Redes sociales

Cuál verdaderos lugares de encuentro, las redes sociales han revolucionado nuestras formas de relacionarnos, imponiéndose en las costumbres sociales para formar parte de la vida cotidiana.

Desde su aparición, la Internet ha provocado un sin fin de posibilidades que todavía se están descubriendo. No sólo ha instaurado nuevos modos de informar, estudiar, trabajar y entretenerse, sino que incluso ha revolucionado también las formas de relacionarse. En este último aspecto cobraron especial importancia los chat, pero con la aparición de las redes sociales las modificaciones fueron mucho más sustanciales.

Las redes sociales han tenido éxito en los distintos grupos etarios.

¿Qué son las redes sociales?

Es importante aclarar que el concepto de red social es anterior a la creación de los sitios virtuales a los que hacemos referencia. Sin embargo, desde su aparición, el término es utilizado tanto para mencionar a las estructuras sociales compuestas por grupos de personas (primera acepción) como para hablar de determinadas páginas de Internet (segunda acepción).

Sin embargo, es fácil notar que más allá del soporte virtual al que hace referencia la segunda acepción, las similitudes que existen entre los términos son muchas. Por lo tanto, podemos definirlas como formas de interacción social que se caracterizan por el intercambio dinámico producido entre personas, grupos e instituciones.

En el ámbito de Internet, las redes sociales permiten que nos conectemos tanto con amigos como con desconocidos, y así compartir contenidos virtuales e interactuar en comunidades que tengan los mismos intereses que nosotros. Al participar en ellas todo tipo de gente, instituciones, empresas y organizaciones políticas, las posibilidades de mantenerse en contacto con aquello que nos interesa inmediatamente se acrecienta de forma vertiginosa.

Ejemplos muy conocidos de redes sociales son Facebook, Twitter y Google+, pero también páginas que han salido con anterioridad como Youtube, Hi5, MySpace y Yahoo respuestas, entre muchos otros.

Si bien las distintas empresas se encuentran constantemente trabajando para ofrecer en su sitio de Internet nuevas posibilidades, básicamente podemos reducir las herramientas de las redes sociales a las siguientes:

• Construcción de un perfil que se puede compartir con otros usuarios.
• Actualización automática del contenido y la libreta de direcciones.
• Visualización (dependiendo de la privacidad de los usuarios) de las conexiones que se tienen en común con otros miembros de la comunidad.
• Capacidad de crear enlaces nuevos por medio de diversas formas de conexión social en línea.
• Búsqueda de usuarios basada en contactos compartidos, intereses en común, etc.
• Control y configuración de la privacidad.

Una historia que se sigue escribiendo

En Internet, las redes sociales han ido ganado su lugar de una manera vertiginosa para convertirse en sitios de encuentro de empresas, artistas, marcas y profesionales de todo el mundo. En menos de 20 años se volvieron los sitios más utilizados de la web, habiendo ya cautivando a más de mil millones de personas.

Explicar las razones que proyectaron semejante revolución sería imposible sin que se realizara primero un breve recorrido por su historia, atendiendo a las posibilidades que fueron brindando para cautivar a un público tan heterogéneo.

Lo cierto es que no hay un acuerdo respecto a cual fue el primer sitio que se impuso como una red social. Las opiniones de experimentados coinciden en que la década del 90 fue el periodo de inicio, pero tres webs se disputan el mérito de haber presentado la primera: Classmates.com (1995), theglobe.com (1995) y SixDegrees (1997).

La resolución dependerá de qué definición se tome de red social, esto es, de encontrar cuál es el factor esencial que las particulariza y distingue de otros sitios. En la actualidad, tiende a pensarse que el verdadero nacimiento de las redes sociales, tal y como las conocemos ahora, puede remontarse al momento en que las conexiones que tenemos con otras personas se hicieron visibles. Siguiendo esta línea de pensamiento, los primeros dos sitios se convertirían en precursores y SixDegrees sería la primera red social propiamente dicha.

Classmates se hizo popular por la posibilidad que brindaba de ayudar a la gente a encontrarse con los ex compañeros de clase y del trabajo, mientras que Theglobe ofrecía un espacio que, a modo de comunidad global, permitía a los usuarios crear sus perfiles e interactuar con otros.

Por otra parte, SixDegrees había sido diseñada alrededor del concepto de los seis grados de separación que se popularizó décadas antes. El sitio ofrecía a los usuarios la posibilidad de crear perfiles personales, invitar a sus amigos, conectarse a grupos y visitar los perfiles de otras personas. Además, los usuarios podían hacer publicaciones llamadas bulletins, muy parecidas a las que popularizaría más tarde MySpace. Los contactos que fueran de primer, segundo y tercer grado, tenían la posibilidad de leer estos mensajes. Pero lo fundamental, era que los usuarios podían ver qué tipo de conexión tenían con otros usuarios dentro de la misma red.

A partir del comienzo del nuevo siglo, las redes sociales empiezan a marcar una clara diferencia con sus antecesoras. De la mano de Friendster, MySpace y Facebook, el servicio se populariza alcanzando a un número mucho más grande de personas. La primera de ellas aparece en el 2002 y es reconocida por convertirse en la primera red social en superar el millón de usuarios.

Un año después aparece MySpace y desbanca completamente a Friendster en el 2004. Para el 2005 alcanza su apogeo, año en que las visitas llegaban a superar a las de buscadores tan importantes como Yahoo y Google. MySpace no sólo se transformó en el punto de encuentro virtual de millones de personas, sino que además se transformó en un medio para que muchas bandas pudieran promocionarse (incluso el propio sitio lanzó su propio sello discográfico).

Desde la llegada de Facebook, en el 2004, los usuarios de MySpace comenzaron a migrar y la compañía no tuvo forma de evitarlo. Al igual que otras redes sociales, el nuevo sitio nació como un proyecto de red universitaria para los alumnos de Harvard. Sin embargo, gracias a la excelente promoción que se promovió por medio del correo electrónico, los juegos virales y el “boca a boca”, logró transformarse un año después en un exitoso producto con presencia en alrededor de 500 universidades estadounidenses y más de 2 millones de usuarios.

Recién en 2006 Facebook permite que el servicio sea abierto a todo público, alcanzando los 10 millones de miembros. Dos años después, el vertiginoso crecimiento termina por permitirle superar a MySpace por primera vez.

En la actualidad, Facebook cuenta con más de mil millones de usuarios en todo el mundo y está valorizada en alrededor de 85 mil millones de dólares. Existen muchas razones que explican su éxito, pero la principal está asociada al uso masivo de aplicaciones. Facebook no solo lanzó las suyas propias, sino que también permitió que los desarrolladores externos creen miles de funcionalidades que mejoraron la experiencia en la red social. De esta manera se convirtió en el modelo de una red social exitosa que continúa reinventándose todos los años.

Las nuevas relaciones

Existen varios datos que permiten en la actualidad dar cuenta de las nuevas formas de socializarse que han brindado las redes sociales. Los siguientes datos son relevantes en este sentido:

• 1 de cada 8 parejas que se casaron en 2008 en EE.UU. se conocieron gracias a una red social.
• 80 % del uso de Twitter se hace desde dispositivos móviles, es decir, desde cualquier sitio, en cualquier momento.
• Cada día se comparten más de 1.5 millones de contenidos en Facebook.
• Según la ultima encuesta en Estados Unidos, más del 34 % por ciento de la población piensa que es posible tener una relación romántica por Internet.
• El 82 % de las personas que tienen entre 18 y 29 años de edad utilizan redes sociales.
• 140 millones de tweets son enviados cada día.
• Los usuarios de Facebook hacen una media de tres amigos nuevos al mes.
• El 53 % de los usuarios de Twitter recomiendan empresas, marcas o productos en sus tweets.
• Al día se utilizan unos 4,7 billones de minutos en Facebook.
• El 35 % de las pequeñas empresas utilizan las redes sociales en su mix de marketing.

Compartir

Hoy en día, compartir es una acción que tiene nuevos significados gracias al desarrollo de la tecnología. ¿Cómo compartís tus archivos? ¿Qué sitios usás? Acá te dejamos algunos datos que pueden servirte.

Por Giulia Santantonio

Viste un video que te gustó, escuchaste una canción de la que hablaron con tus amigos o leíste que salió una nueva peli, y lo publicás en tu muro de Facebook para compartirlo con tu entorno, es decir, con gente con la que tenés intereses en común. Seguro que, de la misma manera, estas personas también comparten información que a vos te gusta o te parece interesante. ¡De eso se trata compartir y hay un montón de maneras de hacerlo!

Compartir también es muy útil a la hora de hacer trabajos o producciones en grupo. Por ejemplo, si tenés que hacer un trabajo grupal en la compu y cada uno tiene que hacer una parte, van a tener que compartirlo de alguna manera para después juntarlo, imprimirlo y entregárselo a la profe, ¿no es cierto?

Antes, cuando no existía internet, estaban los disquetes: se guardaba todo ahí y se abrían en cualquier computadora. Así se pasaron muchos archivos hasta que llegó el CD y después el pendrive.

Con la aparición de internet, se empezó a mandar todo por correo electrónico: nunca se perdía nada y siempre se podía volver a las versiones anteriores. De todas maneras, que a menudo las casillas no tuvieran la capacidad suficiente para mandar archivos grandes podía ser un problema. Actualmente, mucho se comparte por Facebook, aunque sobre todo de una manera pública y abierta.

Hoy también existen sitios específicos que hacen que toda esa información que se quiere compartir quede en la nube (ese espacio virtual donde está todo). Lo bueno de esto es que no hay que acordarse de llevar ni CD ni pendrive y que se puede abrir desde cualquier compu con conexión a internet.

Por ejemplo, en muchos lugares se usa Dropbox: solo te registrás y pasa a ser una carpeta más de la compu, pero que ¡podés abrir desde cualquier compu!

También se usa Google Drive, donde con una cuenta de Gmail, además de compartir archivos, vas a poder chatear sobre lo que estás haciendo con tus compañeros.

Otra manera de hacerlo es a partir de una red. Esto significa que sos parte de un conjunto de compus que están conectadas entre sí. Se suben los archivos a una carpeta en red y se comparten. Y para esto no es necesario tener internet, sino solo pertenecer a este grupo de compus.

Si usás Huayra y pertenés a una red en la escuela, hay una opción mucho más específica: Huayra Compartir. Por un lado, podés usar la carpeta Compartir Web y todo lo que guardes allí lo vas a poder descargar usando el navegador web. Pero también podés usar IpTux, un chat que detecta automáticamente todas las netbooks conectadas a la misma red y con las que podés chatear y compartir archivos.

¿Conocías estos programas para compartir tus archivos/material? Y, si no, ¡probalos y contanos cómo te fue! ¿Qué beneficios les descubriste, en qué te ayudaron?

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?referente=estudiantes&id=123027&cat=ed_blogs_cat_estudiantes

Licencia: CC BY-NC-SA 4.0

 

¿Estás seguro?

Intercambiar imágenes, videos y opiniones en internet permite el acceso a un mundo de relaciones que también exige cierta precaución. Hoy, lo que decimos y mostramos en las redes sociales se expande a gran velocidad y tiene alcances que no podemos controlar. Por eso, antes de compartir alguna información, conviene reflexionar para luego, sí, dar un clic seguro. Sobre esto y mucho más nos habla Sergio Balardini, un especialista.

Por Educ.ar

¿Quién es Sergio Balardini?

Sergio Balardini es psicólogo y trabaja, hace años, en temas relacionados con la juventud. Para ello se vincula constantemente con adolescentes de todo el país. Actualmente, se interesa en las subjetividades que surgen a partir de las tecnologías que utilizan los jóvenes cada vez con más naturalidad. Trabaja para la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la Fundación Friedrich Ebert (FES).

Según las investigaciones, ¿cuáles son los comportamientos más comunes de los adolescentes en relación con la tecnología?

 La primera cuestión que hay que tener en cuenta es que ya no hay un adentro y un afuera de la tecnología. Los chicos usan internet como un continuo de sus vidas reales. Por esta vía, siguen haciendo cosas que ya venían haciendo, como por ejemplo escuchar música. Además, ven videos y buscan mucha información. Los chicos se informan, prácticamente, a través de internet y la televisión. Otra cosa, por supuesto, es permanecer conectados por medio del chat. Está naturalizado que los jóvenes que tienen las condiciones materiales para hacerlo –es decir, que cuentan con computadora en sus casas– llegan y encienden la computadora, y dejan el chat permanentemente abierto. Las nuevas tecnologías facilitan estar conectados permanentemente.

En las redes sociales, ¿también se ve ese continuo entre el afuera y el adentro? 

Las redes sociales son la frutillita de un postre que ya se venía preparando. Los chicos ya se comunicaban mucho vía chat. Ya enviaban plurimensajes a través del celular. Ya existía la base sobre la cual funciona esto de estar conectados, enredados, comunicados todo el tiempo. Las redes sociales desarrollaron una plataforma para eso que ya estaba facilitado, potenciado, expandido, y ese es uno de los elementos de su éxito.

¿Cuál es la actividad más común de los jóvenes en las redes sociales?

Hay que pensar las redes sociales como la plaza pública: un lugar de encuentro, que ofrece muchas más posibilidades que el chat. La inclusión de imágenes, por ejemplo, es muy significativa en esta época, y para los adolescentes en particular. Por supuesto que hay otras cuestiones que tienen que ver con la posibilidad de armar grupos de interés, la pertenencia, la identidad. Las redes sociales son una plaza pública para estar, pero que permite diferentes modos de estar. Y esto se vuelve funcional al continuar la vida por fuera de internet.

¿Este tipo de actividades supone riesgos?

Siempre hay riesgos. Hay riesgos por fuera de internet, por supuesto. En otros tiempos, uno trataba de ser cuidadoso como adulto y, a su vez, trataba de educar a los chicos para que aprendieran a cuidarse en la calle. Pero internet y la tecnología producen fenómenos nuevos. Antes, si uno decía algo oralmente, eso no quedaba documentado en ningún sitio. Entonces, al día siguiente uno se podía olvidar y nadie podía hacerte rendir cuentas, salvo la persona a la que se lo habías dicho. Era algo que tenía vida efímera. Lo que cambia ahora es la temporalidad y la extensión espacial de este tipo de fenómenos. Cuando subís una foto o un video, no depende solo de vos a quién le va a llegar. Es algo prácticamente inabarcable hasta dónde puede llegar o cuánto tiempo pueden permanecer los efectos de estas acciones.

Después, hay otros temas. Como en la vida real, en internet también hay gente que vive buscando de qué manera puede apropiarse indebidamente de algo. Al subir una foto que dice “Nos fuimos de vacaciones”, “Vamos a estar quince días afuera”, “Qué linda la playa” y poner la foto de la casa de la que te fuiste y el teléfono fijo de ese lugar o la dirección, estás avisando que no hay nadie en tu casa. Esto también les llega a otras personas, más allá de las que uno conoce. En general, los chicos construyen sus propios sistemas de cuidado, entonces, por ejemplo, dicen: “Yo, antes de aceptar a alguien que no conozco que me pide ser su amigo, miro cuántos de mis amigos lo tienen y a quién le puedo preguntar por él”. Pero también sucede que aparece la foto de una chica o un chico lindos y se los acepta por eso.

¿Cuál debería ser entonces el rol de los adultos?

A mí me resulta muy interesante que haya adultos tensionando una conversación, porque el adulto siempre, para bien o para mal, tiene más experiencia. Eso permite hablar, sin ponerse en el lugar de maestro ciruela, y entablar cierto diálogo que ayuda a los chicos a pensar dos veces, tres veces, antes de subir una foto, un video o una opinión comprometedora.

Es importante que los adultos asuman ese rol, porque en esta sociedad, tan parecida al Gran Hermano, la cuestión de la privacidad, que es el otro gran tema, está muy diluida. Cuestiones que en otros casos uno diría: “Bueno, estas son fotos del orden de lo íntimo” hoy ocupan el espacio de lo público, legitimado por lo que se ve en los medios masivos, fundamentalmente en la televisión.

En tiempos de exposición, cuando la imagen tiene mucho que ver con la construcción de la identidad y el reconocimiento, con una cierta gratificación emocional, la imagen expuesta es un bien valorado. Uno podría pensar y estar de acuerdo con que lo público y lo privado no siempre fueron lo mismo, pero eso puede cambiar; las nuevas tecnologías empujan en esa dirección. Ahora, como adulto, entre los roles de protección y de cuidado, aparece alertar sobre las posibles consecuencias de algunas cosas que, al menos hasta hace muy poco, operaban negativamente si se hacían públicas. Ciertas acciones pueden tener un efecto no benéfico en la historia futura. Entonces, como adultos, tenemos que alertar y decir: “Mirá, sería conveniente que pienses dónde está el límite, en mi opinión está acá, yo creo que debería ser este”.

¿Los jóvenes perciben los riesgos?

Yo creo que sí, la mayoría de los jóvenes tienen idea de estas cosas. Lo que no tienen es la perspectiva, porque esto es algo que da el tiempo. Por eso, es necesaria la presencia de un adulto. Lo que pasa es que cuando los adultos solamente censuran, los adolescentes prefieren la ausencia del adulto. Por ejemplo, muchos adolescentes refieren que han pasado por situaciones incómodas, pero no le han contado a ningún adulto. Dicen que no entienden: “Lo que van a hacer es apagarme la computadora, decirme que no me conecte más, me van a sacar el Facebook, entonces prefiero no decirles”. Por lo tanto, no solo se necesita, a mi juicio, un adulto que pueda intervenir, sino un adulto que pueda dialogar.

¿Existe un uso responsable de internet?

El uso responsable de internet, en realidad, es cierta traducción de las conductas responsables que uno lleva en la vida. Existe toda una serie de herramientas, recursos y propuestas para actuar en internet. Lo interesante es cuando este tipo de propuestas son conversadas con los adolescentes. Cuando se puede construir en conjunto. Cuando uno propone debatir ciertas cuestiones, eso genera finalmente las mejores medidas, decisiones o modos de hacerlas cosas, a partir de la apropiación de los adolescentes. Si los adolescentes no participan en la discusión, es muy difícil que luego se apropien de esos modos de hacer. Muchas veces, los adultos no hablamos con claridad y firmeza a partir de nuestras convicciones, porque tememos quedar como autoritarios. Pero argumentar a favor de lo que realmente creemos es un muy buen punto de partida para establecer un diálogo sensato. Cuando nos cerramos al diálogo, los adultos solemos dar respuestas para un mundo que ya no existe más, que quedó en el pasado, y eso los jóvenes lo perciben.

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?referente=estudiantes%20&id=%20117938&cat=ed_blogs_cat_estudiantes

Licencia: CC BY-NC-SA 4.0