Existe un pueblo que habita entre el río Meta y el río Guaviare en Colombia, y en las riberas del río Orinoco en Venezuela: se trata de los piapocos. Aunque su población es de aproximadamente 3.000 personas, su cultura y tradiciones forman parte del invaluable legado de los pueblos originarios de América.
Ubicación
El pueblo piapoco se localiza en territorios correspondientes a Colombia y a Venezuela. En la parte colombiana se ubican en varias localidades, especialmente en los departamentos Meta y Vichada, mientras que en el territorio venezolano se ubican en las riberas del río Orinoco en el estado Amazonas.
Origen del nombre
En el idioma piapoco la palabra Dzase (Cháse) significa “tucán” y debido a que este pueblo se identifica con el ave, ellos mismos se autodenominan Dzase que podría traducirse como “gente del tucán”, una traducción de esa palabra dio origen al término “papioco”. Otro término usado para referirse a esta tribu es el de wenaiwika, que quiere decir “gente”. También existen otras denominaciones para este pruebo como enaguas, yapaco, cumanaica y cuipoco, entre otros.
Organización social
Los piapocos mantienen una organización familiar bajo una autoridad patriarcal y presentan un sistema de clanes patrilineales, se agrupan en cinco fratrías con un ancestro mítico común y con un territorio específico. Los dirigentes de cada fratría se ubican a la cabeza de su sistema organizacional, es decir, representan la mayor autoridad política del grupo y se encargan de tomar las decisiones más importantes.
Esta tribu practica la exogamia con otros clanes y con pueblos vecinos en la cual se prohíbe que miembros de un mismo clan contraigan matrimonio.
Los misioneros católicos sucedidos después por los misioneros evangélicos influyeron considerablemente en la dinámica cultural de esta tribu. Actualmente, la mayoría de los piapocos se consideran evangélicos y han abandonado muchas de las prácticas culturales originales. Una de ellas la figura del chamán, que en algunas comunidades ha sido sustituida por el capitán, término que hace referencia al pastor de la comunidad y su aparición fue fomentada por los grupos misioneros evangélicos.
Lengua
La lengua piapoco forma parte de una de las grandes familias lingüísticas de América: el arawak. De acuerdo a los últimos censos, la población piapoco se ha reducido y con ello lo ha hecho su lengua también, que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
Cosmología
La creencia original del pueblo piapoco sostiene que Furna Minali o Kuwai permitió que este mundo fuera habitable al derrotar a una anaconda carnívora denominada Kemeine, a la que envió después al espacio. Kuwai organizó a la sociedad humana y le otorgó a cada pueblo su idioma.
Vivienda
Originalmente, los piapocos se dedicaban a la caza y a la recolección de frutos silvestres y llevaban un estilo de vida seminómada, lo que hacía que sus viviendas fueran refugios primitivos elaborados con palmas.
Actualmente, el estilo de vida de este pueblo ha cambiado, sus viviendas se construyen para que sean más permanentes que en el pasado ya que ahora se dedican a la agricultura como una de sus principales actividades económicas y por ello se asientan en un lugar fijo. Las paredes de sus casas pueden estar hechas de barro o de palma.
Economía
Los piapocos comparten sus actividades económicas en tres rubros básicos: la agricultura, la caza y la pesca. En el ámbito agrícola podría decirse que sus principales cultivos son la yuca y el maíz, sin embargo, también producen otros vegetales como el frijol, la piña, el ají y el plátano, entre otros.
La pesca proporciona una buena fuente de proteínas durante el verano y es realizada en ríos, caños y lagunas, de donde logran recolectar peces, ranas, tortugas y camarones. De igual forma, los hombres de la tribu cazan animales de la fauna endémica como venados, dantas, babillas y ciertas especies de aves.
Los miembros de la tribu también practican actividades pecuarias como la cría de gallina, de cerdos y de ganado vacuno que usan principalmente para su consumo.
Las mujeres de la etnia practican la alfarería y producen ollas y tazas de barro que luego comercializan. Por otro lado, tanto hombres como mujeres elaboran hamacas de fibra de palmas para fines personales o comerciales. De este modo, la artesanía también forma parte de la economía de este pueblo.
Los censos proporcionan una estadística descriptiva del número de individuos, tamaño de la población y composición del hogar o de la familia, e información sobre la distribución por sexo y edad. A menudo incluyen otros temas demográficos, económicos y relacionados también con la salud.
Ecuador
La República del Ecuador limita con Colombia, Perú y el océano Pacífico. El país también incluye las Islas Galápagos en el Pacífico.
El último censo oficial que registró la población de Ecuador ocurrió en el 2010 y mostró que había 14.483.499 personas; luego se realizó un estimado de 16,62 millones para el 2017.
La mayor concentración de ecuatorianos habita en las dos ciudades más grandes: Guayaquil con una población de 2.350.915 y la ciudad capital de Quito con 2.239.191 según los datos del censo de 2010.
Ecuador tiene una población muy diversa étnicamente. La mayoría de los grupos étnicos descienden de los colonos españoles y de los pueblos originarios de América, ya que la mezcla de estos dos grupos creó la categoría mestiza. Hasta el 2014, el grupo étnico más grande seguía ocupado por los mestizos, descendientes de colonos españoles e indígenas, que constituyen el 71,9 % de la población.
Los amerindios representan casi el 7 % de la población, mientras que los afroecuatorianos, descendientes de esclavos negros representan el 7 % de la población; por su parte, los blancos de ascendencia europea constituyen el 12 % de la población.
Se estima que de 2 a 3 millones de ecuatorianos viven en el extranjero, pero el aumento del desempleo en los principales países receptores como España, Estados Unidos e Italia, ha frenado la emigración y aumenta la probabilidad de que regresen a su país de origen. Ecuador tiene una población inmigrante pequeña pero creciente y es el principal receptor de refugiados de América Latina.
Argentina
Este país se encuentra en el sureste de América del Sur, limita con Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, el océano Atlántico Sur y el Pasaje de Drake.
¿Sabías qué...?
Las ciudades más grandes de Latinoamérica son Sao Paulo, Brasil con 21 millones de habitantes, Buenos Aires, Argentina con 13,6 millones y Río de Janeiro, Brasil con 12,2 millones.
El último censo realizado fue en el 2010 donde se publicó que contaba con 40,1 millones de habitantes. A pesar de ser un país grande, tiene una densidad de población bastante baja de sólo 14 personas por kilómetro cuadrado.
La capital y la ciudad más grande del país es Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la segunda área metropolitana más grande de América del Sur.
Argentina es un país muy diverso de inmigrantes, por lo que los argentinos a menudo lo llaman “el crisol de razas”. Entre los siglos 18 y 19, este país recibió más de 6,6 millones de inmigrantes.
La mayoría de los argentinos descienden de varios grupos étnicos europeos, con más del 55 % de origen italiano. El segundo origen étnico más común es el español; alrededor del 17 % tiene orígenes franceses y aproximadamente el 8 % desciende de inmigrantes alemanes. Argentina tiene hoy una gran población árabe, la mayoría de los cuales son de Siria y el Líbano. También hay alrededor de 180.000 asiáticos, principalmente de origen chino y coreano.
Argentina tiene una proporción bastante alta de personas mayores de 65 años, que representan casi el 11 % de la población. Alrededor del 26 % de la población tiene menos de 15 años, que es ligeramente inferior al promedio mundial.
Venezuela
Situado en la costa norte de América del Sur, la República Bolivariana de Venezuela es uno de los países más grandes del continente. Posee una trayectoria censal de gran relevancia desde el año 1873, cuando se celebró el primer censo poblacional con la cifra de 1.732.411 habitantes.
El último censo oficial fue en el 2011 donde se determinó que la población de Venezuela era de 23.054.985; sin embargo, un cálculo de la CIA del mismo año colocó los números en 27.150.095. Al darle confiabiabilidad a estos datos se pudo estimar que la población de Venezuela en el 2017 sería de 31,98 millones de habitantes.
Venezuela cuenta con una superficie total de 916.445 kilómetros cuadrados, pero está relativamente poco poblada, lo que se debe en parte a un paisaje montañoso en algunas áreas. En general, hay un promedio de 33,8 personas por cada kilómetro cuadrado de tierra.
La población de Venezuela representa el 0,42 % de la población total del mundo, es decir que una de cada 238 personas en el planeta es residente de Venezuela.
México
La Ciudad de México es la capital de México y la sede de los poderes federales de la Unión Mexicana; también es el Distrito Federal, que es una entidad federal dentro del país que no es en realidad ninguno de los 31 estados, sino que pertenece a la federación en su conjunto.
El censo de 2010 utilizó tanto una forma corta como una larga de encuesta. La forma larga se usó para 2,9 millones de hogares lo que representa el 10 % de la población total. Se recopilaron datos como bienes del hogar, empleo, seguridad alimentaria, educación, migración, uso de la atención médica e historias de nacimiento. En este censo la población total era de 8,851 millones de habitantes y se llegó a estimar la cifra de 8.918.653 para el 2016.
En 1921, el censo mostraba que más del 54 % de la población de la ciudad era mestiza, el 23 % era europea y casi el 19 % era indígena. La Ciudad de México es hoy el hogar de un gran número de inmigrantes y expatriados de Canadá, Estados Unidos, América del Sur, América Central, Islas del Caribe, Europa y Oriente Medio.
Datos del censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) han demostrado que el número de extranjeros en el país ha crecido un 95 % en la última década, la mayoría de los cuales provienen de Estados Unidos.
Perú
La República del Perú se encuentra en el oeste de América del Sur; tiene una larga historia de culturas, incluidas algunas de las más antiguas del mundo. La ley en Perú requiere que el Gobierno realice un censo cada diez años. En total, se han realizado 11 censos en Perú desde el primero en 1836.
Polémica en Perú
El último censo de Perú en el 2007 se llevó a cabo debido a las polémicas imprecisiones en el censo del 2005. El hacer que todos los habitantes se quedaran en casa el día del censo y que la mayoría de las empresas cerraran le costó al país hasta 250 millones de dólares.
El último censo oficial en Perú se llevó a cabo en el 2007 debido a imprecisiones en el censo de 2005; en este se determinó que la población aumentó de 22.639.443 en el año 1993 a 28.220.764 habitantes.
En 2006, en una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los peruanos se autoidentificaron como mestizos 59,5 %, quechuas 22,7 %, aymará 2,7 %, amazónicos 1,8 %, negros o mulatos 1,6 %, blancos 4,9 % y otros 6,7 %.
Hoy en día, la población de este país es multiétnica y para el 2017 se estimó una cifra de 32,17 millones de personas. Del total de la población peruana, el 50,1 % son hombres y el 49,9 % son mujeres.
La ciudad más grande de Perú es su capital, Lima. Es el hogar de más de 8 millones de habitantes, que representa una cuarta parte de la población.
Chile
La República de Chile es un país de América del Sur con una franja de tierra larga pero estrecha que se encuentra entre el Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes y cuenta con una superficie total de 756.096 kilómetros cuadrados.
El último censo oficial se realizó en el 2002, que situó a la población en 15,1 millones. Se estima que la población de Chile creció en el 2017 a 18,05 millones de habitantes; la sociedad chilena ha crecido constantemente en los últimos 60 años y ahora representa el 0,25 % de la población mundial.
Chile es ahora el sexto país más poblado de Sudamérica; también es uno de los más prósperos y estables de la región, líder en América Latina en ingresos per cápita, desarrollo humano, globalización y baja percepción de corrupción.
Este país sudamericano cuenta con una sociedad multiétnica. Un estudio genético realizado por la Universidad de Chile encontró que el promedio de la población chilena es de 35 % pueblos originarios y 64 % caucásicos.
Debido a las mejoras en las condiciones de vida de la población, la esperanza de vida para los chilenos fue la más alta en América del Sur en 2013.
La necesidad de conocer cabalmente la cantidad de personas que habitan un Estado, y sus rasgos sobresalientes en cuanto a sexo, edad y origen étnico, ha constituido una preocupación constante de los gobernantes desde la Antigüedad. Tal interés está sustentado en la certeza de que uno de los factores determinantes de las posibilidades de desarrollo de un país es la relación entre sus recursos productivos naturales y las características de la población. Está admitido que tanto su distribución en el territorio como sus necesidades biológicas y de consumo constituyen el principal factor desencadenante de la actividad económica, por lo cual siempre fue imperioso conocer los recursos humanos reales y potenciales con que se contaba.
Antecedentes del Primer Censo Nacional
Las fuentes de información anteriores al Primer Censo Nacional son numerosas pero sumamente imprecisas y contradictorias: tentativas de recuentos de orden provincial y municipal, registros de las parroquias y estimaciones de geógrafos de la época. En el actual territorio argentino le cupo a Juan de Garay el primer esfuerzo en este sentido; en 1573, después de la fundación de la ciudad de Santa Fe, realizó un recuento de soldados y familiares. Dos siglos más tarde, en 1744, la Corona española efectuó el primer empadronamiento de la población que habitaba la región aledaña al río de la Plata. Después de la Revolución de Mayo fueron varios los intentos de saber cuántos habitantes se distribuían en el extenso territorio argentino. El primero de los inventarios poblacionales lo dispuso el Primer Triunvirato en 1811 con muy poco éxito; en 1821 se publicó el Registro Estadístico del Estado de Buenos Aires.
La Constitución de 1853 determinó la necesaria realización de censos poblacionales cada diez años; a través de éstos se podría establecer la base electoral de representación para conformar la Cámara de Diputados.
Para cumplir con lo establecido, en 1856 se llevó a cabo un relevamiento general dispuesto por el presidente de la nación, general Justo José de Urquiza, a cuyo efecto se creó la Mesa Central de Estadística. Si bien el mismo obtuvo resultados parciales, fue el antecedente inmediato del Primer Censo Nacional de Población, efectuado en 1869 -durante la presidencia de Sarmiento-. Éste abarcó la totalidad del país y sus resultados se publicaron tres años más tarde.
La población hasta 1869
Recientes estudios arqueológicos indican que los primeros pobladores del actual territorio argentino tuvieron sus asentamientos en la zona patagónica, probablemente procedentes del continente asiático. Existen diferentes estimaciones sobre la cantidad de aborígenes que habitaba el país con anterioridad a la conquista; si bien el número varía entre cien mil y trescientos mil individuos, se considera la última cifra como la más aproximada. A pesar de las discrepancias respecto a la cantidad, se coincide en señalar que en el momento de la llegada de los españoles a América el mayor asentamiento indígena se encontraba en la región del noroeste argentino, mientras que la región pampeana y el litoral se encontraban prácticamente despoblados.
La conquista y subsecuente colonización española, si bien provocaron una disminución de la población nativa -a consecuencia de diversos factores, como guerras, enfermedades desconocidas, trabajos forzados, traslados masivos de pueblos, etcétera-, también produjeron un rápido proceso de mestizaje debido a la reducida cantidad de españolas que viajaba a los nuevos territorios en la primera etapa del dominio hispano. Se calcula que durante el primer siglo de establecimiento español en el Río de la Plata, la población aborigen mermó en un 25 por ciento.
Por otra parte, la llegada de los colonizadores blancos a esta región tampoco fue masiva, ya que el actual territorio argentino no brindaba las riquezas metalíferas que ofrecían otros lugares del continente. Algunas fuentes consideran que en los primeros años del siglo XVII no había en territorio argentino más de dos mil quinientos europeos puros, cantidad que asciende a seis mil en 1810. De esta forma, de acuerdo a datos que han dejado diversas fuentes estadísticas e historiográficas de la época colonial, se ha llegado a inferir que la población total del territorio argentino en la segunda mitad del siglo XVIII -blancos, mestizos, indígenas, negros y mulatos, sin contar los indios no integrados que vivían en forma salvaje más allá de las fronteras marcadas por el colonizador- alcanzaba los cuatrocientos mil habitantes.
Se estima que, al producirse la Revolución de Mayo, la población era de casi medio millón de habitantes y que, en los cuarenta años que transcurrieron hasta la Constitución Nacional de 1853, la misma se duplicó. Desde entonces hasta el primer censo de 1869 creció en una proporción cercana al 70 por ciento. Este considerable aumento en menos de dos décadas se debe a que ya había comenzado a manifestarse el singular y sorprendente proceso inmigratorio que transformó íntegramente el país en las décadas posteriores.
El Censo Nacional de Población realizado en 2001 determinó que el país reunía algo más de treinta y seis millones doscientos mil habitantes; esto significa que, en los diez años transcurridos desde el censo inmediatamente anterior, la población se había incrementado en más de tres millones y medio de personas.
El crecimiento que ha tenido la población argentina puede ser caracterizado como lento, tanto si se lo compara con el registrado hace cien años como si se toman como referencia las tasas alcanzadas por otros países de América Latina.
Al observar los resultados de los diferentes censos, es indudable que se ha producido una desaceleración persistente, asociada a la interrupción del flujo migratorio que ocasionó, entre mediados del siglo XIX y comienzos de la década de 1930, un impactante aumento en el número de habitantes del país.
Motivos del aumento de la población
El incremento de la población depende fundamentalmente de dos factores: su crecimiento vegetativo, es decir, la diferencia entre la cantidad de nacimientos y de muertes producidos en determinado período, y los flujos migratorios, favorables o no, ocurridos en el mismo período de tiempo en la región que se considera.
Este último componente explica el asombroso aumento entre los censos de 1869 y 1947. Desde esta medición hasta comienzos del siglo XXI hubo una relativa estabilidad, con una tasa promedio anual que se coloca alrededor del 10,1 por mil y resulta ser una de las más bajas de América Latina. Dicha situación proviene, por un lado, de un sorprendente descenso en el volumen de ingreso neto de inmigrantes y, por otro, de una evidente desaceleración de la tasa de crecimiento vegetativo.
Este último fenómeno se relaciona con una baja en los índices de fecundidad, y por ende de natalidad, y un estancamiento de la tasa bruta de mortalidad, características demográficas del mundo occidental después de la Segunda Guerra Mundial, con una fuerte preponderancia en las sociedades con mayor desarrollo económico.