Úlcera péptica

¿Qué es?

Una úlcera péptica es una llaga en la mucosa que recubre el estómago o el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado. Una úlcera péptica en el estómago se llama gástrica. Una úlcera en el duodeno se denomina duodenal.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más frecuentes de la úlcera péptica son:

  • El síntoma más común de la úlcera es el dolor o ardor en el estómago (entre el tórax y el ombligo).
  • A menudo se siente cuando el estómago está vacío, entre las comidas, pero puede ocurrir en cualquier momento.
  • El dolor puede durar desde unos minutos hasta varias horas y, a veces, puede despertar a la persona en la mitad de la noche.
  • El dolor se reduce a menudo con la ingesta de alimentos, líquidos o antiácidos.
  • Cuando la úlcera es gástrica, el dolor puede ceder con el vómito.

Pueden presentarse otros síntomas menos frecuentes:

  • Náuseas.
  • Vómitos de alimentos.
  • Vómitos con sangre.
  • Saciedad precoz.
  • Sangre en las heces o materia fecal de color negro.
  • Pérdida de apetito.
  • Cuando una úlcera sangra, puede ocasionar anemia con debilidad y palidez.

¿Cuáles son las causas?

Las causas más frecuentes de a úlcera péptica son:
– La bacteria Helicobacter pylori. Cabe alcarar que muchas personas que tienen esta bacteria no padecen de úlcera péptica.
– Tomar demasiado alcohol.
– Uso regular de remedios que contengan ácido acetilsalicílico (aspirina), ibuprofeno o naproxeno u otros antinflamatorios no esteroides (AINES).
– Fumar.

¿Cómo se trata?

Frente a los síntomas enunciados previamente, es imprescindible consultar a un médico.
El tratamiento consiste en medidas alimentarias, cambios de hábitos, medicamentos antiácidos y evitar medicamentos que lesionan la mucosa del estómago.
Se debe comer lentamente, varias veces en el día y en pequeñas cantidades, masticando bien.
Se deben evitar ciertos alimentos que pueden ser irritantes para el estómago como salsas, picante, pimienta, condimentos en general, vinagre, cebolla, ajo, café, mate, dulces, chocolate, frituras, comidas grasosas, conservas y enlatados, bebidas gaseosas, cítricos.
Asimismo, durante y después del tratamiento deben evitarse las bebidas alcohólicas y el cigarrillo, ya que afectan la cicatrización de la úlcera.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)
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Leishmaniasis visceral

La leishmaniasis visceral es una enfermedad grave que afecta a personas y perros. En Misiones, Formosa, Corrientes y Santiago del Estero se han presentado casos de esta enfermedad.

¿Cómo se transmite?

Se transmite a través de la picadura de un insecto muy pequeño (2 a 4 mm) denominado flebótomo o conocido también como torito, plumilla o carachai. Cuando este insecto pica a un perro infectado con el parásito que causa leishmaniasis, al tomar su sangre también lo ingiere. La próxima vez que pique a otro perro o persona, el parásito pasará a ellos infectándolos. No se transmite persona a persona ni con el contacto directo con los perros.

¿Cuáles son los síntomas?

En las personas, la leishmaniasis visceral afecta al bazo, hígado, médula ósea y otros órganos. Los síntomas que produce son fiebre prolongada, aumento de tamaño del abdomen, pérdida de apetito, disminución de peso, tos seca, diarrea y vómitos.

En los perros los síntomas que produce son decaimiento, falta de apetito, falta de pelo y descamación especialmente alrededor de los ojos y en el hocico, crecimiento exagerado de las uñas, úlceras en la piel y hemorragia nasal.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento incluye el tratamiento farmacológico y el sintomático y de las complicaciones de la enfermedad. Se recomienda la internación de los pacientes durante los primeros 7 a 10 días para su seguimiento clínico y terapéutico estricto. El Ministerio de Salud de la Nación provee la medicación en forma gratuita a todo el país.

¿Cómo se puede prevenir?

La primordial medida preventiva es erradicar el flebótomo de los hogares y evitar que los perros se infecten, y detectar los síntomas que en el perro pueden hacer sospechar leishmaniasis. Para eso:

– Erradiquemos hojas y malezas de los alrededores de las viviendas y la basura acumulada en nuestras casas.
– Mantengamos el terreno alrededor de la vivienda libre de malezas y corrales, y los animales domésticos y mascotas alejados de la vivienda durante la noche.
– Utilicemos repelentes para insectos, mosquiteros o telas metálicas.
– Usemos camisas de manga larga y pantalones o coloquémonos repelente en el caso de transitar por zonas selváticas o con mucha vegetación.
– Se deben limpiar los lugares donde habitan los perros y evitar que sean picados por los flebótomos mediante collares o pipetas repelentes que deben ser renovadas según las instrucciones.
– Debemos estar atentos si nuestra mascota presenta alguno de estos síntomas y si aparece llevarlo al veterinario:

a) Caída del pelo especialmente alrededor de los ojos y las orejas.
b) Fatiga.
c) Pérdida de peso.
d) Seborrea escamosa (como caspa).
e) Crecimiento exagerado de las uñas.
f) Ulceras en la piel.
g) Hemorragia nasal.

– Se debe evitar el traslado de perros sanos e infectados desde y hacia zonas con leishmaniasis visceral.

 

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

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