²

Ubicación geográfica del NOA, (Esta imagen se encuentra bajo la licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported)

Biomas

  • Puna
  • Altas montañas
  • Valles fértiles
  • Quebradas de la cordillera Oriental o Saltojujeña
  • Sierras subandinas
  • Yunga
  • El ecotono transicional entre el Chaco y las Yungas.

Relieve

El NOA se caracteriza por sus extraordinarios paisajes, se pueden encontrar cordilleras andinas y precordilleras rayanas a los 6.000 m s. n. m., así como extensas zonas llanas, las cuales reciben el nombre de llanos si están rodeadas de cordilleras. Si se avanza hacia el oeste de la región, se encuentran zonas deserticas, como la Puna de Atacama, también altas montañas conocidas como nevados, como el nevado de Cachi. Al continuar hacia el oeste se encuentran densas junglas o nimbosilvas tropicales y subtropicales como la de las yungas.

Lago en Tafí del Valle en Argentina, hacia el noroeste.

Clima

Las sierras subandinas y las laderas orientales de la cordillera Saltojujeña, tienen un clima subtropical serrano con abundantes lluvias, esto se debe a los vientos del noroeste que descargan allí su humedad. Ya hacia el oeste, estos vientos pasan secos, razón por la cual las laderas occidentales de la Cordillera Oriental y la Puna, poseen un clima frío, árido y seco.

Flora

Existen zonas botánicas muy diferenciadas y contrastadas debido a las diferencias geográficas, por ejemplo,  en la puna predominan cardones de tola o tolares y cactáceas y árboles como el churqui, el alpataco y la queñoa, así como los gigantes cactus llamados cardones.

En los Valles Calchaquíes existen árboles como los talas (Celtis tala) y los “algarrobos criollos” o “tacos” (Prosopis). Por otro lado, en la yunga la flora es ubérrima, es decir una jungla con varios estratos y especies entre los que se destacan muchos árboles floridos como los tarcos, cedros del monte (Cedrela lilloi), laureles del cerro, los cebiles, los aromos, los lapachos, los ceibos o seibos, los guayacanes, las arcas, las afatas, las madreselvas y las orquídeas, entre otras muchas especies.

¿Sabías qué?

En Santiago del Estero y el este de Salta, hasta 1970, estaba naturalmente poblado por quebrachos colorados, quebrachos blancos, yuchanes, lapachos y mistoles, sin embargo, desde mediados del sigo XX fueron introducidas especies alóctonas como el buido vinal o el árbol del vinal, considerado una plaga. Otras especies que se han vuelto alóctonas son la vid, la morera, el olivo, el granado y la caña de azúcar.

Fauna

En la parte baja de la región se pueden encontrar especies típicas de los ambientes secos de la región chaqueña, como por ejemplo, aves como la chuña de patas rojas, la charata y mamíferos como el zorro de monte.

La Chuña de patas rojas es un ave común de la región Chaqueña.

Por otro  lado, en las Yugas la diversidad animal es enorme gracias a la variedad de ambientes y estratos vegetales, las especies más representativas son el águila poma (en peligro de extinción), el guacamayo verde, el guacamayo de cara roja, el guacamayo de frente naranja, pavas de monte como la de cara roja (endémica de la región) el loro alisero, (característico de los bosques de aliso del cerro) y una gran variedad de colibríes, entre otras muchas aves. De los mamíferos, uno de los más representativos es el tapir americano, también se pueden encontrar los pecaríes labiados y pecaríes de collar,las corzuelas rojas y pardas el agutí y el apité o tapetí.

Ciervo autóctono, la taruca

En los pastizales se halla el ciervo autóctono la taruca o huemul del norte, el cual se encuentra en peligro de extinción por la caza deportiva, ya que constituye un trofeo muy preciado.

Por otro lado se pueden hallar animales carnívoros como el hurón grande, el zorro del monte, él gato tigre, el puma y yaguar, aunque ambos se encuentra en peligro. Omnívoros, como  el oso de anteojos. Otros mamíferos son exclusivamente arborícolas, como las ardillas y el mono cai.

Censo Nacional de Población Argentino en el 2001

El Censo Nacional de Población realizado en 2001 determinó que el país reunía algo más de treinta y seis millones doscientos mil habitantes; esto significa que, en los diez años transcurridos desde el censo inmediatamente anterior, la población se había incrementado en más de tres millones y medio de personas.

El crecimiento que ha tenido la población argentina puede ser caracterizado como lento, tanto si se lo compara con el registrado hace cien años como si se toman como referencia las tasas alcanzadas por otros países de América Latina.

La Constitución Argentina señala que existe una necesidad de hacer un censo de población cada diez años.

Al observar los resultados de los diferentes censos, es indudable que se ha producido una desaceleración persistente, asociada a la interrupción del flujo migratorio que ocasionó, entre mediados del siglo XIX y comienzos de la década de 1930, un impactante aumento en el número de habitantes del país.

Motivos del aumento de la población

El incremento de la población depende fundamentalmente de dos factores: su crecimiento vegetativo, es decir, la diferencia entre la cantidad de nacimientos y de muertes producidos en determinado período, y los flujos migratorios, favorables o no, ocurridos en el mismo período de tiempo en la región que se considera.

Este último componente explica el asombroso aumento entre los censos de 1869 y 1947. Desde esta medición hasta comienzos del siglo XXI hubo una relativa estabilidad, con una tasa promedio anual que se coloca alrededor del 10,1 por mil y resulta ser una de las más bajas de América Latina. Dicha situación proviene, por un lado, de un sorprendente descenso en el volumen de ingreso neto de inmigrantes y, por otro, de una evidente desaceleración de la tasa de crecimiento vegetativo.

Este último fenómeno se relaciona con una baja en los índices de fecundidad, y por ende de natalidad, y un estancamiento de la tasa bruta de mortalidad, características demográficas del mundo occidental después de la Segunda Guerra Mundial, con una fuerte preponderancia en las sociedades con mayor desarrollo económico.

Evolución de la población argentina a través de los censos nacionales